Marujo o Maruja

Sigo repasando los errores que cometí durante la transcripción de las palabras del diccionario, lo que ha de hacerse error a error a lo largo de las más de 1000 palabras que no fueron detectadas por el programa que hice para descargar de la web de la RAE las definiciones.

Muchas de ellas simplemente no es que sean errores, sino cambios en el criterio de archivo online, así, por ejemplo, «LOS» ahora es «LAS» y no la encuentra (mi programita), pero está en el diccionario y no es ningún error.

Tampoco lo era maruja que hasta la XXIII edición no contemplaba el masculino y que, sin embargo, en esta XXIV edición (que es contra la que estoy revisando esa lista de palabras que yo tecleé a partir del diccionario en papel conteniendo la vigésimo tercera) aparece bajo «marujo«, aunque la definición en poco o nada ha cambiado y sigue siendo una de esas palabras que demuestran que el machismo está impregnado en lo más hondo que tenemos, que es el lenguaje:

marujo, ja Hipocorístico del n. p. María.

1. f. despect. coloq. Esp. Mujer que se dedica solo a las tareas domésticas y a la que suele asociarse a ciertos tópicos como el chismorreo, la dependencia excesiva de la televisión, etc. U. t. c. adj.

2. m. irón. coloq. Esp. Hombre que actúa como una maruja (? mujer que se dedica solo a las tareas del hogar). U. t. c. adj.

3. m. y f. despect. coloq. Esp. Persona chismosa. U. m. c. adj.

4. adj. despect. coloq. Esp. Propio o característico de las marujas o de los marujos.

No hay por dónde arreglar esto en el diccionario y que hayan cambiado de «maruja» a «marujo» la entrada correspondiente no es algo que considere ni mínimamente inclusivo.

Otras palabras en esta pequeña aventura de definiciones poco simétricas desde el punto de vista del género son:

manijero. Tb. manigero.

Del fr. ant. maisnagier.

1. m. Capataz de una cuadrilla de trabajadores del campo.

2. m. Hombre encargado de contratar obreros para ciertas faenas del campo.

De esto, obviamente, no se encarga una mujer, así que no es necesaria manijera.

O la poco usada:

lembario. De lembo.

1. m. Soldado que combatía a bordo de los bajeles.

No existían ni podían existir lembarias, parece ser.

La cerería del niño del remedio no tiene remedio

Bajo el balcón de mi estudio hay una cerería famosa llamada «del Niño del Remedio» que está a la derecha de la iglesia homónima y que suele acumular colas de gente cada ciertos periodos en días clave religiosos, san loquesea o santa virgen de loquesea, pero está echando el cierre, quizá a consecuencia de la pérdida de clientes derivada de la criba que ha hecho el COVID-19 sobre la clientela habitual de la misma, o quizá tan sólo porque quienes la trabajaban han decidido que es más rentable su venta a cualquier otro negocio de los que menudean en el centro de Madrid.

A mí me encantaría saber que es por un declive en la fe que ha llevado a que los seres humanos sean seres racionales, pero no parece que esa sea la razón principal… pues quizá en ese caso tendría que haber cerrado la iglesia aneja y no va a pasar.

Parece mentira que lleven 20 siglos subsistiendo. A veces sí que creo que los milagros existen.

Champiñones con jamón

El otro día tenía unos champiñones que estaban empezando a perder esa tersura tan característica de su frescura, así que hice una receta que los usase como elemento principal, para gastarlos todos.

Eran unos 9 champis, que en total no pesarían ni cuarto de kilo, así que sabía que reducirían mucho una vez sofritos, pero no tenía muchas ganas de prepararlos en un riquísimo risotto o un revuelto con puerros, que suele ser de mis elecciones personales, además de no poder aumentar el volumen de la ingesta mezclándolos con otros productos, como pimiento, calabacín, zanahoria, tomate y lanzarlos sobre una base de sémola de trigo que es una de mis recetas preferidas.

Sobre una sartén profunda, de esas para sofritos, con tapa, añadí una base de aceite de oliva virgen extra y puse un ajo cortado en láminas a calentarse y darle algo de sabor.

Corté una cebolla entera (pequeña) en juliana, para que la salsa salga mejor, aunque no comprendo bien por qué ocurre esto.

Mientras la cebolla iba pochándose, limpié bien los champiñones (que siempre compro enteros) y los corté en cuatro partes más o menos iguales en dos cortes paralelos aproximadamente a la dirección del tallo.

Fui agregándolos sobre la cebolla a la sartén y tapé la sartén para que la cocción de los mismos los reblandeciese un poco antes de sofreírlos junto a las tiras de esa pequeña cepa.

Añadida una pequeña cantidad de sal (poca, para no sumarse a la del jamón y ser excesiva), dejé que fuese reduciendo hasta que se veían casi a punto, habían perdido ese aspecto crudo que tienen y añadí 75 gramos de jamón cortado en taquitos (una bolsita de esas que venden en cualquier supermercado) y le di varias vueltas con una cuchara de madera para que se mezclase bien.

Por último, le eché un chorreón de vino blanco, una cucharadita de harina y dejé que fuese reduciéndose hasta formar una deliciosa salsita. Antes de que se secase el plato, lo serví en un plato hondo y este fue el resultado:

Rico rico… y con fundamento (citando a mi admirado, con sus más y sus menos, Arguiñano).

Sydney’ko Gure Txoko

A esta camiseta le tendré siempre un cariño especial. Cuando llegué a Australia, allá por principios de los 90, aquel fue el lugar más amable que encontré y donde recibí más cariñosa acogida. Amén de comidas inolvidables, caseras, sin temor a la contaminación de una cocinera malaya que se mezclaba con las más tradicionales recetas vascas.

Aún conservo amistades de aquel lugar tan maravilloso al final de Liverpool Street llamado Gure Txoko que en euskera significa «nuestro rincón».

Acogedor como un rincón, cobijo de viajeros que respeten la idiosincrasia identitaria vasca, allí conocí a un grupo de personas con las que pasé unas navidades algo desoladas, vistiendo una chaqueta amarilla que dejó nota, queriendo besar a una muchacha de quienes todos estábamos enamorados, acabando por hacerme amigo de mi querida Elena A. Fraser (Ishwar gyani), que en aquella época era la persona más «desbocada» que yo había conocido nunca y hoy es masajista ayurvédica en Valencia.

La he usado menos de lo que habría querido, al menos fuera de la intimidad, pues en Madrid ya recibí improperios en el metro en cuanto vieron la bandera de la izquierda (la de la derecha no la veía nadie). Pero aún así, han sido 5 lustros acompañándome la vida.

En el último periodo la he usado hasta la extenuación, entre otras cosas porque su tela me encantaba y la altura de su cuello, pero se ha ido desgastando y empieza a ser imposible seguir usándola sin parecer un desarrapado… incluso para casa, donde Carmen demanda cierta vestimenta de respeto a la pareja (y yo también).

Y por ello ha llegado el momento de cantar una canción triste y dejarla ir, pero me quedarán las fotos y el recuerdo de una camiseta que comprime y contiene el calor y la gentileza con la que siempre he sido tratado en Euskadi y en ese rincón en un rincón del mundo.

Búsqueda de palabras en la RAE en línea de comandos

He fabricado un script (un lote de comandos) de bash shell en Linux para descargar y juguetear con búsquedas en la RAE, ya que resulta complicado pedir que tengan la deferencia de hacerla disponible para el público, como si la RAE fuese un organismo público pagado con dinero público.

Es el paso intermedio entre buscar una palabra y descargarme el diccionario completo palabra a palabra. Ahora toca hacer un pequeño programita que lo invoque para cada una de las palabras que tecleé para el proyecto de Isidoro Valcárcel Medina hace unos años y traiga sus definiciones.

Lo he llamado buscaenrae.sh.

Esta versión está modificada sobre la que publiqué hace unos días para subsanar errores relacionados con las palabras que contienen varias entradas/acepciones (no es lo mismo acepciones que entradas y soy consciente de ello, pero no es importante), así como para retirar las conjugaciones en los verbos.

#!/bin/bash

### FUNCIONES ÚTILES PARA EL PROGRAMA
# uso() Instrucciones del programa y salida en caso de error.
uso () {
  echo "Uso: $0 salida palabra"
  echo -e "\tsalida es un valor númerico que identifica:"
	echo -e "\t[0] para generar un archivo HTML con la respuesta"
	echo -e "\t[1] para generar un archivo TXT  con la respuesta"
	echo -e "\t[2] para generar una línea  TXT  con la respuesta"
  exit
}
f_verbos="00000_VERBOS.txt"
f_errores="00000_ERRORES.txt"

# CONTROL DE ENTRADA DE VARIABLES y ASIGNACIÓN
if [ $# -lt 2 ]
then
  # Reportar uso inapropiado
  uso
else
  salida=$1
  if [ $# -eq 2 ]; then
    palabra="$2"
  elif [ $# -eq 3 ]; then 
    palabra="$2 $3"
  elif [ $# -eq 4 ]; then 
    palabra="$2 $3 $4"
  elif [ $# -eq 5 ]; then 
    palabra="$2 $3 $4 $5"
  fi
  # echo "Palabra es #$palabra#"
fi

# CONSULTA DEL SERVIDOR de la RAE simulando ser uno de los diversos navegadores posibles
navegador=(
  "Mozilla/5.0 (X11; Ubuntu; Linux x86_64; rv:15.0) Gecko/20100101 Firefox/15.0.1"
  "Mozilla/5.0 (Windows NT 10.0; WOW64; rv:77.0) Gecko/20100101 Firefox/77.0"
  "Mozilla/5.0 (Windows NT 6.1; WOW64; rv:77.0) Gecko/20190101 Firefox/77.0"
  "Mozilla/5.0 (Macintosh; Intel Mac OS X 10_9_3) AppleWebKit/537.75.14 (KHTML, like Gecko) Version/7.0.3 Safari/7046A194A"
)
rnd=`echo $(($RANDOM%${#navegador[@]}))` # Elegimos un navegador al azar
# Hacemos la petición a la web de la RAE
curl -s --user-agent "${navegador[$rnd]}" https://dle.rae.es/"$palabra" > ./"$palabra.html"

# PROCESAMOS EL ARCHIVO OBTENIDO (Cortamos, retiramos lo innecesario, etc)
# Si se trata de un verbo, quitar las conjugaciones
id_conjugacion="
" esunverbo=`grep -c "$id_conjugacion" ./"$palabra.html"` if [ $esunverbo -gt 0 ] then echo "$palabra es un verbo" >> $f_verbos # ELIMINAMOS la(s) CONJUGACIÓN(ES) sed -i "/${id_conjugacion}/d" ./"$palabra.html" fi # Si tiene más de una acepción (Calcular cuántas después de saber si es un verbo) id_acepcion="
" num_acepciones=`grep -c "$id_acepcion" ./"$palabra.html"` # Si no tiene acepciones, la palabra no existe. No continuamos. if [ $num_acepciones -eq 0 ] then echo "$palabra no se ha encontrado en la RAE" >> $f_errores rm "./$palabra.html" exit fi # PARTIR en $num_acepciones EL FICHERO $palabra.html" # acepciones y acepciones_fin son 2 arrays de líneas PRECISO CONVERTIRLOS a cortes[] acepciones=`grep -n "$id_acepcion" ./"$palabra.html"|awk -F":" '{print $1}'|sed ':a;N;$!ba;s/\n/ /g'` c=0 for i in $acepciones do let cortes[$c]=$(($i)) let c=$(($c+1)) done acepciones_fin=`grep -n "$id_acepcion_fin" ./"$palabra.html"|awk -F":" '{print $1}'|sed ':a;N;$!ba;s/\n/ /g'` c=0 for i in $acepciones_fin do let cortes_fin[$c]=$(($i)) let c=$(($c+1)) done # GENERA FICHEROS palabra.X.html por cada ACEPCIÓN for (( i=0; i<$num_acepciones; i++ )) do # echo "El comienzo del corte está en ${cortes[$((i))]}" # echo "El fin del corte está en ${cortes_fin[$((i))]}" sed "${cortes[$((i))]},${cortes_fin[$((i))]} !d" "./$palabra.html" > "./$palabra.$i.html" # Distintas salidas del programa, en función de la variable "salida" if [ $salida -gt 0 ] # Salida a modo TXT then w3m "./$palabra.$i.html" > "./$palabra.$i.txt" if [ $salida -gt 1 ] # En una sóla línea then sed ':a;N;$!ba;s/\n/ /g' "./$palabra.$i.txt"|sed 's/ / /g' > "./$palabra.$i.1linea" fi fi done # BORRAR indica si dejar o no los archivos que no se deseen como salida BORRAR=1 if [[ $BORRAR -eq 1 ]] && [[ $salida -gt 0 ]] then rm "./$palabra."*html if [ $salida -eq 2 ] then rm "./$palabra."*txt fi fi # SALIDA FORZADA exit

Las primeras pruebas las he realizado con la palabra palabra, como debe ser.

buscaenrae.sh 2 palabra

0 1 2

números entre corchetes
avanzan hacia infinitos
insondables
perdiendo la palabra
que nunca quisieron sostener
en el horizonte de una contraseña

el destornillador
atrona el silencio
con gritos de luz azul

son órdagos del tiempo
anudados en cordones
de lana muerta

0 1 2
a la orilla del mar
a la orilla del mal
a la orilla

dejándose llevar por olas de indiferencia

Esto no es una broma