Falta de respeto

Iba en el autobús.

Dos filas más atrás
un hombre veía algún vídeo en su smartphone
sin tener en cuenta el ruido que hacía
obligando a escuchar su entretenimiento
a quienes íbamos en silencio
en el autobús.

Pensé
¡Qué falta de respeto!
¡Qué atropello a la razón!
¡Qué escasez de cultura cívica!
¡Qué mala educación!

Me detuve a mirar alrededor
después de que ese tipejo
hubiese encendido su dispositivo
y vi al resto de los que íbamos en silencio
en el autobús.

Pensé
¡Qué cantidad de buena gente!
¡Qué pocos problemas de convivencia!
¡Qué respeto a la compartición del espacio!
¡Qué buena educación!

No eran incompatibles
ambos pensamientos
simultáneos.

ForLady

What about ForGentleman?

Cada día que uso estos muebles (que son los de nuestra cocina, o sea, todos los días), veo este texto y me revuelve las tripas el recordar cómo la insinuación sexista está tan incrustada en nuestra cotidianeidad que ya forma parte del fondo de la imagen… pero está ahí, subliminalmente, recordándonos que estoy en un espacio reservado para Lady. No soy una Lady ni quiero serlo. Sé que es «sencillamente» el nombre de una gama de armarios o muebles de cocina… pero me irrita… mucho, mucho pero mucho.

Será que soy un «concinillas«.

Infusión de jengibre y canela

Ayer hice una infusión deliciosa y presuntamente saludable: jengibre fresco en láminas con canela en rama, clavo, cardamomo y un pellizco de tomillo. Riquísima con miel.

Corté láminas muy finas (casi es lo mismo que rallarlo) un trozo de aproximadamente un centímetro cúbico de raíz de jengibre fresca.

Las puse en un cestillo de los que se utilizan para las infusiones junto con una rama de canela semimachacada, un par de clavos (la especia, claro), un par de semillas de cardamomo verde y un pellizco (cantidad bastante imprecisa, la verdad) de hojas de tomillo.

Esa era la mezcla a infusionar para un litro de agua hirviendo. Lo tuve durante unos diez minutos en esa suspensión heterogénea hasta que extraje el filtro y serví con una cantidad arbitraria de miel. Según los gustos de cada cual.

Muy agradable la mezcla de sabores/olores del jengibre y la canela, que se suavizan mutuamente. La utilidad del clavo es resaltar la potencia aromática y el tomillo creo que viene bien para la garganta.

En general desconfío de las soluciones de salud milagrosas y el jengibre últimamente está entre ellas en muchas conversaciones, así que no suelo confesar que lo tomo con frecuencia. He mirado los efectos secundarios del uso de tal «medicina» y me encuentro con que tiene algunos. Esto, quizá, me hace creérmelo un poco más.

50% de descuento o la mitad

Me resulta extraño que cada vez que veo un cartel como este (sin necesidad de la doble oferta), es decir, que me ofrecen pagar la mitad del precio, siempre dudo si no deberían añadir una «cláusula» anti-iteración, porque lo inmediato para mí es: ¿mitad del precio antes o después de aplicar el «mitad de precio«?

Pero sé que no lo debo preguntar, así que asumo que se trata de no iterar. Como si aquello estuviese mal visto. Y no itero. No iteres tú tampoco. Iterar es iterar es iterar… ah, no, que eso era una pipa.

😉

Coincidencias mínimas

Tenemos 12 tazas con impresiones de los álbumes de los Beatles.
Tenemos 12 posavasos con impresiones de los álbumes de los Beatles.

El otro día
la taza
con la impresión de la portada del álbum de Revolver
coincidió sobre
el posavasos
con la impresión de la portada del álbum de Revolver.

Era un suceso que ocurriría una de entre
144 posibles combinaciones.

Podríamos decir que un punto
de los de tipografía
junto a un pie carolingio.

Y sucedió.

Lo fotografié
pero he perdido la fotografía
digital
que tan sólo servía
para poner de manifiesto
que las coincidencias mínimas existen
y no les damos importancia.

Repetir el montaje
sería mentir y generar un suceso
que dejaría de ser aleatorio
para ser
sencillamente
fraudulento.

¿Para qué sirve enseñar el algoritmo de Rufini?

Hoy me he encontrado con esta imagen que me ha regalado mi sobrina Jimena de uno de sus ejercicios de clase en su curso de tercero de la ESO. Y me he acordado de lo que le digo sobre el verbo «rufinear«, como aquella operación por la cual se descompone un polinomio en sus factores más sencillos.

Cada vez que tengo que enseñar ese algoritmo en mis clases particulares, me pregunto por qué no lo quitan del plan de estudios, pues tan sólo sirve para casos en los que el polinomio sea factorizable por (x-a), siendo a un número entero divisor del coeficiente independiente del polinomio en cuestión.

Pero luego me acuerdo que tiene sentido… el mismo que pueda tener el de enseñar a hacer raíces cuadradas, por ejemplo, aun cuando luego pasan a ser una tontería de algoritmos inútiles, habida cuenta de las capacidades de las calculadoras, por ejemplo.

Algoritmo proviene del griego y latín, dixit algorithmus y este a su vez del matemático persa Al-Juarismi.

Abu Abdallah Muḥammad ibn Mūsā al-Jwārizmī (Abu Yāffar) (أبو عبد الله محمد بن موسى الخوارزمي ابو جعفر), conocido generalmente como al-Juarismi, fue un matemático, astrónomo y geógrafo; persa musulmán, que vivió aproximadamente entre 780 y 850.

Debemos a su nombre y al de su obra principal, «Hisāb al-ŷabr wa’l muqābala», (حساب الجبر و المقابلة) nuestras palabras álgebra, guarismo y algoritmo. De hecho, es considerado como el padre del álgebra y como el introductor de nuestro sistema de numeración denominado arábigo.

¿Para qué enseñar este método que tan sólo sirve para obtener un conjunto minúsculo de «soluciones» de la ecuación P(x)=0, para cuando Grado(P)>2?

Pues exactamente por eso, porque es el único método que existe. Es importante hacer constar que la matemática avanza, que no es un corpus cerrado y terminado, sino en permanente evolución, en ocasiones avanzando sobre temas tan «sencillos» como una resolución de una ecuación que los alumnos de tercero de la ESO no se paran a analizar (ni sus profesores a explicarles).

Cualquier alumno de ese nivel está acostumbrado (hasta en demasía) a utilizar la celebérrima fórmula de la ecuación de segundo grado, sin conocer que existe un algoritmo similar para las ecuaciones de tercer grado (que, por otro lado, es muy complejo).

Equis igual a menos be más menos raíz cuadrada… Y así se aprende. O se memoriza. No se deduce. No se investiga. No se piensa.

Y ahí radica el problema por el cual (gracias al cual) tengo siempre demanda de enseñanza en matemáticas. Es inevitable que se convierta en la bestia parda de la enseñanza. Memorizar esa cantidad de abstracciones es, no ya difícil, sino demencial.

Pero si se mostrase que las matemáticas avanzan como todo conocimiento humano, investigando, buscando soluciones, buscando métodos que resuelvan (¿la vida?), si se hiciese partícipe de esa búsqueda al alumnado y no se le exigiese que fuese un residual almacén de lo prefabricado, de una matemática que parece estar muerta, quizá se desearía conocer incluso al tal Rufini o, cuando menos, se entendería para qué se enseña.

Y se mostrase en esa búsqueda los límites, los retos, lo ignoto, esa necesidad de encontrar un algoritmo para descifrar si un número es primo, un método para encontrar algebraicamente raíces de polinomios de grado mayor que cuatro, si se mostrase que pensar y no memorizar es la base de la matemática, que sus cerebros han de ser activos y no pasivos, quizá encontrarían una motivación que yo mismo considero inalcanzable en caso contrario.

Paternidad o irresponsabilidad

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Aclaraciones necesarias:

Plantar: 1. tr. Meter en tierra una planta, un vástago, un esqueje, un tubérculo, un bulbo, etc., para que arraigue. 2. tr. Poblar de plantas un terreno. 3. tr. Fijar verticalmente algo. Plantar una cruz. 4. tr. Fundar, establecer. Plantar la fe. 5. tr. coloq. Dar un golpe. 6. tr. coloq. Poner o introducir a alguien en una parte contra su voluntad. Plantar en la calle, en la cárcel. 7. tr. coloq. Abandonar a alguien con quien se tenía un compromiso o una obligación. Plantó a su jefe y se marchó con la competencia. 8. tr. coloq. Dejar de hacer una actividad, un estudio, etc. Plantó la carrera. 9. tr. coloq. Dejar esperando en vano a alguien con quien se tenía una cita. Nos ha plantado una vez más. 10. tr. coloq. Decir a alguien tales claridades o injurias, que se quede aturdido y sin acertar a responder. 11. tr. p. us. Asentar o colocar algo en el lugar en que debe estar para ser usado. 12. tr. p. us. Establecer un sistema, una institución, una ordenación, una reforma, etc. 13. prnl. Resolverse a no hacer o a resistir algo. 14. prnl. coloq. Ponerse de pie firme ocupando un lugar o sitio. 15. prnl. coloq. Llegar con brevedad a un lugar, o en menos tiempo del que regularmente se gasta. En dos horas se plantó en Alcalá. 16. prnl. coloq. Dicho de un animal: Detenerse obstinadamente. 17. prnl. coloq. En algunos juegos de cartas, no querer más de las que se tienen. U. t. c. intr.

siembra, de sembrar:

Del lat. semin?re. Conjug. c. acertar. 1. tr. Arrojar y esparcir las semillas en la tierra preparada para este fin. U. t. c. intr. 2. tr. Desparramar, esparcir. Sembrar dinero. Sembrar de palmas y olivas el camino. 3. tr. Esparcir, publicar una noticia para que se divulgue. 4. tr. Dar motivo, causa o principio a algo. 5. tr. Colocar sin orden algo para adorno de otra cosa. 6. tr. Hacer algo de que se ha de seguir fruto. 7. tr. Biol. Poner microorganismos, células o tejidos en un medio de cultivo adecuado para su multiplicación. 8. tr. Méx. y Ven. plantar (? meter en tierra una planta). 9. tr. Ven. Colocar droga u otra cosa comprometedora entre las pertenencias de una persona con el fin de comprometerla.

Y, ya por último:

semilla Del lat. seminia, pl. de seminium ‘simiente‘. 1. f. Parte del fruto de las fanerógamas, que contiene el embrión de una futura planta, protegido por una testa, derivada de los tegumentos del primordio seminal. 2. f. Grano que en diversas formas produce las plantas y que al caer o ser sembrado produce nuevas plantas de la misma especie. 3. f. Fragmento de vegetal provisto de yemas, como tubérculos, bulbos, etc. 4. f. Cosa que es causa u origen de que proceden otras. 5. f. pl. Granos que se siembran, exceptuados el trigo y la cebada.

y

simiente
Del lat. sementis.
1. f. semilla.
2. f. semen.

semen Del lat. semen. 1. m. Conjunto de espermatozoides y sustancias fluidas que se producen en el aparato genital masculino de los animales y de la especie humana. 2. m. Bot. Semilla de los vegetales.

Si Josef K. no recuerda que plantó su semen y recogió el fruto correspondiente a una eficaz cosecha, me temo que pueden pasar varias cosas:

Amnesia
Despiste
Técnicas de fertilización que no le incluyan
Adopción
O que ni siquiera sea su descendencia quien haya esparcido los juguetes por todo el salón.

Esto no es una broma