El verano se va acercando en mi estudio

Cuando se acercan las fechas estivales,
cuando se vienen los calores,
cuando se templa el clima,
cuando se despierta el sol,
cuando se despega la piel del cuerpo,
cuando se deshidrata el alma,
cuando se ultravioletiza la balconada,
cuando se carboniza la respiración,
cuando se pulverizan las nubes,
cuando se evapora el sueño,
cuando se suda hasta en el último poro,

guardo los radiadores,
guardo las mantitas,
saco los ventiladores,
saco las toallas,
guardo los forros polares,
saco las camisetas recortadas,
guardo silencio

y espero
que todo lo que hago
sea suficiente
además de necesario.

Jamones

Comer jamón debajo de esta «decoración» del techo parece algo excesivo, pero no fue óbice para que ayer, después de descargar la enésima copia de seguridad de las web que administro, me bajase a comer a un sitio en la esquina que está así decorado y cuya bandera es parecida a la extremeña, pero también comparte colores con la palestina y otras de países o regiones de Oriente Medio.

Curioso que los colores no entiendan de estas cosas. A los colores les da completamente igual el «mandamiento» de no comer cerdo.

A este mundo le sobran…

Una amiga publica esta imagen en una red social y no quiero contradecirla ni, mucho menos, enmendarle la plana (¡qué expresión!), pero me resulta bastante gracioso que un texto que dice que «a este mundo le sobran opiniones y le faltan abrazos« se quede tan pancho ante tal paradoja: esa afirmación es una opinión. Opinión con la que puedo estar completamente de acuerdo, aunque sobre mis opiniones ya he escrito en otro sitio… más y mejor.

Ni que decir tiene que también me resultó algo molesto (quizá sobre ese «también») el punto tras «se equivoque», y las mayúsculas sin otro sentido que el de comenzar la línea, como si lo hubiese escrito alguien que no sabe evitar que se autocorrija el editor.

Cuando alguien se equivoque, abramos más los brazos que la boca: a este mundo le sobran opiniones y le faltan abrazos.

Pero me gusta la bicicleta y la pared de tres tonos de rosa, amén de la tipografía, que podría calificar de «femenina», si es que eso tiene algo de sentido.

Agua

las gotas ocultan
sus formas
sinusoidales
dejando ver la sombra
imposible
de su transparencia
rota

unas impurezas
convierten la inocencia
del líquido elemento
en mar de átomos absortos
territorios aislados

islas de agua
rodeadas de sequedad
penínsulas húmedas
continentes inundados
de posibilidades

las gotas ocultan
su inexistencia

Los reel y esas cosas…

Me encanta este «reel» que han publicado en su cuenta de Instagram mis queridos amigos Beatriz Pagés y Toni Cárdenas, de Carromato Audiovisual

Fue un verdadero placer hacer la I Feria del Libro de Edita Clave 53 en ese lugar tan maravilloso y rodeado de gente a quien quiero tanto.

He conseguido descargarlo en mi móvil y tenerlo publicado en este diario para poder volver a verlo cuando Meta haya quebrado, que lo hará más tarde o más temprano. 😉

Romanticismo o…

Si me resisto a tirar estas cosas, ¿no será algún síndrome con nombre de griego? ¿será romanticismo?

Tengo pendiente hacer algo (aún no tengo cerrado qué hacer) con una colección de disquetes de 3 y medio y de 5 y cuarto que he ido almacenando a lo largo de mi vida. Ahora que ya no tengo disqueteras (asumiendo que lo que me importaba dentro de los mismos lo tengo almacenado en CD o en disco o en la nube (no siendo estas opciones excluyentes)), he pensado que puedo prescindir de ellos como soporte de información digital y puedo usarlos como soporte plástico (en los varios sentidos de la palabra plástico).

Estuve limpiándolos para que quedasen como si no hubiesen sido usados nunca, lo que me resulta difícil de asumir, pues sé que tienen (aún) contenido que, en ocasiones, podría ser incluso personal.

República Federal de las Alcantarillas

Esta es una fotografía que tomé el otro día en la Calle Alcalá de Madrid y que he remitido al grupo de Mensajes Ocultos en el Suelo de la Ciudad, que me hace, de cuando en cuando, mirar al suelo más de lo habitual y, sobre todo, con otra mirada, una centrada en encontrar extrañeza, en sorprenderme, no en asustarme, con lo que el simple y sencillo escenario en el que vivimos nos ofrece.

Esto no es una broma