El paraguas de la vaca

Que a una vaca le pongan un paraguas
es de una ternura
que no de una ternera
muy humana.

Esa vaca es la imagen de una conocida
tienda de souvenirs
o tienda de recuerdos
y objetos inútiles
que se pueden adquirir
para cualquier regalo
en una de las múltiples ocasiones
en las que adquirir algo innecesario
para alguien a quien queremos.

Esa vaca está
protegida
por un paraguas
que
además
estaba debajo de un toldo
que protegía el paraguas.

Ese toldo estaba
completamente desprotegido
de una lluvia
que apenas tocaba el suelo.

Rectángulos (de papel)

Junto a mí
rectángulos
de papel
en los que anotar
pequeñeces.

Son pequeños
rectángulos
de papel
fruto del recorte
de una publicación.

Apilo con marcas de corte
rectángulos
de papel
residuo
de una impresión guillotinada.

En la esquina de los
rectángulos
de papel
una esquina
marca la sangre.

Son bastantes
rectángulos
de papel
que no consigo
liberar de su obligación.

Quiero dar uso a los
rectángulos
de papel
en alguno de los talleres
de poesía.

Al acumularse
rectángulos
de papel
uno sobre otro (sobre otro…)
forman un volumen.

Cuarenta
rectángulos
de papel
no son suficientes
para apuntar mis miedos.

Tengo
rectángulos
de papel
hasta para los posos
del té.

En la sombra
rectángulos
de papel
proyectan una luz
indirectamente blanquecina.

Sobre la mesa
rectángulos
de papel
viven una agónica huida del tiempo
para convertirse en polvo.

Esto no es una broma