¿En serio?

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¿En serio esto no es un mensaje «patriarcal»?

A mí no se me ocurre andar llamando witches a ninguna de mis amigas, por muy «cool» que parezca. Tampoco llamé maricona a mis amigos gays cuando aquello parece que estaba «bien visto» si te consideraban libre de pecado homófobo.

Me parece que esa imagen, encontrada en una red social en el perfil de alguien que se define como feminista, dista mucho de ser una reivindicación igualitaria.

O será que mi masculinidad no me permite verlo.

Yo ya no entiendo nada. Así que, por supuesto, ningún comentario a su publicación.

«¿Por qué un enfermo tiene que pagar para ver la televisión y los presos no?»

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Esta imagen lleva un tiempo rulando por las redes sociales con esa pregunta simplona y que algunos contestan con razonamientos aún más simplones:

En este país de mierda, es mejor asesinar, robar o hacer algún daño e ir a la cárcel, que ponerte enfermo… solo la mala gente tiene derechos… las personas buenas y formales no tenemos derecho a nada… asco de país…

Pero yo me pregunto inmediatamente: ¿mala gente o gente que está en la cárcel? Porque para mí no es lo mismo. ¿Personas buenas y formales?

Yo tengo derecho a estar en la cárcel. Quien está en la cárcel está privado de algunos derechos, pero no tiene porqué estar privado de todos.

Que la televisión en un centro sanitario (público) no sea gratuito como un derecho del paciente no me parece de las mayores pérdidas de derechos de los ciudadanos, que hemos visto, sin embargo, desmontarse día a día el sistema de atención sanitaria pública en dirección a la privatización del sector.

Cuando las cárceles se privaticen (que no me parecería tan grave) la gente que la habita perderá otros derechos… que los que tienen dinero no ven como problema.

Pero vaya, de nuevo, la cuestión es la de cómo razonamos, no tanto la del tema o asunto en cuestión. Y ese razonamiento es estúpido y simplista.

Violación del Sábado

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Me encuentro esta imagen-texto acompañada de un texto que dice:

El dios de amor de la Biblia mandaba matar a los que trabajaran en sábado.
¿Cuántos están trabajando y estudiando hoy?
¿Te informaron de este amoroso versículo bíblico en la catequesis o tu clase de religión?

Y me da por leer de otra manera esa «Violación», no tanto de la jornada laboral, como del hecho de que posiblemente había violaciones (agresiones sexuales) todos los días de la semana, incluido el sábado. Esta última, al menos, era condenada con la crudeza de la muerte.

Pero sé que no es la lectura que hay que hacer.

Tampoco se trata de defender una actuación violenta contra la violencia de la violación. ¿O sí?

No lo entiendo

Estupor
ante la victoria clara del PP
tras una temporada en la que han salido a la luz
numerosos casos de corrupción
de prácticas delictivas del ministro de interior
que tenía
ayer
que dar los resultados del escrutinio.

Brexit.

Está claro que hay miedo y un grito
generalizado de sálvese quien pueda
se lanza desde todos los frentes.

El país de pandereta en el que vivo
no tiene parangón.

Tengo fiebre
y no tiene nada que ver con las elecciones
pero me pone enfermo este panorama
postelectoral.

Que cada uno recapacite

lactancia o ropa

Recapacitando:

Se trata de defender la lactancia pública (en público) mediante la comparación con la natural lactancia de una vaca. Supongo que no lleva implícita la comparación de una madre con una vaca.

Pero el argumento de lo natural es un argumento vacuo en relación al ser humano, pues no hay humano sin lenguaje, sin constructo social…

Recapacitando, no me sobra, si se ha de mantener el paralelismo naturalista, el acto público de lactancia, pero entonces sí que me sobra la ropa de la mujer y el bebé, así como los tatuajes.

No veo ningún problema y sí muchas ventajas (me encanta verlo) en la lactancia en público, pero no admito el argumento que se pretende dar para defenderla. No es un tema de género, por supuesto, sino de lógica.

¿Hipster o machista?

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Reza el anuncio el siguiente texto:

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Y yo, que cada día soy más superficial, me fijo en que los tres hombres de la imagen (asumo que son hombres, que ya es mucho suponer) llevan barba, una barba hipster, parece, pero las mujeres llevan pelo largo algo modosito y mejillas sonrosadas. Bueno, puede que esté sobrerreaccionando, pero veo en esta imagen cierto sexismo de nuevo cuño, cierto neomachismo, por llamarlo de algún modo, que nada tiene que ver con que existan textos escritos sólo por mujeres, como comentaba ayer, pero sí con esa pasividad ideológica hipster que, carente aparentemente (todo es apariencia) de ideologías o posicionamientos, más allá de los banalmente estéticos, o de diseño, dejan claro que los hombres y las mujeres «no son lo mismo».

Ahí dejo esta pequeña intrascendente reflexión a partir de un icono simplista y que posiblemente no sea tan marcado como quiero ver. Pero no puedo dejar de verlo.

Beat Attitude

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El domingo compré vía Amazon un libro de poesía Beat titulado Beat Attitude que dice ser una Antología de mujeres poetas de la generación beat.

Es verdad que hay un sesgo habitual en la edición de poesía (entre otras cosas) por el que las mujeres suelen acabar siendo ninguneadas y las antologías de mujeres están haciendo un intento de poner en su lugar a una enorme cantidad de voces acalladas, o ignoradas.

Es verdad que muchas de ellas deberían estar recogidas como las grandes autoras que son o fueron y no se conocieron, ni aún se conocen.

Es verdad que hay otros sesgos, y no sólo el de género, como el social o el geopolítico: se conoce poco de poesía africana, por ejemplo, o poetas prostitutas, por no hablar de poetas inmigrantes… cuya visibilidad también, en algunos lugares, está ganando algo de la que no tenía.

Este curso he dedicado un par de meses a poetas femeninas sobre el cuerpo con una antología titulada EL PODER DEL CUERPO: ANTOLOGIA DE POESIA FEMENINA CONTEMPORANEA, pero me pareció una pérdida de tiempo, más allá de visibilizar algunos temas que habitualmente no son tan comunes, sin embargo, la calidad de la edición desmerecía el resultado y el carácter excluyente hacía que no apareciesen otros temas (quizá por ser considerados viriles en demasía). Por cierto y como anécdota, sólo acudieron hombres durante este tiempo. Las mujeres del taller dejaron de venir justo en este momento. Pero fue casualidad, supongo.

Pero también es verdad que me he sentido presionado por el ambiente a incluir poetas que no conozco, por criterios puramente sociales y no literarios. Está claro que la literatura (y su divulgación) no viven «fuera» de la sociedad, así que igual ha llegado el momento de ir dejándome socializar para acercarme a una realidad poética invisibilizada y demandada socialmente, pues sí que hay tendencia a reducir esa brecha (más allá de las estúpidas declaraciones de «Chus» Visor) y no debo quedar al margen, ignorar esa voluntad popular ni desoír sabios consejos cuando los recibo.

Pero.

Pero también es verdad que se puede caer en un extremo peligroso que es el de agrupar a los poetas por sexos, o las exposiciones de arte o los cursos de danza, hasta el punto de excluir la presencia de varones por no tener lo que hay que tener. Sé que la discriminación positiva puede ser una forma de contrarrestar una situación de injusticia en la que se está llevando a cabo una discriminación, pero abusar de la misma conduce a lo mismo, a discriminación (no de unos frente a otros, sino a discriminación en sí).

Me preocupa elegir poetas tan sólo porque sean mujeres. Yo no las conozco. Debo reconocer que no he hecho esfuerzos por conocerlas y quizá haya llegado el momento en el que deba hacer ese esfuerzo: tengo pendiente a Gertrude Stein, una figura clave en la literatura y el arte y de quien no he leído nada relevante, tengo pendiente incluir en el próximo curso de iniciación a la poesía contemporánea algunas poetas relevantes (desde el punto de vista formal, no por ser mujeres) de finales del siglo XIX, aunque cuesta encontrarlas, pues las relevancias también las daba el hecho de que eran mujeres y eso las opacaba, las ninguneaba, las hacía menos influyentes que sus contrapartes.

Hoy leyendo sobre G. Stein me encontraba con la curiosa anécdota de que, durante las sesiones parisinas de los sábados que ellas organizaban, su pareja, Alice B. Toklas reunía a las esposas de los participantes en otra habitación, mientras los hombres, y Gertrude, hablaban de literatura, de arte… etc. Hoy en día se la reivindica como una de las más acertadas luchadoras por la igualdad, pero esa separación, esa discriminación, se producía, ellas la producían o participaban de la producción de la misma. Esa irrelevancia femenina en la cultura no es sólo culpa/responsabilidad de los hombres, de mí, sino de un hetero-patriarcado que ha dominado y domina casi todos los ámbitos sociales donde se produce el hecho artístico o cultural, entre otros.

El otro día, después de haber comprado este libro visibilizador, me fui presionado a sentarme en un evento social con los hombres, como suele venir siendo habitual cada vez que en casa de mi familia se reúnen con primos y primas, tíos y tías. Obviamente, no es plato de mi devoción, hasta el punto de que reusé preguntando, casi ferozmente, ¿se va a hablar desde la punta de la polla o desde la vagina?

No veo ninguna justificación para esta separación por sexo/género y espero que, en el futuro, esa separación sea absolutamente abolida y, si me apuran, hasta perseguida. (Ni hablar de religiones de las que habitualmente campan por estos lares, monoteístas, sexistas, etc…)

Encontrarme comprando libros de poetas femeninas por ser mujeres no me acaba de convencer, pero si esto ha de ser un trámite de un proceso que las visibilice y normalice hasta el punto de que luego sean incluidas en antologías de poesía sin tener en cuenta su sexo/género, me parecerá un mal menor y, espero, transitorio.

Lo que deseo es que este tema esté ya superado (como yo creo tenerlo, sin olvidar ni menospreciar sesgos precondicionados) y poder valorar las creaciones poético-culturales por la coherencia, por su compromiso, por la responsabilidad ética del artista, por lo que sea, excepto por circunstancias sociales extraculturales (si era mujer, si era hombre, si era inmigrante, blanco, negro, pobre, rico…), si es que eso puede existir.

No es un buen argumento

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No juzgo a ninguna de las dos.
No me ofende ninguna de las dos.

Pero el argumento (la pregunta es capciosa tanto como la imagen, que muestra una mujer vieja frente a una «progresista» joven atractiva y coqueta) de que ambas están realizando la misma acción no es sostenible.

En el caso de la izquierda, es una persona dedicada a la iglesia que, por tanto, acata (obedece) los imperativos de la misma, dentro de los cuales, en la iglesia católica, está el recato, puesto que la tentación de la carne femenina sobre el hombre es demasiado insoportable.

En el caso de la derecha, la persona no está necesariamente dedicada a la iglesia, sino que esta le impone una costumbre social que ha de acatar (obedecer), puesto que, dentro del islam, el pelo femenino es la quintaesencia de la tentación que sobre el hombre resulta demasiado insoportable.

Que ambas estén aceptando dejar de ser «objetos sexuales» (incluso a pesar del intento tendencioso de maquillar a la bella muchacha de la derecha) por pecaminoso [no acepto el pecado]. En eso sí hay coincidencia. Pero la situación de ambas en la sociedad y la obligatoriedad o coerción no viene dada de la misma manera en absoluto: la primera lo está eligiendo personalmente, la segunda lo hace por condicionamiento social, presión religiosa en todos los ámbitos.

¿Es elección personal formar parte de ese ámbito social/religioso? ¿Es elección personal aceptar sus mandatos?

Creo que no. Pero «creo». No lo tengo tan claro. Pero sí tengo claro que el argumento para defenderse de la intolerancia islamófoba no pasa por ahí.

De paso, recientemente, en una conversación, me declaré abiertamente islamófobo, igual que catolicófobo o, más genéricamente, cristianófobo, pero no arabófobo, ni magrebófobo, ni europófobo, ni caucasianófobo.

Odio, cada día más, la influencia de las religiones en el entorno social que desearía que fuese LAICO. La religión, como el consumo de una mala droga, para practicarla en privado. Y financiarla de igual modo.

Centro de Bienestar Healthy Life

Ya es la segunda vez que esta gente me escribe (vía whatsapp) para proponerme una cita para algo que no son capaces de explicar en qué consiste. Como la vez anterior, he intentado extraer información, e igualmente con la misma suerte, han dado rodeos sin concretar lo más mínimo insistiendo en la necesidad de conocernos en persona.

¿Es esta la nueva forma de contratación?

Ven a trabajar que si eso ya te digo yo en qué consiste el trabajo y si te pago y cuándo y cuánto…

Y a alguna persona le extrañará que siga cuestionándome si sirvo para algo en este mundo laboral cada día más demencial.

La abundancia de faltas de ortografía me enerva aún más, haciendo (si cabe) todavía más difícil mi interés en participar en una reunión con esta empresa incapaz de contratar a personas mínimamente cualificadas o, al menos, tener plantillas que pudieran utilizar que estuviesen bien escritas.

Por supuesto, ni siquiera tiene una web corporativa en la que saber a qué atenerse. Tiene toda la pinta de una estafa piramidal de la que no quiero saber nada, salvo este intercambio, casi diría que gracioso, de mensajes sin objeto.


Buenos días Señor Domínguez

Soy Carol López del Nutrición (sic) del Centro de Bienestar Healthy Life en Argüelles.

Te escribo porque debido al crecimiento de la compañía, estamos seleccionando un grupo de personas que sean buenas en el trato personal, que se desenvuelvan bien dentro de un equipo y desee obtener un ingreso, para que se unan al nuevo proyecto que hemos lanzado para el 2016 que abarca todo Madrid.

Mucha flexibilidad en horarios a tiempo parcial si estás trabajando o estudiando.

Si estás abierto a la opción, o conoces a alguien interesado, hablamos para concertar una reunión personal.

Saludos cordiales

Hola Carol, querría saber detalles del puesto de trabajo, horarios posibles, aparte de remuneración estimada antes de decidir si estoy interesado. ¿Serías tan amable de proporcionarme esta información?

Un saludo.

Como le he indicado trabajamos en una compañía de bienestar y nutrición, tenemos programas de nutrición y actividades que promueven bienestar general.

Ofrecemos generar ingresos según cada persona, y puede obtener ingresos por 2 vías, me gustaría explicarle mejor, pero por esta vía es complicado de hacerlo, es por eso que damos la cita personal.

Si desea concertamos la cita para este sábado a las 9.50 hrs. En nuestra oficina, para explicarle con mayor claridad.

Si no puedes especificarme un poco más en detalle las características del empleo (horarios, lugar, condiciones contractuales, etc) ni el salario estimado (al menos en términos de precio/hora, nómina mensual…) no quiero haceros perder vuestro tiempo ni perderlo yo acudiendo a algo que no sé en qué consiste y para lo que no sé si estoy debidamente preparado.

Solo le informó que nuestra compañía ofrece la capacitación necesaria y dado el crecimiento de ella, buscamos personas que deseen la oportunidad de obtener un ingreso.

Respetamos su decisión, y agradecemos su atención.

Un saludo

Muchísimas gracias pero dada mi evolución profesional y mis ingresos actuales necesitaba saber si ese crecimiento de vuestra compañía así como la evolución de la misma coincidía con mis actuales intereses. Muchas gracias por contar conmigo y espero que os vaya bien.

Muchas gracias y le deseamos lo mismo.

Que tenga buen día!!!

Esto no es una broma