Se alquilan hombres guapos para llorar

hombres guapos para llorar

¿Se imagina alguien que en el muro de una red social un hombre hubiese puesto un anuncio «simétrico», es decir: Se alquilan mujeres guapas para llorar?

Olvidándose del tema de si los hombres lloran o no lloran (yo, hombre, lloro, de cuando en cuando en cuando), me parece terrible no darse cuenta de que esto no es sino otra cara de la misma moneda llamada objetualización del ser humano: sea este hombre o mujer.

¿Es esta propuesta tan condenable o menos que la expresión simétrica?

Quizá nos estamos poniendo un poco demasiado puntillosos con estas cosas. Me consta que para esta persona que ha puesto ese cartelito tonto en su muro no hay más trascendencia que la de un deseo saciable sin pensar… pero cuidadito: para muchos hombres con, digamos, pocas sensibilidad, el recíproco también se sostendría y, por tanto, su disculpa podría ser la misma.

Por cierto, no deja de resultarme «machista», a falta de un término mejor, el hecho de que la noticia, si es que puede ser tachada de tal, aparezca en una sección de moda del periódico que tiene como target claramente a las mujeres como lectoras. ¿No sería un tema de interés general?

Pero una de las cosas que más me preocupan es que me da miedo (verdadero miedo) a ser tachado de insensible o de machista si se me ocurre añadir como comentario la simple cuestión de ¿y mujeres?, así que me autocensuro y asumo que tiene derecho a objetivizar seres humanos hombres, porque ella es una mujer. Yo, como hombre, no tengo derecho a objetivizar seres humanos mujeres, porque soy un hombre. Hummm… Tengo que hablarlo con mis amigas. Quiero saber sus opiniones. Igual estoy sesgando sin darme cuenta…

ISIS y mi ignorancia

Cada día entiendo menos el mundo y, quizá algo conspiranoico, me da por pensar que no está a nuestro alcance, al alcance de quienes leemos lo que está a disposición, digamos, pública.

En torno a lo que está ocurriendo en el Próximo Oriente y especialmente en el celebérrimo Estado Islámico, no acierto a comprender qué está pasando.

Tengo ideas simples, como muchos, sobre lo malos que son los extremistas y esas cosas… tengo ideas simples sobre lo malas que son las dictaduras (incluso las pseudo-laicas) nepóticas, tengo ideas simples sobre la nefasta intervención oportunista de los países neoimperialistas, tengo ideas simples sobre tantas cosas… que no me atrevo a formular una seria teoría sobre lo que está ocurriendo en esa parte del mundo.

¿Y la Guerra civil de Siria? ¿Y la intervención en Irak/Afganistán? ¿Y lo que ocurre en tantos sitios olvidados o mucho menos mediáticos, como Sudan del Sur o Mali o Nigeria?

Pero también en Ucrania, por que siguen pasando cosas terribles, ¿verdad? Y ni hablar de una desconocida Transnitria.

Pero algo me preocupa y mucho cuando veo una intervención del Presidente Ruso, Putin, con cierta comprensión. Pero ¿comprendo que se bombardee con misiles una región del planeta?

Está claro que, lo que cada día siento más es esta sensación de simpleza que me embarga… generalizada (para simplificar), hasta llegar a gobernantes que justifican intervenciones terribles porque otros lo hicieron antes.

Y nos parece bien. Sí, ya ha llegado un momento en el que esa forma de razonar parece la adecuada. Pero no lo es.

Y aquí el problema surge: ¿Hay soluciones? ¿Son violentas? Y mi pregunta base: pero… ¿cuál es el verdadero problema? ¿qué queremos resolver?

Sigo sin saberlo.

Dejo el vídeo de Putin ante estadounidenses para su visionado. Asumo que el subtitulado es confiable, lo que en estos tiempos de manipulación informativa, ya es mucho suponer…

https://youtu.be/5bh-No81cmw

Nos mienten

Nos mienten, nos mienten, no nos dicen la verdad, nos la ocultan, nos engañan nos quieren tener en la ignorancia, nos mienten, sí, nos mienten, lo tengo claro, muy claro, sé que nos mienten, sé que es mentira todo lo que dicen, sí, cualquier cosa que dicen, no importa lo que digan, todo es una gran y enorme mentira que han tejido para nosotros, sí, ellos, ellos nos mienten, nos mienten a nosotros, a todos nosotros, a todos, ellos que son todos, nos mienten a nosotros que somos todos, pero ellos quizá no sean todos, son solo unos pocos, pero no sé o sí, sí que sé, porque yo estoy seguro de todo y ellos no, ellos están seguros solo de mentirnos, de mentirnos y engañarnos para que no lo sepamos, para que no nos demos cuenta, para que sigamos creyendo que nos dicen la verdad, pero ya nos hemos dado cuenta y ahora ya no podrán seguir mintiéndonos, aunque siguen mintiéndonos porque son más listos, sí, ellos son más listos, pero nosotros somos muy inteligentes y no consiguen engañarnos del todo a todos, así que algunos de nosotros, aunque no todos nosotros ya sabemos que nos mienten y hemos comprendido todo, así que sabemos que es verdad que nos mienten, mientras otros de los que somos nosotros ya no son nosotros para ser solo otros son tan torpes que no ven que les mienten, ellos, los otros, mienten a otros que no son los otros pero que también son otros para que solo quedemos unos nosotros que sabemos, sí, que sabemos más que otros los otros que no son los otros que nos mienten, claro, porque si no esos otros serían también de esos otros que nos mienten y entonces quizá incluso una parte de esos nosotros serían los otros mentirosos o, incluso, estarían infiltrados siendo aún más mentirosos, más perversos, engañándonos incluso siendo nuestros aliados, nuestros amigos, nuestros nosotros, así que nosotros somos algunos mentirosos, pero no, nosotros no mentimos, nosotros siempre decimos la verdad, porque sino eso nos convertiría en los otros, en los que mienten y eso no puede ser porque, claramente, nosotros no somos los otros porque eso es imposible porque eso sería no ya una mentira, sino algo peor, eso sería una contradicción, y nosotros no nos contradecimos porque nosotros sabemos, nosotros sabemos que nos mienten otros que son los otros que mienten y algunos tenemos dudas de que nos mientan pero entonces se rompe el equilibrio y esos otros nosotros nos expulsan o nos atacan o nos acusan de ser aliados de esos que nos mienten, y entonces, algunos de nosotros ya no sabemos si somos nosotros o somos ellos con la consecuente pérdida de lógica bievaluada que ello acarrea, así que no sabemos si queremos seguir siendo nosotros o ellos o una parte de nosotros o una parte de ellos pero sabemos claramente que no mentimos, que nosotros, seamos quienes seamos, no, no mentimos jamás, porque somos los sinceros, los auténticos, los verdaderos, mientras que ellos, oh, ellos, ellos son lo peor, sí, son lo peor… nos mienten, nos mienten, no nos dicen la verdad, nos la ocultan, nos engañan nos quieren tener en la ignorancia, nos mienten, sí, nos mienten, lo tengo claro, muy claro, sé que nos mienten, sé que es mentira todo lo que dicen, sí, cualquier cosa que dicen, no importa lo que digan, todo es una gran y enorme mentira.

Web Profesional Gratis y en 3 clics

web profesional gratis

¿Pero de verdad no les dará vergüenza este tipo de publicidad?

¿Hay alguien que pueda creerla? Encontré un «me gusta» que no sé si sería del que puso el anuncio.

De hecho, hay una cosa que me hace casi hasta gracia:

Cualquiera puede crear una web profesional y gratis con solo 3 clics.

Y digo yo, si es cualquiera, también puede ser alguien que no sea un profesional, e incluso un verdadero inútil, con lo que quedaría de la siguiente manera:

Un verdadero inútil puede crear una web profesional y gratis con solo 3 clics.

En resumidas cuentas, yo no soy ni mucho menos un profesional del mundo web (aunque en su día lo fui y creo que hice una de las primeras páginas web en España que incluyese FRAMESET), pero me parece una verdadera falta de respeto hacia los profesionales (del tipo que sea en general) esta afirmación, esta publicidad verdaderamente engañosa.

Un verdadero inútil podrá, no digo yo, crear una web, quizá incluso en 3 clics, pero lo que no pueden bajo ningún concepto adjetivar es que sea profesional. En el mejor de los casos, y siendo muy, pero que muy optimista, lo parecerá, pero serlo es otra cosa.

Eso sí, esa gratuidad costará… aunque sea merma en privacidad. Y si creemos que puede ser gratis… es que nuestra ingenuidad no conoce límites. He escrito tanto sobre la gratuidad que no merece que lo repita, pero suponer que algo es gratis, así, sin más… es casi canalla. Todo tiene un coste o, como diría un personaje de una serie llamada Once Upon a Time: Magic comes with a price.

Efecto Forer

He publicado en una red social el siguiente texto:

Tienes la necesidad de que otras personas te aprecien y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Tiendes a ser disciplinado y controlado por el exterior pero preocupado e inseguro por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudado cuando te ves rodeado de restricciones y limitaciones. También estás orgulloso de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser bastante irrealistas.

Y quiero ver el efecto que produce. Habrá gente que piense que es, incluso, un texto propio, cuando se trata de un mero experimento cargado de malicia.

Se llama Efecto Forer y me lo he encontrado en uno de esos contadísimos artículos serios sobre los sesgos cognitivos y/o valorativos en los medios de comunicación de masas.

Hay tanta falacia suelta…

Una tortuga más

inmigrantes

Dicen (No acabo de encontrar en Internet dónde es verdadero que este mito sea de la cosmología hindú) que la mitología hindú suponía que la tierra era un disco plano sostenido por cuatro elefantes que se sustentaban sobre una tortuga gigante.

Algunas veces, se imaginaban que esta tortuga tenía que sustentarse sobre algo a su vez y así se inventó la iteración: ¡sobre otra tortuga!

En otras ocasiones, se imaginaban a esa tortuga primera nadando sobre una serpiente que se mordía a sí misma la cola… y así inventaron la topología y la cinta de Moebius. 😉

Por último, en la más extendida de las versiones, la tortuga nadaba sobre un mar infinito, aunque no sé muy bien si se aclaraba que ese infinito ya era algo que no cabía en el mundo/universo. Y luego llegaría Cantor a cantarles las cuarenta con su Cardinalidad. Ahora que lo pienso, esa tortuga en un mar infinito suena a sopa de tortuga… pero bueno, eso supongo que no es la cuestión.

En resumidas cuentas: echaban balones fuera.

Eso es lo mismo que hacen las posturas a favor y en contra de la regularización de la inmigración o los aborígenes y hoy me he vuelto a topar con otro dibujito divertido que no deja de ser incompleto: esos árboles serían expulsados por aquellos seres unicelulares que

LUCA

En resumidas cuentas: echamos balones fuera.

Pseudociencias e izquierdas

Estuve leyendo este artículo titulado Diez absurdas teorías pseudocientíficas defendidas por políticos españoles y me sonrosa encontrar tantos políticos con los que, en otro orden de cosas, coincido, así que me ha dado por buscar una explicación (que ya tenía, es solo una forma de hablar) para justificar el mayor número de «progresistas» con este tipo de confusiones no solo mentales, sino metodológicas.

En detalle, pero poco explicitado, estaba insinuada esta relación cuando escribí sobre la Crisis del pensamiento racional, así como en otras ocasiones, como acerca de un supuesto Taller de Conexión Quantica Espiritual Colectiva (¡ahí es nada!). El New Age campa por los montes del progresismo hasta hacerme enfrentarme con más de un amigo, que, por metodológico, me acusa de pedante o de dogmático. Lo que no deja de ser una argumentación inargumentativa, básicamente una falacia.

Pero, ¿por qué este tipo de pseudociencias se da más entre gente «de izquierdas»?

Sin entrar en consideraciones sobre la pertinencia de seguir utilizando esta clasificación tan obsoleta, esa etiqueta «de izquierdas» como si realmente aún hoy tuviese algún sentido, sí voy a hablar de conservadores/tradicionalistas/derechas o progresistas/rupturistas/izquierdas. Sabiendo, sí, sabiendo, que es una simplificación a binario de algo que dista mucho de serlo.

Lo «conservador» en occidente ha estado abiertamente vinculado a lo religioso, al cristianismo, de ahí que sus programas políticos e incluso los nombres de sus partidos suelen llevar el adjetivo «cristiano». Las democracias cristianas de los pueblos germánicos dan fe de ello.

Lo «progresista», en contra, siempre en contra, ha estado vinculado a cierto laicismo, a cierta idea de alejamiento del hecho religioso, del pensamiento irracional necesario para sustentar la existencia de ser(es) y hecho(s) meta-racionales, por decirlo así.

Pero este alejamiento ha llevado a cierta sensación de orfandad, a cierta incomodidad con respecto a asumir que el mundo no es comprensible y que no hay un dios que me lo haga fácil ni una virgencita a la que rezar para pedirle imposibles.

Aquí está, sin duda, el quiz de la cuestión: un ser humano de izquierdas también quiere soluciones milagrosas, también quiere que el mundo tenga una razón, también quiere certezas… así que las inventa o las crea para creerlas. Eso sí, reniega del pensamiento que propone el tradicionalista sustentando ideas como que una vela en un altar me curará el Alzheimer o hará que mi hija encuentre trabajo. Sin embargo, está dispuesto a pensar que la memoria de las moléculas del agua (sic) me curarán un cáncer o mi energía positiva hará que mi hermana encuentre novio.

Es evidente el paralelismo, pero este último, superada la irracionalidad religiosa desde los tiempos de la Ilustración hasta hoy, pasando por un radical Nietzsche y por un tremendo existencialismo Sartriano, es mucho más peligroso pues utiliza aquello que ha costado tanto elevar a método, que es la ciencia.

La utiliza desvirtuándola, eliminando su metodología (que es la base) y quedándose con su palabrería, que es vacua sin lo previo. Y esta es la razón por la que me incendio, enciendo, cuando alguien hace defensa de las pseudociencias: porque atenta contra el pensamiento racional y da un voto de valor a lo irracional, retrotrayéndonos a esos oscuros tiempos feudales pre-volterianos. Si lo irracional no necesita otra prueba que lo que a mí me venga en gana… igual es válido rezar a una virgencita para encontrar trabajo, de ahí que hasta una ministra lo haya llegado a sugerir en su demencial visión de su papel político. Pero eso es del otro lado, de «la derecha» y con estos casi no tengo el suficiente trato como para calentarme.

Así que espero atemperarme y tomarme con calma lo que viene este curso, pues parece que el irracionalismo sigue aumentando, necesitando cada día más adeptos, con un proselitismo campante en «ambos lados» del espectro político que se pasan el espectro electromagnético por el arco voltaico…

Calm down
calm down
keep calm
keep calm


Esto no es una broma