Nos mienten

Nos mienten, nos mienten, no nos dicen la verdad, nos la ocultan, nos engañan nos quieren tener en la ignorancia, nos mienten, sí, nos mienten, lo tengo claro, muy claro, sé que nos mienten, sé que es mentira todo lo que dicen, sí, cualquier cosa que dicen, no importa lo que digan, todo es una gran y enorme mentira que han tejido para nosotros, sí, ellos, ellos nos mienten, nos mienten a nosotros, a todos nosotros, a todos, ellos que son todos, nos mienten a nosotros que somos todos, pero ellos quizá no sean todos, son solo unos pocos, pero no sé o sí, sí que sé, porque yo estoy seguro de todo y ellos no, ellos están seguros solo de mentirnos, de mentirnos y engañarnos para que no lo sepamos, para que no nos demos cuenta, para que sigamos creyendo que nos dicen la verdad, pero ya nos hemos dado cuenta y ahora ya no podrán seguir mintiéndonos, aunque siguen mintiéndonos porque son más listos, sí, ellos son más listos, pero nosotros somos muy inteligentes y no consiguen engañarnos del todo a todos, así que algunos de nosotros, aunque no todos nosotros ya sabemos que nos mienten y hemos comprendido todo, así que sabemos que es verdad que nos mienten, mientras otros de los que somos nosotros ya no son nosotros para ser solo otros son tan torpes que no ven que les mienten, ellos, los otros, mienten a otros que no son los otros pero que también son otros para que solo quedemos unos nosotros que sabemos, sí, que sabemos más que otros los otros que no son los otros que nos mienten, claro, porque si no esos otros serían también de esos otros que nos mienten y entonces quizá incluso una parte de esos nosotros serían los otros mentirosos o, incluso, estarían infiltrados siendo aún más mentirosos, más perversos, engañándonos incluso siendo nuestros aliados, nuestros amigos, nuestros nosotros, así que nosotros somos algunos mentirosos, pero no, nosotros no mentimos, nosotros siempre decimos la verdad, porque sino eso nos convertiría en los otros, en los que mienten y eso no puede ser porque, claramente, nosotros no somos los otros porque eso es imposible porque eso sería no ya una mentira, sino algo peor, eso sería una contradicción, y nosotros no nos contradecimos porque nosotros sabemos, nosotros sabemos que nos mienten otros que son los otros que mienten y algunos tenemos dudas de que nos mientan pero entonces se rompe el equilibrio y esos otros nosotros nos expulsan o nos atacan o nos acusan de ser aliados de esos que nos mienten, y entonces, algunos de nosotros ya no sabemos si somos nosotros o somos ellos con la consecuente pérdida de lógica bievaluada que ello acarrea, así que no sabemos si queremos seguir siendo nosotros o ellos o una parte de nosotros o una parte de ellos pero sabemos claramente que no mentimos, que nosotros, seamos quienes seamos, no, no mentimos jamás, porque somos los sinceros, los auténticos, los verdaderos, mientras que ellos, oh, ellos, ellos son lo peor, sí, son lo peor… nos mienten, nos mienten, no nos dicen la verdad, nos la ocultan, nos engañan nos quieren tener en la ignorancia, nos mienten, sí, nos mienten, lo tengo claro, muy claro, sé que nos mienten, sé que es mentira todo lo que dicen, sí, cualquier cosa que dicen, no importa lo que digan, todo es una gran y enorme mentira.

Web Profesional Gratis y en 3 clics

web profesional gratis

¿Pero de verdad no les dará vergüenza este tipo de publicidad?

¿Hay alguien que pueda creerla? Encontré un «me gusta» que no sé si sería del que puso el anuncio.

De hecho, hay una cosa que me hace casi hasta gracia:

Cualquiera puede crear una web profesional y gratis con solo 3 clics.

Y digo yo, si es cualquiera, también puede ser alguien que no sea un profesional, e incluso un verdadero inútil, con lo que quedaría de la siguiente manera:

Un verdadero inútil puede crear una web profesional y gratis con solo 3 clics.

En resumidas cuentas, yo no soy ni mucho menos un profesional del mundo web (aunque en su día lo fui y creo que hice una de las primeras páginas web en España que incluyese FRAMESET), pero me parece una verdadera falta de respeto hacia los profesionales (del tipo que sea en general) esta afirmación, esta publicidad verdaderamente engañosa.

Un verdadero inútil podrá, no digo yo, crear una web, quizá incluso en 3 clics, pero lo que no pueden bajo ningún concepto adjetivar es que sea profesional. En el mejor de los casos, y siendo muy, pero que muy optimista, lo parecerá, pero serlo es otra cosa.

Eso sí, esa gratuidad costará… aunque sea merma en privacidad. Y si creemos que puede ser gratis… es que nuestra ingenuidad no conoce límites. He escrito tanto sobre la gratuidad que no merece que lo repita, pero suponer que algo es gratis, así, sin más… es casi canalla. Todo tiene un coste o, como diría un personaje de una serie llamada Once Upon a Time: Magic comes with a price.

Efecto Forer

He publicado en una red social el siguiente texto:

Tienes la necesidad de que otras personas te aprecien y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Tiendes a ser disciplinado y controlado por el exterior pero preocupado e inseguro por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudado cuando te ves rodeado de restricciones y limitaciones. También estás orgulloso de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser bastante irrealistas.

Y quiero ver el efecto que produce. Habrá gente que piense que es, incluso, un texto propio, cuando se trata de un mero experimento cargado de malicia.

Se llama Efecto Forer y me lo he encontrado en uno de esos contadísimos artículos serios sobre los sesgos cognitivos y/o valorativos en los medios de comunicación de masas.

Hay tanta falacia suelta…

Una tortuga más

inmigrantes

Dicen (No acabo de encontrar en Internet dónde es verdadero que este mito sea de la cosmología hindú) que la mitología hindú suponía que la tierra era un disco plano sostenido por cuatro elefantes que se sustentaban sobre una tortuga gigante.

Algunas veces, se imaginaban que esta tortuga tenía que sustentarse sobre algo a su vez y así se inventó la iteración: ¡sobre otra tortuga!

En otras ocasiones, se imaginaban a esa tortuga primera nadando sobre una serpiente que se mordía a sí misma la cola… y así inventaron la topología y la cinta de Moebius. 😉

Por último, en la más extendida de las versiones, la tortuga nadaba sobre un mar infinito, aunque no sé muy bien si se aclaraba que ese infinito ya era algo que no cabía en el mundo/universo. Y luego llegaría Cantor a cantarles las cuarenta con su Cardinalidad. Ahora que lo pienso, esa tortuga en un mar infinito suena a sopa de tortuga… pero bueno, eso supongo que no es la cuestión.

En resumidas cuentas: echaban balones fuera.

Eso es lo mismo que hacen las posturas a favor y en contra de la regularización de la inmigración o los aborígenes y hoy me he vuelto a topar con otro dibujito divertido que no deja de ser incompleto: esos árboles serían expulsados por aquellos seres unicelulares que

LUCA

En resumidas cuentas: echamos balones fuera.

Pseudociencias e izquierdas

Estuve leyendo este artículo titulado Diez absurdas teorías pseudocientíficas defendidas por políticos españoles y me sonrosa encontrar tantos políticos con los que, en otro orden de cosas, coincido, así que me ha dado por buscar una explicación (que ya tenía, es solo una forma de hablar) para justificar el mayor número de «progresistas» con este tipo de confusiones no solo mentales, sino metodológicas.

En detalle, pero poco explicitado, estaba insinuada esta relación cuando escribí sobre la Crisis del pensamiento racional, así como en otras ocasiones, como acerca de un supuesto Taller de Conexión Quantica Espiritual Colectiva (¡ahí es nada!). El New Age campa por los montes del progresismo hasta hacerme enfrentarme con más de un amigo, que, por metodológico, me acusa de pedante o de dogmático. Lo que no deja de ser una argumentación inargumentativa, básicamente una falacia.

Pero, ¿por qué este tipo de pseudociencias se da más entre gente «de izquierdas»?

Sin entrar en consideraciones sobre la pertinencia de seguir utilizando esta clasificación tan obsoleta, esa etiqueta «de izquierdas» como si realmente aún hoy tuviese algún sentido, sí voy a hablar de conservadores/tradicionalistas/derechas o progresistas/rupturistas/izquierdas. Sabiendo, sí, sabiendo, que es una simplificación a binario de algo que dista mucho de serlo.

Lo «conservador» en occidente ha estado abiertamente vinculado a lo religioso, al cristianismo, de ahí que sus programas políticos e incluso los nombres de sus partidos suelen llevar el adjetivo «cristiano». Las democracias cristianas de los pueblos germánicos dan fe de ello.

Lo «progresista», en contra, siempre en contra, ha estado vinculado a cierto laicismo, a cierta idea de alejamiento del hecho religioso, del pensamiento irracional necesario para sustentar la existencia de ser(es) y hecho(s) meta-racionales, por decirlo así.

Pero este alejamiento ha llevado a cierta sensación de orfandad, a cierta incomodidad con respecto a asumir que el mundo no es comprensible y que no hay un dios que me lo haga fácil ni una virgencita a la que rezar para pedirle imposibles.

Aquí está, sin duda, el quiz de la cuestión: un ser humano de izquierdas también quiere soluciones milagrosas, también quiere que el mundo tenga una razón, también quiere certezas… así que las inventa o las crea para creerlas. Eso sí, reniega del pensamiento que propone el tradicionalista sustentando ideas como que una vela en un altar me curará el Alzheimer o hará que mi hija encuentre trabajo. Sin embargo, está dispuesto a pensar que la memoria de las moléculas del agua (sic) me curarán un cáncer o mi energía positiva hará que mi hermana encuentre novio.

Es evidente el paralelismo, pero este último, superada la irracionalidad religiosa desde los tiempos de la Ilustración hasta hoy, pasando por un radical Nietzsche y por un tremendo existencialismo Sartriano, es mucho más peligroso pues utiliza aquello que ha costado tanto elevar a método, que es la ciencia.

La utiliza desvirtuándola, eliminando su metodología (que es la base) y quedándose con su palabrería, que es vacua sin lo previo. Y esta es la razón por la que me incendio, enciendo, cuando alguien hace defensa de las pseudociencias: porque atenta contra el pensamiento racional y da un voto de valor a lo irracional, retrotrayéndonos a esos oscuros tiempos feudales pre-volterianos. Si lo irracional no necesita otra prueba que lo que a mí me venga en gana… igual es válido rezar a una virgencita para encontrar trabajo, de ahí que hasta una ministra lo haya llegado a sugerir en su demencial visión de su papel político. Pero eso es del otro lado, de «la derecha» y con estos casi no tengo el suficiente trato como para calentarme.

Así que espero atemperarme y tomarme con calma lo que viene este curso, pues parece que el irracionalismo sigue aumentando, necesitando cada día más adeptos, con un proselitismo campante en «ambos lados» del espectro político que se pasan el espectro electromagnético por el arco voltaico…

Calm down
calm down
keep calm
keep calm


¿Sirven de algo las firmas electrónicas a causas solidarias?

Está claro que vivimos en un mundo desconsoladoramente complejo. Cada día más. Cada día más.

Hace un año aproximadamente que no firmo ninguna petición (creo) porque llegó el momento en el que me saturé de firmar del orden de una diaria teniendo la sensación de que nada cambiaba de esa manera, además del hecho (probado) de firmar alguna que otra varias veces con un simple cambio de navegador y nombre.

Las comprobaciones que se hacen son mínimas, a cambio de hacer también mínimos los requisitos para «comprometerse» con la causa en curso. Pero acaba siendo, de esa manera algo, en el mejor de los casos, bastante ineficaz y, en el peor, otra herramienta para conseguir que demos nuestros datos con los que después se puede comerciar para diversos tipos de propuestas económicas o lo que viene siendo llamadas ofertas.

Algo así como vendernos boinas del Ché o camisetas a quienes reclamemos una mayor contundencia en la lucha contra la desigualdad de clases, por poner un ejemplo.

Hoy, leyendo un artículo interesante sobre la utilidad de las firmas en plataformas especializadas en ello, así como su posible funcionamiento como estafa, me he dado cuenta de que han escrito lo que yo pensé haber hecho hace unos meses, pero mucho mucho mejor documentado.

Después descubro otro texto, aún más detallado, sobre la posibilidad (que yo ya había probado sin tanto esmero) de que se pueda «firmar» repetidas veces sobre una misma petición.

Y ahora estaba pensando en hacer algo interesante, divertido, pero tengo tantas cosas pendientes que lo dejaré de lado (de momento):

Crear una petición en change.org pidiendo firmas para que dejen de funcionar de la manera en la que lo hacen y garanticen que hay un cumplimiento mínimo de lo que se firma, además de la exigencia de un rigor al tratar la palabra «firma» asociada al compromiso que hace una persona de decir que es quién es.

¿Sin wifi hablaríamos más?

nowifi

Bueno, aparte de lo obsoleto del cartel, este que no tiene en cuenta la enorme cobertura 3G o, viniendo, 4G, lo que no me queda nada claro es que realmente hablásemos más si no tuviésemos conexión de datos desde el teléfono móvil.

Por otro lado, vía esa misma conexión de datos/Internet, no se hace otra cosa que no sea, en la mayoría de los casos, hablar o comunicarse con otras personas que no están físicamente en el espacio.

Parece evidente que la hiperconectividad a la que venimos acostumbrándonos nos «desconecta» del espacio presente, del espacio temporal y físicamente presente, pero fabrica otro «hiperespacio» en el que nos hace sentir acompañados.

¿Que esa conexión diferida se trata de una ficción?

Eso lo afirmará quien no ha sentido una tremenda desconexión estando sentado, como yo, a la mesa de un enorme grupo de comensales con los que sentir que no tengo ninguna afinidad, ninguna conexión, ningún vínculo, más allá del que en ocasiones parece el padre de todos los vínculos o la madre de todas las conexiones: ADN.

En resumidas cuentas: la tecnología no es un problema en sí, ni ayuda, ni lo contrario. Cada caso es cada caso. Simplificar es fácil, pero no resuelve. Al menos, a mí, no me sirve.

Pero el cartel es gracioso. Sí, gracioso.

El lunes quedé a comer con un amigo. Teníamos móvil. No fueron ningún inconveniente. Hoy he pasado la mañana con Carmen. Teníamos móvil. No han sido ningún inconveniente. Vivo con un aparato útil al que no demonizo y que uso acorde a mis necesidades (como todas, bastante relativas). Pero no me supone un problema. Si lo fuera, dejaría el teléfono móvil en casa o lo tiraría por una ventana. No necesito que me regulen su utilización de manera paternalista considerándome incapaz de organizar mi atención o concentración. Yo decido cuándo apago mi teléfono, que suele ser con frecuencia.

Pero bueno, supongo que habrá a quién le guste ser manipulado, para que tomen decisiones que parece que cuesta tomar.

Yo ya soy mayor para eso. Casi, diría, mayor de edad: responsable último de mis actos y asumidor de sus consecuencias.

Esto no es una broma