Plebiscito vinculante

plebiscito

Una buena amiga ha publicado este mensaje en una red social, requiriéndonos a la participación:

Estas son las 4 preguntas que se votaran durante el plebiscito:

1. ¿Quiere usted una Democracia Participativa incorporando el Plebiscito en la Constitución y en la Legislación, como herramienta vinculante de decisión ciudadana, para que la soberanía del pueblo sea real?

2. ¿Quiere usted pagar y avalar la deuda contraída por el Gobierno, como la destinada al rescate de los bancos, sin haber contado con el respaldo de la ciudadanía?

3.¿Quiere usted que para evitar la corrupción se cambien las leyes para que la ciudadanía tenga el control de los poderes del Estado y de las administraciones públicas, garantizando una total transparencia?

4. ¿Quiere usted que se garantice por ley la gestión íntegramente pública de los bienes y servicios públicos (sanidad, dependencia, educación, agua, servicios sociales, etc.) y el ejercicio efectivo de los derechos fundamentales (vivienda, empleo, justicia, pensiones, medio ambiente, igualdad, etc.)?

No he podido por menos que responderle:

sí, no, sí, sí. Pero ¿no te parece un cuestionario un tanto retórico e, incluso, tendencioso?

voto-plebiscito-ciudadano-2013
aunque suele estar mal visto el responder en contra de un plebiscito, como si fueses alguien que opina que, entonces, estás con «ellos», o que no crees en la voluntad popular, o que no eres idealista o poco democrático, etc, etc, etc.

Pero es que estas preguntas son estúpidas. Por decirlo muy crudamente. En realidad, matizando, lo que son es un conjunto de pueriles preguntas tendenciosas que incluyen la respuesta correcta. Si votas lo contrario a lo previsible, pasas inmediatamente a estar equivocado. Lo plantearé de este modo:

¿Puedes no querer una Democracia Participativa? ¿Puedes no querer que los ciudadanos decidan?

Claro que no. Puesto que en tal caso, ni siquiera te estarías deteniendo a ofrecer tu opinión/decisión.

El populismo de la segunda es insultante para la inteligencia:

¿Quién desea pagar los dispendios que el gobierno ha tenido sin contar con la ciudadanía? No hablamos, por supuesto, de esa ciudadanía que, mediante su voto (que no se reconoce como vinculante, parece ser) ha decidido poner ahí a este gobierno que tenemos. Ah, que ese gobierno no prometió hacer lo que está haciendo… ya, estamos de acuerdo, pero la deuda existe. ¿Nos negamos a pagarla? ¿Nos hacemos cargo de las consecuencias del impago? ¿Hablamos de ello? No. Lo único que sabemos es que nos parece mal hacernos cargo.

La tercera, tan retórica y huera como las anteriores…

¿Quiere usted, para evitar la corrupción…

Pues claro que quiero, ¿cómo no iba a querer? ¿Soy idiota? ¿Soy corrupto? Es decir, en términos de lo que verdaderamente me importa, el hecho de que se supone que es una consulta, en la que, se supone (insisto), hay opciones… ¿alguien puede contestar a esta pregunta con un no?

4. ¿Quiere usted que se garantice por ley la gestión íntegramente pública…

Esta cuarta tiene una alternativa que no suele gustar a quienes están planteando este plebiscito. Menos mal, al menos hay una pregunta que se puede contestar de dos maneras sin errar. Eso sí, quien ha llegado a esta pregunta va a responder lo que yo respondería, obviamente, que sí, que quiero una gestión íntegramente pública pero ÍNTEGRAMENTE. Hasta el punto de que prohibiría (con la más feroz represión posible) la privatización de la enseñanza y la sanidad, al menos. Ni hablar de la subvención de empresas privadas que llevan a cabo labores que realizarían perfectamente aparato público.

Pero una pregunta que me hago es la de si se puede considerar vinculante en ambas direcciones o siempre se ninguneará la no participación (cosa que, por cierto, se suele criticar cuando el voto en blanco o nulo no recibe representación parlamentaria). Es decir, ¿si el grado de participación no supera ni el 5% de la población, no se puede entender como indicativo de que el plebiscito no ha logrado su objetivo?

Ahora hablemos de objetivo:

Dicen en algún lugar de la web que «Esta acción Plebiscitaria puede ser de dos tipos: o bien un Plebiscito Consultivo (es decir, una consulta ciudadana para refrendar o no ciertas iniciativas de carácter general) o bien un Plebiscito Vinculante (una consulta ciudadana pero de obligado cumplimiento por el Gobierno)«.

Están anunciando este como Vinculante, aunque reconocen que, en realidad, en España un Plebiscito no puede ser vinculante. ¿Me están, por tanto, engañando? Bueno, para quien le importan las palabras, simplemente se están confundiendo. Suponiendo, siempre, buena fe.

En otro punto de la web afirman «Estas preguntas son abiertas, así como la acción del Plebiscito en sí ya que la intención es ir definiendo todo el proceso entre todas las personas que quieran participar en las diferentes reuniones específicas para ello.»

Y aquí subyace otro error. Preguntas abiertas son aquellas que pueden ser respondidas con algo distinto a un sí o un no. En absoluto son abiertas, es más, como indiqué antes, inducen a o incluyen en su formulación misma la respuesta correcta. No es un plebiscito ni consultivo ni vinculante ni leches. Es, en el mejor de los casos, una desesperada forma de expresar el descontento, cosa que puedo comprender, con un gobierno que está defraudando a la ciudadanía, a un sistema de tres poderes judicial, legislativo y ejecutivo (¡ay, si Montesquieu levantase la cabeza!) que apesta por todos los lados, un sistema en el que el cuarto poder no tiene el más mínimo poder porque es una herramienta al servicio de otros poderes, ocultos, financieros, por decirlo así.

Comprendo la necesidad de generar corrientes de opinión afines a la búsqueda de alternativas, pero esta manera me resulta preocupante, por su falta de transparencia, por su falta de criterio, por su sucesión de errores y por el alarde de falta de respeto a quien opine de manera diferente, no dejando hueco en las preguntas/respuestas más que para el «estás con nosotros o contra nosotros».

Este «plebiscito» me recordó otro, de hace más de 30 años, que empañó nuestra reciente adquirida democracia, el famoso Referendum de la OTAN. Pero este nace desde la promesa de que nuevos aires, más participativos, son posibles, nuevos aires de verdadera democracia, de democracia 2.0, y cosas así, pero si siguen por esta línea de enfrentamiento infantil no contarán con mi apoyo y, puede que con el tiempo, ni siquiera con mi simpatía.

Y si eso dice de mí que estoy contra alguien… pues que así sea. Siempre lo he estado. Y esto también me recuerda otra cosa, en este caso, al maravilloso Charles Bukowski y su libro «Peleando a la Contra». Y a Isidoro Valcárcel Medina… y a otros admirables librepensadores.

Género Neutro

Estoy algo impactado por una noticia que no sé cómo entender. La noticia en cuestión dice algo así como que «Una corte judicial en Australia ha dado la razón a una persona de 50 años, Norrie May-Welby, que demandó que no fuese obligatorio ser registrado de forma oficial como hombre o mujer en los documentos de nacimiento, matrimonio o defunción».

Y no sé si tiene el más mínimo sentido pretender que exista, por tanto, un género neutro. Creo que sería suficiente con solicitar que el género no constase, cosa que puedo comprender (no hablo de otra cosa que de mi propia capacidad de comprensión y mis límites comprensivos, no de tolerancia y/o aceptación). Es decir, no veo necesidad de que en la mayoría de los documentos de registro se almacene una información que podría no ser de interés. Pero quizá no veo las posibles consecuencias, incluso administrativo-burocráticas, que pueda tener el estar binariamente clasificado el género humano.

Continúa la noticia informando sobre que:

Nacido hombre hace 52 años, convertido en mujer a los 28 años, Norrie May-Welby se sentía tan desgraciado siendo hombre como mujer. Decidió dejar su tratamiento hormonal para convertirse en “neutro”. Norrie se ve a si mismo/misma como un/a anarquista andrógino. “Los conceptos de hombre y mujer no me corresponden. La solución más sencilla es no tener ninguna identificación sexual”. Y añade: “No me identifico ni como hombre ni como mujer. Soy femenino/femenina y masculino/masculina”.

Yo tampoco me siento identificado con los atributos habitualmente asociados unívocamente al género, como son los de femenino/femenina asociados a mujer, o masculino/masculina asociados a hombre. Me siento hombre… sí, pero con todos esos atributos posibles… y quizá alguno más.

Sé que yo no tengo conflicto sobre mi identidad genérica, aunque sí con los patrones culturales que se atribuyen a tal identidad: se supone (mayoritariamente) que he de ser competitivo, violento de forma natural, analítico, etc… por ser hombre. Esto me parece una soberana estupidez. Pero creo que no es de esto de lo que trata la noticia. Es de un conflicto más inhabitual, más personal, que tiene que ver con algo que no comprendo, pero que existe: el hecho personal, individual, de no sentirse hombre o no sentirse mujer.

A penas comprendo el porqué esto es un problema. Pero entiendo que lo es. Supongo, volviendo al primer párrafo, que no es fácil vivir en un mundo que necesita que definamos todo, por supuesto también nuestra identidad (sexual, entre otras).

No tiene mucho que ver con homosexualidad, pues esto es algo completamente distinto, sería de gustos, de deseos, y no de identidad. Lo que me gusta no me construye, no me identifica: no soy un ser heterosexual u homosexual, esto es simplemente una clasificación de mis gustos o apetitos sexuales, ni siquiera de mi clasificación genérica.

Pero sigo reconociendo cierto impacto por la noticia, por la controversia que genera, por la dificultad que supone enfrentarse a algo tan extraño (y con extraño no estoy descalificando, sino constatando que se trata de una anormalidad estadísticamente hablando).

No obstante, sí abogaría que algunas leyes o requisitos administrativos no requiriesen información sobre mi identidad, más allá de los imprescindibles. Entre otras cosas, por ejemplo, no acabo de comprender la necesidad de tener divididos los retretes en para hombres y para mujeres. Agradecería que, en ambos casos, en un caso unido, de hecho, hubiese respeto a la intimidad, pero que se pudiesen compartir hablando de «servicios para personas» y no para «Damas» o «Caballeros».

Hace tiempo que escribí sobre género, incluso sobre el género y el lenguaje, con esta cosa de lo políticamente correcto que busca modificar cosas que acaban siendo bastante más superficiales de lo que se pretende.

Hipocresía

Mi madre me enseñó el cómo.
Mi padre me enseñó el para qué.
Mi hermana me enseñó el cuándo.
Y me hice un verdadero experto.

La última vez que fui excesivamente
sincero
tuve serios problemas
o mejor dicho
los ocasioné.

Procuro ser sincero en la medida
de las necesidades
de las necedades
de las edades
de las es
que son
son son
y cuando dejan de ser
mueren.

Procurar ser sincero
es un indicio
es una prueba
de que no se es.

¿Quieres que te diga la verdad?

¿Seguro?

No es así de simple…

Acabo de leer un artículo sobre el perfil y el número de emigrantes españoles que viene habiendo desde el 2009, y me encuentro con este texto tan divertido:

[…] En cualquier caso, según el PERE, a 1 de enero de 2009, residían en el exterior 1.471 españoles. Cuatro años después esta cifra se elevaba a 1.931.248.

Una sencilla resta indicaría que durante la crisis podrían haber emigrado cerca de 460.000 españoles. Sin embargo no es así de simple […]

Jo…

Pero ¿Qué pasa en el periodismo actual?

Espero que mi amigo Juan Carlos Etxeberría no lo hubiera cometido, este error, quiero decir. Pero ¿de verdad que un periódico como El País (o su suplemento económico, Cinco Días), puede cometer este tipo de catastróficos errores numéricos? ¿Nadie revisa los números? No digo que no hayan podido meter la pata por un error tipográfico, más que verdaderamente numérico, pero la parte más importante de este artículo son los números… ¡¿Nadie los revisa?! ¿Tienen que esperar a que alguien les diga algo en un comentario para modificarlos?

Pasmoso.

Una resta como la que dicen sería del orden de 2 millones de españoles emigrando en 4 años… en terminos generales, en lo que, en ciencia, se conoce como cifras significativas. Pero ¿es que nadie les da un cursito básico de matemáticas de primaria a estos trabajadores empeñados en poner cifras exactas (1.471 y 1.931.248) que carecen de significado, en lugar de centrarse en el verdadero significado del número?

hummmmmm…..

15 de Junio, día contra los CIEs (Centros de Internamiento para Extrangeros)

user_422_dia_contra_los_cies_15_jHoy una alumna de un taller de poesía me ha recordado esta efeméride triste, devastadora, que me hace sentir como un alemán que no hubiese querido saber nada de los campos de concentración durante el gobierno nazi.

Leo en wikipedia, sobre Dachau, lo siguiente:

El Campo de concentración de Dachau fue un campo de concentración nazi cercano al pueblo de Dachau, al norte de Múnich, en Baviera (sur de Alemania). El campo fue construido sobre una fábrica de pólvora en desuso y sus instalaciones principales fueron terminadas el 21 de marzo de 1933. Al día siguiente, los primeros prisioneros fueron internados en el campo. Junto con el mucho más grande campo de concentración de Auschwitz, Dachau es uno de los más recurridos ejemplos de campo de concentración nazi para el público.

Gestionado al principio por las SA y SS locales, desde 1934 estuvo bajo la autoridad de las SS. Fue escenario de castigos tremendamente crueles y fue modelo del sistema de campos ordenado y eficaz. Su gestor principal, Theodor Eicke, nombrado por Heinrich Himmler, fue el responsable de la consideración de los prisioneros como enemigos infrahumanos del estado y del especial tratamiento dado a los judíos, en forma de castigos devastadores desde el punto de vista físico y psicológico. En Dachau se realizaron también cientos de experimentos médicos ilegales e inhumanos.

Y me detengo en esa última palabra: «inhumanos«. Pienso si no debería corregir la edición de la entrada correspondiente en la enciclopedia libre y eliminarla, pues lo que ha quedado demostrado es que fue tremendamente humano lo que se hizo allí y lo que se sigue haciendo en tantos otros lugares.

La noticia que ella, mi alumna, trae a colación es la siguiente:

¿Sabes que son los Cies? Los Cies (Centros de Internamiento para extranjeros) son cárceles donde se encierra a las personas que no tienen papeles, hasta 60 días, a la espera de su expulsión, que no siempre se produce. Muchas veces detienen a una persona en una redada por fenotipo, la liberan a la semana de estancia o a las 60 días, o la expulsan… No tener papeles no es un delito, es solamente una falta administrativa y no puede estar penado con la cárcel. En España hay 7 CIEs. El de Madrid está en Aluche. Seguro que has pasado por delante muchas veces sin saber que estaba ocurriendo allí.

Sexista y soez

pp sexistaDe muy mal gusto caer en esa desacreditación barriobajera.
El ataque no debe ser personal.
La lucha debe ser ideológica.

Lo demás es tan lamentable como la represión.

Esto parece alinearme contra la crítica al PP y, por doble negación, con ellos, pero nada más lejos de la realidad. Es simplemente un llamamiento a no caer en las prácticas más lamentables que pueda haber, la de ataque personal, alejado de luchas ideológicas, que, tristemente, tanto están en auge. En ambos lados, cierto, pero a mí me llegan las de los que están en mi entorno, que son las de izquierdas.

En cuanto a personalismos, no es la primera vez que hablo de esto, como hace unos días, comentando la avalancha de textos periodísticos sobre Aznar, o cuando «defendí» a Esperanza Aguirre.

Supongo que a quien tiene un entorno próximo o afín a la derecha ideológica le llegarán (conozco algún caso) descalificaciones personales, como la de llamar perroflauta a un manifestante, y que son igualmente penosas.

Me entristece que una revista tan inteligente como suele serlo el jueves caiga en esta simpleza, pero más aún cuando recibe acogimiento por quien dice ser inteligente, crítico con el sistema, etc.

Esto no es crítica, es pura mofa, simple banalidad, ataque plano, contra una superficie que no trasciende, consecuentemente, a lo que realmente debería, es decir, el fondo no es levantarle las faldas a una ministra o una política.

Es tan lamentable como el famoso comentario de un alcalde vallisoletano sobre los labios carnosos de Leire Pajín. Tanto uno como otro son indignos del juego político y lo hacen recaer en el terreno soez de la peor telebasura. Por supuesto, con hondo calado de machismo, así que, en el fondo, el sistema se mantiene. ¿Habrían hecho el mismo chiste con los calzoncillos de Mariano Rajoy?

Obviamente, no es lo mismo si esta descalificación procede de una revista de humor que de un alcalde, pero el seguimiento, el aplauso que se hace de la misma es lo que a mí me preocupa.

Y este «a mí me» enfático es algo que tengo cada día más claro: no sé si le preocupan a más gente, pero a mí, las formas, me siguen pareciendo parte del todo, parte del mensaje, parte del contenido… será que, en esto, sigo siendo poeta.

No me gusta el chantaje emocional

perritoSuponer que no haré algo porque no es de raza, o que soy discriminatorio sin conocerme en absoluto ya me resulta suficientemente insultante como para no desear hacer eso. Pero además que con ello pretendan hacerme sentir culpable y mal por ello, chantajeándome emocionalmente, me parece rastrero y miserable.

Está bien, supongo que hay buena intención, quiero suponerlo, pero no me gusta nada que intenten manipularme. Odio este tipo de iniciativas que pululan tanto en las redes sociales.

Si a esto le sumo el desagrado que me producen las faltas de ortografía, como ese se que debería ser o ese daras que debería ser darás

Es una de las razones principales para desear estar de vacaciones: no me conecto a FaceBook, que no deja de ser una herramienta de trabajo, más o menos. Tampoco miro mi correo electrónico (lleno en un 99 % de emails más o menos profesionales), ni tan siquiera mi teléfono móvil. El aislamiento es la única forma en la que se manifiesta la diferencia entre no estar trabajando y estarlo.

Volviendo al tema, si no fuese por ese uso profesional de esa herramienta social, eliminaría de mi lista de amistades a todos aquellos que intenten decirme lo que tengo que hacer o que supongan que saben lo que haré… y me quedaría con tan poquitos…

Es posible que yo también lo haya hecho en algún momento… estaré atento: borrarme a mí mismo de mi amistad es difícil, cuando menos.

No pude huir de una maldita procesión

El domingo pasado, en Daimiel, no pude escapar de una maldita procesión, de esas religiosas que inundan las calles de nuestro país con la excusa vana de la tradición.

Me planteaba un problema que era el de estar formando parte pasiva del evento: habíamos ido (Carmen y yo) a tomar unas cañas con su hermano y su familia. Estábamos en mitad de una plaza cuasi peatonal por la que, repentinamente (aunque estaba avisado, pero yo no lo sabía), se presentó una comparsa de sevillanas y viejitas con mantillas, unos cuantos en una banda musical tocando pasodobles y marchas militares, aunque casi podría decir que son sinónimos (alguno lo hacía bien, he de reconocer) y unas niñas vestiditas con trajecillos típicos manchegos. Detrás, terminando la procesión, un grupo de hombres cargaban con una estructura que se preveía pesada sobre sus hombros. Sobre la estructura una figurita de una presunta madre de un presunto hijo de un presunto dios… cuya sexualidad queda en duda. La madre no era tan natural como para haber sido engendrada de manera heterosexual, sino por algún tipo de inseminación artificial, según cuentan.

Aún había más: detrás de esa ostentosa muestra de horterada dorada, avanzaban unos lugareños con velas y otros aparejos encendidos, con miradas pánfilas y saludos de cortesía.

radicalMi problema/dilema era si seguía formando parte de aquello o me levantaba y me iba.

He decidido hace tiempo que es necesario empezar a ser un poco más radical. Parece mentira, pero sí, me parece que hay que empezar a decir más frecuentemente no. Un NO grande y obsceno, un no, de los girondinos, de los guillotinantes, un no noooo, un puro no, vaya, un no de tres y cuarto, un no de no me da la gana, real o republicana…

Inclusive, he llegado a escribir un curso para decir no, completamente gratuito.

Por ejemplo, habiendo tanta gente que dice ser atea, o no practicante, ¿cómo puede ser que no conozca apenas nadie que se niegue a entrar en una iglesia a formar parte de una ceremonia religiosa? Sé lo que es presión social, pero debe ser contraatacada, porque está empezando a hartarme tanta pasividad.

Llegan estas fechas, primaverales. Los infantes hacen las comuniones, las parejas se casan (aún por la iglesia muchas) e incluso bautizan sin parar a bebés ignorantes de lo que les hacen. Las familias, con cariño y buena fe, invitan al personal a formar parte del evento, invitan a asistir al acto sin darse cuenta o no queriendo darse cuenta de que es un acto político: Están dando importancia capital a eventos religiosos. Y luego, dicen, hay contrariedad por la Ley Wert… pero no es cierto. Nadie (o casi nadie) dice NO. Yo no quiero formar parte de ese evento porque es religioso. Así, sin más. Por el hecho de que mi no-religión no me lo aconseja. Por el hecho de que deseo un modelo de sociedad laica y desenganchada de la simpleza de la religión y, más aún, porque me cabrea sobremanera que sea realizado en un recinto financiado con dinero público.

Podría compararlo con qué haría la gente en una manifestación mayoritaria, en la que vuelva a pesar la presión social, como ocurre en la fotografía que acompaña esta reflexión. Podría compararla con una participación masiva en un ritual de festejo irrespetuoso como el de una victoria fulbolística, por poner un ejemplo.

En esta ocasión se trataba de enfrentar el hecho de que la procesión había ido a donde yo estaba y no al revés, y pensé en si era una incoherencia mantenerme allí. Sentí que no debía dejar el sitio, que no debía irme, que aquello era, de alguna manera, ceder terreno en una guerra…

Pero no pude evitar sentir también cierta tristeza sabiendo que estoy absolutamente en desventaja.

ESCRIBIR TODO EN MAYÚSCULAS

mayúsculasNo puedo sino subscribir todas y cada una de las palabra que contiene el artículo que he encontrado en Internet, sobre la costumbre nefanda de escribir en mayúsculas en entornos en los que no se comprende el sentido del formato. La forma, la etiqueta, la norma social, es lo que nos permite mostrarnos respetuosos o todo lo contrario. Y estoy harto (HARTO) de que me griten lo que tengo que hacer, lo que tengo que leer, lo que tengo que firmar, lo que tengo que subscribir…

Otra vez me veo escribiendo sobre ortografía o etiqueta en la escritura, como cuando hablé, recientemente, sobre el doble espacio, la tilde diacrítica, los errores ortográficos y, desde muy el principio de este blog, un primer artículo llamando la atención sobre la ortografía y su ninguneo. He llegado a tener una etiqueta dedicada a este tema que cada día me preocupa más, como sintomático de una actitud, de una forma de estar en sociedad… pero no quiero volverme un fanático de ello.

De momento, dejo el artículo (ajeno) completo para su uso y disfrute en esta web:

Tocamos el tema de ESCRIBIR TODO EN MAYÚSCULA.

Por lo general algunos internáutas utilizan la mayúscula sostenida (escribir en mayúsculas) en foros, canales de conversación, correos electrónicos y demás medios del Internet. Según la netiqueta, en el lenguage del Internet, escribir en MAYÚSCULA SOSTENIDA es entendido como un grito para llamar la atención. Como toda norma, esta no ha sido establecida por una persona o por un grupo, sino que se desarrolla del sentido común de los usuarios y del uso mismo del lenguaje. Por otra parte, como norma común del Internet, tiene carácter universal, pues está establecida en otros idiomas (ver por ejemplo Anwers.com en inglés en donde dice que además de ser considerado un grito virtual, es desatento y hace difícil la lectura, porque estamos enseñados a leer textos en letras minúsculas en los cuales las mayúsculas tienen su papel determinado: comenzar nombres propios, por ejemplo.

Ahora comparemos el mundo virtual con el real. Imaginemos que estamos en una conversación con otras personas y todos seguimos un tema en concreto. La sala es lo suficientemente acondicionada, por lo que no se requiere audio. Todos conversan normalmente,

cuando una de las personas comienza a participar GRITANDO.

– Bienvenido Pedro ¿cómo estás?
– MUY BIEN Y VOS.
– Bien, gracias… estamos hablando acerca de las maneras en que nos comunicamos por medio del Internet.
– MUY INTERESANTE. A MI ME GUSTA MUCHO EL INTERNET PORQUE ES EL UNICO MEDIO PARA LLAMAR LA ATENCION.
– Bien Pedro, pero no tienes porqué gritar.
– YO NO ESTOY GRITAAAANDDDOOOOOOOO

Impacto
Bueno, ese sería más o menos el efecto del que escribe en mayúscula sostenida. Este trae además otras situaciones:

1. Crea un impacto psicológico en el que te lee: muchas personas creerán que estás enfadado o que quieres imponer tus puntos de vista a como dé lugar.
2. Otros pensarán que quieres llamar la atención y que se fijen en tu persona solamente.
3. Otros creerán que no sabes utilizar los signos de puntuación, porque se tiene la idea de que en textos en mayúscula sostenida no se hace tan necesario poner las tildes, por ejemplo, árbol = ARBOL, pero la RAE establece (esta es nuestra autoridad para el uso correcto de nuestro idioma) que en mayúscula sostenida SÍ se utilizan las tíldes: ÁRBOL.

Norma de uso de la mayúscula
Otra cosa que debes saber es que la mayúscula sostenida no se utiliza tampoco en material impreso (periódicos, libros, afiches, etc).

¿Has visto un libro escrito en mayúscula sostenida?
¿Un periódico o una revista o un único artículo todo en mayúsculas?
Imagina un titular así:

EL CONGRESO DE LA REPUBLICA APROBO LA LEY QUE REGLAMENTE EL USO DE LA MAYUSCULA DENTRO DE LA VIDA NACIONAL. SEGUN LOS CONGRESISTAS, TODAS LAS MAYUSCULAS FUERON ESTABLECIDAS SOLO PARA LOS SIGUIENTES CASOS:

1. Cuando utilizas nombres propios la primera letra es en mayúscula: Teresa, Manuel, Felipe, Lalo, Buenos Aires, Asunción, Caracas, El Salvador… todos comienzan con una letra mayúscula.

2. Cuando son nombres propios de entidades, organizaciones, instituciones, la primera letra es en mayúscula: Organización de las Naciones Unidas, Organización de los Estados Américanos, Mercosur, Comunidad Andina…

3. Los adjetivos no llevan en castellano mayúscula: No se escribe “Ecuador es un país muy Hermoso”.

4. Sustantivos no llevan mayúscula. No es necesario escribir La Bondad, La Justicia, el Perdón… eso se utilizó hasta principios del siglo XX, pero ya no. Se escribe la bondad, con minúscula.

5. Excepciones en castellano: Cuando nos referimos a la divinidad monoteista de las religiones cristianas, judías y musulmanas, se escribe Dios. Ya no es necesario escribir Fe con mayúscula. En ciertos discursos y con el ánimo de resaltar ciertos significados, se puede usar. Por ejemplo, el Amor de Dios. Al utilizar la mayúscula quiero indicar que no se trata de un amor cualquiera sino del Amor de Dios. Ahora bien, un ateo no está obligado a escribir Dios, sino que puede escribir dios.

6. También cuando me refiero a los signos básicos de la Patria (nótese que escribí con pe mayúscula): Patria, República, Congreso, Reino, Parlamento, Senado, etc.

5. Si estoy hablando de un titulo en partícular, por ejemplo el Presidente, el Primer Ministro o el Rey, se utiliza la mayúscula porque es un título esencial de la institución organizativa de nuestra Patria y con un significado alto. Pero si digo “el presidente Plata habló ayer a la prensa” no escribo el “Presidente Plata”. Tampoco escribo “la Reina Sofía ha estado en Roma…“, sino “la reina Sofía ha estado en Roma“.

6. El inglés utiliza mucho la mayúscula. Por ejemplo, en un titular, cada palabra puede ser escrita comenzando con mayúscula: ‘The President of Chile Spoke Yesterday to the Parlament’. Pero en castellano tenemos otra norma y escribimos un titular así: ‘La presidente de Chile habló ayer al Parlamento‘ y no “La Presidente de Chile Habló Ayer Al Parlamento“.

Un foro que promueve el uso de la mayúscula sostenida lo encuentras aquí en La Comunidad de El País. El argumento para apoyar la iniciativa es que la mayúscula sostenida ayuda a las personas con dificultades visuales. Sin embargo, el ordenador tiene las herramientas básicas para que tu navegador pueda aumentar el tamaño de la letra (CTRL +).

Otros usos y abusos

eSCRIBIR DE MANERA QUE LA minúscula CUMPLA LA FUNCIÓN DE LA MAYÚSCULA, por ejemplo, rOSA.

Utilizar @ al final de palabras en donde se pretende incluir ambos géneros, por ejemplo, ‘Hola tod@s’, es decir, quiere especificarse que TOD@S incluye varones y mujeres. En español, la norma es que Todos incluye ambos géneros, mientras que Todas denota la presencia exclusiva de mujeres. Si hay mil mujeres y un solo varón, se dice todos, ellos, vosotros… si el susodicho varón se va, se dice todas, ellas, vosotras…

Escribir abreviaciones o de manera simbólica, se utiliza sólo si el destinatario conoce bien esa manera de hablar o escribir (normalmente nuestros amigos o personas de nuestra misma generación entenderían cosas como sip, nop, lol, x2, xx, q, xp, msj, msm, +o-, me yma, kmo stas, x lo -, etc. Esta jerga del Internet se utiliza sólo si sabemos que nuestro interlocutor la conoce bien y la acepta, de lo contrario es una norma de mala educación.

Las normas

Las normas no son una invención de nadie en particular. Este portal no pretende imponer normas, sino promover un uso educativo, formativo, informativo y adecuado del Internet, especialmente para la protección y promoción del idioma castellano en Internet. Las normas que se publican aquí son producto de la investigación y de la lógica misma de nuestro idioma. Cada usuario tiene el derecho a utilizar el Internet como crea conveniente, de la misma manera que una persona tiene la libertad de relacionarse en sociedad como quiera, educada o maleducadamente. De la manera en que se relacione, será también aceptada o no en los distintos clanes sociales.

Especialmente divertido el texto en Inciclopedia. Muy recomendable si has leído hasta aquí.

Cuidar objetos

El otro día
(sé que era otro día
distinto del de hoy)
tuve que enviar un grabado
por correo postal
y me acerqué a la oficina central
del edificio de la plaza de Cibeles.

Fue complicado encontrar la ventanilla
sin cristal
desde la que enviarlo
y previamente
tuve que solicitar un sobre adecuado
que vendían en otra ventanilla
sin cristal.

El amable funcionario
me proporcionó
un paquete
conteniendo
un par de pliegos de papel marrón
una cinta adhesiva
y cuatro etiquetas
para dos destinatarios
y dos remitentes.

Tuvo la gentileza de prestarme
además
unas amenazantes tijeras
para cortar la cinta adhesiva.

Lo que no pudo hacer es conseguirme un lugar adecuado
sobre el que apoyar las cosas
que tenía que embalar
y me recomendó que me fuese a una mesa
diminuta
donde pude maniobrar.

Llevaba un abrigo invernal
para cubrir este mal tiempo inesperado
y estaba teniendo mucho calor
así que lo apoyé en la silla que había
mientras intentaba
con mi torpeza manual
empaquetar el paquete.

Una mujer bien entrada en años
tuvo también la necesidad de acceder
al servicio de mesa.

Su avanzada edad le había conferido cierta dulzura
y cierta incapacidad para mantenerse erguida.

Tiré mi abrigo al suelo y le presté
la silla.

Me miró algo escandalizada y me dijo
algo así como
que cuidase las cosas.

Le respondí raudo
que prefería cuidar
a las personas.

Me sentí muy bien
por haber tirado mi abrigo al suelo.

Esto no es una broma