Errores lógicos

Al lado de esta imagen que estaba mostrada en FaceBook, dentro de una página que sigo sobre la República Española, encuentro el texto siguiente: «Aprende, Mariano Rajoy».

Pero me preocupa que no se den cuenta del error lógico en el que incurren: Que alguien sea estúpido y al mismo tiempo haga algo que le avergüence IMPLICA que diga que cumple con su deber. Resumiendo en formato de lógica de proposiciones, .

Pero que alguien afirme que cumple con su deber NO IMPLICA según esta afirmación que ese alguien sea estúpido y que esté haciendo algo de lo se avergüenza. Es decir:

(p y q) –> r

No es lo mismo que

r –> (p y q)

Sin embargo sí que sería igual a que

¬r –> ¬ (p y q)

Pero la negación de una conjunción puede ser desarrollada y, en este caso concreto, no significa que el hecho de que alguien no diga que cumple con su deber IMPLIQUE que ese alguien no sea estúpido y que no se avergüence, sino que IMPLICA que o no es estúpido o no se avergüenza.

Obviamente, habría que suponer que la premisa de Bernard Shaw es cierta, pero si a ello se sigue que si alguien no dice que cumple con su deber (se cumple ¬r), o bien es que no es estúpido o no tiene vergüenza. En lenguaje de lógica proposicional:

¬r –> (¬p o ¬q)

Lo cual no deja del todo mal a Mariano Rajoy, pues pueden cumplirse una o las dos de las negaciones: que no sea estúpido, que no tenga la más mínima vergüenza o ambas.

Por supuesto, siempre asumiendo que la premisa es cierta, lo cual es mucho suponer…

(No descarto haber tenido algún error lógico en este desarrollo)

La guerra civil española

se quedó a medio hacer.

Este país necesita que se acabe por violencia lo que por violencia se impuso: Dictadura de 40 años, transición y monarquía acordados desde los peldaños ocupados por el régimen del extinto FF.

Me temo que no habrá paz para los malvados.

No habrá paz. No la hay. Vivimos una guerra social casi como si la hubiera escrito un tal Karl.

Ayer se vieron escenas de una represión prebolchevique, como las cargas de los lanceros de Nicolás II.

Leo sobre el Domingo Sangriento y me doy cuenta de que nos vamos acercando a ese momento, a ese crucial instante en el que una revolución es la única salida para acabar con un régimen pseudodictatorial y me acuerdo de mis conversaciones con mi amigo Ulises que siempre critica el régimen cubano por represor… y este régimen, aún sigue pareciéndole democrático?

Sé que no estamos aún en las mismas condiciones que Rusia en 1905. Es más, nunca lo estaremos porque el tiempo no es cíclico y, al mismo tiempo, repetimos patrones. Toda revolución implica violencia. Esto es algo que no solo afirmaba y casi demostraba Troski en un estupendo ensayo sobre las revoluciones titulado Historia de la Revolución Rusa. Y sacado de ese libro es la foto que acompaña esta entrada de este diario que había intentado mantener alejado de lo puramente contextual.

Pero no es posible sustraerse a lo que ocurrió ayer. Será historia, incluso, Historia. Y no estuve.

Pasé y aguardé unos minutos de rigor, durante la marcha que se venía acercando desde plaza de españa al congreso, pero no me quedé: tenía que impartir una clase a un alumno con vistas a la plaza mayor. Es de los del otro lado. De los que ganaron la guerra. Y me contrata para demostrarme su poder… no… no debo pensar así.

Cuando salí eran cerca de las 21:00. No sabía si ir hacia allá, o regresar a casa a encontrarme con mi chica. Llamé a un par de amigas para ver si podía ir acompañado a la manifestación o concentración. No localicé a nadie. No quise ir solo porque me daba miedo. Lo reconozco. Uno de mis máximos temores son las masas de gentes. Aborrezco la irracionalidad que parece necesaria para que un colectivo permanezca unido. Detesto la simpleza a la que se reducen las cosas para aglutinar diferentes opiniones, ese máximo común divisor que es tan pequeño que acaba por ser ridículo. No soporto el insulto, el abucheo vacuo, la descarga de adrenalina que supone sin generación de acción. Y la acción que, alguna vez, se produce, suele ser violenta, porque no queda otra.

La acción violenta, ayer, fue en respuesta a la siempre violenta represión policial, no siempre legítima, abusiva en gran parte y muy politizada en otras ocasiones, como ayer: pulso del gobierno contra la oposición popular, no la oposición partidista que no es verdadera oposición pues en lo esencial coinciden.

Acción violenta hace falta. Mucha falta.

Yo no lo haré, no puedo, no quiero. Pero sé que hace falta.

Ayer pensaba que una violencia más estratégica habría sido delinquir en múltiples lugares alejados del congreso simultáneamente a los actos más violentos de la policía. Delinquir de cualquier modo, aunque preferiblemente con aquellos delitos que no afecten a otros trabajadores o compañeros de esta lucha social, casi de clases que se está entablando: botellón, porros, carreras incontroladas de gente por las calles, cortes de tráfico en diversos puntos, asaltos a edificios más o menos emblemáticos: bancos, oficinas de empleo, administraciones públicas en general… de manera que la policía no pudiese estar en varios sitios a la vez.

Esta crispación acabará mal. No tiene otra forma de terminar. El adormecimiento parece haber empezado a disolverse, como bruma ante el sol.

¿Qué pasará ahora?

Pensamiento salvaje

Ayer

iba en el metro
volvía de Atocha Renfe
y subimos (ahora Carmen y yo) a un vagón
donde había unos hombres
sentados en el suelo
bebiendo una cerveza
claramente ebrios
con un altavoz
en el que sonaba música
a todo volumen

ocupaban espacio físico
y acústico
que los demás
que íbamos en el vagón
perdíamos

no pensaban en mí
no pensaban en Carmen
no pensaban en nadie
salvo en ellos

y me acordé del problema del abusón
y de lo difícil que les resulta
a los que piden algo de dinero
con su música
hacerlo molestando
un poco
o no tan poco

pensé en llamar a seguridad
pero eran pocas estaciones
y acabaría siendo más cansado
hacerlo
que soportarlo

supongo
que un momento de cabreo como ese
no me sorprendió
imaginarles
cayéndose
teniendo un problema físico
para el que pudiesen necesitar ayuda
mi ayuda
y a mí
ignorándoles
negándoles
la mía
viendo su muerte
sin intervenir en lo más mínimo por evitarla
e
incluso
alegrándome
o
cuando menos
no lamentándola

se bajaron en Sol (Galaxy Note)
se les cayó
un euro
y
por supuesto
no les avisé.

Facebook y el derecho a la intimidad

Hay un gran número de mis amigos (de facebook, lo que podríamos llamar facemigos) que han decidido publicar la siguiente nota en sus respectivos muros:

ATENCIÓN: Cualquier persona, institución, empresa, agente, agencia de cualquier estructura gubernamental, incluyendo, pero no limitado al Gobierno Federal de los Estados Unidos, usando o monitoreando este sitio o cualquiera de sus sitios asociados, no tiene mi permiso para usar mi información del perfil, o cualquier parte de los contenidos que figuran en el presente sitio web, incluyendo, pero no limitado a mis fotos, o los comentarios sobre mis fotos o cualquier otra «imagen» del arte publicado en mi muro.

Se le notifica aquí que tienen estrictamente prohibido divulgar, copiar, distribuir, difundir o tomar cualquier otra acción contra mí con este perfil o muro y el contenido del mismo. Las prohibiciones anteriores también se aplican a sus empleados, becarios, agentes, socios, amigos, simpatizantes o cualquier personal bajo su dirección o control. El contenido de este perfil y muro es información privada. La violación de mi intimidad es penada por la ley. UCC 1-308 1-103.

Facebook ahora es una entidad que cotiza en Bolsa. Se recomienda a todos sus miembros que publiquen un aviso similar a este, o si lo prefieren, pueden copiar y pegar esta versión. Si no publican dicha declaración al menos una vez, indirectamente están permitiendo el uso de elementos como las fotografías y la información contenida en las actualizaciones de su estado público.

Y no alcanzo a entender por qué siguen en Facebook, con una cuenta que se creó con la intención de ser de información pública, de propiedad privada (de FaceBook Inc.). No entiendo qué importa que cotice en Bolsa para la gestión pública de la información que aporto a la empresa.

No alcanzo a entender a qué ley se refiere ese UCC… que tenga aplicación internacional, cuando estamos tratando con una empresa que se ha de circunscribir a la legislación de EEUU (con alguna restricción adicional que puedan imponer los demás países).

¿Cómo impedir que usen o monitoreen la información que uno, libre y voluntariamente, pone al alcance de todos o casi todos? porque por muy privado que se pretenda hacer, es un patio, es un lugar o espacio público y cómo tal hay que entenderlo.

Pero ¿acaso no estamos publicando (haciendo público) cada una de las entradas o comentarios o fotos que «subimos» a esta empresa que dispone de un servicio público de muestra pública de nuestras entradas, comentarios y fotos?

Yo no lo acabo de entender. ¿No sería preferible no publicar nada de esta manera, es decir, contrayendo una relación mercantil con una empresa privada que se dedica a publicar y, en cambio, tener una estructura propietaria a la que ceder acceso a quien se desee con las restricciones consecuentes de la legislación vigente en el lugar de residencia de quien publica y del lugar de alojamiento del servidor?

Quien está tan obsesionado con la gestión de nuestra información autopublicada y que trata de manera más o menos abusiva FB (y entidades comerciales y/o gubernamentales asociadas), debería plantearse la tarea de instalar un servidor propio (contratarlo es algo que implica una confianza con la empresa que vaya a alojarlo) y una IP fija, una gestión de derechos de acceso a determinados recursos publicados en Internet desde ese servidor, una gestión de tráfico, de derechos de tráfico nacional e internacional, etc… que creo que desborda a más de uno. Pero es posible. Es más, se puede contratar. O contratar a quien lo realice.

Pero FB es lo que es. No pretende engañar a nadie. Es una empresa que vive de que deseamos publicar nuestras propias cosas con el fin de hacerlas públicas (en un ámbito más o menos discutible). No tiene posibilidad de ser de otra manera.

Y, en resumen: Publicar esta declaración al menos una vez, permite el uso de la misma, que es un elemento informativo contenido en las actualizaciones de su estado público.

Si no deseas publicar, no publiques. Estoy pensándome esto de seguir en FB… pero no sé si por culpa de FB o de la inocencia, a veces torpe, de algunos de mis facemigos.

Exposición de arte recauchutado

Ayer, que era nuestro aniversario, Carmen y yo divagamos por la ciudad, caminamos sin rumbo, viendo y viviendo algunas experiencias y lugares (o lugares y experiencias) adorables de esta villa que habitamos con sumo placer y delectación.

Comenzamos dando un garbeo por los alrededores de nuestro barrio, después fuimos yendo hacia la Puerta de Toledo y yo le sugerí que nos acercásemos a la exposición cuya inauguración me había perdido el día anterior.

Se titulaba Re-Encuentros de Arte y Naturaleza y ocurría en la Ronda de Segovia, 34, Madrid, en un centro cultural de la Comunidad de Madrid.

Por supuesto, no había nadie viéndola pues salvo para cubrir el expediente de la inversión que hace la comunidad en el soporte mínimo de las prácticas artísticas, no tenía el más mínimo valor. Ni siquiera documental, pues se desmontará sin dejar una huella de su existencia.

Pero lo que no me gustó fue que se expusiera como si fuese obra plástica, como si se tratase de una tradicional exposición de pintura o fotografía o arte más o menos convencional y objetual, cuando se trataba de documentación. Sí, quedaba dicho en la entrada o en el folleto que se permitía recoger para visitarla, pero no en la forma en la que estaba montada.

Si se trataba de documentar el trabajo (muy bueno en muchos casos) de quienes habían estado durante un periodo de tiempo en una residencia de Guadarrama creando obras en su inmensa mayoría, poveras, conceptuales y efímeras, con una componente performática indudable, no estaba logrado, pues la mejor manera habría sido la elaboración de un soporte adecuado para la pervivencia del documento, como podría ser un catálogo, un libro o, más acorde con la mayoría de los formatos, un vídeo o, idealmente, una página web con contenido multimedia.

Pero no, la incomprensión de este tipo de artes lleva a crear la necesidad de mantener una obra física, objetual, expositiva, que pueda ser vista sin el esfuerzo de estar en Guadarrama, sin el compromiso de asistir a un evento, edulcorada la asistencia con una, seguro, divertida inauguración regada de vino y panchitos.

Y, sin embargo, se presenta como si el documento, el residuo, el refrito, fuese la obra. Y no. No lo es. Es inadmisible y vergonzoso. Es indecoroso. Es deshonesto. Destroza los intentos por avanzar en un arte que reivindicaba (como el de todos los participantes en Guadarrama o casi todos) un formato efímero, una desmaterialización de la obra que no se acaba de tolerar. Pero hay que defenderla… o dedicarse a otra cosa. Si esa reivindicación no se considera adecuada, no hay porqué trabajar en esa línea, hay pintores, grabadores, escultores, artistas plásticos a los que respeto sobremanera que no pretenden seguir esa tendencia a la desmaterialización. Y es más que correcto. Pero son honestos.

Lamentablemente, no puedo decir lo mismo de lo que vi ayer.

Al menos, alguna que otra persona, algún que otro colectivo, tuvo la decencia de intentar hacer algo instalativo con valor propio, una obra nueva a partir del material que trajo del lugar en el que había estado, generando una pieza única e independiente de la que había realizado en Guadarrama. Inspirada en aquella, pero no un mero documento, sino una pieza mostrable en una exposición de arte, como anunciaba la entrada. Al menos mi amiga Natalia, que me había invitado al evento, fue una de las que, seguramente consciente de ello, trabajó en esta puesta en escena, en esta creación.

Lo demás, ni creación ni re-creación, era un mero espectáculo de indecencia mostrando como obras fotografías o vídeos de lo que sí que habían sido obras (repito, en ocasiones muy, muy, interesantes).

Pero el pensamiento crítico y la consciencia son la base del arte contemporáneo. Sin ellos, un orinal es solo un orinal.

Ayer, estuve en un refrito de orinales.

Los detritos habían sido mucho más interesantes.

Lo Neutro (I)

Ayer terminé de leer saboreando durante largo tiempo el libro «lo neutro» de Roland Barthes.

Se puede conseguir un ejemplar eBook o en papel, aunque es más caro. Seguro que hay otros lugares donde conseguirlo, porque creo que en Casa del libro está agotado.

Sinopsis

Esta obra comprende las notas de cursos y seminarios dictados por el autor en el collège de france en el periodo 1977-1978, en el anterior volumen, cómo vivir juntos. Simulaciones novelescas de algunos espacios cotidianos presenta el trabajo realizado durante el primer ciclo (1976-1977) e incluye dos seminarios. El autor asume la intención de hablar sobre la incógnita que siempre lo había desvelado, lo neutro, o mejor, el “deseo de lo neutro”, como pliegue íntimo y como categoría mayor que desestabiliza todas las categorías y todos los sistemas; lo neutro como llave maestra, como principio crítico, peligroso y desquiciante, una promesa nunca cumplida de la novedad más radical, aquella que permite liberar al pensamiento de su costumbre y de su condena clasificatoria. Este seminario es el más sutilmente marcado por la autobiografía personal e intelectual.

Es enjundioso y, por momentos, puede hasta parecer pedante. Pero ha sido una de las lecturas más interesantes que siento haber leído en los últimos años.

De cuando en cuando, iré escribiendo pequeños textos que me parecen especialmente significativos, aunque sin el contexto apropiado pierden gran parte de su valor.

De Banchot cita: «No pido que se suprima la fatiga. Pido ser conducido a una región donde sea posible estar fatigado» – > Fatiga = reivindicación agotadora del cuerpo individual que pide el derecho a descanso social. […] Cada uno debería hacer inventario de sus fatigas. […]

El mundo actual está lleno de ellas (intervenciones, manifiestos, firmas, etc) y es por eso que resulta agotador: dificultad de flotar, de cambiar de lugar. (Sin embargo, flotar, es decir, vivir un espacio sin fijarse en un lugar = actitud del cuerpo más descansada: baño, barco…)

Mineros

[youtube_sc url=http://youtu.be/pWd35SMlVSA]

Letra de Antonio Molina

Yo no maldigo mi suerte porque minero nací
y aunque me ronde la muerte no tengo miedo a morir
no me da envidia el dinero porque de orgullo me llena
ser el mejor barrenero de toda Sierra Morena
de toda Sierra Morena.
Bajo a la mina cantando porque sé que en el altar
mi mare queda rezando por el hijo que se va
y cuando siento una pena
lanzo al viento mi cantar.

Soy minero, y templé mi corazón con pico y barrena
soy minero, y con caña, vino y ron me quito las penas
soy barrenero porque a mi nada me espanta
y solo quiero el sonido de una taranta
Compañero, dale al marro pa cantarle mientras al niño
que al compás, del marro quiero repetirle al mundo entero yo
Yo soy Minero

Compañero, dale al marro pa cantarle mientras al niño
que al compás del marro quiero repetirle al mundo entero yo
yo soy minero.

Con Modificaciones de Giusseppe Domínguez

Yo no maldigo mi suerte porque banquero nací
y aunque me ronde la muerte no tengo miedo a morir
no me da envidia el dinero porque de orgullo me llena
ser el mejor financiero de toda Sierra Morena
de toda Sierra Morena.
Bajo a mi banco cantando porque sé que en el altar
mi mare queda rezando por el hijo que se va
y cuando siento una pena
lanzo al viento mi cantar.

Soy banquero, y templé mi corazón con pico y barrena
soy banquero, y con caña, vino y ron me quito las penas
soy financiero porque a mí nada me espanta
y solo quiero el sonido de una taranta.
Compañero, dale al marro pa cantarle mientras al niño
que al compás, del marro quiero repetirle al mundo entero yo
Yo soy banquero.

Compañero, dale al marro pa cantarle mientras al niño
que al compás del marro quiero repetirle al mundo entero yo
yo soy banquero.

Y otro ejemplo dramático, esta vez con letra de Victor Manuel:
[audio:https://giusseppe.net/blog/wp-content/uploads/2012/07/11-La-planta-14.mp3|titles=Victor Manuel – En la planta 14]

En la planta catorce del pozo minero
de la tarde amarilla tres hombres no volvieron
hay sirenas, lamentos, acopasados aies
a la boca del pozo.

Dos mujeres de luto anhelando dos cuerpos
y una madre que rumia su agonía en silencio
es el tercero.

A las diez la luna clara
se refleja en las sortijas del Patrón recién llegado
con sombrero, gravedad y su aburrido gesto.
El ha sido el primero, vendrán gobernadores
alcaldes, ingenieros.
tratarán de calmar,
la presentida viuda que se muerde el pañuelo
no sabrán acercarse a la madre que les mira
con los ojos resecos.

A las doce el patrón mirara su reloj
los otros ya se fueron
y en un punto y aparte esbozará un fastidio
mientras piensa ¿pero donde están estos?

Ha llegado otro relevo de bomberos
y la una menos diez era la noche
el primero muerto
Sentados en el suelo, los mineros
se hacen cruces y reniegan de Dios
quién diría les pillara de sorpresa la tragedia repetida
a veces el más bravo se le queda
mirando fijamente al patrón
con dientes apretados
Y el patrón con sombrero,
tiene dos policías a su lado no hay cuidado

Tres horas lentas pasan
a la luz de las linternas asustadas
el cura con los ojos arrasados
al segundo le va uniendo sobre el pecho las manos
y un chaval de quince años
mientras llora impotente se abraza contra un árbol
y el chófer del patrón con su gorra de plato
se siente desplazado, es un hombre prudente,
bien domado.

El rocío ha calado hasta los huesos cuando sale el tercero
le recibe con sonrisa gris azul la madrugada
y con voces los mineros
mientras se abrazan todos y uno de ellos
el mas fiero por no irse al patrón
llora en el suelo.

Otra versión imposible:

En la planta catorce del pozo banquero
de la tarde amarilla tres hombres no volvieron
hay sirenas, lamentos, acopasados aies
a la boca del pozo.

Dos mujeres de luto anhelando dos cuerpos
y una madre que rumia su agonía en silencio
es el tercero.

A las diez la luna clara
se refleja en las sortijas del Patrón recién llegado
con sombrero, gravedad y su aburrido gesto.
El ha sido el primero, vendrán gobernadores
alcaldes, ingenieros.
tratarán de calmar,
la presentida viuda que se muerde el pañuelo
no sabrán acercarse a la madre que les mira
con los ojos resecos.

A las doce el patrón mirara su reloj
los otros ya se fueron
y en un punto y aparte esbozará un fastidio
mientras piensa ¿pero donde están estos?

Ha llegado otro relevo de bomberos
y la una menos diez era la noche
el primero muerto
Sentados en el suelo, los banqueros
se hacen cruces y reniegan de Dios
quién diría les pillara de sorpresa la tragedia repetida
a veces el más bravo se le queda
mirando fijamente al patrón
con dientes apretados
Y el patrón con sombrero,
tiene dos policías a su lado no hay cuidado

Tres horas lentas pasan
a la luz de las linternas asustadas
el cura con los ojos arrasados
al segundo le va uniendo sobre el pecho las manos
y un chaval de quince años
mientras llora impotente se abraza contra un árbol
y el chófer del patrón con su gorra de plato
se siente desplazado, es un hombre prudente,
bien domado.

El rocío ha calado hasta los huesos cuando sale el tercero
le recibe con sonrisa gris azul la madrugada
y con voces los banqueros
mientras se abrazan todos y uno de ellos
el mas fiero por no irse al patrón
llora en el suelo.

Identidad virtual

Personalizamos y nos identificamos con dispositivos, como cuando decimos que me he quedado sin batería como si mi móvil fuese todo mi yo, como si realmente tuviese o tuviésemos (pasar de plural a singular es para disminuir la omnipresencia de mi ego) una batería química que se carga y se descarga aunque no queda nada claro de qué manera se almacena esa carga (presumiblemente) energética.

Nos cargamos en vacaciones, nos descargamos en el trabajo y, alguna vez y es más grave, con algunos amigos nos descargamos…

Decimos estar sin conexión o frases como no tengo cobertura (y no de la seguridad social) como si uno de nuestros dispositivos encargados de conectarnos o cubrirnos no lo estuviese haciendo, pero ¿a qué nos conectamos?

Y entonces surge lo sorprendente: respondemos que nos conectamos a Internet o a una red de telefonía móvil y nos olvidamos de que eso es solo el medio y no el fin: ¿a qué deseamos conectarnos? ¿a otros dispositivos o a otros seres humanos?

Confundimos el medio con el fin (en temas económicos es aun más obvio y dañino) y lo peor es que acabamos olvidando el fin, nos quedamos sin objetivo y nos agobia que no funcione el medio hasta que, habida cuenta del error mencionado, nos sentimos aislados, solos, inconexos.

Pero no lo estamos: basta con mirar a los ojos a quien tienes cerca para darse cuenta de que, con la verdadera conexión, es imposible desconectarse del mundo.

Burka

Sé que se supone que es un signo cultural, una manifestación de la expresión de una religión… pero no lo soporto. No me gusta nada ver a una mujer (asumo que es tal) enfundada en uno de estos vestidos castradores, limitadores del acceso a la belleza natural de su cuerpo.

Me da igual no ser tolerante en esta cuestión. Cada día me gusta menos ver la desigualdad sexual que discrimina en tantos y tantos aspectos a la mujer frente al hombre, pero esta forma tan manifiesta de sumisión, de segregación, me parece despreciable.

No puedo aguantarlo.

El otro día, el sábado, Carmen y yo estábamos tomándonos un delicioso kebab en un bar-restaurante posiblemente turco de la plaza de Ópera cuando se acercó y entró una mujer (asumo que era tal) acompañada hasta decir custodiada por un grupo de 3 hombres que la flanqueaban bajo la negritud infinita de esa maldita prenda.

No podía dejar de mirarla. No podía dejar de sentir que se estaba cometiendo un atentado delante de mis narices y que yo no estaba haciendo nada por evitarlo. No quería seguir allí y trataba, no obstante, de intentar comprenderlo, buscar una razón para tolerarlo, para admitirlo… pero no la encuentro. No la puedo encontrar. Y ya no deseo hacerlo.

No se trata, tampoco, de decir que se vayan a su tierra… pues para mí esto no tiene mucho sentido, podría ser española, ser fan de la roja… y aun así, me daría igual, no lo soporto. No es su nacionalidad (que no sé) ni su religión, sino la sumisión que supone, la aceptación de la desigualdad como algo inherente al ser humano y su distribución en géneros, donde uno de ellos queda completamente invisible… opacado por el negro más negro que concebirse pueda.

Por más que intento divertirme imaginando que es un lugar perfecto para un transexual que no desee salir del armario, o para un hombre que desee ser ignorado, o para cualquiera que desee mantener un anonimato oscuro, por más que piense en la poca imaginación que deben tener los que aducen que, de este modo, se reduce la sugestión carnal, la seducción por los encantos naturales de la mujer… yo pienso, al contrario, en ricos encajes y otros aperos fetichistas bajo la carcasa muerta.

He llegado a concebir hasta desear diseñar un burka que no deje ver el pelo, que no deje ver la piel… pero que los 2 agujeros que tenga sean sádicos en un sentido literario de la palabra.

Pero, por más que lo intento, no dejo de ver un problema, no ya de integración, sino de violencia y sometimiento, de esclavitud, de agresión… más o menos consentida, pero agresión, discriminación, violación de derechos… No deseo soportarlo.

¿Significa esto que creo que en la sociedad occidental (cultura occidental: vinculada a la evolución del cristianismo, atravesado del laicismo ilustrado, aunque en menor medida de lo que yo desearía) no hay discriminación?

En absoluto. También hay discriminación, hay sumisiones, hay violencia de género… pero la medida es diferente y, además, se tiende a ver como una cuestión a reducir… o eso espero.

¿Es esto un problema de integración cultural?

Bufff… ¡pues no nos queda nada!

Esto no es una broma