Mi uso de Instagram

A veces creo que debería usar un poco más (o mejor) las redes sociales para conseguir más alumnos, o vender mis servicios como artista o como editor… y otras veces me da tanta tanta tanta pereza que cuando me encuentro un artículo que me dice que se puede (a duras penas, según el articulista) estar una semana sin redes sociales me da por hacer una consulta para ver mi uso de Instagram y obtengo resultados «escalofriantes».

Cada día que pasa da más pereza utilizar Facebook

El otro día tardé un rato en encontrar una categoría en la cual pudiese encuadrar un evento como el de nuestros queridos y mensuales N’Clave de Po(esía).

Pues está claro que algo tan sencillo como «cultura», o «lectura» o, para pedir más, «poesía» no iba a estar entre las posibles para elegir. Hube de clasificar el evento como de Artes Visuales, aunque en realidad tiene poco de visual.

Pero además de pasar por ese pequeño cementerio de elefantes en que esta red social se está convirtiendo, me encuentro con lindezas como un mensaje que me dice que «soy una perra hambrienta…» y no sé si reír o si llorar.

Obviamente, sé que es el SPAM y no me preocupo más de lo necesario, pero es terrible que exista este lenguaje y que la red social censure otras tonterías similares. Ay… qué pereza es esto de utilizar redes sociales. ¿Me estaré haciendo a-social?

Re-presentación

Esto que veis no es una foto, es una pintura en acrílico y óleo sobre lienzo titulada «Cabello mojado» por Johannes Wessmark en 2019.
Una pasada.

Que sí, que está muy bien pintada, pero sentiría tener que contrariar a quien ha publicado esta afirmación en una red social.

Esto que veis sí es una foto (ya sea escaneo o fotografía del original), y no es una pintura en acrílico ni óleo.

¿Sabremos distinguir entre presentación y representación?

¡De hecho, sólo le faltó afirmar que esto que vemos es una piscina!

Facebook y 10 años después…

En enero de 2012 escribí el siguiente texto cuando cerraron Megaupload sin más causa que la de que albergaba contenido pirata, sin tener en cuenta que personas como, por ejemplo, yo, lo usaba sin albergar nada que fuese piratería, sino creaciones propias o de dominio público.

¿Estaré ahora fichado por haberme atrevido a entrar (intentar entrar) en una web criminal? ¿Tengo tratos con el demonio y no lo sabía? ¿Qué habrá pasado con la copia que tenía albergada de los documentos de Wikileaks? Estamos cerca de ver el final de una era. Se avecina mucha, mucha censura.

Pero esta semana, 10 años después de aquella publicación, Facebook, ese «garante de la libertad de expresión», ese «inocente lugar donde publicar confidencias», ese «defensor del derecho a la intimidad», me recuerda que en enero de 2012 publiqué una foto (una imagen en realidad que no es una fotografía, sino una captura de pantalla) y me dice que si quiero compartirla…

La ironía de este acto inconsciente no se me escapa, así que la comparto con la siguiente parrafada que, en enero de 2032, facebook me recordará que publiqué en esta semana… Refritos…

Facebook no es un ser humano. Lo sabemos. Es una aplicación que gestiona la información casi sin darse cuenta de lo que hace (con directrices, claro y claras, pero inconsciente) así que me recuerda que ya anticipábamos hace 10 años que su censura era sibilina.

Nada nuevo bajo el sol. Nada inesperado.

Pero me hace tanta gracia que para FB cualquier imagen sea «una foto», «un recuerdo» que no puedo sino acordarme de esos androides (nexus) que guardaban como oro en paño su puñado de polaroids por el que estaban dispuestos a matar o morir.

¿Existirá FB en 2032?

estepicursor

imagino un estepicursor rodando sobre fondo blanco con toques de azul…

facebook en caída libre, antes de existir en un metaverso paralelo(s), está dejando de ser una plataforma líder en lo que a redes sociales se refiere, como anteriormente pasó con MSN u otras por el estilo.

solo se ven pasar viejos dinosaurios ante la pantalla, estepicursores digitales que necesitan una banda sonora de Ennio Morricone, un spaghetti western con duelos verbales verborreicos proverbiales, una obsolescencia improgramada se ha apoderado de sus servidores, y de un servidor que ve, agotado, el paso del tiempo y cómo esto quizá exija una nueva migración a países cálidos, sean o no miembros de la misma parafernalia, como sería instagram, donde llevo sin publicar más de un año seguido, viendo que sólo es un escaparate para egos necesitados de ensalzamiento, como el mío.

el otro día saltó otra voz de alarma cuando mi querida amiga Ana Matey dijo que iba a dejar la red para solo publicar en instagram. yo me pregunto si no dejará pronto aquella otra para publicar en tiktok o en cualquier otra cosa, pinteréstica de poco interés para mí.

sigo sintiendo cómo se viene la muerte, tan callando, como Manrique vaticinaba, y habito o vivo en un mundo que ya no existe, la impermanencia es lo único que pervive, que permanece constante como f(x)=3, que nos enterrará a todos y todas nuestras cuitas.

¿Tontería o micromachismo?

¿Es casualidad que el único emoticono para expresar sentimiento que lleve melena larga y lápiz de labios sea «hermoso»?

No entro a comentar el género gramatical, que habitualmente no me habría chirriado, pero esta forma de ver a las mujeres como meros objetos decorativos (hermosos), sí que me parece algo machista. Aunque no estoy con ganas ni siquiera de comentarlo pues es tan cansado sentir que no es mi guerra, aunque sí lo sea…

Todo haiku es un discurso

¿UN DISCURSO POR LA LIBERTAD ES UN HAIKU?

Alguien se preguntaba esto, así, en mayúsculas, en una red social, en un grupo dedicado al comentario del haiku, y me ha dado por responder, pero no en la misma red social, espacio de ruido donde los haya, sino en este diario personal que apenas tiene lecturas.

en el discurso
la libertad escapa
pero no el haiku

ante la duda
todo haiku es discurso
y es libertad

girls-boys

Así, sin más, me acaban de dar ganas de comprar en grandes, en enormes, empresas en lugar de pequeños comercios locales, que, parece, mantienen a las «chicas» en clases de danza, mientras los «chicos» juegan a algún deporte competitivo.

¡Qué asco de cartel!

¿A quien puso este cartel motivador en una red social no le dio por pensar en el resto del mensaje?

Será, supongo, demasiado pedir que sea seria una publicación en red social. Soy tan ingenuo…

Esto no es una broma