fotografia
Fotos de líneas, composiciones…
Me encantan las fotografías como esta, de límites claros, de líneas y composiciones espaciales tan definidas, bien enmarcadas, con la luz adecuada, con una equilibrada mezcla de colores y conteniendo texto, por casualidad. Los edificios son tan bellos cuando se piensa en ellos como geometría espacial…
Esta foto está realizada en nuestra estancia en Basel, durante el encuentro de arte en el que fuimos programados, en el off del mismo.
Carmen y yo teníamos un billete para viajar por la ciudad durante tres días en todos los transportes públicos que deseasemos usar y llegamos hasta el lugar en el que se montaría la feria, casi por casualidad. Me gustó el edificio, claro, diseñado por Vom Herzog & de Meuron, que me recordaba la impactante belleza del edificio que había visto de Frank Gehry.
Libros Agotados
¿Agotados por cansados o por terminados?
¿Cómo un libro está cansado? ¿De qué? ¿De ser leído? ¿De no serlo? ¿De aguantar tantas letras en sus lomos? ¡Ay, que no doy con una respuesta convincente!
Si están terminados… ¿Cómo es que los tienen? ¿No se trata de una contradicción? ¿Una broma?
No pude dejar de fotografiar ese pequeño estante de libros en la calle. Un misterio insondable había tras las palabras del rótulo.
Notas de acciones y otras cosas
Instalación
Oír a otra persona usando un «medio» en directo y en persona. Algo así como usando auriculares aislantes y sendos micrófonos conectados a un aparato que, eventualmente, graba. Podría ser online/skype, con dos portátiles enfrentados.
Recordar la instalación de una pieza de música clásica conocida, por ejemplo, la novena sinfonía de Beethoven, asociada a un ecualizador gráfico. Sala a oscuras. Solo debe ser visto el ecualizador. No oír nada, o, en su defecto, conectar auriculares con sonido de mar que no corresponda al movimiento de luces del ecualizador.
Relación entre música y números y bits. Más o menos como entre líneas, fotogramas y películas. Recordar la música de Ryoji Ikeda. Insertar líneas en fotogramas montando un audiovisual que relacione esa música con la frecuencia de aparición de las líneas, su disposición espacial, vertical preferiblemente, y su grosor o color.
Acción: Abrir 27 puertas en 1 día. Escribir (o poner de algún otro modo) una letra por puerta.
Fotografía
Fotografiar copas con distintos líquidos o sólidos. Quizá también algún gas, visible o invisible. 27 Fotografías.
Fotografiar mesas con distintas cosas a modo de bodegones, con una descripción adyacente. Montar dípticos con las fotografías (cuadradas) junto al texto (en caracteres monoespaciados) escrito en blanco sobre negro.
Escritura y palabra
Empezando a contar algo sin saber el qué (al modo de Conferencia sobre nada, de John Cage) y terminar cuando se acabe la luz solar.
Escribir palabras de atrás hacia adelante hasta finalizar con el comienzo.
Escribir varias personas los avatares de varios personajes que se cruzan en un punto común. Punto de partida para un proyecto de escritura colectiva, quizá para un taller de poesía.
Usar un relato ya escrito y sustituir todo lo poesible por otras cosas hasta que sea completamente nuevo. Ya he realizado algo similar con poemas (de Paul Eluard) pero ver qué tal funcionaría con un relato.
Escribir distintas anécdotas en cartas y barajarlas. Repartirlas.
Recortar la segunda línea de cada artículo de periódico del último año y juntarlas. Modificar mínimamente la gramática para que concuerden y presentarlo como un artículo periodístico nuevo, global, caleidoscópico, simultaneísta.
Hacer un esquema y un resumen de cualquier cosa y pedir «por carta» que unos desconocidos vayan aportando sus historias.
Realizar una serie de tablas de verdad escalables. Por ejemplo en formato vectorial. Mostrar que la verdad puede aumentarse de tamaño, pero no de verdad.
Sobre ciclismo: Mientras la policía no vaya en bicicleta, son patrañas. Las bicicletas son para el Verona.
Senado/r / Senes / Senectud
Ancianos sabios enfermos de las gens / gentes / familias. Genética y vejez. Relación.
Proyecto: Suelos.
Mi padre me decía que no mirase el suelo.
Hacer series de 27 fotos de suelos.
Referencia al proyecto líneas.
Texturas – Series. Mezclar con el proyecto Zoom.
Paredes. Fotografiar paredes. Distintas paredes. Letra / pared.
Mármol y chicle. Son materiales distintos, pero ambos son uniones de protones, neutrones y electrones… ¿o no?
A partir de Lo Neutro de Roland Barthes
- Texto La Naturaleza no existe donde hay verbo o palabra. El verbo creó la naturaleza. El logos. Demiurgo. Pero ¿creó la naturaleza o la idea de naturaleza en el ser humano?, es decir, ¿no insufló la palabra naturaleza en lugar del objeto?
- Ref. a Gorgias y su «Dios no existe», si existiese sería incognoscible, si existiese y fuese cognoscible, sería incomunicable. Maravilloso texto. Volver a leerlo.
- Ref. al Génesis. Verbo/Logos. Dios innombrable frente a Naturaleza nombrable. Las palabras se hacen para adueñarse de la naturaleza. El poder del nombre.
- Verbo = Hombre (Ser humano). Wittgenstein. Principio de incertidumbre -> Alteración de la Naturaleza por la mera presencia del observador, del humano, del acto de nombrar. Capturar = afectar.
2 momentos cerca de las torres de Madrid
Esta primera fotografía la realicé desde el tren, cerca de la estación de cercanías de Colmenar Viejo, recordando mi lejano proyecto. Eran las 10:30 del 1 de abril de 2013.
Ese mismo día, 1 de abril de 2013, acercándome al lugar en el que imparto clases de Química (y matemáticas) a mi alumna preferida, en el Barrio del Pilar, desde el Hospital Universitario de La Paz, donde me había bajado del autobús 725 proveniente de Colmenar Viejo. Eran las 18:45. Estaba al comienzo de la Avenida de Monforte de Lemos.
No te rindas
Soy un poco excesivamente crítico: veo este mensaje en una fotografía en una reputada red social y lo único que se me ocurre pensar es: sobra el nunca.
Sé que es deformación profesional, quizá, de escuchar, en mis talleres de poesía, calidad muy superior a la media de la expresión convencional, pero tampoco es para olvidar lo bonito del mensaje sin tanto análisis.
No sé dominar o apaciguar mi hemisferio racional, analítico y dejarlo dormir un rato mientras veo estas imágenes con eslóganes más o menos trillados y, además, redundantes. Pero creo que eso es justo lo que me convierte en buen coordinador de talleres literarios: este hemisferio trabaja dejando de lado el sintético o creativo, usándolo para cuando es estrictamente necesario, permitiendo que otros y otras lo desarrollen sin tener que atender a sus análisis.
Y esta deshumildad la afirmo hoy, después de que ayer estuviese en depresión (una bastante cíclica) por las bajas de mis alumnos de talleres de escritura que siempre (también innecesario, salvo por su valor enfático) me hacen cuestionarme, cuestionar si merece la pena defenderlos, si tiene sentido seguir luchando, si no sería más fácil y más cómodo rendirse, por fin, rendirse por algo que parece, en ocasiones, evidente: no interesan.
O no interesan los talleres que imparto o coordino o no interesa la forma en la que los hago o no interesa la manera de apuntarse, de inscribirse, de comenzarlos… desde hace casi 10 años me pregunto esto una y otra vez sin encontrar respuesta y sin que, en el fondo, me preocupe: los hago porque me apetece, los lucho y defiendo tal y como son porque es como desearía que fuese aquel al que apuntarme. Pero no todo el mundo es como yo.
Algunos días, el bajón es tal que casi me rindo… pero luego, después de una clase, una alumna/amiga me dice: «me cuesta salir del taller, me cuesta irme sin ti» y entonces todo vale la pena. En el fondo de mi corazón (o alguna otra víscera) se me arranca una lagrimita que me ilusiona de nuevo.
No, no me rindo. (¿Nunca?)
Carteles e imágenes subliminales
No sé si es que estoy muy salido (que creo que no) o que la publicidad sigue jugando con lo más básico de la sexualidad para resultar captora. El otro día, caminando por el metro, me encontré con este cartel y no pude evitar fijar mi atención en ese detalle que, espero, resulte evidente. Buscándolo ahora en internet, para esta entrada, me encontré otra imagen de no menos carga erótica… Es fuerte, ¿no?
Después de esto, recuerdo unas fechas en que di clases de diversas materias a una alumna que, según ella, quería ser policía para pegar a los negros. Le mostré, en una de las clases, esto de la publicidad subliminal, de la potencia de las imágenes, de la capacidad de generarlas o modificarlas, como cuando la llevé a ver una exposición de Chema Mádoz en la Fundación Telefónica y salió tan emocionada, tan conmocionada, diría, que decidió cambiar de futuro y dedicarse al diseño gráfico. Ahora trabaja en la imprenta de su familia como tal. Me da miedo pensar que debajo del cambio, siguió siendo la que deseaba pegar a los negros… Pero sonríe más y eso, siempre, me parece muy buen síntoma.
Ayer fue romántico
Como casi todos los días a su lado
y los que forman parte del sospechoso casi es porque no estoy a su lado.
Un miércoles más
nos fuimos a desayunar por ahí
(es una forma de salir muy barata, pero placentera)
y encontramos el Museo Romántico
aunque íbamos a encontrarnos con él
así que no es muy propio decir que lo encontramos
(¿o sí?)
y desayunamos en su cafetería
romántica
como no podía ser de otra manera
un par de desayunos
cada uno.
Dos fotos de ese momento lo atestiguan
y dos fotos posteriores
en nuestra casa
viendo una serie tras la comida
nos atestiguan
que el romanticismo
no se quedó en el museo
sino que lo llevábamos puesto
ayer
hoy
y mañana (seguramente).