Juegos con el teclado: Teclado

Que la palabra «Teclado» esté contenida en las teclas del teclado me parece tan fascinante como un Conjunto de Mandelbrot.

Por simple que parezca la composición de teclas, esta es de las que, curiosamente, suscita en mi mente los pensamientos más complejos.

Teoría de Conjuntos

Creo que antes de hablar de catalanes
y catalanas o de
castellanos y castellanas
o de españoles y españolas
o más allá
de europeos y europeas
y de derechas o de izquierdas
y progresistas o conservadores
o incluso
de votantes del PP
de votantes del PSOE
de votantes del UP
de votantes del ERC
de votantes del Cid
de votantes del VOX
de votantes del PSC
de votantes del PNV
de votantes del Bld
de votantes del …
sería conveniente saber un poquito
de teoría de conjuntos
así
aunque sea a nivel básico
de diagramitas de venn
para entender si hay o no intersecciones no nulas
o uniones imposibles
o todo lo contrario.

Sin saber de teoría de conjuntos
se corre el riesgo de asumir
que todo conjunto es disjunto
que todo par de conjuntos es independiente del otro
que todo individuo o elemento o individua o
pertenece o debe pertenecer a un único conjunto.

Y a mí que me encantan los conjuntos fractales
me resulta sumamente complejo comprender
tanto simplismo cabalgando mentes.

Fractales de Ozark

Si no se hubiesen «descubierto» los fractales, esos espacios de dimensiones fraccionarias que tanto me fascinan, este lago sería un buen momento para pensar que algo estamos haciendo mal a la hora de medir distancias.

A lo largo de la serie que me ha hecho descubrir este pedacito de tierra estadounidense, que toma el nombre del mencionado ensanchamiento del río Arkansas. Vista su primera temporada de 10 capítulos en la plataforma Netflix, que la ha producido, la trama transcurre en torno a un blanqueador de dinero que se ve perseguido y aliado al mismo tiempo por un cartel de la droga. Con similitudes indudables con la inmejorable Breaking Bad, va tomando su propios derroteros asentándose él y su familia en el paradisíaco y al mismo tiempo inquietante entorno paisajístico del lago que da nombre a la serie.

Costa de Gran Bretaña

Rednecks y traficantes mejicanos, una familia WASP, excombatientes de una de tantas guerras, pastores evangelistas milagreros, son solo algunos de los elementos sociales que combinados, en una especie de conflicto interclasístico, interracial, intercultural e incluso intergeneracional, cohabitan el espacio de la pantalla y de las líneas argumentales que tienen de único protagonista (quizá lo peor de la serie) a ese padre de familia que se ha visto obligado a ser más duro de lo que en principio es.

Olvidando el entretenimiento audiovisual, la localización es ese lago del que suelen decir que tiene más metros de costa que toda California y es ahí donde no pude por menos que mirar el mapa (Google Maps) y darme cuenta de que la longitud era una mala manera de mensurar «la costa», como ya antes que yo hiciera B. B. Mandelbrot.

Un Oxímoron es un Oxímoron

A pesar de que mi diccionario (el instalado en este maravilloso Linux que utilizo) no reconoce la palabra, de un tiempo a esta parte vengo observando que se dice con más frecuencia que antaño. Y no deja de sorprenderme, ya que es una palabreja que se las trae.

Ayer me encontré usándola para referirme a una entrada en el muro de una red social de una amiga que decía algo sobre las «falsas amistades«, a lo que contesté que se trataba de un «oxímoron», pues falsas y amistades no eran palabras que debieran ir juntas, sino directamente, una contradicción. Tentado estuve de usar esta otra palabra que me ha llevado, incluso, a pertrechar una acción de cara a un vídeo que hubo de sufrir mi amiga Aída.

Pero lo más divertido, es que, según wikipedia, un oxímoron es un oxímoron, en una definición etimológica de lo más sugerente, para quien resulten sugerentes los juegos de la recursividad, como es mi caso.

El término oxímoron es una palabra compuesta, un helenismo (neologismo) introducido en el siglo XVIII que une los lexemas ???? (oxýs: ‘agudo, punzante’) y ????? (morós: ‘fofo, romo, tonto’). Por tanto, él mismo es un oxímoron.

Según la RAE:

oxímoron. (Del gr. ????????). 1. m. Ret. Combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido; p. ej., un silencio atronador.

Ojos de pez

Solté las amarras del baro
y comenzó a hacer aguas.
Un pez entró en el barco,
me miró a los ojos
y entonces pude ver en los suyos
la profundidad del mar
y supe que era allí donde
estábamos zozobrando
en unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro…

Esto no es una broma