Aquí no estoy/estás

Basándome en un verso de Sara Mansouri Bellido («Y aquí estoy, perdida»), me apetecería hacer un libro de mapas (un atlas) situando la típica frase, pero invertida: Aquí no estoy, escrito sobre distintos mapas, preferiblemente en papel. Ya veremos cómo lo hago.

Otra opción sería una serie de mapas digitales en las que estuviera escrito ese texto. Lo importante, no obstante, es saber que no estoy ahí, o aquí, porque estoy, quizá, perdido en donde estoy.

A golpe de click

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de Gaza
de Ucrania

hoy no toca hablar
de Libia
de Mali
de Myanmar

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de Trump
de Ayuso

hoy no toca hablar
de Kierkegaard
de Maxwell
de Curie

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de lluvia
de catástrofes

hoy no toca hablar
de entropía
de urbanismo
de predictibilidad

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de mercado
de algoritmo

hoy no toca hablar
de sueños
de ensoñaciones
de proyectos

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de ejércitos
de banca

hoy no toca hablar
de utopías
de ornitorrincos
de teatro

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de IA
de OTAN

hoy no toca hablar
de risa
de ilusiones
de longevidad

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de memes
de noticias

hoy no toca hablar
de manuscritos
de códices
de libros

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de youtube
de tiktok

hoy no toca hablar
de vimeo
de linux
de lapiceros

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de fútbol
de tráfico

hoy no toca hablar
de poesía
de tresillos
de tapicerías

conversaciones a golpe de click
en las que cada día
me aburro más

tiempo

tiempo
tiempo
te invoco
para conseguirte
para abrazar la ilusión
de inmortalidad
pero sé
que no llegarás
hasta que quieras
darme
tiempo
tiempo

y será demasiado tarde
y seré demasiado tarde
y seré no ser
demasiado
y
tarde

tiempo
tiempo
tiempo
te invoco
para acurrucarme a tu lado
y tocarte los pies
y rodearte de besos
y acariciar tu nuca
y mejillear tu espalda
pero sé
que no hay tiempo
que no hay energía
que no hay velocidad
que no hay posición
que no hay
tiempo
tiempo
tiempo

ni posibilidad
de invocación
a una entidad inexistente
que tan solo
es atributo de mi devenir
hasta que llegue
hasta que roce
la parca que no abriga

tiempo
te invoco
para incordiarte
a la hora de la siesta
y saber que estás
abandonándome
despacio
hasta
caer
del
mar
a
tiempo
para vivir otra vida
sin tiempo
para vivir otra vida
sin tiempo
para vivir

Mantenimiento

no me gusta el mantenimiento

tener que trabajar
para las cosas
para mantener las cosas
para evitar que se deterioren
o que envejezcan

no me gusta el mantenimiento

de los sistemas operativos
de los múltiples ordenadores que tengo
de los múltiples ordenadores
que tienen personas a quienes quiero
y a quien
les mantengo los equipos informáticos
más o menos
al día

no me gusta el mantenimiento

de las instalaciones de las casas
que habito
que poseo en propiedad sacrosanta
que en realidad
es solo una
pero que hay que mantener
cada día más meticulosamente
apartada de su decrepitud
su decaimiento
a pasos agigantados

no me gusta el mantenimiento

de mi cuerpo serrano
que está para pocos trotes
y ni hablar ya de galopes
y que se desmorona
día a día
paso a paso
sin dejar dudas acerca de
la llegada del invierno

no me gusta el mantenimiento

de cuentas pendientes
de cuentas electrónicas
de cuentas contantes
de cuentas cortantes

no me gusta

no

no me gusta el mantenimiento

de lo matérico
queriendo ser etéreo
como rayo de luna
que habría que mantener
en vibración armónica
para que no degenere
en onda corta
o algo similar

no me gusta el mantenimiento

ni tan siquiera
la palabra
mantenimiento

que me induce a pensar
en mentira
en impermanencia
en mantenibilidad
en insostenible
en acabamiento
en arrobamiento
en otros mientos

y en mi caducidad

Concurso de poemas: «Poema de hasta 60 versos»

#!/bin/bash
# Escribe un poema de menos de 60 versos respondiendo al
# llamamiento del Concurso de Poesía Jesús Serra.
# Se trata de un certamen internacional de poesía
# organizado por Fundación Occident, y que este año
# celebra su XVIII edición.
#
# Pueden presentarse poemas de hasta 60 versos, de estilo y temática libre. 
#
# Esta es mi participación deseada, aunque no la enviaré
# por respeto a la seriedad del Concurso
# que se escribe con mayúsculas y cuya temática libre
# seguramente resultará acotada a las líricas sentimentales
# habituales que campan por doquier en esta escritura
# que parece no haber vivido la transformación
# de las vanguardias o haberlas olvidado como si fueran
# una pesadilla de la que escapar.
#
# Giusseppe Domínguez, M-20250311

echo -e "Poema titulado \"Poema de hasta 60 versos\"\n\n"

numero_maximo_de_versos=60;

for ((i=1; i<=$numero_maximo_de_versos; i++)); do
  echo -e "Verso que ocupa el número" $i
done

fecha=`date`
echo -e "\n\n\tFirmado por Giusseppe Domínguez"
echo -e "\t$fecha"

Esta es una de las salidas posibles de este poema-programa que me ha divertido realizar más que participar en ese concurso en el que no creo que participe.

Poema titulado "Poema de hasta 60 versos"


Verso que ocupa el número 1
Verso que ocupa el número 2
Verso que ocupa el número 3
Verso que ocupa el número 4
Verso que ocupa el número 5
Verso que ocupa el número 6
Verso que ocupa el número 7
Verso que ocupa el número 8
Verso que ocupa el número 9
Verso que ocupa el número 10
Verso que ocupa el número 11
Verso que ocupa el número 12
Verso que ocupa el número 13
Verso que ocupa el número 14
Verso que ocupa el número 15
Verso que ocupa el número 16
Verso que ocupa el número 17
Verso que ocupa el número 18
Verso que ocupa el número 19
Verso que ocupa el número 20
Verso que ocupa el número 21
Verso que ocupa el número 22
Verso que ocupa el número 23
Verso que ocupa el número 24
Verso que ocupa el número 25
Verso que ocupa el número 26
Verso que ocupa el número 27
Verso que ocupa el número 28
Verso que ocupa el número 29
Verso que ocupa el número 30
Verso que ocupa el número 31
Verso que ocupa el número 32
Verso que ocupa el número 33
Verso que ocupa el número 34
Verso que ocupa el número 35
Verso que ocupa el número 36
Verso que ocupa el número 37
Verso que ocupa el número 38
Verso que ocupa el número 39
Verso que ocupa el número 40
Verso que ocupa el número 41
Verso que ocupa el número 42
Verso que ocupa el número 43
Verso que ocupa el número 44
Verso que ocupa el número 45
Verso que ocupa el número 46
Verso que ocupa el número 47
Verso que ocupa el número 48
Verso que ocupa el número 49
Verso que ocupa el número 50
Verso que ocupa el número 51
Verso que ocupa el número 52
Verso que ocupa el número 53
Verso que ocupa el número 54
Verso que ocupa el número 55
Verso que ocupa el número 56
Verso que ocupa el número 57
Verso que ocupa el número 58
Verso que ocupa el número 59
Verso que ocupa el número 60


    Firmado por Giusseppe Domínguez
    mar 11 mar 2025 12:53:37 CET

 

Un regalo de J. SeaFree

Con esta bella cita de W. Vostel, más actual que nunca (¿o nunca ha dejado de serlo?), me llega este regalo postal cariñoso de J. Seafree que me tiene más afecto del que seguramente merezco.

Muy agradecido también por sus bellas palabras hacia mí, su: vivo en el centro del poeMAdrid, me ha gustado bastante.

Le he devuelto una misiva sellada de Poesía Programable, Serie Permutaciones que aún tengo por documentar y que surgió a raíz de un regalo que le hice hace años a Isabel Jiménez y que recientemente he utilizado para otro regalo personal para Adriana Calvo.

Cada ejemplar es único y hay dos «subseries»: a saber, la de los nombres y la de palabras genéricas. Pronto estarán documentadas… espero.

El cementerio de los bolis gastados

Tengo una cajita
que fue el paquete original
de un viejo reproductor de mp3
que tiene un cierre
cautivador
imantado.

Tengo bolígrafos
que gastan una ingente cantidad de tinta
porque son de punta
más gruesa de lo habitual.

Cada semana tengo que desechar
un bolígrafo gastado
que quiero conservar
para posibles acciones
o instalaciones.

Hace años planté varios
en una residencia artística
y no creo que hayan dado frutos
azules.

Tengo en mente rellenar
con tinta de calamar
unos cuantos
y escribir
poemas marinos.

Mientras tanto
los bolígrafos
van siendo enterrados
en lo que yo denomino
mi cementerio de los bolis gastados

esperando
algún tipo de resurrección.

Esto no es una broma