Soñé en ensamblador

Nunca he programado en ensamblador
y eso que se decía
en una época que ya ni recuerdo
que había que entender ensamblador
para comprender cómo una máquina
comprendía a los humanos.

Ni siquiera sé
y eso que podría buscarlo en internet
si se trata de un lenguaje compilado
o interpretado.

Cuando acabe este poema
leeré sobre ello e incluso
realizaré algún programa
que salude al mundo
desde mi máquina
con la que tanto me entiendo
con la que tanto me enciendo.

Pero hace unas semanas
soñé que tenía que preparar para Carmen
una coreografía de Tango
en ensamblador.

En el suelo
no sé cómo iba a hacerla.
En el sueño
no sé cómo iba a programarla.

Soñé que no la iba a tener a tiempo
e iba a decepcionar a Carmen
que estaba esperando
ese código ensamblador
no recuerdo para qué.

Nunca he programado en ensamblador
y eso puedo resolverlo
hoy mismo.

La decepción
sin embargo…

¿Y qué si tu infancia fue una mierda según la mayoría de la gente?

Tengo ya añitos encima como para que las fotos de mi infancia fueran en blanco y negro, aunque pronto comenzaron esas fotografías en color que amarilleaban rápidamente y que mi madre conserva con todo el cariño del que es capaz (que es mucho) en álbumes ordenados por año, mes y excursión u ocasión.

Pero discrepo completamente de lo que se entendía como una bella infancia, quizá porque nunca me gustaron los deportes, menos aún los de equipo, especialmente los equipos. Por supuesto, si me veía en obligación (solía ser así en esa «nostálgicamente idolatrada» infancia), prefería ser portero para no tener que andar correteando y poder quedarme a charlar con quien se acercase a la portería.

En cuanto pude (y fue bien pronto) me hice con mi primer ordenador, un viejo Spectrum 48K, que me abrió por fin la mente a un mundo completamente nuevo y prometedor. No envidiaba esas calles llenas de gente que jugaba a cosas con pelotas y agresividad en mitad de un escaso tráfico rodado.

Tenía unos 15 años. Eran los 80. Fue mi «movida» particular. Descubrí que podías hablar con una máquina. ¡Qué maravilla! ¡Por fin alguien me entendía! (Cabría decir que era alguien que me hacía caso o, incluso, que me obedecía… pero no sé si aquello era tan importante).

Un poco parecido a eso había sido mi relación (unos años antes) con el ajedrez. Algo comprensible, un juego serio, un juego relajado físicamente salvo para un cerebro que veía piezas moviéndose en un techo que no era un techo y sí un tablero imaginario en el que celebraba derrotas y victorias contra mí mismo (alusión a la preciosa miniserie de Netflix titulada Gambito de Dama).

Podía de repente hacer un programa en BASIC, sí, el viejo BASIC, que simulase una ruleta rusa y que tiñese de rojo la pantalla en caso de tener ¿suerte?. No tenía que explicarle a nadie que eso me resultaba estimulante, muchísimo más que perseguir un esférico por un parque plagado de baches en una tierra árida y hostil sin más objetivo que darle una patada.

Podía de repente saber que una máquina sabe interpretar señales binarias (ceros/unos) que le decían qué tenían que hacer y poco a poco me fue mecanizando comprendiendo que era una forma de cualificar el mundo (sí/no) en grupos básicos de pertenencia a conjuntos que mucho más tarde aprendí a ampliar con una gama discreta y después infinita de grises en una lógica que no era simplemente bievaluada. Podía saber que los humanos no éramos tan simples.

Podía de repente hacer que la repetición no tuviese sentido si no era programable. Paquetizar las operaciones de modo que pudiera afrontarlas más eficazmente para disponer de más tiempo, quizá para leer, que era mi otra gran pasión.

En aquella época no necesitaba ganar eficacia, pero sí senté las bases en mi cerebro para poder hacerlo más adelante.

Oh… pero lo mejor aún estaba por llegar.

Cuando descubrí que los ordenadores podían conectarse entre sí, formando redes que te permitían algo tan básico en aquella época como un comando TALK para hablar entre dos personas (quizá al otro lado no había una persona, pero lo parecía más que los que jugaban al fútbol en mi barrio).

Y llegó (para mí) la red de redes, la red que unía un millar de millares de ordenadores (en aquella época sólo ordenadores) y con ello extensiones brutales de ese básico TALK, para poder hacer lo que hacía en esa vieja portería (charlar), pero con personas afines a mí en todos los rincones de la única esfera que me interesaba, esa llamada mundo.

Me hice adicto (casi) al uso de usenet y los Grupos de Noticias, esos antiguos «foros» donde volqué mi ansia por conocer gente afín. Así, escribí hasta la saciedad en el viejo grupo «soc.culture.spain» que me sirvió de contacto con el mundo incluso cuando estuve viviendo en Australia, pero especialmente cuando estuve trabajando en empresas donde habitaba un millar de personas de las que consideraba que la infancia ideal (esa de la que no querían salir) era la del fútbol entre un montón de energúmenos que ocupaban el patio como si fuese suyo.

Me acabo de dar cuenta de que otra de las diferencias entre estas dos imágenes comparativas de las dos infancias es que en la «presuntamente» de mierda hay dos chicas y sólo hay chicos en la de blanco y negro. ¡Curiosa diferencia!

Creé o solicité la creación de es.alt.literature (creo recordar) y alguna otra agrupación donde esperaba conocer gente interesante. «Buscaba un alma que se pareciera a mí y no podía encontrarla» que diría Lautreamont.

Así fue pasando el tiempo y pude encontrar gente fuera de ese ámbito telemático que, literalmente, me salvó la vida, para hallarme rodeado de personas a la que quiero, pero no guardo más que buenos recuerdos de aquellos tiempos, esas conversaciones con BegoWhat4, alguna otra gente… y mi certificación de que fue cualquier cosa menos una infancia como la que otras personas consideran ideal y sin embargo me ha llevado a ser, hoy, una persona feliz.

Volvería a elegir la misma ruta que me ha traído hasta aquí. Y no me gusta mucho que se estigmatice como infancia de mierda aquella que tuve solo por el hecho de que no es la que tenía que tener… según no sé «qué mierda» de patrones.

Tuve suerte.

Dictionary of the Spanish language Text Analysis

El 20 de agosto de este «peculiar» 2020 recibí un simpático correo electrónico de un hombre llamado «Germán Andrés Segura Tinoco» que me decía:

Buscando en Internet, encontré en su website el diccionario de la RAE en modo texto plano, el cual me pareció genial y quisiera usarlo en un proyecto personal (sin fines de lucro) y publicar el resultado en mi GitHub, en donde tengo mis proyectos de informática públicos.

Por lo tanto, quería preguntarle, ¿cuál es la forma correcta de citarlo o de darle agradecimientos?

No es la primera vez que me pasa algo así desde que realicé el trabajo de recopilar todas las palabras (tecleándolas) del diccionario de la RAE para aquel, lejano ya, proyecto de Isidoro Valcárcel Medina. Sin ir más lejos, el año pasado una persona desde Chile me decía que lo estaba usando para «enseñar a hablar» a una máquina. Así como la gran colaboración que realicé dentro del interesantísimo proyecto de Marta PCampos 1914-2014 sobre las palabras que habían desaparecido del diccionario en esos 100 años. Su precioso trabajo que yo denomino «Palabras Muertas».

Yo le respondí cortésmente con un email ese mismo día diciéndole:

Por supuesto eres libre de usarlo en un proyecto personal sin ánimo de lucro o, incluso, remunerado. Son las palabras de la RAE… es decir, de todos, que yo tan sólo he tecleado (ante la imposibilidad de conseguir una versión digital).

Puedes citarme como te dé la gana, pero agradecería que citases mi nombre y website:
Giusseppe Domínguez https://www.giusseppe.net

Te envío, no obstante, una entrada del blog con una versión lo más actualizada posible (en Mega) y no me responsabilizo de posibles errores… que voy corrigiendo, pero que seguro que alguna quedará. Si necesitas algún tipo de «sección» del mismo o alguna cosa curiosa… puedes decírmelo y si tengo ocasión, cuenta conmigo.

Un cordial saludo y hasta pronto,
Giusseppe

Fue muy bonito e interesante encontrarse en dónde había utilizado esas palabras y para qué: un análisis estadístico de las palabras en español, además de su gentileza a la hora de citarme en varios lugares agradeciéndome mi contribución (que siempre tiendo a minimizar, pues las palabras son públicas).

Buenas tardes, estimado Giusseppe,

Muchas gracias por su respuesta.

Le comparto el link a la página principal del proyecto en el que estoy trabajando, en donde realizo el agradecimiento a usted (en la sección Acknowledgment), con link a su website.
https://ansegura7.github.io/DSL_Analysis/

También le comparto el resultado del análisis descriptivo en el que estoy trabajando. Agradecería sus comentarios al respecto.
https://ansegura7.github.io/DSL_Analysis/pages/dsl_text_analysis.html
Próximamente, estaré compartiendo los resultados por Twitter. Por lo tanto, agradecería si me indica el nombre de usuario de su cuenta Twitter, para poder mencionarlo.

Una vez más, muchas gracias por compartir y recopilar el dataset del DLE.

Saludos cordiales,
Andrés Segura Tinoco

Me resulta simpático que llamen «dataset» al conjunto o listado de las palabras que recoge la RAE en su DLE. Los enlaces del proyecto de Andrés son fantásticos y es un trabajo divertido que seguro que además alguien considera útil.

En su proyecto mezclaba dos de mis grandes pasiones: la programación y el lenguaje, cosa que suelo hacer con frecuencia y que, próximamente, haré aún más. Así que estuve cotilleando con suma atención hasta que creí que podía hacerle una sugerencia útil, además de agradecerle su agradecimiento (entrando en un curioso bucle)

Me alegra saber que te sirve el material recopilado.

He estado ojeando tu proyecto y tiene una pinta estupenda. Me encantan los análisis y tu codificación es muy limpia y bien comentada.

Como única sugerencia (no muy difícil de hacer) es la de escribir todas las frases del análisis en un array (o un archivo externo) que puede modificarse sencillamente para traducciones a otros idiomas. Me explico, por ejemplo, en la parte del código:

"source": [
  "# Show results\n",
  "n_words = len(word_dict)\n",
  "print('Total of different words: %d' % n_words)"
]

podrías sustituir el print por algo así como:

"print('%s: %d' % msg_total_words[i], n_words)"

y tener un array de cadenas msg_total_words[LANGUAGES] o algo similar… (disculpa mi escaso conocimiento de python)

Es sólo una insignificante sugerencia que, seguramente, se puede hacer mejor que como te sugiero. (Leyendo los textos/mensajes de un archivo idiomático, por ejemplo)

Quizá me ha llamado la atención especialmente por el hecho de que no esté en español el resultado, lo que comprendo desde el punto de vista de la divulgación, pero también me resulta paradójico siendo que se habla sobre el español… 😉

Muchísimas gracias por la atribución y espero que no te molesten mis sugerencias.

Un cordial saludo,
Giusseppe

PS: No uso Twitter. Tengo cuenta de Facebook e Instagram, just in case…
https://www.facebook.com/giusseppe.dominguez (perfil personal)
https://www.facebook.com/giusseppedelaaalaz (página «oficial»)
https://www.instagram.com/giusseppe.dominguez

Y en último agradecimiento, me escribió unos días después con los resultados que estaba obteniendo para hacerme partícipe de su publicación. (Lo que es de agradecer).

Estimado Giusseppe,

Muchas gracias por tu sugerencia. Me parece súper válida y útil para mayor y mejor divulgación del material publicado. La tendré en cuenta para este y futuros proyectos.

Aprovecho el correo y te comento 3 cosas brevemente:
1. Cree un hilo en Twitter publicando algunos de los resultados obtenidos en mi análisis y al final hay un tweet agradeciendo y reconociendo tu aporte con link directo a tu sitio web. Te comparto el enlace al hilo (son solo 8 tweets) por si los quieres revisar: https://twitter.com/seguraandres7/status/1298025632090259458?s=21

2. He hecho algunas correcciones sobre las palabras recopiladas. Encontré como 2 o 3 palabras en donde se acentuaban consonantes en vez de vocales y otros pequeños errores, en donde se invertían letras, sin embargo han sido menos de 10 correcciones hasta el momento. Una vez termine el proyecto, te envío de vuelta el diccionario de palabras, para que puedas actualizar el tuyo, de así considerarlo.

3. Para futuro networking o trabajos, te comparto mi sitio web y mi perfil de Twitter donde constantemente estoy publicando resultados de mis trabajos de investigación personales o académicos. Curiosamente, yo no tengo Facebook. Website: https://ansegura7.github.io/ y usuario de twitter: https://twitter.com/SeguraAndres7

Una vez mas, muchas gracias por recopilar y compartir este dataset tan valioso.

Saludos cordiales,
Andres Segura Tinoco
Telf: +57 3555590546

Actualicé mi diccionario con su revisión incorporada, para poder utilizarlo en nuevos proyectos, pero sé, soy consciente, que seguro que habrá más errores. Quizá por ello en el proyecto «Cocinillas» en el que estoy metido ahora mismo he querido incorporar un «testeador» o comprobador, para saber si la palabra que busco en el diccionario existe o no y, en caso contrario, hacer un listado con todas las palabras erróneas que tengo y poder mejorar mi diccionario en texto plano (aunque espero que la próxima vez que lo actualice pueda incorporar, incluso, todas las definiciones).

Generador de ideas para artículos del blog

Y digo yo…

Si hace falta un generador de ideas para artículos de un blog, ¿no ha llegado el momento de dejar de tener, o mantener, el susodicho?

Hace algún tiempo un amigo me preguntó que cómo hacía para tener algo sobre lo que escribir todos los días y la verdad es que me dejó pensando en si realmente merecía la pena la mayoría de las cosas que escribo en este diario, pero como diario que es, tan sólo me limito a seguir mi mente y la mirada que hago sobre la realidad… y escribirlo.

No es tan complicado, creo. Aunque sí consume tiempo (si es que el tiempo se consume y no la vida que en él transcurre) y más si se quiere hacer con cuidado, con mimo, con corrección ortográfica e incluso política, que no veo tan mal como mucha gente parece verla.

Hoy, pongamos por caso, podría estar escribiendo sobre el porqué de la ilusión. La ilusión que me hace, por ejemplo, invitar a mi querida amiga Aída B. a cenar en casa con su pareja. La ilusión que me hace cocinar para ellas, la ilusión que me hace saber que estará en la misma ciudad que habito y que tanto nos gusta (a pesar de los pesares) durante casi un mes.

Podría estar escribiendo sobre el diseño de un menú vespertino que incluya salmón y la dificultad para encontrarlo en las pescaderías de Madrid. ¿Por qué cierran las pescaderías los lunes? ¿Acaso puede llegar a Madrid algún salmón que no sea congelado habida cuenta de dónde se suele pescar?

Podría estar escribiendo sobre el espray que he comprado para pintar unas tarjetas habitualmente llamadas postales vacacionales para enviar un correo ordinario (ahora extraordinario) a más de 30 personas y que va a incluir unos códigos BIDI o QR realizados con un programa en línea de comandos linux que ha generado sendos códigos (2 para cada destinatario), así como unas páginas web personalizadas y del hecho de que se hayan creado como archivos gráficos vectoriales que permiten escalarse hasta el infinito sin perder resolución, según dicen.

Podría estar escribiendo sobre el infinito y si tiene algún sentido más allá de las matemáticas o la teología, si creemos la mayoría de los indicios que apuntan a que el universo completo es un espacio finito, por grande que sea.

Podría estar escribiendo sobre el agua que consumo, sobre el té que me he preparado, sobre el cartón sobre la mesa, sobre el orden, el desorden y la entropía, podría estar escribiendo sobre que podría estar escribiendo o sobre qué podría estar escribiendo y sobre la diferencia que una coma pone en el texto y el contexto…

Pero hoy tengo poco tiempo (porque hay otras cosas que también quiero hacer a parte de alimentar este diario) y no sé si necesitaré algún día un generador de ideas para el blog… pero, de momento, me ha parecido sencillamente, una idea sobre la que escribir.

Galería de fotos de Amapolas desde el balcón

Si ayer escribía sobre la maravillosa recepción que me dio el tener los 430 ejemplares de la edición del libro de poesía colectivo Amapolas desde el balcón, hoy he comenzado a preparar los repartos para las personas que han participado en el mismo.

He apilado 420 ejemplares en 3 filas de 7 columnas de 20 ejemplares cada una, para poder contar sin contar, como quien dice.

Una vez agrupado el material, lo he fotografiado desde distintos ángulos (los libros son algo muy fotogénico) para enviarles el álbum así obtenido a cada poeta de la antología.

Además de un álbum en la página de Facebook de Clave 53, he subido, tras prepararlas, las fotografías a la galería de mi página web, en un nuevo apartado dedicado a ello denominado Clave 53. Por si había dudas. 😉

Abanico de Amapolas

Comenzar el nuevo ciclo con todas las anormalidades que se están dando, pero recibiendo este precioso abanico de amapolas que hicieron posible las personas asistentes a los talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53 este año pasado, dadas las dificultades, la complejidad para continuar coordinando talleres vía online, la dureza de afrontar el estrés de una pandemia global, pero conjuntamente ser capaces de generar poesía, de engendrar belleza, de crear un objeto tan maravilloso como es este conjunto de amapolas que han venido a ser lanzadas desde el balcón que nos abren los versos al horizonte… comenzar así es un placer inconmensurable del que me siento emisor y receptor, causa y efecto, al mismo tiempo.

Tengo unas ganas enormes de hacer entrega de estos libros que han sido mi mejor trabajo como editor hasta la fecha. Son una verdadera joya para tener entre las manos, con un cálido papel rojo, con unas preciosas solapas informativas, con unas tipografías bien elegidas, un diseño de portada minimalista pero amable. Ha resultado un objeto delicioso.

Y no puedo sino agradecer a las 25 personas que han hecho posible que este libro vea la luz en un periodo tan oscuro de la historia. Allá donde todo parecía prosa, han puesto poesía. Se lo agradeceré siempre.

Poetas participantes en la antología

Yolanda Jiménez, Kay Woo, Pepa Delgado, Anita Ges
Javier Jiménez, Dunia Ben-Aissi, Ester Morales García
Sal Ander, Pablo Velado Pulido, Paula García Izu
Andrea Vidal Escabí, Ernesto Pentón Cuza
María Jesús Orella, Vanessa López
Armando Silles McLaney, Francisco Domínguez Agudelo
Leticia Rejas Rujas, Isabel Jiménez Moreno
Inmaculada Sánchez Costa, Lucía Herrero Villazán
María José Gómez Sánchez-Romate, Alejandro Gallego
JMariano Velázquez, Susana Olalla Serra, Irene Chacón

Ahora toca pensar una manera viable de realizar una presentación de un libro colectivo sin aglomeraciones, manteniendo la mínima probabilidad de contagios epidémicos, pero al mismo tiempo intentando hacer llegar un rayo de esperanza, de sensibilidad, de empatía, a la mayor cantidad posible de gente. Es un reto a nuestra creatividad, a nuestra forma de afrontar las dificultades con soluciones imaginativas que sean capaces de alcanzar sendos objetivos.

Hoy el día ha comenzado bonito. Mi vida está rodeada de momentos inolvidables como este. Y soy tan feliz…

Ejemplar de prueba de Amapolas desde el balcón

Hoy he recibido el ejemplar de prueba del libro colectivo de este curso (atípico) que también ha resultado ser atípico como libro, pues es el primero que edito con solapas y he aprovechado para escribir un texto amable y merecido para las personas que lo han hecho posible.

PORTADA

CONTRAPORTADA

© Susana Olalla Serra, Dunia Ben-Aissi, Ester Morales García, Lucía Herrero Villazán, Inmaculada Sánchez Costa, Pablo Velado Pulido, Vanessa López, Irene Chacón, Paula García Izu, Armando Silles McLaney, Yolanda Jiménez, María José Gómez Sánchez-Romate, JMariano Velázquez, Isabel Jiménez Moreno, Javier Jiménez, Andrea Vidal Escabí, Francisco Domínguez Agudelo, Pepa Delgado, Sal Ander, María Jesús Orella, Anita Ges, Alejandro Gallego, Kay Woo, Ernesto Pentón Cuza y Leticia Rejas Rujas, 2020

SOLAPA

Amapolas desde el balcón es el título elegido este año para la edición de este libro colectivo que escriben con absoluta libertad las personas asistentes a los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53. Es un título que hace referencia a unas amapolas que han surgido en las circunstancias más adversas posibles, en esos tiempos que dicen erróneamente no ser buenos para la lírica, amapolas que resisten los vapores sulfurosos de un cráter, que se erigen en emblema de esperanza que arrojar desde el balcón con la más cálida de las intenciones: Poner poesía en periodo prosaico y estadístico.

Gracias a las 25 personas que lo han hecho posible y han contribuido con su poesía a hacer del mundo un lugar mejor.

En la solapa de la contraportada he enumerado los libros que llevamos hechos en Clave 53 desde hace ya más de 13 años… y han sido bastantes, a uno por año, salvo una excepción. Una maravilla estar rodeado de gente tan interesante que confía en mí para guiar el proceso de exploración que culmina en un libro de poesía con el que regar el mundo.

CONTRASOLAPA

Mi web es una y es trina

A modo de taburete, la web en la que he estado trabajando desde primeros de marzo hasta ahora es una y es trina, sí, se trata de 3 patas que sustentan una especie de triunvirato que espero que no acabe tan mal como el famoso juliano.

La web Base

El esqueleto o lo que la aglutina es lo que llamo la base que está hecha casi «from scratch» en lo que se refiere al estilo, al aspecto, al comportamiento en diferentes dispositivos…

web base

El diario en WordPress.org

Sobre ella (o bajo ella, no sé) hay instalada una base de datos que gestiona, desde el 2011, mi diario, en el que escribo, como su nombre indica, casi diariamente, excepto en temporadas estivales o fiestas de guardar (el 1 de mayo o el 6 de diciembre).

De hecho, elegir el estilo del wordpress que la muestra me llevó gran parte del mes de marzo, hasta que di con una combinación de dos «themes» que me gustaban y de los que personalicé el definitivo, que pasó también a influir para unificar el estilo que usaría en las otras 2 patas de esta web trifásica.

web blog

La galería en Piwigo

Pero lo más sofisticado fue cuando decidí que no quería utilizar ninguna de las herramientas más habituales de gestión de álbumes de fotos o imágenes para almacenar el material visual que tenía (que había tenido previamente en picassa, luego en google-photos, o para el que había desarrollado o implementado «sliders» de javascript más o menos engorrosos).

Así que «inventé la rueda» instalando en mi hosting una aplicación llamada Piwigo (open source para más datos) que maneja y almacena las imágenes: la galería.

web galeria

Subirlas a ese espacio requerían, para no ser demasiado pesadas en término de tamaño de archivo, su procesamiento, reducción de resolución, renombrado para evitar caracteres especiales, minúsculas para homogeneizar, etc… que hice gracias a la programación, pues hablamos de más de 3000 imágenes.

Unificar estas tres componentes y que parezcan una sola web y no múltiples ha sido complejo, pero lo más difícil todavía fue revisar reordenar y modificar todo el trabajo que tenía más o menos mal documentado desde el 2008 (fecha de la última actualización importante de la web) hasta hoy.

12 años de trabajo que han sido fructíferos en términos de obra, de producción casi industrial, de proyectos complejos y largos… muchos de los cuales no habían visto la luz hasta hoy.

Ahora siento un alivio considerable y una extraña sensación de vacío, sigo teniendo material en curso, en lo que estoy trabajando que aún no está en esta web, pero ya sé dónde ponerlo cuando acabe.

En resumen:

  1. Marzo: Pruebas de personalización de temas de blog (con instalaciones en desarrollo sobre una raspberry, para no «romper» nada importante), así como elección de tipo de letra, colores…
  2. Abril: Ordenación de material visual, de documentación de acciones, revisión de trabajos pendientes de un final…
  3. Mayo: Creación de la base de datos Piwigo para almacenamiento de las imágenes. Elección y personalización del tema elegido. Por momentos, parece algo superfluo que se podría haber hecho agrupando esto con el Diario en WordPress.org, pero me resulta más fácil compartimentar.
  4. Junio: Creación de la web base. Generación de una plantilla dinámica, pero que no haga uso de javascript salvo en lo imprescindible sino que sea responsive y con animaciones pero exclusivamente basándome en estándares CSS3 y HTML5 (me encantan las etiquetas «semánticas»).

Han sido meses de confinamiento y agradezco (a mí mismo, supongo) haber tenido el tiempo para poder afrontar algo como esto que muchas de las veces, mientras lo estaba haciendo dudaba que tuviese el más mínimo sentido en esta época de red social y publicación en plantilla.

Espero que me dure el trabajo principal, si no una docena de años como la anterior web, por lo menos más de 5 años.

Plantilla HTML de mi web

Modificando mi página web, me encuentro con que, finalmente, acabo generando una especie de plantilla (hecha a mano, como debe ser todo molde) que hace que casi toda la web sea relativamente homogénea, lo que me simplifica la vida, obviamente, pero también aburre un poco porque tienes la sensación de que todas las páginas que estás visitando son un poco más de lo mismo… Pero qué le voy a hacer. Es mi forma de ser.

Aquí dejo la plantilla HTML y en breve publicaré también los documentos CSS y el javascript necesario para hacer una página responsive manejando una estructura de archivos HTML con más de 100 páginas individuales.

<!DOCTYPE html>
<html lang="es">
<head>
  <meta charset="utf-8">
  <meta name="viewport" content="width=device-width, initial-scale=1">
  <meta name="Description" content="Página Personal de Giusseppe Domínguez">
  <meta name="Keywords" content="Arte, Taller, Curso, Clase, Poesía, Escritura, Creatividad, Giusseppe Domínguez, Clave 53, Experimentación">
  <meta name="author" content="Giusseppe Domínguez">
  <title>Giusseppe Dom&iacute;nguez</title>
  <link rel="stylesheet" href="../estilos/gsp2020.css">
  <link rel="shortcut icon" href="../img/gsp.ico">
  <script src="../js/jquery.min.js"></script>
  <script src="../js/gsp.js"></script>
</head>

<body>
   <!-- Menú superior -->	
   <script type="text/javascript">
     creaheader('../'); // Crea menú - top (logo-header y nav)
   </script>
  <main>
  <section>
<a name=ACCIONES></a>
    <article>
            <hgroup>
                <h1>Acciones</h1>
                <h3>Performances, Acciones, Poesía Escénica...</h3>
            </hgroup>
    	<div class="content">

    <p>AQUÍ VA EL CONTENIDO</p>

            </div> <!-- /content -->
        </article> <!-- /article -->
    </section> <!-- / #main-content -->
  </main>
  <!-- Footer -->	
  <script type="text/javascript">
    creafooter(); // Crea footer (copyright y ref: giusseppe.net)
  </script>
</body>
</html>

 

Entrevista para Genoma Poético

Desde hace tiempo, encuentro publicaciones que me gustan en el perfil de mi cuenta de Instagram y una de las que más me ha gustado ha sido la cuenta y las imágenes o proyectos de Genoma Poético, un colectivo más o menos difuso y opaco en la oscuridad de la web, pero cuya página web es clara y nítida.

La semana pasada me contactaron para entrevistarme y he aquí el resultado:

nombre: Giusseppe Domínguez

definición: infinitud

término: estación

cuándo: en el amanecer de una tormenta

profesión: poeta

poemario: !ç~ñ¿.#

genotipo poético: extremada simpleza

fenotipo poético: extremista complejidad

material: signos

orgullo: sin prejuicio

verbo: amar

estilo: alfanumérico y CSS3

co-creación: casi nunca

oferta: contradicción de demandas inexistentes

silencio: 4,33

canción: La Tieta, Serrat

dónde: en la piel

expresión: impresión

mancha: la ira me posee de cuando en cuando

juramento: ni promesa: mi palabra es palabra

película: blade runner

color: naranja

proyecto: vivir como si la vida fuese un poema

lenguaje: C

poema: una A caminable, de Brossa.

link: giusseppe.net

Esto no es una broma