Juegos con el teclado: RE-Inicio

Esta pequeñez es un poco diferente de otras composiciones con el teclado, aunque es especialmente útil en esta semana en la que todo parece recomenzar, como si eso fuese posible, como si el tiempo fuese circular y no una flecha que surca una trayectoria espiral tridimensional, lo que vendría a ser un helicoide.

Volvemos a comenzar un curso nuevo con la ilusión del primer día, con la incerteza de siempre, que me mantiene en el filo del riesgo donde habitar sin poder acomodarme.

Hay algo interesante en ese reinicio que ocurre cada año y es el hecho de encontrarse con gente con quien comparto tanta pasión por la poesía que parece imposible que exista. Y sin embargo se mueve.

Más información sobre los Talleres de Poesía Contemporánea que defiendo desde hace ya más de 2 décadas está en la web https://www.clave53.org/poesia

Juegos con el teclado: Teclado

Que la palabra «Teclado» esté contenida en las teclas del teclado me parece tan fascinante como un Conjunto de Mandelbrot.

Por simple que parezca la composición de teclas, esta es de las que, curiosamente, suscita en mi mente los pensamientos más complejos.

Arqueografía

Por fin he conseguido tener un minutito (algo más de 2 días) para crear el apartado de la web dedicado a este proyecto Arqueografía en el que estuve trabajando un par de años, realizando innumerables cianotipias de palimpsestos digitales.

No tenía claro en qué apartado poner esta página, que podía ser tanto libro objeto (3D) como poesía visual, como un proyecto

Quizá mi obsesión por ordenar lo inordenable está llegando a límites ridículos. (Hace años que llegó, no pienso engañar a nadie)

Aniversario

Hoy, Carmen y yo, estaremos (este futuro es bastante extraño) en Donosti celebrando nuestro 25 aniversario.

No sé exactamente dónde nos pillará (hoy 6 de septiembre de 2024) a las 21:00, hora en la que, oficialmente (jijiji) comenzamos a salir desde aquel encuentro en el Achuri.

Calculando en alguna de estas páginas web que saben hacer estas cosas sin reflexionar sobre el sentido de un año, de un día, de un segundo… obtengo los siguientes resultados de la diferencia entre esos dos momentos de mi vida:

789004800 segundos
13150080 minutos
219168 horas
9132 días
1304 semanas, 4 días
300 meses
25 años

Y me encantaría llegar a multiplicar todas estas cantidades por 2, pero teniendo en cuenta el calendario gregoriano en vigor, es poco probable que ocurra, pues 50 años no serán 2609 semanas y 1 día, sino tan sólo 2609 semanas.

Monográfico dedicado a Bukowski y Carver

Hoy empieza este temático, dentro de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53, que hace años que no hago y que además he adaptado para que dure más horas (habitualmente lo hacía de 5 horas) y que pueda incluir la poesía interesantísima de Raymond Carver, cuasi completando la poesía más característica del Realismo Sucio estadounidense. Aunque siempre habrá ausencias por desconocimiento o por falta de influencia posterior.

Me habría gustado hacerme con textos en papel de Tess Galagher, aunque no sea una escritora del Realismo Sucio, pero por su «parentesco» con, e influencia en, Carver.

Hay otros poetas como el cubano Pedro Juan Gutiérrez o la más moderna estadounidense Lucía Berlín

Seguiremos aprendiendo.

Poesía de colorines

Con esta bonita imagen comienzo la campaña de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53 este curso 2024-2025, después de 22 años de andadura en los que he ido ganando madurez, pero también perdiendo algo de frescura.

Esta pintura fue realizada sobre una puerta encontrada en las proximidades de la sede que tuvimos entre el 2003 y el 2008 en Calle Campomanes, 8. Seguramente a varias manos (Toni, Bea…) y muchos, pero muchos, corazones.

Le tengo cariño especial y quiero que ese cariño se refleje de algún modo en este inicio o. más bien, reinicio de temporada.

Terminado el proyecto de Haikus de Montaña y Mar

Acabo de dar por concluido el Proyecto de Haikus de Montaña y Mar que se gestó a raíz del cuaderno que encuaderné (valga la redundancia) con materiales reciclados que me había regalado María José Gómez Sánchez-Romate.

Una vez que tenía la cubierta puesta (con un sugerente arbolado sobre cartulina para acuarelas) me vino a la mente la idea de escribir haikus con los que llenar el libreto.

Los haikus para el libro los escribí a máquina (PC, que es una máquina) entre el 3 y el 10 de junio de este año y después, (no recuerdo exactamente qué día) impresos, los transcribí manuscritos sobre el libro casi artesanal.

Seleccioné 48 de los 58 existentes, pero no los deseché.

Terminado el libro manuscrito, quise realizar un programita que usase combinaciones de los versos de los mismos, pero me parecía innecesario utilizar los 58, o los 48 haikus, así que hice una selección de 27 que separé en tres conjuntos de «primeros, segundos y terceros» versos.

Con ellos, escribí el poema programable 272727haikus.js en la primera semana de julio (unos pocos días antes de irme de vacaciones).

Al volver de las mismas, en esta quincena cálida de agosto, terminé el proyecto utilizando los restos de esa impresión de 58 haikus (menos uno, para hacerlo coincidir con mi edad) y di con una manera de editar objetualmente esos 57 haikus en una bella envoltura de cuero que parecía estar hecha para la ocasión.

Volver a la rutina

Volver a la rutina es un proceso largo, que pasa por momentos de desorden inquietante hasta acomodarse en un aterciopelado devenir de los días entre el calor y la calma, entre la soledad y el bullicio, entre la espalda y la pared.

Volver a la rutina me gusta tanto como volver a la runita.

Volver a la rutina es una forma de volver al norte, a la brújula, a la guía, a la orientación, al camino…

Volver a la rutina es un proceso largo, que pasa por momentos de desorden inquietante en los que parece que nada va a volver a ser como era, sin saber cómo era.

Volver a la rutina es jugar otra vez con los juguetes rotos de cada día, recordándome que soy otro juguete roto con el que algo que no soy yo parece no divertirse.

Volver a la rutina me gusta tanto como volver a la vida después de haberla dejado en suspenso durante unas semanas en las que habité un silencio monacal acompañado. Muy bien acompañado.

Volver a la rutina es un proceso largo, que pasa por momentos de desorden alimentario en los que parece que ya he olvidado cocinar, que no lo disfruto como antaño.

Volver a la rutina es teclear esta entrada en un diario desactualizado y desacralizado terminando a las a las 13:35, después de haber pensado muy mucho qué decir sobre la rutina e incluso después de haber publicado un hallazgo inesperado en una red social para aparentar más intelectualidad de la que realmente siento.

Volver a la rutina es mentir una y otra vez o errar y no herrar al comentar que había terminado esta entrada a las 13:35, siendo ya las 13:36.

Análisis sobre la pequeña pieza «Nueva Normalidad»

Hace años realicé una pieza muy determinada por el contexto histórico de la que recibí un largo y detallado análisis un tiempo después.

Fuente: Cross-Border Condition in Experimental Cotemporary Poetry – Laura López Fernández.
https://socialscienceresearch.org/index.php/GJHSS/article/view/3614/3503

Nueva normalidad” es una de las frases más utilizadas por la prensa oficial y otros medios de comunicación masiva. Es una frase comodín que representa los discursos de las autoridades gubernamentales como expresión de la narrativa oficial global de la pandemia (2020 y 2021) con el efecto de subordinación y, en muchos casos, erosión y eliminación de los asuntos nacionales. Las letras A y Z son inclusivas (principio y final del abecedario) de todos los discursos posibles como el tema económico, el médico y de salud, el educativo, el político, el administrativo, el deportivo, etc. La nueva normalidad alude a un mundo distópico de distanciamiento entre seres humanos, un mundo de encerramiento, de vacunación masiva con infraestructura militar, control de movilidad total, limitaciones de transporte, incursión de miedos, enfermedad, cuarentena y muerte. Una narrativa ante todo de control y vigilancia usando las nuevas tecnologías.

Visto desde el aspecto compositivo “Nueva normalidad” se puede leer dentro del marco del poema objeto (aspecto material: cartones superpuestos) y visualmente puede formar parte de la tradición del poema visual y alfabético. Semánticamente hay que destacar el referente globalista de la pandemia, resumido en la frase “nueva normalidad” y la actualización discursiva que se hace del típico estilo asemántico de los poemas alfabeto “A” y “Z”. En este poema, a diferencia de poemas que utilizan el motivo del alfabeto, el autor está conjurando un tercer espacio o espacio transfronterizo en la línea crítico sociopolítica del globalismo al igual que el poema anterior. En ambos poemas se expone de manera simbólica, a través de un tercer espacio o espacio transfronterizo (“nueva normalidad”, “You are here”) el alfa y el omega de la agenda globalista.

Regalos de la vida

El otro día me llegó esta caja por correo postal en respuesta a una pregunta que formulé a varias personas en el verano del 2023: ¿Qué tal te encuentras hoy?

Diana Córdoba ha tardado en responder casi un año, pero no lo ha olvidado, ni ignorado, ni despreciado… y me ha hecho llegar esta joya en la que ha debido de estar trabajando un tiempo.

La caja es espectacular y la edición manual de este poema visual me parece exquisita. No me quedan más que palabras de agradecimiento a este regalo que he recibido ante una preguntita casi intrascendente.

Esto no es una broma