Disponible

Me cuesta no estar disponible.

No disponer de mi tiempo.
No disponer de energía.

Me cuesta no estar disponible
para mí
para Carmen
para otras personas
para amistades
para familiares
para gestiones burocráticas
para trabajos editoriales
para nuevos proyectos
para arte postal
para creación con acción
para preparar mejores talleres
para programar eventos
para cocinar
para escribir
para leer
para ser.

Me cuesta no estar disponible
pero no sé en qué moneda
se paga la indisponibilidad
o indisposición.

Fotografías de las performances de BIPF 2023

Bergen International Performance Festival 2023 organized by Performance Art Bergen (PAB) (Anette Friedrich Johannessen Marit Tunestveit Dyre, Eleanor Clare, Henrik Koppen & Anett Haukås)

Performers are: Mari Norddahl (NO) Elizabeth Tomos (UK) Maire Karuvuori (FIN) Ana Matey (ES) Isabel León (ES) Giusseppe Dominguez (ES) Mario Montoya (ES) Lorena Izquierdo Aparicio (ES) Héctor Navarro Agulló (ES) Thomas Reul (DE) Stephan US (DE) Surya Tüchler (DE)

This is a humble attempt of summarize the 3 hours of intense performance in 60 pics from more than 1400 great photos shot by Bjarte Bjørkum. (Photos and Final Performance sited at Bergen Kjøtt Art Gallery)

You can take a look at them at my photo gallery

Conflictos olvidados

Quizá no siempre olvidados y, por supuesto, no olvidados por todas las personas, pues hay quien recuerda por proximidad o por otras razones.

Estoy haciendo una lista de «países» cuyo nombre provoque evocación de un conflicto. Es parte de una acción que voy a realizar para P.E.P.A. (Pequeño Evento de Performance Art) en su 6º Aniversario, en el que comparto un precioso cartel.

Empezaré por aquellos conflictos que yo mismo recuerdo (haciendo algo de esfuerzo) para luego completar la docena (¿por qué 12?) con alguna lista de Internet dedicada a ello.

Empecemos:

Gaza
Ucrania
Siria
Libia
Sudán
Yemen
Myanmar
Afganistán
Armenia
Kosovo
República Democrática del Congo
Somalia

Acción: Los Pies (Vídeo)

Los pies

En Estudio 53, para II Encuentro Internacional de Arte de Acción MUCHO en la modalidad de vídeo-performance, los días 25 y 26 de marzo de 2022. Se emitió en Galería Arrabal & Cia (Barrio del Realejo, Granada) y La Moebius (Centro Cultural Callejón del Gallo, Albaicín, Granada).

La convocatoria dice que el tema central es “el olvido”. Yo suelo olvidarme de mis propios pies.

Y a partir de ahí… un bonito poema sobre los pies.

Nota: Actualizada la información de las partituras de acción en la web de giusseppe.net

mis opiniones

He realizado un libro objeto en encuadernación japonesa de papeles blanco roto, con cubierta blanca, sobre los que he escrito una serie de textos conteniendo información sobre «mis opiniones».

En realidad, se trata de un silencio roto, más que de un blanco roto, se trata de esconderme, de silenciarme otra vez más pues tampoco es que sea preciso que esté dando mis opiniones a todo el mundo todo el rato. Es algo cansado y quizá impositivo, como muy bien sugiere Roland Barthes en su ensayo (o compendio de opiniones) Lo Neutro.

Así que he procedido a escribir unas cuantas «opiniones» todas ellas comenzando con un «mi opinión sobre XXXXX» y terminando con un enigmático «es» que no lleva ni punto final ni puntos suspensivos.

El proceso de escribirlas ha sido lento, manuscrito, por supuesto, con rotulador de gel blanco Uni-ball Signo Broad UM-153 WHITE.

Varios motivos han demorado este proceso: el primero es que los 3 rotuladores que tenía en el estudio (de un trabajo anterior) estaban completamente secos y los intenté recuperar con todas las técnicas conocidas y algunas desconocidas, pero no pudo ser. El segundo motivo es que dado el escaso tiempo que tengo para probar materiales desde que estoy con el proceso de rehabilitación de mi hombro, no encontraba un momento para ir a por nuevos rotuladores, pues no estaba seguro de si querría usar los Uni-Ball de gel blanco o, por el contrario, rotuladores POSCA de punta más fina que los que tenía disponibles. Finalmente me decanté por gel blanco Uni-Ball, no sin antes probarlos.

Otro motivo por el que este libro ha tardado en ver la luz es que requería tiempo de secado largo (entre 2 y 3 minutos) entre cada página y la siguiente, lo que siendo un total de unas 50 páginas (50 opiniones), resultaba en un proceso de paciente paso de más de dos horas.

Aunque en primer lugar realicé un boceto de opiniones (las que iba a escribir y algunas que quedaron en el tintero) con bolígrafo bic sobre papel blanco.

Algo me dice que el libro está aún por terminar, quizá rematar esa encuadernación japonesa con un cierre cruzado o escribir un texto en rojo sobre la portada o, mejor aún, un golpe seco o escritura sin tinta con bolígrafos gastados…

Exyugoeslavia

No me sé la capital de casi ninguna de las entidades nacionales que surgieron tras la extinción o desintegración catastrófica de Yugoeslavia. Podría, de memoria, recordar la de Eslovenia, la de Serbia, la de Croacia y la de Bosnia (a veces), pero la de Montenegro no tengo ni idea si no lo busco en Wikipedia, la de Macedonia (eslava) la recordaré en cuanto alguien me la diga. De Kosovo prefiero ni hablar, que este país tiene conflictillo con esta unidad territorial para denominarla estado.

Pero si tuviera que intentarlo con los países de la extinta URSS aún me sería más difícil, no siendo algunos de los bálticos y Ucrania o Bielorrusia porque están de moda. Ni idea de la capital de Kazajstan, ni Kirdistan, ni tan siguiera Georgia. ¿Osetia? ¡Azerbaian!

Me siento entre avergonzado por mi incultura y por mi envejecimiento.

😐

1 km de mi casa

Durante el periodo de confinamiento debido a la pandemia de COVID 19, el año 2020 realicé esta pequeña composición que mostraba el círculo al que podía legalmente desplazarme andando en un determinado momento.

Es curioso que casi nunca suelo estar fuera de este círculo salvo en vacaciones o en ocasiones especiales. Soy tan pueblerino…

Terapeuta

Llego a la clínica.
Al otro lado de la calle.
Al otro lado de la parada del autobús.
Al otro lado de un mundo que no sabe que allí se teje tristeza.

Espero en recepción a que la secretaria
bastante parca en palabras
me pregunte
cada día
que qué quiero
y yo le responda un lacónico
Domínguez.

Busca entre las fichas
sin levantar nunca la mirada
hasta que encuentra
mi menguante cuadrícula
cuyas casillas van rellenándose
con mi firma
que
cada día
es diferente.

La recepcionista o secretaria
llamada Carmen
viste con una chaqueta
roja
en contraste con lo que denominan
pijamas verdes.

Me adentro.

A la derecha cubículos
privados
donde una puerta entreabierta
deja entrever
entreveradas carnes
procesadas
por máquinas
de ultrasonidos
de microondas
de gelatina hirviendo.

Tras el pasillo
ojos apagados
paredes blanquecinas
cuatro camillas
dos camastros con cilindros magnéticos
sillas desperdigadas
armarios metálicos
colchonetas que simulan cuero negro
un par de barras paralelas
sujetando habitualmente un par de bolsos.

Al fondo
un cuarto de baño
junto una pareja de percheros
donde mi abrigo pesado
comba su sostén.

Retro
cedo.

Vuelvo a la primera de las sillas
desperdigadas
que me espera
bajo unas poleas
donde cuelgan mis brazos
haciendo esfuerzos
por alargarse
hasta recuperar
la elongación
de la que eran capaces.

Mis ojos
también apagados
buscan los de Patricia
o
los de Eulogio
escondidos tras unas gruesas lentes
y una esquiva sonrisa.

En algún momento
cruzo buenos días
cruzo hasta mañana
cruzo hola
con alguna persona
que entra
que sale
que sabe
que ese es un lugar perentorio
como todos.

Eulo me indica.
Le sigo.
En alguna cabina
un ingenio
es posado en mi hombro
apuntado sus rayos antiletales
contra mi ánimo.

6 minutos.

Intento pensar en algún proyecto en marcha.
Intento pensar en alguna tarea pendiente.
Intento pensar en recetas de comida.
Intento pensar en algo
distinto a estar mirando
el cronómetro del dispositivo
distinto al momento presente
en el que escuchar conversaciones ajenas
al otro lado de endebles plaquetas
de algo parecido a la madera.

1 minuto.

El tiempo pasa curvilíneo en esta sala
donde la puerta entornada
protege mi torso desnudo
de ojos apagados.

Escudriño el espacio
en busca de otra silla
de las desperdigadas
donde esperar
la muerte
y a Eulo
o a Patricia.

Unos días uno.
Otros días otra.

Patricia me hace una señal
para indicarme
que soy el siguiente
en su camilla.

Retira el fragmento de rollo de papel-tela
que ha sido extendido bajo la anterior persona.
Lo envuelve en un gesto
casi maternal.
Extiende un nuevo fragmento de rollo de papel-tela
que será extendido (sudario anticipado)
bajo mi cuerpo
boca arriba.

Intentos de torpe conversación.
Recuerdo
para mí mismo
que siempre seré
el adolescente individuo asocial
que ha aprendido a vivir como si no lo fuese.

Soriana simpática.

No conozco las fronteras de Soria.
¿Cuáles son las provincias limítrofes?
¿Cómo se llega?
¿Hay estación de tren?

Su tratamiento
es cuidadoso
pero me duele el alma
(en realidad me duele el hombro)
cada vez que intenta rotaciones
contra un maltrecho supraespinoso
o un manguito rotador
que se ha quedado en manguito.

Pone el cuerpo en juego.
El mío está en jaque.

De mis ojos
apagados
se escapan lágrimas.

El dolor…

Termina con una relajación
estirando mi brazo izquierdo
averiado
en oblicuo
de unos 30 grados con la horizontal
de unos 45 grados con la vertical
(mi columna vertical horizontal).

Me incorporo
agradecido
por su dolor
por la contención de su dolor
por su paciencia
con el paciente.

Busco otra silla
de aquellas

desperdigadas
para volver a esperar.

Eulogio corretea
de una persona a otra
como abeja primaveral.

El robot
de onda corta
tiene el brazo muy largo
y las piernas muy gordas.

Contra el acromion
deposita cabezal radiante.
Bajo claraboya piramidal
cuadrada
el sol se cuela en la sala
o las nubes se lo impiden.

Las sombras trapezoidales
crean mosaico irregular
de blanco y gris.

Un firme pitido
indica conclusión.

La impaciencia marca mi única conclusión:
Concluirá.
Concluiré.

¿Vende su piso?

No sé si alguna vez venderemos nuestro piso, pero es poco probable que lo haga a alguien que me diga que trabaja con carteras y no con humanos, que trabaja con asiáticos, así, sin especificar, que tramita residencias (como no sea la de ancianos) y a quien no le importa estado.

¿De verdad era tan difícil incluir el comienzo de interrogación, el signo de apertura interrogante «¿»?

Me da pereza/tristeza pensar en que algún día vendamos nuestro piso, más que nada porque será síntoma de algo no demasiado deseable, algo que espero saber vivir de manera diferente a una derrota (o saborear la derrota).

El fracaso, siempre lo he defendido, es mucho mejor que la frustración.

Puede que alguna vez me vea fracasar, pero de momento no estoy dejando nada que desee hacer en la vida pendiente de ser hecho. Poca, muy poca frustración acumulada.

Esto no es una broma