Hoy he comenzado el día leyendo la historia de los cimbrios

Un pueblo que procede de las zonas más septentrionales de Europa, antes de que Europa fuese una grande y libre (ah, no que eso es de otra cosa). Pusieron en serios aprietos, junto con los teutones y otros pueblos seminómadas, la existencia de la república romana. Por la incapacidad política y militar de varios cónsules, acabaron estando a la merced de unos ejércitos que superaban (teniendo en cuenta que viajaban con toda la población) el millón de personas, cifra que, en aquel entonces, suponía la mayor amenaza que se pudiese imaginar.

Solo habían estado cerca de ser destruidos de manera semejante, los romanos, en tiempos de la segunda guerra púnica, en la que, bajo el mando de Aníbal, los cartagineses y muchos de sus aliados demostraron la falibilidad de esa potencia entonces emergente.

Aníbal había estado a las puertas de Roma y no supo o no pudo clavar la puntilla. En el tiempo que tuvieron para recomponerse, los romanos terminaron, incluso, por vencer a los cartagineses e imponer su hegemonía de siglos en el Mediterráneo. (Mare Nostrum, entonces).

Pero lo que ocurrió con los cimbrios me preocupa más:

Los políticos romanos, incapaces de ponerse de acuerdo ni siquiera en una batalla de un día, eran tan ineficaces que estos pueblos germánicos habrían cambiado el curso de lo que conocemos por historia si no fuese (parece ser) por las reformas de Cayo Mario.

Reformas que sembraron el germen de la destrucción de las instituciones que habían regulado la política republicana hasta dejar vislumbrar la aparición del imperio, del expansionismo brutal, de la profesionalización de la guerra (del ejército) y la creación, para ello, de un aparato militar que necesitaba comer sin parar alimentándose de muerte.

Eso sí, estarán orgullosos por siempre de este neo-fundador de Roma que les llevó a las cotas más altas de poder internacional, olvidando que mató a más seres humanos que muchos de los antecedentes. Claro que eran seres humanos otrorizables: no eran los romanos los que morían, eran los germanos. Eso está bien, parece ser. Pero yo no lo entiendo. Y especialmente después de que hayamos progresado socialmente hasta haber sido capaces de afirmar, en algún papel mojado, muy mojado, que todos los hombres son iguales.

En Europa, una europa que no acaba de despejar de ser minúscula suma de naciones divisas, los cónsules no llegan a acuerdos y acabarán por ser destruidos, salvo que aparezca un salvador o salvadora, un merkelcito de tres al cuarto o, peor aún, napoleones o hitlercillos, mussolinines… que demuestren que, con mano dura y criterio unificado por cojones, se llega a lo que no puede alcanzarse con diálogo.

¡¡Mierda!! ¿Por qué no hemos aprendido aún a dialogar? ¿Por qué no sabemos pensar en grupos grandes? El mundo está necesitando que seamos (todos (y todas)) capaces de entendernos, de pensar globalmente, para enemistarnos con lo que afecta a la globalidad, esa en la que vivimos lo queramos o no.

Me preocupa enormemente el nacionalismo histérico e histórico del que nunca vemos la viga, pero que señalamos pajas. España es nacionalista y no lo asume. Alemania es nacionalista y no lo asume. Francia es nacionalista y lo asume un poquito más, etc, etc… hasta más de 27. ¿Cuándo Europa será nacionalista?

Me temo que tarde, que será tarde, que Europa va camino de desaparecer, barrida por otros cuyos lenguajes no entendemos y a quienes, por nuestra propia incultura, llamaremos bárbaros.

No aprendemos.

Al fin una aplicación que me permite aplicarme en lenguas

Desde hace varios años (ya harán cinco, por lo menos) que el tema de crear una organización cómoda para la filiación de las familias lingüísticas me parece interesante y algo que deseo hacer.

Esta es la principal motivación para la creación: el deseo. También lo podíamos llamar intención, aunque intención estaría más relacionado con la forma deseada de continente del contenido deseado. El deseo es el germen, el leit motiv, lo primordial para comenzar algo.

No estamos hablando de procreación pero no puedo imaginar la supervivencia de la especie sin el deseo sexual. Pero para eso ya tenemos a Freud y sus teorías.

Lo primero fue la curiosidad: ¿Cuál era el origen del euskera? Así como existían teorías para decir que el castellano procede, más o menos directa o indirectamente, del latín, no hay una respuesta a esa pregunta y es algo que me picaba la curiosidad. Me gusta esta expresión que, gráficamente, refleja muy bien esa sensación de desazón que implica que hay que rascarse aunque no sirva para nada.

Y eso empecé a hacer: me planteé buscar una estructura filogenética de todas las lenguas que hay (y ha habido) en el mundo. Ahí es nada. Por supuesto, no se trata tanto de demostrar que esa estructura es la correcta, que tal o cual lengua deriva realmente de tal o cual otra. Eso es algo que, con mucho, me desborda, sino que se trata tan solo de organizar la información que existe distribuida en distintas fuentes (en ocasiones muy escasas) para poder presentarla de muy diversas maneras.

El objetivo a largo plazo sería poder presentar un mapa dinámico que mostrase la evolución de las lenguas sobre el planeta a lo largo del tiempo. Sé que es imposible, pero es la utopía que me hace mirar al horizonte aunque no pueda alcanzarlo para saber que tengo una dirección en la que encaminar mis pasos.

La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
Eduardo Galeano

Comencé haciendo un trabajo de recolección de información con el Investigador de Encarta de Microsoft, pero desde hace tres años era un formato que me parecía peligroso por su enorme dependencia de un programa del que no tenía, ni siquiera, una licencia válida.

Después llegó el momento de ponerme a trabajar a tope en el final del proyecto Lejanías y postpuse este proyecto que ahora retomo.

¿Por qué ahora retomo el Proyecto de Organización Filogenética de las Lenguas del Mundo (POFLM)?

Los ficheros que generaba Encarta tenían una extensión ERP y un formato propietario que no podía abrir con ningún otro software, así que cuando me cambié a Ubuntu definitivamente (creo que en mayo del 2010), me encontré con que no podía seguir porque no podía usarlo en Linux. Lo tengo instalado en una máquina virtual con Windows XP para poder abrir aquellos ficheros, pero el investigador dejó de funcionar hace unos meses con una de las últimas actualizaciones de Internet Explorer. Pero ni siquiera me di cuenta. (Ayer tuve que instalar otra máquina virtual para hacerla vivir como en el 2005, con XP, Office 2000, IE 5.5… y algo he logrado, pero no del todo, recuperar de aquellos ficheros en los que invertí un gran número de horas de trabajo).

Yo seguía buscando una aplicación opensource que hiciese algo parecido a lo que me permitía hacer el investigador de encarta, pero no encontraba ninguna. Además, quería y le pedía que fuese ligero, pudiese exportar su resultado en diversos formatos, entre otros, HTML dinámico, XML y, por supuesto, también ODT (para fabricar un subproducto libro disponible online en cuanto tenga un avance significativo).

El viernes pasado, mientras tuneaba mi distribución de Gnome, me encontré casualmente con un programa llamado FreeMind que hacía exactamente lo que deseo. Ya solo tengo que preocuparme por llenar el contenido del árbol filogenético que albergará información de unas 10.000 lenguas.

¿Cuándo lo daré por terminado?

Aún no lo sé. Es algo que me preocupa más bien poco porque lo que verdaderamente me atrae es saber que durante el camino, aprenderé a caminar.

Y si llego a algún lugar en el que quiera aposentarme, espero saber que es arbitrario y que podría haberme detenido en cualquier otro lugar. Así son todos mis proyectos, en el fondo. Y es algo que me gusta y, al mismo tiempo, me agota, haciéndome sentir, en ocasiones, que nunca termino nada y que todo se va acumulando a una vida cada vez más dedicada a trabajar por el placer de hacerlo.

Los tecnócratas en Italia

He oído ya varias veces que en Italia ha habido un cambio de gobierno y que ahora el país es gobernado por técnicos en contraposición a políticos.

No me gusta la forma en que ha ocurrido, pero haría una aclaración o lanzaría una pregunta ¿Berlusconi era un político?

Para mí, ese señor es un empresario que consiguió tener el aparato mediático tan importante como para convencer al electorado repetidamente, haciéndole creer que era la única opción viable para el gobierno del país. Ese señor era poco más que un dictador camuflado de elección, como lo fue Franco quien llevó a cabo algún que otro referendum tras crear la Ley de Referendum dos años antes:

Ley de Referéndum de 1945
(22 de octubre de 1945)

Abierta para todos los españoles su colaboración en las tareas del Estado a través de los organismos naturales, constituidos por la familia, el municipio y el sindicato, y promulgadas las Leyes básicas que han de dar nueva vida y mayor espontaneidad a las representaciones dentro de un régimen de cristiana convivencia, con el fin de garantizar a la Nación contra el desvío que la historia política de los pueblos viene registrando de que en los asuntos de mayor trascendencia o interés pública, la voluntad de la Nación pueda ser suplantada por el juicio subjetivo de sus mandatarios; esta Jefatura del Estado, en uso de las facultades que le reservan las Leyes de 30 de enero de 1938 y 8 de agosto de 1939, ha creído conveniente instituir la consulta directa a la Nación en referéndum público en todos aquellos casos en que, por la trascendencia de las leyes o incertidumbres en la opinión, el Jefe del Estado estime la oportunidad y conveniencia de esta consulta.

En su virtud, dispongo:

  • Artículo 1.- Cuando la trascendencia de determinadas Leyes lo aconsejen o el interés público lo demande, podrá el Jefe del Estado, para mejor servicio de la Nación, someter a referéndum los proyectos de Leyes elaborados por las Cortes.
  • Artículo 2.- El referéndum se llevará a cabo entre todos los hombres y mujeres de la Nación mayores de veintiún años.
  • Artículo 3.- Se autoriza al Gobierno para dictar las disposiciones complementarias conducentes a la formación del censo y ejecución de la presente Ley.

Y ahora nos hablan de pérdida de democracia. Pero en España nunca hemos tenido una verdadera democracia. Esto es así. Nunca hemos podido plantear cuestiones básicas como la monarquía, la religión o la naturaleza más o menos unitaria del estado centralista. Es decir, los tres pilares de la escasa ideología franquista siguen en pie como en 1945.

Adornos, eso sí, tenemos más adornos.

E Italia… bueno, más de lo mismo, pero en su caso involucionaron, yendo a caer en manos de ese señor como antaño lo había hecho Alemania en 1932, también eligiendo «democráticamente» a Adolf Hitler. Quien se encargó rápidamente de deshacer cualquier atisbo de oposición, de crear una opinión única, de personalizar el poder en un único amo y señor del destino alemán. Como Berlusconi en Italia.

Pero las cosas han evolucionado hasta el punto de que ya se sabe que no es buena idea gobernar desde la visibilidad, que es más interesante hacerlo desde las bambalinas, y el señor del que hablo, ese tal Berlusconi, lo seguirá haciendo, pues su emporio mediático, su poder económico no ha sido mermado en absoluto. Pronto podremos apreciarlo.

Y en cuanto a lo del gobierno tecnócrata frente al gobierno político…

Prefiero un gobierno «político», pero las candidaturas que se presentan con opción a ganar las elecciones, presentan un programa técnico, gestor, que, sin embargo, van a poner en práctica políticos al frente. La verdad es que con programas de este tipo, prefiero técnicos al frente.

Lo que desearía son programas teñidos de ideas, de ideologías (aunque esta palabra esté tan mal vista que ha llevado a esta situación), de promesas socio-económicas y visión largoplacista, quiero que me digan qué harían si tuvieran 40 años, quiero que me digan cómo desearían que fuese el mundo… no quiero que me digan qué parche van a aplicar para resolver un problema puntual. Para eso, contrato un técnico…

hummmm…..
Malos tiempos para la libertad.

1789, 1848, 1917

Hay fechas que el romanticismo ha convertido en míticas.
Hay fechas que la desesperación ha calificado de esperanzadoras.
Hay fechas que miramos con ojos cargados de nostalgia.
Hay fechas que añoramos no haber vivido.
1968
Yo estaba vivo y no lo viví.
Los 80
Yo estaba vivo y no los viví.
1789, 1848, 1917
No había nacido y no las viví.
2011
Estoy vivo y lo vivo poco.
¿A qué estoy esperando?

¿Cuándo un referendum no tiene sentido?

Europa (sus líderes políticos, cabría añadir) está preocupada por el anuncio de Papandreu de la convocatoria de un referendum. La prensa critica desde casi todas las posiciones que se dé la posibilidad a los griegos de decidir sobre su destino. He oído que el New York Times, en una editorial que no encuentro, alaba la medida de pedir un referendum, pero parece ser una excepción (o que les queda bastante lejos).

A mí me parece estupendo todo lo que sea aprobar en consenso decisiones del tipo que sea, si bien considero difícil que la democracia esté lo suficientemente madura para que el ciudadano medio sepa cuales son las consecuencias de sus decisiones. Esto es lo que en ocasiones me aleja del movimiento asambleario tan en boga últimamente en España.

Está claro que los griegos pueden votar sobre lo que afecta al pueblo griego, la cuestión que emerge es si no es un referendum que debería ser tomado en el ámbito de su verdadera competencia: Europa.

Si nos olvidamos de una maldita vez de nuestras pequeñas patrias obsoletas, si vamos a una Europa capaz de sostenerse un poco más de tiempo sobre sus pies de barro, aprovechando los resquicios de su imperialismo decimonónico, si queremos que exista de verdad una moneda única, debemos dejar de lado el sostenimiento de la soberanía nacional de entidades como españa, francia, grecia, italia, …, y hablar, de una vez por todas, de Europa.

Así las cosas, ese referendum habría sido una irresponsabilidad, pero aún no están así las cosas.
Así las cosas, no se habría tardado tanto en tomar una decisión de salvar la situación financiera de otro país, sino de salvar las del propio (Europa), que incluiría esa parte llamada grecia. Pero no están así las cosas.
Así las cosas, no harían falta horas de debates innecesarios y en gran medida redundantes, sino que tendríamos un gobierno capaz de decidir continuamente. Pero no solo un Banco Central Europeo. Es necesario valorar cuales son los objetivos político-sociales del gobierno en cuestión, algo que, ahora mismo, es imposible.

He oído cosas como que se planteará ese referendum pero que los griegos no tienen opción a decir no. Es gracioso, creía que un referendum era justo lo contrario: dar la posibilidad de tomar una opción o la contraria. Sé que no siempre ha sido así y aún recuerdo la tendenciosa pregunta del referendum de la OTAN en españa. Sí, está claro que no podía decirse que no… ¿o sí?

Lo que cada día me parece más evidente es que tenemos que revisar qué entendemos por Democracia, qué entendemos por Nación, por Gobierno, por Mercado, por Política.

Es precisa una reflexión profunda sobre estos términos para poder avanzar en el mundo actual con un léxico actualizado. En caso contrario, seguiremos moviéndonos con ideas del siglo XIX en el XXI.

El nombre de las entidades nacionales españa, francia, etc… han sido escritas intencionadamente con minúsculas para acentuar su minúsculo valor político actual.

Género

Estaba leyendo un artículo de El País sobre las grietas en la lucha contra la violencia de género cuando me he ido a ver los comentarios de los lectores y me encuentro con este, entre otros:

Falta formación en los colegios. En casa, los niños/as siguen aprendiendo de sus padres que perpetúan un comportamiento igual al de hace 30 años. no se ha evolucionado casi nada. Buscamos una igualdad entre hombres y mujeres. Esto no es solo cosa de mujeres, nos compete a todos. responsabilidades compartidas.

Y no me llama la atención porque esté de acuerdo en esa obviedad, sino porque me llama la atención la dificultad que implica luchar contra un lenguaje que diferencia sexos y ello acaba por diferenciar roles. Ahí es donde estriba el problema, para mí, de nuestra educación: en no saber diferenciar entre género sexual y rol.

Me llama la atención del texto que intenta ser igualitario incluyendo aquello de «niños/as», sin tener en cuenta que el artículo que precede no ha sido feminizado, amén de referirse a los progenitores como padres (¿sin madres?). Es más, nos compete a todos y a todas.

Pero en esa vorágine de querer modificar el lenguaje que incluía a las niñas en el colectivo «los niños» podemos caer en la tontería de hablar de los colegios y las colegias… o desear incluir vocablos como miembra en el diccionario de la RALE (que aún no reconocen los diccionarios automáticos de la mayoría de aplicaciones informáticas).

Personalmente, este exceso me parece eso, un exceso.

No creo que sea deformando nuestro sexista idioma como conseguiremos mayor igualdad de géneros y, desde luego, como evitaremos tantos malos tratos. Aunque fuesen malas tratas, seguiría siendo del mismo rol al mismo rol(a).

Hay dominados y dominadores. Hay desigualdad porque ser el más está bien visto, así que no se va a acabar de criticar nunca la responsabilidad del dominador, porque se entiende que es lo que debe aspirarse a ser: ambición, ambición y llegar a ser el más. Aunque sea el más cabrón.

Y vuelvo al texto que cito: Falta formación en los colegios.

Comienza con una frase que ya pone los pelos de punta por cómo están las cosas y la pinta que tienen de cara al futuro: colegios concertados religiosos (¿Es preciso entrar en detalle sobre que los colegios religiosos católicos (no sé si hay musulmanes) son claramente sexistas? ¿Hay algún título equivalente al Papa que sea mujer?), colegios privados en los que se prima y estimula la ambición de llegar a ser «el más»… y colegios públicos sin posibilidad de incisión en pedagogía social, en enseñar civismo, en enseñar a comportarse y no solo a trabajar en la cadena de montaje correspondiente. Hay que revisar la película The Wall y darse cuenta de que vamos hacia ella de nuevo.

Sigo: En casa, los niños/as.

En casa también ven televisión, lugar donde sólo las mujeres han de ser guapas y jóvenes, mientras los hombres pueden ser canosos y gorditos, sin entrar en SinChan y otros subproductos para descerebrados (la lista sería interminable). En casa también tienen juguetes que, aún hoy, siguen siendo tendenciosos sobre el rol que cada cual debe adoptar en su futuro: los niños, conductores, las mujeres, estilistas, por ejemplo. En casa, sigue habiendo colores casi prohibidos para los niños, prendas inaceptables para ellos porque nuestra cultura las consideraría ridiculizadas, como faldas, por poner otro ejemplo. Al menos, de cuando en cuando, ya se permite que se dejen el pelo largo… aunque trenzas… y ni hablar de dejar de dar por hecho que agujerear las orejas de las mujeres cuando aún no tienen uso de razón no es algo que se haga con los hombres: ellas deben adornarse, ellos no; ellas están diseñadas para ser bellos objetos, ellos para poseerlas. En casa, revistas, programas, toda la publicidad, muchos juegos, apuestan no solo por separar los géneros, sino por asignarles distintos roles. Espanta, pero cuando llegan sus padres (o madres) poco pueden hacer.

Pero también les tocaría, ahora bien… ¿Cuántos padres se cogen una baja por paternidad?

A los hombres nos programan para que nuestra mayor meta sea profesional, pocas veces personal, afectiva, así que nuestro mayor logro es que en nuestra empresa nos valoren tanto como para ascendernos, o subirnos el sueldo. Puede que esto sea ancestral, de los tiempos que el hombre cazaba para alimentar la tribu, pero no inmodificable. De eso se trata: que la mujer haya entrado en el mercado laboral ha roto la tradicional asignación de roles que despreciaba el trabajo que realizaban en los hogares como ¿trabajas o eres ama de casa?

Yo soy amo de casa (entre otras profesiones). Y esto suena muy raro… no sólo a mí. Quizá porque debería decir soy ama de casa y no preocuparme, como cuando pido que no se añada miembra, ni taxisto. Pero también se me hace raro. Me cuesta desasignar ese rol a un género.

En el Tango está habiendo toda una revolución (pequeña y sutil, como todo en el tango) sobre la asignación de roles y géneros sexuales. Me alegra porque siempre lo había considerado claramente sexista y machista (de hecho). Ahora se habla, aunque Carmen lo viene haciendo desde hace años, de rol leader y rol follower en lugar de hacer de chico y hacer de chica… pero cuesta tanto a los que hemos aprendido de otra forma… Pero lo curioso es que hayamos tenido que salirnos de nuestro lenguaje para poder encontrar una forma de separar rol de género.

E incluso separados los roles, no se piensa muchas veces en que eso es más profundo que un simple cambio de nombre, es también un cambio en la forma de entender el liderazgo y el seguimiento. Hay formas activas, más fuertes, menos fuertes, más pasivas, más livianas, adaptadas a la naturaleza (e incluso al género) del leader. No ha de pedírsele al nuevo leader que sea corpulento, fuerte y viril. Esto es no entender que el rol de leader sigue, entonces, asociado al género sexual masculino. Yo no le pediría a una leader que me sugiriese un baile como lo haría un leader, pero es que ni siquiera a distintos hombres o distintas mujeres no les pido que sean y lo hagan igual. Me gusta la diferencia.

No necesito sentirme protegido, como alguna gente desea sentirse en el rol de follower, sino que me va bien que me propongan de igual a igual. Y voy o no voy… porque soy un mal follower… o porque creo que el rol de follower también ha sido y debe seguir siendo revisado. No se trata ya de una obediencia ciega, aunque puede estar bien hacerlo, si es lo que se desea, ni de una resistencia que acabe convirtiendo el baile en una guerra. Cada follower debe encontrar su forma de desempeñar su rol, acorde con su naturaleza (incluso su género, puede ser).

Tras este inciso sobre el Tango sigo con el texto: perpetúan un comportamiento igual al de hace 30 años.

Y pienso que ese conservadurismo se perpetúa no solo en esta enseñanza de asignación de roles a géneros sino en casi todo. Se sigue utilizando la expresión «Cómo Dios manda» en contextos que me hacen hervir la sangre. Somos un país tremendamente conservador que perpetúa sus tradiciones como base de su cultura y no al revés, que se fundamentase en la cultura para establecer las tradiciones. Y ahí está nuestra fiesta nacional para demostrarlo. Y de nuestra monarquía mejor ni hablar.

Constitución Española: Artículo 57.

1. La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, [siendo preferido] el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.

Haciendo cálculos (que viene de piedras) me doy cuenta de que hace 30 años era 1981 y tuvimos un golpe de estado. La Bola de Cristal tuvo su primera emisión en 1984 y en 1988 acabó por ser censurada.

Después y con el tiempo ha ido habiendo leyes e incluso ministerios de igualdad que nunca termino de entender, pero porque no puedo entender la desigualdad. Sé que es pragmático que haya leyes que penalicen la figura del maltratador o del dominador, aunque no puedo entender que las leyes no penalicen el maltrato y la violencia en general con tanta dureza y decisión que no haga falta sectorizar esta legislación. No puedo entender que el entorno social de un hombre no critique y censure expresamente el empleo de la violencia que suele ser comprendido como recurso humano, sí, quizá, demasiado humano.

Yo eso no lo puedo entender: he visto a hombres adultos pelearse por una mujer y que a la mujer en cuestión no le diese asco sentir que iba a ser objeto de recompensa para una pareja de ciervos dándose cabezazos.

He hablado con hombres que entienden que se pueda reclamar a hostias, porque para qué hablar. La discusión está sobrevalorada, para ellos. Y no se produce rechazo social, sino que se dicen cosas como «no, si yo estuviese en tu lugar haría lo mismo». Y como si no hubiese pasado nada. Pocas veces he oído a mujeres discutir de esta manera o esas formas. Quizá por eso la mayoría de mis amistades son femeninas.

Vuelvo al texto: Buscamos una igualdad entre hombres y mujeres.

No. Yo no. Los hombres son hombres y las mujeres mujeres y no quiero que sean iguales sino que puedan ocupar los roles que deseen dentro de su diferencia, haciendo, por tanto, los roles dependientes de eso y no al revés. Exigiría mayor flexibilidad en la definición de los roles, para que puedan ser desempeñados por diferentes tipos de personas.

Esto es algo que ha hecho que en muchas ocasiones me sintiese «femenino«, no encajaba como hombre en los roles que se suponía que tenía que desempeñar. Afortunadamente ya cocinamos más hombres cada día aunque a mi madre (y la considero vanguardista de la educación igualitaria) le cuesta aún regalarme a mí las cosas de la cocina que siguen siendo «para Carmen».

Es más, quiero ser hombre pero no necesitar demostrarlo a cada rato, con bravuconadas, con voz grave y seria, con saques de pecho y paso firme, casi marcial. Eso de medirse las pollas nunca ha ido conmigo. Lo aprendí de pequeño cuando no quería pegarme con nadie y no entendía que los chicos (porque siempre eran chicos) se pegasen para demostrar su poder. Ahora esas competencias intraespecíficas me parecen superables gracias al desarrollo intelectual, al avance de nuestra cultura y la generación de nuevos paradigmas de ser humano.

Está claro que mi cuerpo y mi mente me están pidiendo releer a Nietzsche.

Y aún hay más en el texto: Esto no es solo cosa de mujeres, nos compete a todos.

Pero no veo ni una sola manifestación de hombres por la igualdad y muy pocos que se sumen profundamente a esta redefinición de roles que no los vincule a géneros, como si temieran perder su espacio. Y no me extraña. Llegué a leer, con cierto placer, en un curioso artículo sobre clonación humana, que el hombre podría ser en un futuro cercano no más que un objeto de lujo, puesto que su necesidad para la reproducción es cada vez más puesta en duda. En un futuro más lejano, teniendo en cuenta la posibilidad de gestación extrauterina, también la mujer y su sexualidad sería dedicada únicamente para el gozo, el placer y el lujo. Se releerán los clásicos hedonistas con delectación.

De todos modos, esta competencia a todos (y todas) se traslada a tantas y tantas cosas… en el ámbito de las huelgas de profesorado de la ESO y Bachillerato que estamos teniendo en Madrid, aún no entiendo porqué no se enfoca como un problema más global, no del profesorado y los alumnos, sino del futuro del país, del planeta. No entiendo que no se convoque una huelga general de todos los sectores y de todos los trabajadores. No lo entiendo salvo que piense en que nos «descompetenciamos» y decidimos que la educación de nuestros hijos la tienen que defender los educadores. No lo entiendo. Así que voy a vestir de verde unos cuantos días.

Y todo para evadir nuestra responsabilidad: parece que seguimos deseando dejar de ser libres, dejar de ser los responsables últimos del mundo en el que vivimos, económica, política, ecológicamente y de la sociedad que gestamos. Somos responsables del ser humano que somos, de los humanos que nos rodean y de los valores morales y culturales que poseen. En todos y cada uno de los pequeños ámbitos en los que nos movemos, así que… atención al mundo y a cambiarlo, si no nos gusta.

Leonardo Da Vinci habría sido libertario

Está claro que para poder ser libertario, espíritu libre o como se desee expresar, es preciso un esfuerzo que nos permita (digo nos, porque me incluyo) salir de la corriente que atrapa, arrastra, vincula, ata a una forma de pensamiento, palabra y obra no libre en el sentido de autoescogida.

Obvio que la libertad es cultural e hija de su tiempo, de sus circunstancia y de su posibilidad de elección basada en las alternativas conocidas.

Pero el esfuerzo principal está en saber que hay alternativas distintas a las que conocemos. Esto es expandir nuestro universo de libertad, por llamarlo de algún modo.

Ayer me peleé durante horas con un programa de edición de vídeo llamado openshot de código abierto (software libre) que podía haber obviado y tirar por el camino más cómodo de usar el famoso Windows Movie Maker (que en sus últimas versiones tiene más que de sobra para lo que quería) pero preferí usar mi ubuntu, como siempre, con su software.

Es un programa sencillo y eficaz y, una vez que le pillas el truquito, hasta es mucho mejor que el del sistema de pago (no olvidemos que habría que pagar, sí, por usar el MS Windows). Pero me costó lo mío. Varias horas de aprendizaje para saber cómo salir de la corriente. Y solo para una cosita de nada.

Si tenemos en cuenta que hay que ir saliéndose de la corriente, poderosa y caudalosa, constantemente, a cada pequeña actividad que llevamos a cabo, nos hacemos a la idea de la ingente labor que es esta de mantenerse alternativo, no por ser más cool, sino por abrir posibilidades, puertas, ventanas (no windows), a la libertad, a la propia y a la de otros; fomentar, de este modo, una sociedad más libre y plural.

Es un esfuerzo que, de ahí el título, seguramente hizo Leonardo en sus búsquedas de otros mundos posibles, de formación continua para poder ser autoelector de sus alternativas, en resumen, ser más libre que sus contemporáneos.

Leonardo di ser Piero da Vinci fue un pintor italiano nativo de Florencia. Notable polímata (a la vez anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista) nació en Vinci el 15 de abril de 1452 y falleció en Amboise el 2 de mayo de 1519, a los 67 años.

Pero el mundo es más y más complejo y mantener esa in-especialización es casi insostenible o, incluso, absurda, aunque al mismo tiempo más necesaria que nunca: ¿Cómo resolver esta paradoja?

Las manías de las redes sociales

Comprendo que mucha gente se aburra con la interfaz de una aplicación web como es esta de las redes sociales. Facebook cada cierto tiempo se ve obligada, seguramente por esta razón, a modificar su aspecto. Pero a mí me está terminando por hartar.

No he sido muy amigo de las famosas redes sociales desde su inicio. Es más, nunca le he acabado de ver el valor añadido del que presumen. Creo que, más bien, son aplicaciones sofisticadas que se han vendido como una revolución de Internet. La revolución es Internet. Las redes sociales son Napoleón cañoneando al pueblo.

De hecho, me asusta que la dependencia de 2 o 3 empresas sea tan grande como para que nadie sepa buscar nada si no es con Google, nadie sepa enviar un email si no es con gmail o hotmail, nadie sepa conectarse a otros si no es con FB o Twitter, nadie sepa subir vídeos si no es con youtube, etc… Nos acabamos olvidando que Internet era un medio por el que infinidad de servicios pudieron ser prestados al mismo tiempo y hacer, de este modo, mucho más sencillo el acceso a ellos por parte de diferentes usuarios o clientes.

Ahora, incluso, ofrecen a sus usuarios meterse en los servicios que otras de estas empresas están ofertando (google se mete en redes sociales, facebook quiere que tenga email, hotmail… bueno, es de bill gates…) y todo eso para nada, para que no les necesite… y sin embargo pierda un enorme tiempo de mi vida, de mi valiosa vida, usándolos.

¿Quiere eso decir que no me gusta Internet?

En absoluto: me encanta la libertad de una red neutra y mundial, una infraestructura libre de protocolos propietarios (y esto es por lo que me cabrea que skype no funcione (bien) en mi ubuntu) y donde la única ley sea la del respeto (así que hay que enseñar a respetar y no a obedecer), un lugar virtual en el que no repetir los errores de monopolios u oligopolios globales tan normales en el mundo no virtual…

¡Pero seré ingenuo! Nunca han estado verdaderamente separados: Internet comenzó ni más ni menos que como un proyecto de investigación del ministerio de defensa de los EEUU. Y si ha llegado a triunfar en Europa ha sido gracias al beneficio que ello le ha dado a las telefónicas. Bueno, en realidad siempre lo he sabido. Pero dentro de ello, podía mantenerse una cierta libertad aprovechándose de la competencia (más o menos libre) una vez que se superaba la aceptación del oligopolio de ISPs.

Si ahora va desapareciendo esa posibilidad de tener formatos diversos, de tener protocolos abiertos, de usar emails, dominios, websites propios para ir cediendo nuestra libertad en aras de una presunta mayor simplicidad, estamos siendo manipulados por nuestra desidia, por culpa de nuestra incapacidad para la adaptación a la tecnología. Pero sin embargo hacemos el esfuerzo de adaptarnos a las modificaciones de las interfaces de aplicaciones como FaceBook, Google, Skype, BlogSpot, Flicker, Youtube, MSN-WLive-Hotmail….

Por eso seguiré intentando ayudar a quien quiera ir contra corriente un poco por mantener esa sensación de aire en la cara que se puede confundir con libertad.

Instalo linux a quien me lo pida, doy albergue a websites gratuitamente, registro dominios con Gandi.net (que es una grande, pero no tan grande), ofrezco algún que otro servicio de ftp, email y lo que pueda.

¿Te interesa?

Epojé o Muerte

El lema Patria o muerte Venceremos nació un 5 de marzo de 1960, cuando Fidel Castro, en un discurso ante una tumba de soldados y obreros muertos el día anterior en un enfrentamiento con tropas estadounidenses, dijo que no existía otra alternativa que la patria libre o la muerte. Al final del discurso gritó “Patria o muerte”. Mientras que la multitud gritaba “Venceremos”.

Aunque yo creía que había sido la estrella mediática de aquella revolución, Ernesto «Che» Guevara, parece ser que Fidel Castro pronunció aquella sentencia de «Patria o muerte» que fue contestada con un «Venceremos». Era necesario decidir entre Cuba Libre o la muerte. Después la popularizaría el Che y yo la conocí en la casa de mi querida amiga Sylvia a través de la canción de un CD homenaje a la figura del famoso revolucionario.

El CD completo aún se puede escuchar y adquirir o no adquirir y escuchar.

Epojé, del griego ????? «suspensión», transliterado a veces también como epoché, es un concepto originado en la filosofía griega, utilizando principalmente por la corriente escéptica. En los tiempos modernos fue revitalizado por la fenomenología de Edmund Husserl si bien no en su acepción inicial. Originariamente, según la definición dada por Sexto Empírico significa un estado mental de «suspensión del juicio», un estado de la conciencia en el cual ni se niega ni se afirma nada. Para Husserl, la epoché consiste en la «puesta entre paréntesis no sólo de las doctrinas sobre la realidad sino también de la realidad misma.

Pero encontrarse este grafiti en las cercanías de la plaza del 2 de mayo de madrid me ha devuelto la esperanza en que la victoria y la consecución de la libertad dependen de la razón. Con este lema de epojé o muerte, parece quedar abolida la necesidad de luchar por una patria y sí por una coherencia tan infinita que puede, en extremo, llevar a la inacción… que es la muerte.

Aún estoy saboreando el momento en el que me encontré esta pintada. Se le atribuía a un autor que no recuerdo y que no incluí en la foto. No importa tanto el autor como la interpretación que hago de ella: sin una lucha por una razón individual, profunda, analítica pero sintética, autocrítica, serena y creativa, no hay sentido para la vida. Pero el problema es que la razón en exceso pueda llevar a la duda absoluta de la que no salir, aunque también puede conducir a una ataraxia estando entre conceptos de religiones orientales como el nirvana y el satori.

Ayer fue 18 de Julio

Y hacía 75 años desde el levantamiento (golpe de estado) que llevó al poder de este país a un dictador durante 40 años. En El País, lo celebraron con una serie de artículos de un Especial 75 años de Sublevación.

Sigo sin comprender cómo no se hace nada por borrar aquella etapa de nuestras vidas. La memoria histórica debería, entre otras cosas, dejar de llamar Nacionales a los que rompieron la nación. Serían los Antinacionales (antisistema, de alguna manera) los que se levantaron en armas contra un gobierno elegido democráticamente.

La bandera que usaron debería ser procesada. Es normal que aún hoy resulte duro levantarla sin sentir que es lo que aquellos hicieron.

Siempre comento con argentinos, orgullosos ellos de sus dictaduras, que la nuestra tiene la diferencia de haber sido de las pocas que no fue derrocada, sino que preparó su sucesión. Esto llamado transición no es ni más ni menos que continuismo. Seguro que algunos creen que no se podía hacer otra cosa entonces, pero yo creo que ahora ya no hay excusa: es momento de retirar carteles, símbolos, reescribir la historia desde la perspectiva del juicio que debió producirse y nunca se produjo.

Nuremberg juzgó a los nazis (por cierto, elegidos democráticamente). A Pinochet le juzgó La Haya. Garzón juzgó la dictadura argentina. ¿Quién juzgó los crímenes de Franco?

Lo peor de todo es la duración: 40 años de dictadura que acaba en una presunta dictablanda dan como resultado varias generaciones que han nacido en dictadura y que creen que es un sistema más o menos aceptable. Es más, quizá esto es lo más significativo de nuestra etapa: no nos atrevemos a levantar la voz porque siempre podemos ser encarcelados. Lo llevamos en la sangre, en la cultura que nos han inculcado desde que nacimos. Quizá cambien las cosas, poco a poco, con las siguientes generaciones. Quizá por ello es tan importante que en un lugar como España se haya producido el movimiento 15M.

40 años durante los que se fue gestando la reescritura de la historia y la educación, de modo que se ha ido enseñando que ese golpista era inevitable, era necesario, era, casi, beneficioso. Pero NO es verdad. No es más que la manipulación propia de todo estado dictatorial, como la que haría un buen Goebbels, pero es solo eso: una manipulación que, de tan oída, nos la hemos creído. Se la creyeron mis padres que nacieron años después del fin de la guerra y que nos inculcaron a los hijos casi sin querer, como el bautismo, como una tradición más, como esas cosas de la cultura que parece inevitable donar en herencia.

40 años durante los que la convivencia de la gente hizo necesaria la ocultación de los sentimientos políticos, no decir en qué bando estabas, cómo te había ido en la guerra, no vaya a ser que… y ese miedo latente se dejaba oír en mis abuelos.

Mi abuelo contaba cómo le habían reclutado los rojos en su Benamejí natal y le habían puesto un fusil al hombro y le habían lanzado a luchar. Le capturaron los «nacionales» y le iban a fusilar cuando un teniente intercedió por él porque le conocía y sabía que no era rojo, así que le pusieron un fusil del otro bando y le lanzaron a luchar.

Era todo lo más que le arrancabas. Aunque quizá nadie estaba interesado en saber mucho más. Así que todos contentos. De la guerra no se hablaba como no se hablaba de cagar a la hora de comer.

Y cuando ahora intentamos hablar del tema… todavía queda tanto miedo que las voces que se oyen son aplastadas por un mutismo que dice que para qué remover el pasado.

Ayer fue 18 de julio y apenas pasó nada. Sin embargo, cada 12 de octubre desde hace más de 500 años se celebra un día especial. ¿Para qué remover el pasado?

Eso sí, contentos porque el 18 de julio fue el día escogido para abonar la paga extra del verano. ¡Qué casualidad! ¡Qué contento estoy! Tengo pan, fútbol y toros… ¿necesito algo más?

Esto no es una broma