Blancos

Soy un gran admirador de la obra divulgativa de Peter Watson, de quien he leído ávidamente su libro IDEAS sobre la historia intelectual de la humanidad y que me pareció una verdadera joya.

También me leí este verano, prestado por mi amigo Xabi, su libro Convergencias, mucho más centrado de manera casi exclusiva en la historia de la ciencia del siglo XIX y XX, así que gran parte del mismo se solapa con el que me estoy leyendo, de manera mucho más irregular que el de IDEAS, titulado Historia Intelectual del Siglo XX.

Pero a lo que quería llegar (a lo que el título de esta entrada hace referencia) es a que cada vez más me parece que es algo sesgado, especialmente en cuanto a representación de mujeres en esa historia intelectual (no es que no se mencione a Marie Curie, pero no hace especial hincapié en temas como la incorporación de la mujer al mercado laboral, por ejemplo, y muy poco a las luchas feministas) así como tampoco hay apenas historia intelectual de otros continentes que no sea Europa (la Europa caucásica y casi gérmánica), o Americana (aunque cabría decir estadounidense).

No digo con ello que los logros de las mentes de genios como Einstein, Picasso o Freud no sean reseñables, pero poco se habla de sus lados oscuros, por ejemplo, en el trato a las mujeres de sus vidas. Y no me parece baladí. ¿Podrían haber sido grandes genios si no hubiesen estado eximidos de responsabilidades paternales?

De nuevo me vuelvo a acordar de mi amigo Xabi quien dice de sí mismo con la humildad que siempre le ha caracterizado que nunca será un gran científico, pero que hace tiempo asumió que debía elegir entre eso o no ser un buen padre (un padre presente y responsable en igualdad de condiciones que la madre de su hija). Eligió esto segundo y sí, puede que le pase factura a nivel «profesional» pues su nombre nunca acabará (aunque puede que sí lo haga) en las páginas de un libro de Peter Watson… y sin embargo, él no lo cambia. Y yo a él tampoco.

Es alguien de quien estoy altamente orgulloso… y en gran parte es por esta coherencia vital con la que vive. Ejemplar. Desde luego, yo lo tengo clarísimo: le prefiero a esos presuntos genios… presuntuosos. Y me siento tremendamente afortunado de que me considere su amigo.

Los átomos son huecos

Quizá mi influencia por las matemáticas me ha llevado a pensar que lo más importante del descubrimiento de los elementos atómicos, de los tipos de átomos que existen, lo básico de la naturaleza de la materia, es el hecho de que se parecen al teorema fundamental de la aritmética aplicada al mundo físico:

Fascinado por el platonismo y cierta pasión por la teoría pura, cierto pitagorismo de siglo XXI, hay algo que me fascinaba en el hecho de que la totalidad del universo estuviese conformada por una serie de partículas elementales (no importa si ahora esas partículas se ha demostrado que son a su vez combinaciones de otras partículas subatómicas). Ladrillos elementales a partir de los cuales se construye el todo, como esos números primos que componen cualquier otro número racional, mediante la división de todo número entero entre otro número entero descomponibles ambos en sus correspondientes únicos productos de números primos.

No había atendido a la estructura atómica, aunque relacionada con la misma de forma unívoca, es decir, la estructura atómica define el elemento al que pertenece el mismo átomo. A lo que no había atendido era a la disposición de esas partes subatómicas en el átomo. Miraba la parte meramente material y no lo inmaterial:

Hoy, leyendo el libro de IDEAS del siglo XX, de Peter Watson, he vuelto a atender a los experimentos de Rutherford y lo más llamativo ha resultado ser el hecho de que en realidad los átomos son prácticamente vacíos. Es decir están conformados por cargas centrales y cargas deslocalizadas alrededor suyo pero esencialmente espacio vacío. ¡Espacio vacío! La materia es atravesable, sí: atravesable por otra materia, con lo que solemos entender como frontera por tanto carece absolutamente de sentido pues todo es interpenetrable por todo.

¿No resulta sorprendente o paradójico visualizar un universo de vacío y sin embargo sentir que todo está lleno de algo?

¿Cómo no darse por aludido?

Leyendo el libro «HISTORIA INTELECTUAL DEL SIGLO XX» de Peter Watson, de quien ya leí recientemente el libro IDEAS al que le dediqué una etiqueta entera de mi diario, me encuentro con esta maravillosa descripción de mi vida… en unas pocas líneas. Y me remueve el alma, por decirlo de algún modo.

Este libro del Siglo XX me ha decepcionado un poco en comparación con el más ambicioso de IDEAS y que, quizá por la lejanía temporal no está tan plagado de predilecciones personales del autor (compilador). Se le ha notado mucho el etnocentrismo casi inevitable, esa querencia a lo nuestro, a suponer que el hombre blanco (añadiría protestante anglosajón) ha alcanzado la cúspide de lo ideado, ignorando en casi todo el libro (quiero pensar que por ignorancia y no por mala fe) los logros de otras regiones del planeta que no sean Europa o Estados Unidos, con contadas excepciones, así como la poca atención prestada a la influencia femenina que ha sido uno de los mayores motores de cambios del siglo, sin duda alguna.

No obstante, no voy a criticar en exceso un pequeño defecto que tenemos quienes vivimos en esta sociedad que nos forma y nos deforma, sin informarnos… incluso a los más avezados. ¿Será que yo también soy un heterosexual blanco de clase media? Seguramente. Pero intento visibilizar lo que no visualizo… y poco a poco sacar del lodo del olvido lo que encuentro tras esfuerzos no despreciables.

Las ondas Hertzianas de Karlsruhe

Inevitable acordarme de mi amiga María en esta conclusión del libro IDEAS que he terminado de leer hoy, después de varios meses de lenta lectura.

Curioso encontrarme con esta pequeña aventura de un científico en la ciudad que ella habita ahora, pensando que las ondas hertzianas nos mantienen unidos en esta distancia que nos separa en la tridimensional pelota cuya superficie manchamos.

Pero este libro no termina nunca de ser leído. Según lo cerraba, me daba cuenta de cuántas páginas de futuros libros me ha abierto. Me resulta fascinante poder seguir aprendido de por vida.

La comida podrida y el descubrimiento de América

Hablar de «descubrimiento» de América es polémico, como casi todo ya, pero no encuentro mejor modo de denominar a ese encuentro de civilizaciones que no dejó de ser un descubrimiento para los que aún no conocían ese lugar y esas culturas allí habitando.

Me resulta interesantísimo y divertido al mismo tiempo pensar que gracias a que la comida se pudría con suma facilidad, a los europeos del siglo XIV (y anteriores) les era imprescindible tener algo con lo que hacerla comestible, disimulando su sabor con las especias, como en ocasiones yo hago cuando un filetito se me ha pasado un día de fecha… por decirlo así y comienza a adquirir ese olor característico de comida a punto de pudrirse.

Esa necesidad impulsaba un comercio global que nunca acabé de comprender hasta descubrir ese dato en el libro IDEAS, que sostiene que la pimienta era un bien preciado en la edad media para poder aprovechar la comida hasta cuando estaba en peor estado.

Es curioso que en la mayor parte del planeta se hayan usado recetas que básicamente producían putrefacción de los alimentos como método de conservación del mismo (de ahí quesos, cervezas, salmueras, escabeches, pescados podridos del norte de Europa…).

En muchos casos, he tendido a pensar que las fuentes de Energía eran uno de los motores de desplazamiento humano y así recuerdo haber sostenido la inevitabilidad de la Operación Barbarroja o la derrota de la Alemania Nazi a consecuencia de sus dos principales derrotas relacionadas con el acceso a la energía del momento: El Alamain y Stalingrado. Su otra gran derrota fue expulsar a quienes podían haber acelerado la investigación en otra fuente energética alternativa a la petroquímica, los científicos contemporáneos que habían asimilado las teorías de la relatividad y la mecánica cuántica, que acabaron recalando en otros lugares al oeste del Atlántico. Su apuesta por la generación de energía a partir del Carbón de sus cuencas mineras no fue una buena idea y no llevaron a buen término su investigación en hidrogenación.

Pero no había sido consciente de que anteriormente a la industrialización las fuentes de energía eran más, digamos, agrarias, provenientes de la fuerza animal y vegetal directa.

En un sentido muy básico, la energía (humana) se obtenía del alimento y eso era por tanto lo más importante, pero su alimentación no tenía buenas formas de almacenaje y se corría el riesgo de pérdida de eficacia energética en la misma, lo que hacía importante la disposición de especias como la pimienta (y otras) que pudiesen alargar la vida útil de la fuente energética básica: la cárnica. Cereales aparte, que son de otro tipo y cuya fermentación era altamente importante.

En resumen:

1.- Para que la comida pudiese usarse más de lo que hoy consideraríamos razonable, se necesitaba pimienta que se traía de lugares tan alejados como Vietnam o China vía la ruta de la seda.

2.- Cuando fue difícil (sería otra historia) acceder a la pimienta de la manera habitual debido principalmente al dominio de la región intermedia por tribus o naciones túrquicas, se dieron las condiciones para buscar nuevas rutas al origen de la misma saltándose las restricciones que imponían estos pueblos.

3.- En la búsqueda de «las indias» se acabó por dar con un continente que, entre otras cosas, proporcionaba nuevos alimentos, pero no se detuvo la necesidad de encontrar una fuente de pimienta y otras especias, por lo que se siguieron buscando rutas alternativas.

4.- Magallanes (amén de los periplos portugueses periafricanos) llegaron a encontrar esas vías que daban acceso a un producto para comer carne podrida disimulando su sabor.

5.- Entretanto, de 2 a 4 se habían producido tantos cambios que la pimienta dejó de ser tan importante… pero eso ya podríamos decir que es demasiado «moderno».

concilioinmente (Un jugueteo con las palabras y los Concilios)

Hoy encontré la frase «El Concilio de Trento se reunió de forma intermitente de 1555 a 1563» mientras leía el libro de IDEAS (IDEAS. Historia Intelectual de la Humanidad. ISBN 9788474239171. PETER WATSON) y me vinieron a la mente inmediatamente dos palabras que podrían haberse podido usar en lugar de intermitente, que eran impertinente e impenitente. Pero seguro que habría otras, así que aprovechando la disponibilidad de un diccionario en modo texto plano (en realidad una lista de las palabras/entradas del mismo) me dispuse a realizar un pequeño programita que las fabricase:

#!/bin/bash
# Escribe la oración siguiente
# "El Concilio de Trento se reunió de forma INTERMITENTE de 1544 a 1563"
# sustitiyendo INTERMITENTE por otra palabra que comience por in o im
# y termine por "ente", sin ser de tipo "mente", pues poca hubo.

listapalabras=`grep -E '^in|^im' diccionario.txt|grep 'ente$'|grep -v 'mente$'`

for palabra in $listapalabras; do
  echo -e "El Concilio de Trento se reunió de forma" $palabra "de 1544 a 1563"
done

Una salida de la ejecución del mismo sería:

El Concilio de Trento se reunió de forma impaciente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma impediente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma impelente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma impenitente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma impertinente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma imponente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma impotente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma improcedente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma impropiamiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma imprudente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma impudente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inapetente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inasistente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma incandescente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma incidente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inciente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma incipiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma incluyente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma incoherente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma incompetente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inconducente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inconfidente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma incongruente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inconsciente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inconsecuente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inconsiguiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inconsistente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma incontinente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inconveniente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma indecente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma indeficiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma indehiscente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma independente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma independiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma indiferente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma indigente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma indolente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma indulgente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma ineficiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inexistente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma infidente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma influente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma influyente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma infrecuente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma ingente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma ingrediente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inherente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inmanente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inminente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inmunodeficiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma innocente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inobediente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inocente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma insipiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma insistente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma insolente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma insolvente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma instridente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma insubsistente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma insuficiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma insulinodependiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma insurgente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma inteligente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma intercadente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma intercurrente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma interdependiente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma intermitente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma interviniente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma interyacente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma intransigente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma intrascendente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma intumescente de 1544 a 1563
El Concilio de Trento se reunió de forma invidente de 1544 a 1563

Método de la celosía

Hoy he aprendido a multiplicar. Por fin.

De la mano del fantástico libro IDEAS, pasando por el origen de la numeración hindú-arábiga, me he encontrado esta joya algorítmica útil para mis clases particulares y para mi insaciable curiosidad.

Ahora, a pensar en una manera de programarla en C, para pasar un divertido rato inútil.

Para multiplicar dos números, digamos, 1934 x 537, se trazan dos líneas perpendiculares que dejen hueco a la derecha y debajo de ellas. A continuación, se escribe horizontalmente el primero sobre la línea horizontal y verticalmente el segundo a la derecha de la línea vertical.

Completamos una cuadrícula con los 4 x 3 resultantes cuadraditos, los que dividiremos por la diagonal que une el ángulo inferior izquierdo con el ángulo superior derecho.

Rellenamos los triángulos que se han obtenido con la multiplicación expresada en dos dígitos de los números de cada fila y columna, así, por ejemplo, 1 x 5 = 0/5, 9 x 5 = 4/5, etc.

Una vez terminado este proceso, comenzamos con las sumas con las que obtendremos el resultado deseado.

Sumamos en dirección diagonal comenzando por el triángulo inferior derecho. Continuamos la siguiente suma diagonal teniendo en cuenta que si en la anterior superamos el 9, la cifra correspondiente a las decenas se añade a las que han de ser sumadas en la siguiente diagonal.

Finalmente, obtendremos el resultado deseado.

Aterrador

aterrador

La tristeza invade mi mente
con la certidumbre de las corrientes cíclicas
que garantizan un retorno a la oscuridad
como sólo un new age puede prometer y augura.

Me entristece sentir que el desprecio a la filosofía
a la ciencia
a la lógica
a la búsqueda racional de conocimiento
se extiende
desde todas las áreas
desde todos los ángulos
desde todo rincón
y en un minúsculo reducto en mitad del océano de pergaminos gastados
resisten incautos
quienes no se sienten tentados por la facilidad de una revelación
por acercamientos irracionales
por ejemplos sin método
por prejuicios vacuos.

Temo siglos de oscuridad vestida de colores fosforitos
quemando diferencias
en la hoguera del ruido.

Verso

verso

Es maravilloso pensar que verso procede de un campo agrícola, porque multiplica las metáforas hasta una dimensión infinita.

Este texto, encontrado en el increíble libro «IDEAS. HISTORIA INTELECTUAL DE LA HUMANIDAD«, hoy me ha alegrado el día. Creo recordar que ya había leído esta etimología, pero la sorprendente relación con el texto escrito ayer sobre la pertinencia de llamar poesía a algo por la forma, en lugar de por la intención, me ha parecido espectacular.

Voy a transcribir completamente el texto de la fotografía del texto, porque estoy seguro de que alguna vez lo querré tener en caracteres:


La literatura latina más antigua que se conserva mantiene, en general, los patrones y ritmos del discurso oral. Esto es, son repetitivos, ya sea rimados o ritmados. Esto tiene mucho sentido: es más fácil recordar una narración si ésta es rítmica o está rimada.

Nuestra palabra verso proviene del latín versos «vuelta, giro», sustantivo derivado del verbo verto, «volver, girar». Era un término aplicado originalmente a los surcos, porque al arar un terreno el arado daba la vuelta y regresaba cada vez que llegaba al límite. Luego la palabra pasó a significar la fila de plantas sembradas en el surco y, finalmente, pasó a designar cualquier tipo de línea, incluidos los versos de la poesía.

En castellano normalmente consideramos verso y poesía como sinónimos, pero el verso en cuanto tal es sólo la forma, mientras que poesía, que viene del verbo griego que significa «hacer, crear», se refiere tanto a la forma como al contenido.

En la actualidad oponemos el verso y la poesía a la «prosa», palabra que deriva de prosa, una corrupción del adjetivo latino prosus, «en línea recta». La prosa oratio era un «discurso que prosigue sin interrupciones», que no da la vuelta, como ocurría con el verso.


Fuente: "IDEAS. HISTORIA INTELECTUAL DE LA HUMANIDAD" Página 328.

Este texto me recuerda a los sistemas de escritura en bustrófedon, que se utilizan más de lo que solemos creer. Especialmente antaño, quizá, cuando estaba más reciente la relación entre la agricultura y la literatura. Con el paso del tiempo, esta última parece haberse alejado de la primera para convertirse en industrial. ¿Qué será de la literatura en el futuro? ¿Cómo será el «verso» del milenio próximo?

El casco de Dios

Me pongo el casco de dios
y mi lóbulo temporal izquierdo
ve lobos y temporales e izquierdistas
mientras el casco de dios
idiotiza mi mente
magnetizando el córtex central
hasta desnortarme.

Me pongo el casco de dios
telúrico como pocos
o seleniúrico como ninguno
para encontrar un parietal
en el que alojar un fantasma
con la boca grande de plata
y una navaja afilada segando mi niña en dos.

Me pongo el casco de dios
hasta romper la monotonía de la monogamia
o la monomanía de la monología
evitando el monoteísmo
anatémico forense.

Me pongo el casco de dios
o de tries o de ciuatro
y así innumerables o numerables
veces
por muchas que sean
siempre distintas de infinito
que es otra de esas invenciones fruto de la iteración
femenina y eterna.

Me pongo el casco de dios
justo antes de montar en bicicleta divina
y darme una hostia que no ostia
contra una farola que ilumine el alma
opaca
alojada justo al lado de mi intestino grueso.

Me pongo el casco de dios
con la tristeza nauseabunda
de la soledad existencial
a la que llaman angustia
y se apellida libertad.

Me pongo el casco de dios
cuando descubro que el mundo no necesita más humanos
y los humanos sí otros mundos
para explicar lo que no comprenden de este
y olvidar que es este
el único que hay que salvar
de nuestra obsesión por destruir
aquello que ignoramos
cuando nos ponemos
el casco de dios.

Esto no es una broma