Un editor de blog formidable

La versión de WordPress que tengo instalada en el servidor propio hospedado en JustHost.com me permite esta maravilla que es tener un editor de entradas tan minimalista que no tengo nada que me estorbe mientras escribo.

Tan sólo un cursor sobre una página completamente en blanco y una tipografía de Ubuntu tan agradable, suave y clara que dan ganas de enamorarse de ella.

No le temo a la página en blanco, es más, me resulta sumamente sugerente ese desierto de dunas infinitas tras la que un horizonte de palabras parece estar esperándome. Ya llego, no os inquietéis, pequeñinas… ya llego…

Me encuentro la a
esta letra casi apocada que en minúsculas resulta tan artificial que jamás he sido capaz de entender porqué no es como la a que todos hacemos al escribir con la mano.
Me encuentro la b
esa que algún día confundo con la d, con la p y con la q. ¡Qué maravillas las que regala la simetría!
Y sigo, y sigo…

y el final del texto no parece llegar nunca porque tras cada letra puedo encontrarme otra, igual o distinta de la anterior, incluso algunos signos más o menos divertidos, de diversos, como comas, puntos; y «comillas».

Pero, lo mejor de todo, lo más sublime de cualquier poema que se precie, son los espacios, los espacios en blanco, los espacios entre letras, entre palabras, entre versos y laterales, superiores, inferiores, márgenes… por donde campa la imaginación.

Qué pesaditos estos de Facebook

Cada día me apetece pasar menos tiempo mirando las actualizaciones de estado y los maravillosos artículos que desean compartir conmigo en FaceBook mis amigos. La mayoría de los cuales son completos desconocidos y otros muchos son tan solo eso, conocidos.

Obvio que no es culpa de la aplicación, pretendida base de una renovada Internet… mucho más privatizada, menos neutral, más comercial, menos desinteresada. Esta Internet 2.0 es (y era) una puta mierda.

No puedo ser más claro ni más contundente.
¿Sirve?

Sí, sirve para hacer negocios, para publicar lo impúdico, para cotillear como en un programa del corazón (aunque yo diría programas de vísceras, en general) que claro que está bien que existan, que tengan su público y su, incluso, tiempo. Pero que se quieran autoproclamar los líderes de la tendencia en Internet y que no sean tosidos por nadie es algo muy, pero que muy, peligroso.

Ahora, cada vez que entro en la pantalla (como si esta afirmación fuese posible) de la página principal de FaceBook, me encuentro con que insisten en que consiga una dirección de correo electrónico giusseppe.dominguez@facebook.com

Pero ¿Por qué esta insistencia?

Está claro que es una forma práctica de conseguir un cliente fiel, casi esclavo, casi imposible de escapar de una aplicación que debía ser tan solo un útil y no una vida paralela (y para-lelos).

Pero es preocupante la pérdida de independencia que se tendría (ya se tiene en Gmail y HotMail) al tener un correo electrónico en manos de una de las 3 o cuatro más importantes empresas de Internet que están intentando fuertemente conseguir un oligopolio a la manera de las telefónicas en España, por ejemplo, en un campo que conocí libre y libertario. Era la Internet 1.0. Parece ser.

Pues bien, me niego a seguir jugando a esto. Estoy por darme de baja en FB y pasar olímpicamente de esas presuntas ventajas que me otorgaba. Lo único que me ha aportado hasta ahora ha sido el retomar el contacto con algunas amigas lejanas (y esto es algo que aprecio) de forma sencilla, sabiendo qué hace mi amiga Mariel, por ejemplo, cada dos horas, o haber visto las fotos de su pequeño y ver cómo va creciendo. También me aporta una infinidad de eventos a los que acudir, que no acudo por falta de tiempo, ganas e interés.

Se suponía que lo iba a usar para fines publicitarios (de ahí que haya aceptado tantos desconocidos entre mis amigos) y que iba a poder conseguir alumnos interesados en mis clases, pero la realidad es que hay tanta oferta y tanta dispersión que quien está en FB lo que acaba haciendo es, como yo mismo, perder el interés por las ofertas que se presentan por falta de tiempo y ganas.

Hummmm… siento algo de incoherencia en mí, uno de mis fantasmas acechando…

Si deseas salir de FaceBook, hazlo ya!

¿Por qué digo que no lo hago?

La verdadera razón (hay algunas razones no verdaderas, supongo) es que sigo creyendo que puedo usarlo yo y no ser usado por él, que tengo en mi poder una herramienta que puede servirme para contactar con amigos infrecuentes y saber algo de sus vidas, así como para conseguir algún que otro contacto interesante entre tanta morralla.

Pero esta creencia se desmorona por minutos. Y estoy seguro de que no seré el único que piense así en los próximos años, cuando aparezca una Internet 3.0 que desmonte el mito de que estar permanentemente conectado es un placer.

Y mientras tanto…

Algunos días quiero publicar más

y otros menos
en este diario
en el que me he impuesto
la disciplina
de escribir diariamente
algún artículo
aunque a veces los llamo
artículos
y otras veces
los llamo textos
que es más genérico
pero que no engloba las fotografías
que como ayer
quise compartir.

Algunos días quiero publicar más
de una entrada
en este diario íntimo
que comparto contigo
y pienso si no es una estupidez
haberme impuesto ese mínimo
y si no lo estoy tomando como máximo
como número mayor del cual no puedo publicar entradas cada día
y me doy cuenta de lo ridículo de ese pensamiento
pues también es estúpido
quizás
esta entrada
y este blog
llamado diario
que comparto contigo
cada día laboral de la semana.

Zuckerberg no tiene la culpa

de que yo pierda mi tiempo
entre caras desconocidas
buscando algo de interés
(simple o compuesto
mientras no llamo a mi amiga
y no hablo con mis vecinos
y no me doy la vuelta y le doy un gran beso a mi mujer

zuck… es solo un hombrecillo
que estaba tan aburrido
que quiso enseñarnos su miseria
para que pudiéramos compadecerle
y lo que hicimos fue copiarle
hasta que su miseria es nuestra
y la hemos multiplicado por
casi siete mil millones
de los que algunos llaman billones
y que está actualizándose
al segundo

he estado casi un minuto viendo esa página
web
y dándome cuenta de lo rápido que
crece la población
actualizándola
con F5 cada varios segundos
y dándome cuenta de que la gente nace
a pesar de todo

no deja de nacer gente y gente

seres humanos
(más o menos humanos
que crecerán
a pesar de todo
y lucharán
algunos incluso en guerras
para perder la vida
luchando
por la vida de otro
a quien muchas veces
no conocerán

así pasarán su tiempo
mientras yo actualizo
el número de personas vivas sobre la faz de la tierra
y las noticias de mis presuntos amigos
a quienes no conozco

pero zuck no tiene la culpa
es otro entero que se sumó al largo número
de los que hay en este momento
sobre la faz de la tierra
la faz esférica o cuasiesférica
de esta naranja mecánica
que habitamos
a pesar de todo.

Quiero probar el sonido

Así que esta entrada será tan solo para colocar un audio que usé en la performance que realicé el otro día en Artón. Ya hablaré próximamente sobre la acción que realicé y sobre el controvertido tema que proponían en paralelo al de las acciones, que era el de cobrar por acceder a ver una performance.

Más allá de lo que pienso sobre la gratuidad y el arte, queda entrar en materia sobre si la performance, crítica en sus orígenes con el mercantilismo del arte, puede ser cobrada de la misma manera que un cuadro de Jackson Pollock.

Para esta acción realicé una composición con un programa de audio opensource, como viene siendo habitual, en el que un «NO» se repetía cada determinados intervalos. La pieza total dura 27 minutos, de los que la primera tercera parte (los primeros 3**2 minutos) tiene NOes cada 3 minutos. La Segunda Parte (del minuto 9 al 18) tiene NOes cada minuto, habiéndose dividido cada tres minutos entre 3. La última tercera parte de la segunda parte tiene NOes cada 20 segundos, habiéndose dividido cada minuto en 3. La última tercera parte del total (del minuto 18 al 27) tiene un ruido sinusoidal continuo.

Me encuentro el primer obstáculo, no me deja subir archivos de más de 8 Mb. Este NO.mp3 tiene más de 24 Mb.

Intento colocarlo de otro modo: NO mp3

Y de un tercer modo: NO mp3

En cualquier caso, me presenta, simplemente, un enlace al archivo. Me temo que no es suficiente. Tendré que pensar en una forma más sofisticada.

Veremos con esta última… (parece que de wordpress)

[audio:http://giusseppe.net/pf/partituras/NO.mp3]

Las manías de las redes sociales

Comprendo que mucha gente se aburra con la interfaz de una aplicación web como es esta de las redes sociales. Facebook cada cierto tiempo se ve obligada, seguramente por esta razón, a modificar su aspecto. Pero a mí me está terminando por hartar.

No he sido muy amigo de las famosas redes sociales desde su inicio. Es más, nunca le he acabado de ver el valor añadido del que presumen. Creo que, más bien, son aplicaciones sofisticadas que se han vendido como una revolución de Internet. La revolución es Internet. Las redes sociales son Napoleón cañoneando al pueblo.

De hecho, me asusta que la dependencia de 2 o 3 empresas sea tan grande como para que nadie sepa buscar nada si no es con Google, nadie sepa enviar un email si no es con gmail o hotmail, nadie sepa conectarse a otros si no es con FB o Twitter, nadie sepa subir vídeos si no es con youtube, etc… Nos acabamos olvidando que Internet era un medio por el que infinidad de servicios pudieron ser prestados al mismo tiempo y hacer, de este modo, mucho más sencillo el acceso a ellos por parte de diferentes usuarios o clientes.

Ahora, incluso, ofrecen a sus usuarios meterse en los servicios que otras de estas empresas están ofertando (google se mete en redes sociales, facebook quiere que tenga email, hotmail… bueno, es de bill gates…) y todo eso para nada, para que no les necesite… y sin embargo pierda un enorme tiempo de mi vida, de mi valiosa vida, usándolos.

¿Quiere eso decir que no me gusta Internet?

En absoluto: me encanta la libertad de una red neutra y mundial, una infraestructura libre de protocolos propietarios (y esto es por lo que me cabrea que skype no funcione (bien) en mi ubuntu) y donde la única ley sea la del respeto (así que hay que enseñar a respetar y no a obedecer), un lugar virtual en el que no repetir los errores de monopolios u oligopolios globales tan normales en el mundo no virtual…

¡Pero seré ingenuo! Nunca han estado verdaderamente separados: Internet comenzó ni más ni menos que como un proyecto de investigación del ministerio de defensa de los EEUU. Y si ha llegado a triunfar en Europa ha sido gracias al beneficio que ello le ha dado a las telefónicas. Bueno, en realidad siempre lo he sabido. Pero dentro de ello, podía mantenerse una cierta libertad aprovechándose de la competencia (más o menos libre) una vez que se superaba la aceptación del oligopolio de ISPs.

Si ahora va desapareciendo esa posibilidad de tener formatos diversos, de tener protocolos abiertos, de usar emails, dominios, websites propios para ir cediendo nuestra libertad en aras de una presunta mayor simplicidad, estamos siendo manipulados por nuestra desidia, por culpa de nuestra incapacidad para la adaptación a la tecnología. Pero sin embargo hacemos el esfuerzo de adaptarnos a las modificaciones de las interfaces de aplicaciones como FaceBook, Google, Skype, BlogSpot, Flicker, Youtube, MSN-WLive-Hotmail….

Por eso seguiré intentando ayudar a quien quiera ir contra corriente un poco por mantener esa sensación de aire en la cara que se puede confundir con libertad.

Instalo linux a quien me lo pida, doy albergue a websites gratuitamente, registro dominios con Gandi.net (que es una grande, pero no tan grande), ofrezco algún que otro servicio de ftp, email y lo que pueda.

¿Te interesa?

De nuevo en casa

Casi sin conexión, casi sin poder hacer otra cosa que no sea esperar a que Volodimyr termine las últimas cosas pendientes, pero de nuevo en casa.

Con ganas de recuperar mi router wifi y no esta precaria conexión a Internet vía mi móvil de segunda generación con su GPRS más o menos cutre, pero eficaz. Me ha costado conseguir que mi ubuntu querido consiga conectarse de esta manera, pero ya lo he logrado, justo dos horas antes de poder tener una buena conexión… pero ya no podía aguantar más.

Los libros ya están de nuevo en orden. Orden alfabético, como debe ser. Aunque los de arte los he colocado según otro criterio. Es raro encontrarse un libro de Asimov tan cerca de Auster, pero es tan divertido al mismo tiempo… ¿Será una forma de afirmar o confirmar que la Poesía y la Física no están tan lejos, que la metafísica no está más allá de la física, sino en mitad de la misma?

Querido Aristóteles, qué lejos estás de Platón y Sócrates y qué cerca de Arquímedes, Apollinaire, incluso. ¡Diviértete con ellos!

¿Cómo se puede disponer la información tan aglutinada?

No sé si es a mí solo a quien le llama la atención la manera en que se muestra o se presenta la información. Es como si no importase nada el contexto. Pero contexto tiene que ver necesariamente con información.

contexto. (Del lat. contextus). 1. m. Entorno lingüístico del cual depende el sentido y el valor de una palabra, frase o fragmento considerados. 2. m. Entorno físico o de situación, ya sea político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el cual se considera un hecho. 3. m. p. us. Orden de composición o tejido de un discurso, de una narración, etc. 4. m. desus. Enredo, maraña o unión de cosas que se enlazan y entretejen.

El sentido de un fragmento depende de ese entorno. ¿Qué significa, en ese entorno, que uno de cada cuatro hispanos sea pobre en EEUU? ¿De qué manera se impone la web de Hollywood a esa noticia? ¿Y la promesa de regalos que nos hace El País mediante concurso?

Cada vez más me encuentro con que debemos ser capaces de ver fragmentos situados en contextos casi arbitrarios o buscar la conexión entre los fragmentos. Es como cuando caminando por la ostentosa Gran Vía madrileña veo a una mujer recolocándose la estola de piel de zorro y a dos palmos de sus pies un indigente pidiendo algo para comer. O como cuando en una pantalla de plasma de 40″ hablan de la crisis europea como la peor que hemos vivido.

Si lo conectamos tenemos problemas de conciencia o de exigencia de coherencia, que es básicamente lo mismo (la desigualdad permite que la señora se ajuste la estola, la pantalla y el endeudamiento provocado por el consumismo puede que sea lo que nos ha llevado a esta crisis), pero si no lo conectamos, el mundo cada vez nos parece más inexplicable.

La primera vez que encontré algo literario en esta dirección fue cuando leí Hocus Pocus de Kurt Vonnegut. No me podía creer que no hubiera leído antes algo como esto. Un texto que era aparentemente desordenado, pero que era al mismo tiempo globalizador. Después encontré a otro maravilloso hacedor de puzzles que me obsequió mi amigo Jaime Vallaure, la novela La vida, instrucciones de uso, de George Perec.

Quizá lo que pretendo hacer en este blog tenga algo que ver con esto, con esta mirada caleidoscópica a la realidad, olvidándome de cualquier patrón formal o semántico, mezclando poemas con recetas de cocina, opiniones políticas o confesiones sobre mi estado de salud. Y es que el contexto ya no es lo que era. Ahora es un lugar complejo en el que ser capaz de obtener información de los distintos fragmentos mirándolos individual y colectivamente a un tiempo: es como el principio de dualidad onda-corpúsculo traducido a la información: dualidad texto-contexto.

De esta manera, puedo acercarme asintóticamente a retratarme.

Instalando un arranque dual

Llevo 3 días atascado en un problema que me amarga la vida desde hace meses. Pero poco, poco.

La versión de Skype que soporta varios usuarios conectados por vídeo simultáneamente es la 5.0 o superior, pero esta versión no ha sido desarrollada para Linux. Podría usar otros programas para hacer videoconferencia, pero sin embargo la mayoría de la gente podría usar fácilmente Skype. No se puede usar una aplicación multiplataforma porque el protocolo de comunicación VoIP de Skype es propietario y no soporta hablar con otros programas…

Skype es una empresa y tiene sentido que haga lo que quiera. Ahora la ha comprado Microsoft. También tiene sentido que tenga derecho a hacer lo que quiera. Yo uso Linux desde hace más de un año porque el maldito Windows VISTA de MS no funcionaba correctamente. Al instalarlo, perdí la garantía del portátil porque el sistema operativo venía vinculado al compromiso de mantenimiento de garantía del hardware. Algo incomprensible, pero explicable: Microsoft presiona para que los equipos lleven su software o les elimina la garantía. Y digo yo que si tiene derecho a esta extorsión, a este dominio abusivo, al menos debo tener el derecho a buscarme la vida para hacer que me funcione Skype en mi equipo, sin garantía.

He instalado la versión beta que ha desarrollado Skype para Ubuntu y no acaba de funcionar muy bien. He instalado un Windows XP (con una licencia de un PC que tuve hace tiempo y que asumo que pagué) en una máquina virtual. No acaba de funcionar muy bien.

Intento instalar un arranque dual con ese mismo XP del que tengo el disco original y me da errores. Acabo de descargarme un Windows 7 Home Premium y buscar algunas licencias de uso para activarlo y probar mi Skype. Es en una máquina virtual. Asumo que no es lo mismo que como sistema operativo real. No quiero pagar los más de 100 euros que costaría. No me gusta piratear, pero no parece que haya otra forma de usar Skype con videoconferencia. Esperaré ansioso la aparición de otros programas que puedan usar el protocolo de voz sobre IP de Skype para poder comunicarme con quienes sí tienen Skype.

Este artículo no defiende la piratería. Ni siquiera la explica. En realidad, hace un llamamiento a usar software libre al máximo y olvidarse de los programas y sistemas operativos propietarios y cerrados que niegan que la tecnología es un bien común y debería ser de libre acceso.

Después, podríamos hablar de la financiación de las empresas de desarrollo. Eso es otra cuestión. Aunque no lo parezca.

Eso de no saber ni matemáticas ni geografía… y ser periodista

Todavía me estoy riendo de las imágenes que me han venido a la cabeza leyendo la noticia sobre el barco para extraer gas natural de las profundidades marinas.

Según esta,

En las profundidades del mar existe gran cantidad de gas, pero a cientos de miles de kilómetros de la costa o del gasoducto más cercano.

Sí, sí, has leído bien… a cientos de miles de kilómetros de la costa. Ahí es nada. Teniendo en cuenta que la circunferencia más grande que se puede trazar sobre la superficie de la tierra es de unos 40.000 kilómetros, esos cientos de miles han dado un par de vueltas y media para volver al lugar en cuestión o han ido dando un paseo que ni un taxista con mala leche.

Les he enviado un email con la observación, porque aún estoy riéndome de las imágenes de barcos que recorren el espacio sideral hasta llegar a unos 200 kilómetros de la costa después de estar casi en la órbita lunar, o barcos que recorren curvas fractales sobre la superficie poco euclídea de esta bolita llamada mundo.

Desde luego… no saber matemáticas sumado a no saber geografía hace que un periodista sea tan hilarante como el mayor de los payasos de circo… pero estos saben que lo son.

Esto no es una broma