Pensar es caminar

(Fotografía de Miguel Cereceda)

En esta semana tan performática (dos sábados seguidos realizando acciones en eventos de alto voltaje) he tenido el honor de estar invitado a participar en la décimocuarta revista caminada de la cuenta oficial de Miguel Nava y Rafa Lamata.

En esta ocasión, presenté la acción Pensar es caminar:

Acción pensada para realizarse en el marco de la REVISTA CAMINADA CON MOTIVO DE LA EXPOSICIÓN “CAMINANTE NO HAY CAMINO”. Sábado 27 de Enero de 2024 convocada por Miguel Nava, Rafael Lamata y Miguel Cereceda, comenzando en los Arcos de Moncloa y terminando en la Cafebrería (un café librería) en la Calle del Buen Suceso que alberga la exposición en cuestión.

Me fue asignada la Séptima Página en la Escalinata que baja – Calle del Pintor Rosales.

El comisario de la exposición, Miguel Cereceda, publicó un maravilloso artículo resumiendo a modo de documentación, como debería ser, la jornada en su página web arteycosas.es.

En ella mencionaba a mi estimado Hilario Álvarez quien a lo largo de varios años había realizado una especie de lo que conoceríamos ahora como «spin-off» de revistas caminadas de aquellas iniciadas por Miguen Nava y Rafa Lamata en 1996.

Cereceda dice de mí lo siguiente en su crónica:

Giuseppe Domínguez le estuvo dando vueltas a la pregunta heideggeriana “¿Qué significa pensar?”, en su relación con el caminar. Domínguez insistió en que pensar es caminar y caminar es también pensar. Pero, mirando en el diccionario, le recordó al filósofo alemán que pensar es también alimentar al ganado con pienso. Y, en ese sentido, nos dio un poco de pienso a cada uno. Animales pensantes como somos, lo comimos de buen grado.

Y he de reconocer que me hace ilusión que mencione a Heidegger en su texto relacionándolo con mi pequeña reflexión (casi juego de palabras) sobre caminar y pensar.

81 recetas de gazapos, lenguados y mollejas

Leyendo el libro de George Perec «Pensar/Clasificar» que me había recomendado el ínclito Jaime Vallaure y que me regaló mi amada Carmen en nuestra particular ritualización de navidad, me he encontrado algo atorado ante la lectura de 81 recetas para principiantes todas ellas combinaciones (casi lineales) de una serie de procedimientos que involucran gazapos, lenguados y mollejas como elemento central, pero que van cambiando la guarnición, la salsa, la presentación y, sobre todo, el nombre del plato.

El libro, maravilloso, está disponible en la editorial Gedisa.

Revisando la web de Jaime para capturar su enlace y añadirlo en la entrada, me encuentro que es una verdadera joya del diseño gráfico, pero sobre todo el trabajo denso y profundo (en el mejor de los sentidos del mundo) que viene realizando, como muestra su cronología desde 1990. Yo entonces ni sabía que quería ser poeta (o poema).

Tan interesante web tiene fallos que parecen creaciones. Aún después de saber que son fallos sigo creyendo que son creaciones. Y es que todo en Jaime es creación. Hasta ese futurible 2103 que remeda un soso 2013.

¿Para qué sirven Los Artistas?

Hoy he encontrado este texto en una red social que no me ha hecho sino recordar a cada palabra mi trabajo sobre La Consulta, en la que me hice esta misma pregunta, de manera algo existencial y pequeña: no «Los Artistas», sino «¿para qué sirvo (yo)?»

¿PARA QUÉ SIRVEN LOS ARTISTAS?
(Texto de Nacho Pata)

En términos prácticos no servimos para nada. Si alguien se enferma, o si a alguien se le descompone su coche o si tiene un problema legal, no llaman a un artista, sino a un doctor, un mecánico o a un abogado, nunca a un artista.

De hecho somos bastante inútiles ahora que lo pienso.

Cuando alguien nos pregunta a qué nos dedicamos, nunca tenemos una respuesta certera que satisfaga la curiosidad de quien nos pregunta, y menos aún si nos preguntan si podemos vivir de esto (en términos meramente económicos), cosa que tampoco podemos responder, ya que esa pregunta jamás se le hace abiertamente a un doctor, un mecánico o a un abogado, puesto que se da por hecho que les da suficiente para vivir y son profesiones incuestionables.

Entonces ¿para qué servimos? ¿Para qué sirve un pintor, un cineasta o un literato? ¿qué diablos gana la humanidad con un actor, un comediante o un músico? ¿en qué nos ayuda un escultor, un director de escena o un compositor? ¿Cómo resuelve nuestros problemas de vida alguien así?

¿De qué nos han servido Beethoven, Chava Flores, Akira Kurosawa, Pita Amor, Robert De Niro, Mario Benedetti, Vincent Van Gogh, Andi Warhol, Gustavo Cerati, Jaime Sabines, Pedro Almodóvar, David Alfaro Siqueiros, Roger Waters, Rockdrigo, Julio Jaramillo, Jodie Foster, Miguel Hernández, Los Beatles o hasta Juan Gabriel?

¿De qué servimos los músicos callejeros, los zanqueros, los clowns, los titiriteros, los cuenta cuentos, los fotógrafos, los mimos, los acróbatas los dibujantes y los actores?

Obviamente, para nada. Para nada práctico y mensurable. No podríamos arreglar ni una plancha, ni resolver un problema de crédito bancario.

Nuestra única función en esta vida es tocar los corazones y los pensamientos de la gente. Somos capaces de hacer reír o llorar, pensar o disfrutar a alguien sin tan siquiera tocarlo. Un cineasta o un actor te puede conmover hasta las lágrimas y un pintor o un fotógrafo te puede transportar en el tiempo, mientras que un clown o un escritor te puede hacer pensar al mismo tiempo que ríes o lloras. Un músico o un compositor te puede tocar y llenarte de tanta vida como un acróbata te puede sorprender de manera insospechada y marcar tu vida. Somos capaces de hacerte cuestionar sobre tu propia existencia mediante la belleza y la crudeza del arte.

No sé qué tan necesarios seamos, pero lo que sí sé es que la vida sería muy diferente sin nosotros, tal vez más aburrida, tal vez más autómata. Así pues, los artistas somos la representación más elaborada de la necesidad humana de expresión.

Nomás para eso servimos.

Hoy, sin embargo, me doy cuenta (si es que ya no me había dado cuenta antes) de que la pregunta está mal formulada y sale del esquema mental utilitarista en el que vivimos inmersos sin cuestionarlo en sí.

Es decir ¿tiene el arte que «servir para» algo?, debería ser la pregunta a formular.

Y aquí encuentro que acaba por decirse siempre que sí, por empatía o por algo abstracto indefinible, como el desarrollo personal o social de ahí que esté desbordándose el arte en forma de terapia o el arte como entretenimiento, ese arte que toca, que sirve… que es sirviente, en definitiva. Y no un arte empoderado, fuerte, que no busque servir ni ser servido, que sea independiente y libre de pensamiento, palabra y obra.

Por ende, nos gusta sentirnos incluidos en ese colectivo (olvidándonos hoy de géneros genéricos generosos) de «Los Artistas», como si fuésemos más elevados por ello, yo soy artista, claro que sí, yo soy poeta, claro que sí, yo soy performer, claro que sí, yo soy algo prestigioso, importante… que no importa a nadie en resumidas cuentas (porque de cuentas se trata) y no me da la economía para subsistir del arte, ni de la poesía, ni de nada similar, pero es por amor al arte y te ofrecen participar en un evento de arte de acción, para el que reservas tu tarde de sábado o de viernes y ni te planteas qué vas a cobrar por ello, ni que vas a cobrar por ello, así que te justificas diciendo que te puede dar visibilidad o curriculum… y sigues pensando con los mismos esquemas perversos que un consultor tecnológico, pero sin recibir el mismo salario ni por asomo.

Y si te alejas de ese «Los Artistas» para pensar en los demás, algo que no se ve todos los días, te das cuenta de que cualquier otra actividad se justifica desde ese mismo punto de vista: sirve o no sirve. Es productiva o no es productiva. Rinde o no rinde… y nunca «se rinde».

Porque la reflexión está mal vista. No sirve, sólo sirve la flexión, la genuflexión, la inflexión, como mucho.

«Eres demasiado reflexivo», «piensas demasiado», «los creí-ques y los pensé-ques son familia de don tonteque», «más acción y menos reflexión»…

Hay que hacer un arte útil, usable, popular, democrático… ya sea para la política, para la sociedad, para educarla, hacerla pensar, pero no demasiado, obligarla a pensar, de hecho, no vaya a ser que quiera pensar por su cuenta, un arte o una poesía al servicio de la protesta, pero nunca de la próstata, de la protesta simple y panfletaria, una poesía propagandística, un cine reivindicativo, una cultura solidaria, nunca solitaria… claro que sí, eso sí está bien visto, eso sí que es arte, no una atalaya de cristal, ni aunque sea de Murano.

Por eso en esa enumeración de artistas no encuentro afines, como Duchamp (Marcel), ni el kilo de mierda de artista de Manzoni, ni el vacío de Klein, ni la poesía concreta de Eduardo Scala, o el situacionismo de Guy Debord, ni, por supuesto, de mi gran referente personal, mi muy querido Isidoro Valcárcel Medina. La cultura. Esos grandes Torreznos que hicieron de ella una performance inolvidable.

Y vuelvo a mi círculo vicioso, viciado, enviciado y envicioso… ¿para qué sirvo (yo)? si es que sirvo para algo o, mejor aún… ¿y si no sirvo para nada, pasa algo? ¿debo remediarlo? ¿cómo ganarme la vida? ¿pero es que no tengo una vida? bueno, pues ¿cómo ganarme el pan?… o sea, que el pan ha de ser ganado con el sudor de mi frente, con el amasado sudoroso y cansado, con sangre, dolor y lágrimas, porque ser una cigarra es la condenación eterna. Porque hay que producir, producir, producir… o morir.

Performance en Instituto Cervantes

Me alegra informar que participo en una presentación performática de un proyecto interesantísimo de Marta PCampos que se expone en el Instituto Cervantes el martes 4 de junio a las 19:00.

Es curioso que no lo quiera llamar performance y sí «presentación performática», pero tiene algo que ver con el hecho de que la acción está concebida tan sólo en parte para ser una obra en sí misma y otra parte para ser una presentación de la obra de Marta PCampos, ese diccionario en el que, de manera rocambolesca, he acabado por estar citado.

¡Qué divertido!

Un noevento

Afiches de un evento
que no ocurrirá
y al que me apetecía ir
así que pienso…

¿Y si asisto y pregunto
con mi afiche en mano
dónde está Jaime Vallaure?

Quizá resultase molesto
o desconcertante
o desubicado
puesto que no está ubicado
donde debía estar ubicado.

Me hace cierta gracia
saber que hay un universo alternativo
en el que ese evento ha tenido lugar
o va a tenerlo o lo está teniendo
y quizá
en ese otro universo
yo no estoy asistiendo porque no me he enterado
de que ese evento está ocurriendo
o incluso puede que
esté muerto
y no pueda acudir por razones obvias.

Aunque esto ya me hace menos
(mucha menos)
gracia.

En este universo la cancelación
de un evento programado
ha generado un noevento
al que noacudir
sin dilación.

Hay quizá un evento
creando nouniversos
donde nopersonas
consiguen llegar a acuerdos
para no producir cancelaciones
imprevistas.

Este extraño poema
está plagado de quizás
de dudas e inseguridades
que parecen ser lo mismo
pero que no lo son.

Por razones obvias.

19142014.es

Participando como colaborador del Proyecto [1914-2014] Diccionario de Palabras Muertas, en el que Marta PCampos dice:

1914 – 2014 fue iniciado en 2016 por Marta PCampos como un proyecto relacionado con las visualizaciones de datos o data visualization. En este caso, se trata de visualizar físicamente aquellas palabras que han perdido su entrada en el diccionario de la Real Academia Española en un periodo de cien años. En 1914 – 2014 encontramos a las palabras rechazadas, a aquellas que han tenido su espacio en el diccionario durante más o menos años, pero que al final por diversas razones se ha considerado que ya no es necesario que conserven su propia entrada. Esta visualización se materializa en un libro de artista con el formato de un diccionario en el que sus dos tomos cerrados ya nos hacen tener idea de la cantidad de palabras que han sido eliminadas sin que sea necesario abrirlos o saber cuáles son esas palabras concretamente.

He encontrado el registro del dominio de segundo nivel 19142014.es que ya de por sí habría sido una obra conceptual interesantísima.

Muy buen hacer el de Marta PCampos y la cuidadísima edición de Jaime Vallaure / Editorial EntreAscuas.

Mirar, de John Berger

He leído en estos días navideños que han pasado un par de libros de John Berger y he visualizado cuatro documentales de media hora que se hicieron en la BBC hace algunas décadas. Sorprendentemente, sigue siendo vigente todo su contenido.

Andaba buscando algo relacionado con «composición» o técnica de composición plástica, pero he acabado dando con estos libros aconsejado por mi estimado Jaime Vallaure. No era lo que buscaba, pero ha sido un encuentro.

Dejo los vídeos para quien quiera tenerlos accesibles de manera sencilla subtitulados en castellano:

John Berger – Ways of Seeing / Modos de ver (Ep. 1) Subtitulado (CC)

John Berger – Ways of Seeing / Modos de ver (Ep. 2) Subtitulado (CC)

John Berger – Ways of Seeing / Modos de ver (Ep. 3) Subtitulado (CC)

John Berger – Ways of Seeing / Modos de ver (Ep. 4) Subtitulado (CC)

La lista completa está en mi playlist sobre Composición Visual de Youtube:

Diccionario Personal de la Lengua Española

Por Isidoro Valcárcel Medina.

DPLE

No puedo dejar de agradecer el haber participado en este maravilloso proyecto «isidoriano«, del que tanto he aprendido (de el y de él).

IMG_20160629_200333

Fue divertido, como cuando programé un pedacito de código para organizar listas de palabras por número de letras y distribuirlas en diferentes ficheros, o como cuando estuve tecleando el pasado curso en distintas enumeraciones las palabras del diccionario, o cuando charlábamos sobre la absurdidad del proyecto… y quizá, por ello mismo, su necesidad.

IMG_20160629_200410

Pero, sin duda alguna, lo que recordaré con más cariño el resto de mi vida serán las charlas intrascendentes sobre nuestras preocupaciones, el té a media mañana, con una cucharada de miel de tomillo o de romero, a las que me he hecho adicto, si eso es posible.

Afortunadamente, la persona perdura más allá de sus proyectos y la relación con Isidoro ha cambiado para siempre, para convertirse en uno de mis amigos, aunque las circunstancias mutuas hagan complejo el encuentro tan frecuente.

laconsulta.giusseppe.net

laconsulta

Por fin he terminado (quedará algún fleco) el diseño y/o programación de la web del proyecto La Consulta: Caso 30.

He logrado que sea visible en todo tipo de dispositivos optimizando su visionado en todos ellos, así como en medios paginables (impresoras), haciendo incluso posible su impresión página a página sin separación de párrafos o bloques de preguntas y respuestas.

El color elegido para el menú superior de la versión móvil (para pantallas de menos de 750 píxeles) ha sido casual y no causal, dado que lo encontré en un ejemplo y me gustó. Lo mantuve porque creo que los móviles tienen cierta necesidad de color que, sin embargo, en las pantallas de ordenador resulta saturante.

En lugar de la utilización de una imagen para el famoso icono «hamburguesa«, preferí utilizar una letra griega (Xi) en mayúsculas, muy en consonancia con el resto del proyecto: Ξ.

Otro tema que me tuvo muy perturbado era el de usar un diseño que el posicionamiento de Google no viese mal (maldito SEO), lo que conllevaba dejar de utilizar, entre otras cosas, mis amados frames y framesets, óptimos para menús y pies de página o para ventanas laterales fijas, pero que dado el desarrollo del posicionamiento en pantalla mediante CSS parecen obsoletos, casi como yo.

Así que prescindí de ellos, pero había algo que no me gustaba de esta nueva forma y era el tener que repetir «código» HTML en cada uno de los ficheros o páginas estáticas de las que está compuesta la web en cuestión.

No quería pasar por la utilización de JavaScript (por dar soporte a los usuarios más paranoicos posibles) y barajé la opción de usar PHP o, incluso, algún tipo de aplicación en el servidor, pero me parecía realmente matar moscas a cañonazos. Terminé optando por una solución de compromiso que, no obstante, me resulta interesante:

<!-- Menú superior -->	
<noscript>
  <iframe id="cabecera" src="topmenu.html"></iframe>
</noscript>
<script type="text/javascript">
  creaheader(); // Crea menú - top (logo-header y nav)
</script>

Naturalmente, la sección correspondiente al footer, está resuelta de la misma manera.

La función creaheader() está definida en un archivo llamado laconsulta.js en el siguiente fragmento:

// Funciones para crear menú navegador de la página web

// Función que crea un menú de cabecera
function creanav() {
  var text= '<nav>' +
    '<ul>' +
      '<li class="submenu"><a href="genesis.html">Génesis</a>' +
      '<ul class="children">' +
        '<li><a href="genesis.html">a</a></li>' +
        '<li><a href="laconsulta.html">b</a></li>' +
        '<li><a href="origen.html">c</a></li>' +
      '</ul></li>' +
      '<li class="submenu"><a href="exodo.html">Éxodo</a>' +
      '<ul class="children">' +
        '<li><a href="exodo.html">x</a></li>' +
        '<li><a href="exodoexit.html">&omega;</a></li>' +
      '</ul></li>' +
      '<li class="submenu"><a href="levitico.html">Levítico</a>' +
      '<ul class="children">' +
        '<li><a href="levitico.html">&alpha;</a></li>' +
        '<li><a href="leviticodetalle.html">&beta;</a></li>' +
        '<li><a href="leviticopeaton.html">&gamma;</a></li>' +
        '<li><a href="leviticoinversion.html">&delta;</a></li>' +
      '</ul></li>' +
      '<li class="submenu"><a href="numeros.html">Números</a>' +
	'<ul class="children">' +
        '<li><a href="numeros.html">1</a></li>' +
        '<li><a href="numerosh.html">e</a></li>' +
        '<li><a href="numeroslibro.html">&pi;</a></li>' +
        '<li><a href="numerosapp.html">i</a></li>' +
      '</ul></li>' +
      '<li class="submenu"><a href="deuteronomio.html">Deuteronomio</a>' +
      '<ul class="children">' +
        '<li><a href="deuteronomio.html">&#1488;</a></li>' +
        '<li><a href="garbanzosfoto.html">&#1489;</a></li>' +
        '<li><a href="garbanzosvideo.html">&#1490;</a></li>' +
        '<li><a href="garbanzospresupuesto.html">&#1491;</a></li>' +
      '</ul></li>' +
      '</ul>' +
    '</nav>';
  document.write(text);
}

// Función que crea un logo-header lateral superior
function crealogoheader() {
  var text='<a id="logo-header" href="index.html">' +
	'<span class="site-name">La Consulta Caso 30</span>' +
	'<span class="site-desc">Giusseppe Domínguez</span>' +
  '</a> ';
  document.write(text);
}
// Función que crea un menú superior para móviles
function creamenubar() {
  var text='<div class="menu_bar">' +
	'<a href="#" class="bt-menu"><span>&Xi;</span>La Consulta Caso 30</a>' +
  '</div>';
  document.write(text);
}
// Función que crea el header superior (menú top)
function creaheader() {
  document.write('<header>');
  crealogoheader();
  creamenubar();
  creanav();
  document.write('</header>');
}

Y ya que estoy emocionándome con esto de mostrar códigos, mostraré también el que uso para organizar los diferentes bloques de reglas de estilo CSS3, un genérico consulta.css que incluye cuando procede los distintos archivos css (para pantallas de PC, para móviles, para impresoras):

/************************************************
Archivo consulta.css para aplicar estilos de manera particular
en los distintos medios de la web http://laconsulta.giusseppe.net
************************************************/
@viewport {
    zoom: 1.0;
    width: device-width;
}
@import url("consultamovil.css") only screen and (max-width: 750px);
@import url("consultascr.css") only screen and (min-width: 750px);
@import url("consultaprint.css") only print;

Estoy especialmente orgulloso de haber sido tan detallista como para que la impresión de algo tan complejo como esos «acordeones» de preguntas y respuestas pueda ser realizada sin la ruptura de los bloques en páginas separadas, mediante la inclusión en el fichero acordeon.css de las siguientes líneas que evitan esa medida que habría ocurrido de manera automática:

@media print {
  .acordeon input { display: none; }
  .acordeon label {
    display: block;
    color: white;
    background: #666;
  }
  .pregunta-respuesta {
    page-break-inside: avoid;
  }
}

Ahora sé que será una web poco visitada y que la obsesión por el posicionamiento SEO es absurda y ni hablar de las manías que vengo habiendo demostrado y mostrado durante este desarrollo, pero he aprendido bastante en el proceso y alguna de esas cosas será reutilizada en un futuro no muy lejano cuando tenga que remodelar la web de la Asociación Cultural Clave 53.

¿Cuánto costaría contar 3.541.653 garbanzos secos manualmente?

En cuanto al apartado de retribución o cálculo económico: he de decir que creí dejar claro que se trataba de una compensación vía un intercambio de tiempo, pero por simplificar, pues siempre es conveniente simplificar, podemos tener en cuenta un precio aproximado de unos 14 € / hora, incluyendo en este cálculo no solo el directamente relacionado con el conteo de garbanzos sino el derivado de la manipulación de la documentación exigida.

14 - garbanzos 2222

Para el salario debido he recurrido al INE que según un informe del año 2010 apuntaba un salario medio anual de 22.790,20 €.
Dividido entre 12, aporta un pago mensual de unos 1900 €/mes.
Repartido ese ingreso en 8 horas diarias y haciendo una aproximación de unos 17 días laborables por mes (incluidas vacaciones y fines de semana) aporta un total de unos 13,97 €/hora, sin incluir impuestos, ni seguridad social, etc.

Fuente consultada del INE: http://www.ine.es/prensa/np741.pdf

El número de horas trabajadas hasta ahora mismo en este empleo ha sido de 5 horas en los días de finales de febrero en dos bloques de unas 3 horas y dos horas, correspondientes a los días 24 y 26 de febrero de 2015 y unas 4 horas hasta ahora mismo a lo largo del día de hoy. En términos puramente eurotizados, esto vendría a significar un coste aproximado de: 9 horas * 13,97 €/hora = 125,73€.

El número de garbanzos contados hasta ahora ha sido de 5474 garbanzos en la primera serie numérica más 3702 garbanzos en la segunda serie numérica, arrojando un total de 9176 garbanzos.

Teniendo en cuenta el precio/hora calculado de acuerdo a esa obsoleta referencia, y la velocidad de conteo actual de garbanzos, se puede obtener una estimación del precio por cada garbanzo: 0,013702049, que podemos redondear a 0,0137 €/garbanzo. Con esta cifra en mente, puedo estimar el coste de contar 3.541.653, en unos 48.527,90 €. (El tiempo que se emplearía será aproximadamente, en base a lo conocido hasta ahora como una velocidad promedio de 1020 garbanzos/hora, en unas 3472,2 horas, que si se disponen en jornadas de 4h/día podría llevar a ser unos 864 días, repartidos en unos 3 semanales, que resulta el tiempo máximo que puedo dedicarle a este trabajo, serían unas 290 semanas, que si estimamos en unas 52 semanas anuales, podemos pensar en un pedido cuya duración rondaría los 5,57 años, sin tener en cuenta bajas médicas ni vacaciones).

No obstante, hay un par de gastos que no se han tenido en cuenta debidos a la mínima cantidad de ocasiones en las que ha sido menester proceder a los mismos y que hago saber para que conste que para cantidades mayores, serían requeridos, como son el coste de almacenamiento de los 3 kilogramos de garbanzos que incluían la cantidad de garbanzos necesaria, así como el coste de los mismos, que no he incluido por considerarlo una minudencia (2,15€) por la que no merece la pena discutir.

Espero haber satisfecho sus peticiones y que las fotografías sean de su agrado.

Un cordial saludo,

Giusseppe Dominguez
Contador (manual) de Garbanzos (secos)

Estimado Giusseppe

16 días mas tarde contestamos su correo referido a este encargo que usted ha tenido a bien realizar con tanto esmero, rigor y entusiasmo

No suele ser esta la norma de La Consulta, dejar que pase tanto tiempo entre un mensaje y otro, pero varias circunstancias han venido a solaparse una sobre otra y los días han ido cabalgando, mejor galopando, unos sobre otros.

Le pedimos disculpas por esta demora al tiempo que agradecemos el cumplimiento tan redondo (valga la doble redundancia) de la tarea.

Comunicarle que desde el momento que nuestro peticionarío recibe su encargo resuelto entra en un nivel de desconcierto del que aún no ha conseguido salir.

La perplejidad es múltiple pero fundamentalmente debida a los costes y cálculos derivados en la operación. Nosotros le hemos dicho que ha sido él efectivamente quien se ha empeñado en establecer una relación económica y que como tal debería asumirla. El remate han sido esos 48.527,90 € resultante del cómputo de los 3.541.653 garbanzos. Nunca se hubiera imaginado tal equivalencia. Es más, nos tralada la pregunta de si será finalmente más caro el cómputo que el coste de la materia prima. ¿Cuanto podrían costar esos 3.541.653 de garbanzos?. ¿Superior o inferior a ese 0,0137 €/garbanzo?. ¿Sería usted capaz de decírnoslo?.

Como el tema se ha complicado mucho desde entonces (no le vamos a cansar con los detalles). Hemos llegado a un punto de negociación que le transmitimos para saber su parecer. El ciudadano estaría dispuesto a pagar 50 euros por el trabajo realizado y los 75,73 euros restantes los asumiriamos nosotros, La Consulta, en concepto de intercambio de tiempo. Es la mejor solución que hemos encontrado ¿La ve factible?

Agradeciendo su dedicación y tiempo
Quedamos a la espera de sus noticias
Atentamente
La Consulta

Apreciados Consultantes,

No es precisa la menor disculpa por la demora que, de otro lado, no ha sido tan extensa.

Comprendo la perplejidad derivada de los costes de conteo garbancil, pero tanto como la perplejidad del número de horas estimadas, o días dedicados a ello, que abarcarían, para la cantidad de los 3.541.653 garbanzos, un total de entre 5 y seis años de mi vida. Lo que no deja de ser tremendo puesto que es asumir un compromiso que no sé si estaría dispuesto a realizar (o capacitado para ello) incluso suponiendo que se procediera al pago del mismo según las cantidades estipuladas.

En ningún momento se ha supuesto, como es natural, la estimación de costes pudiendo externalizar el procedimiento, puesto que se trató siempre de reducir los presupuestos prestados, así como de ofrecer un servicio dedicado, personal y con garantía de, llamémoslo, artesanalidad.

Evidentemente, el coste de la materia prima, no incluido en el cálculo del cómputo estimado en 48.527,90 €, podemos estimarlo, a grosso modo, teniendo en cuenta que se utilizaron unos 2,8 Kg de garbanzos de baja calidad que pueden conseguirse en torno a 1,5€/kilogramo, para la cuenta máxima de 2222 garbanzos, lo que apunta a un coste por garbanzo de: 2,8 Kg X 1,5 €/Kg / 2222 garbanzos = 0,001890189 €/garbanzo, que podemos redondear a un mucho más cómodo 0,0019 €/garbanzo. Con esta aproximación, el coste del material para contar de manera continua sin reutilizar los garbanzos un total de 3.541.653 garbanzos, apunta un resultado estimado de 6729,14 €.

Pero quizá un gasto a tener en cuenta considerable sería, debido a la especulación habida en esta ciudad sobre el precio del suelo, la derivada de la ocupación permanente durante esos 5,57 años de unos metros cuadrados que también podemos aproximar de la manera siguiente: 0,297 cm X 0,21 cm X 2 (DinA4) / 2222 Garbanzos = 0,000056139 metros cuadrados/garbanzo, de modo que 3.541.653 garbanzos ocuparían: 198,8 metros cuadrados, que podrían reducirse, teniendo en cuenta que el grado de amontonamiento aumentaría disminuyendo la superficie ocupada, pero no es esperable que mucho menos que la mitad, lo que conduce a un alquiler de un terreno no menor de 100 metros cuadrados (con suficiente volumen como para albergar los garbanzos mucho más amontonados) durante un periodo de 5,57 años.

Según la información disponible en http://www.abc.es/madrid/20150220/abci-precio-alquiler-piso-madrid-201502191746.html el precio medio de alquiler en la Comunidad de Madrid (y no tendríamos en cuenta los costes derivados del transporte si el lugar elegido no estuviese cercano a mi domicilio actual) es de 9,07 euros por metro cuadrado al mes. Con esta cantidad en mente, el precio de alquiler de un terreno no inferior a 100 metros cuadrados (posiblemente insuficiente para la tarea) durante 5,57 años X 12 meses/año, aporta un total de 60.623,88 €, lo que deja claro que, sea en lo que sea que se trabaje, es mucho más rentable, en estos momentos y en esta comunidad, dedicarse a alquilar viviendas o terrenos que a contar garbanzos, es decir, ser rentista.

En cuanto a la solución que proponen para realizar el abono de dinero en concepto de cuantificación del tiempo dedicado, me parece perfectamente satisfactoria pues cumple a rajatabla, sin intento de negociación mediante, con el presupuesto presentado.

A la espera de sus noticias, les envío un cordial saludo,

Giusseppe Domínguez
Contador (manual) de Garbanzos (secos)

Esto no es una broma