Día de la mujer trabajadora

8 de marzo

Es muy amargo, pero creo que es cierto. Es una frivolidad continua la de felicitar a todas las mujeres por igual, como si las no luchadoras mereciesen el aplauso. Y por no luchadoras me refiero a aquellas que aceptan la situación de sumisión a las que las somete el sistema (que somete también a hombres, pero hoy no es el día para hablar de ellos).

He llegado a ver un comentario que decía: felicidades a todas las mujeres, las que trabajan en casa, las que trabajan en oficinas y una felicitación especial para las que tienen un trabajo mixto, trabajando en ambos sitios. Y yo me pregunto si no es terrible esa felicitación, perversa, que anima a que las mujeres tengan esa sobrecarga de trabajo que nunca le desearíamos a nadie.

Por ende, felicitar a quienes deberían deshacerse de parejas tan sinvergüenzas como para permitir esa falta de reparto del trabajo o de las tareas domésticas es insultante, es depravado y sádico, incluso. Esas mujeres, responsables, porque siempre asumo que son responsables de sus actos, son merecedoras de insultos, si es que los insultos son alguna vez merecidos: al menos, se las puede tachar de sumisas más allá de lo razonable, perpetuando una situación que debe cambiarse ya.

No puedo entender que no se piense en ello.

Puedo comprender que algunas mujeres estén en esa situación, pero no, bajo ningún concepto, que esa situación sea felicitable. Es canallesca y debería ser cambiada, debería revertirse, debe hacerse un esfuerzo por mostrar rechazo social hacia quien acepta esas situaciones, para que la presión que las lleve allá sea «compensada» por presión en sentido contrario.

He encontrado este texto junto a esta imagen


mujeresEn 1908, 40.000 costureras industriales de grandes factorías se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos por mejores salarios, una jornada de trabajo menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil.

Durante esa huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York. Los dueños de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga. El 8 de marzo es día de conmemorar y no de festejar.


Y me quedo con esa última frase como algo que estoy empezando a ver: la mayor parte de las veces, las manifestaciones se convierten en fiestas, en lugar de lugar de reflexión y crítica, los días de conmemoración se banalizan, se celebran cosas (¡CELEBRAN!) como el día del hambre infantil o la desigualdad, o la violencia (de género o no), etc.

Ser mujer (como ser hombre) es algo casual y no es digno de ser ni celebrado ni conmemorado, es como ser alto o bajo, rubio, moreno, de piel clara u oscura, pero ser luchador o luchadora es una elección y eso forma parte de lo que nos caracteriza como humanos racionales, como seres más interesantes (interesantes) que el resto de los animales, la ética de la elección nos hace dignos y dignas, nos encumbra… o todo lo contrario.

Muchas gracias a Pilar Clua Nieto por enviarme ese texto que me ha hecho pensar. Muchas veces, sin alguien cerca para recordarlo, yo también caería en la simpleza de la banalización.

Paranoias conspiratorias

Mira que soy de esos que creen en las conspiraciones que hace la gente que tiene el verdadero poder, el poder oculto, la mano negra y esas cosas, pero esto de, desde FaceBook, criticar duramente a FaceBook, acusándole de cosas que, aunque hiciese, no se podrían apenas evitar, debido a su carácter privado, privativo, de club cerrado al que se pertenece por voluntad propia, me parece tan ridículo que no sé nunca por qué sigo teniendo a esta gente por amiga, aunque sea de FB.

PantallazoEl otro día una chica comentaba algo sobre los desalojos policiales y algún amigo suyo no podía compartir el comentario, así que decidieron pensar, ambos, que la culpa era de FaceBook, que tiene unas políticas ocultistas, de distribución selectiva de la información, de censura automatizada, de la dimensión del sobrecogedor echelón, pero a diferencia de esta red de espionaje, en FaceBook… insisto, somos voluntariamente instados a colocar la información pública en un lugar privado a la vista del público.

Obviamente, este tipo de perfiles, como el de esa amiga de FaceBook, es el que critica a FaceBook, también, por su excesiva falta de conciencia de privacidad… y todo porque realizar las tareas de gestionar qué hacemos público y qué privado es sumamente complejo. Pero no, esto no es directamente culpa o responsabilidad de la empresita en cuestión: es responsabilidad nuestra, de cada uno, que ha de saber más de esas cuestiones si quiere meterse en esos fangos.

La mejor asumpción es la de suponer que todo lo que esté en FaceBook es susceptible de someterse a la voluntad última de un duendecillo de maxwell… y ahorrarse sobresaltos. O sea, todo puede pasar. No está en nuestra mano evitarlo.

Yo le dije, al menos, cómo conseguir que su comentario fuese publicado o compartido por otros. Jamás se retractó del comentario difamatorio sobre las prácticas de FaceBook. Simplemente, resolvió su problema y siguió adelante.

Ahora bien, si supieran lo que de verdad es posible y está pasando

Echelon es considerada la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia. Controlada por la comunidad UKUSA (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda), ECHELON puede capturar comunicaciones por radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y correos electrónicos en casi todo el mundo e incluye análisis automático y clasificación de las interceptaciones. Se estima que ECHELON intercepta más de tres mil millones de comunicaciones cada día.

¿Recuerdas el otro nombre de Kunta Kinte?

Vi aquella serie cuando la pusieron en TVE, que según el archivo de El País, fue allá por 1979. Yo tenía 12 años.

Aún recuerdo el otro nombre que le obligaron a tener. Un nombre que nunca fue suyo, un nombre impuesto con violencia, obligando a renegar de su propio yo, de su dignidad.

Desposeyéndole de su nombre se le convertía en esclavo, pero también al resto de los que miran la tortura, incluso de aquellos que participan activamente en ella, se les convierte en esclavos y se les demuestra su esclavitud.

Es una serie de esas que no comprendo por qué no se reemiten, año tras año, hasta lograr que los niños y las niñas aprendan la importancia de la libertad, de la lucha, del respeto, del rechazo a la violencia…

[youtube_sc url=http://youtu.be/ByhFz5e5Tno]

Si hay algo que me ha escandalizado (más allá del hecho de que los programas actuales sean meros artículos de consumo masivo) es lo que leo en wikipedia sobre Kunta:

Hay un monumento a Kunta Kinte en Annapolis (a donde fue llevado como esclavo). Es uno de los pocos monumentos en el mundo dedicados a los esclavos. […] En 1981, cuarenta y ocho horas después de su instalación, la placa de bronce original fue robada. Quedó una carta en su lugar que decía, «patrocinado por el Ku Klux Klan». Nunca se recuperó y fue remplazada dos meses después con fondos de los ciudadanos de Annapolis. La segunda placa también fue robada.

Huelga 14N

Mañana, este diario no se realizará como señal de adhesión a la huelga general convocada.

Si tenía alguna duda de hacerla o no, las declaraciones de Esperanza Aguirre me han aclarado el camino.

Algunas de las imágenes de la convocatoria son simplistas y / o populistas, pero «algo» hay que hacer. Hummm…

Me gusta el carácter europeísta que, por una vez, está teniendo este tipo de convocatorias.
A veces, la sencillez es suficiente.
No tengo claro que se pueda identificar ni culpables de forma clara ni mucho menos soluciones. Pero queda bien pensar que no somos parte de los primeros y sí de los segundos.
Según esto, si no llamas a la huelga, no puedes pertenecer al mundo de la cultura. Hummm… Menos mal que las palabras de Aguirre son peores, que si no, paso.
¿Por qué en el centro de este tipo de fotos suele salir siempre una chica más o menos joven, guapa, a veces con sugerentes sonrisas, otras con ferocidad suavizada por rasgos sensuales?
La maga. Rayuela. Yo también iré a esa manifestación. 🙂
¿Estaríamos de verdad dispuestos a cortar cabezas o es solo metáfora barata para llamamiento populista?
A mí me convence, pero ¿cuál y cómo es ese otro mundo?
Añoro una idea de horizonte desde hace tiempo.
Yo no los he votado, pero mucha gente sí. ¿Queremos también que se vayan los votantes de esa gente? ¿O nos vale con que cambien de idea? ¿A cuál?
Otra última pregunta: ¿Quienes son «todos»? y
¿Si se van todos, quién queda? ¿yo?

Q

Hoy he terminado un libro que me prestó Hilario Álvarez. Uno de esos libros que dejan huella. No creo que pueda olvidarlo. Lo más terrible es que tendré que devolvérselo. Y no es un libro que me vaya a comprar… pero me gustaría tenerlo.

Lo acabo de descargar, como no podía ser menos, de su propia web, la del colectivo ahora denominado Wi Ming Fundation, y antes Luther Blisset que hace de Autor de esta novela formidable.

Por si te apetece descargarlo a ti también, te dejo el enlace desde el que lo hice.

Reproduzco un texto mecanografiado de este maravilloso volumen:

«Una Europa en que los banqueros alemanes dictan las opciones políticas; en que se lleva la fe religiosa en las banderas de los ejércitos mercenarios; en que poblaciones enteras son sometidas a la ley marcial. Una Europa recorrida por columnas de prófugos, en que la rebelión de los desesperados recibe la firme reacción de los linajes más rancios y de los poderes mercantiles incipientes. La misma asquerosa reacción de siempre: cañones y genocidios, y más hierro y fuego…»

Escrito en un texto que, como afirman en su página web: Transcurre en el Siglo XVI. Dos personajes principales. Uno quiere subvertir el orden establecido y el otro es un espía al servicio de los poderes que lo protegen. Q es un espía contratado por el cardenal Carafa, personaje ultra-conservador y de creciente influencia en la jerarquía de la Iglesia. Una novela épica desde las entrañas de la historia, ambientada en Europa central e Italia septentrional. Algunos han definido a este libro como «un western teológico».

Hay quien lo compara con El Nombre de la Rosa, de Umberto Eco, pero en mi humilde opinión hay algo más revolucionario y rompedor en este libro. Empezando por la declarada lucha antimercado, nuestra religión actual, que se lleva a cabo haciendo disponible el libro de forma completamente gratuita, con una licencia mucho más abierta que las famosas Creative Commons.

Tienen la declaración de guerra en toda forma, la llamada a la lucha a los creativos, a los que generan cultura, lanzándoles la primera piedra:

Desde 1996, por contrato todos nuestros libros llevan este anuncio: Está permitida la reproducción total o parcial de esta obra y su difusión telemática, siempre y cuando sea para uso personal de los lectores y no con fines comerciales; y con la condición de que se reproduzca este enunciado. Para conocer nuestras posiciones sobre copyright, copyleft, cc, uso legítimo-razonable y propiedad intelectual, visitad la sección OMNIA SUNT COMMUNIA de este sitio. Como nuestros libros están traducidos en muchos idiomas que no conocemos y han sido publicados en diversas partes del mundo, es muy difícil tener todo bajo control. Si la edición de vuestro país no contiene susodicho anuncio, significa que ¡habéis sido engañados! ¡Os han timado! ¡Estafado! ¡Os han tomado el pelo! ¡Embaucado! Rogamos presentar una reclamación al grupo editor y enviarnos una copia (con traducción, si es posible).

Y así, es, así nos ponen contra la espada y la pared de la supervivencia económica a partir de la creación, que ya he tratado en otras entradas de este diario que, por supuesto, es tan público y gratuito que no necesita ni siquiera una nota reconociendo su uso.

De su historia, de la de Luther Blisset Project, decir que merece más la pena pasar un buen rato leyendo la página web que esta triste reseña, pero me gusta la síntesis de este párrafo con el que prologan su presentación:

En 1994 cientos de artistas, activistas y bromistas de toda Europa deciden adoptar la misma identidad.

Apodándose Luther Blissett se preparan para desencadenar el infierno en la industria cultural con un plan quinquenal. Trabajaran juntos para contar al mundo una gran historia, crear una leyenda, dar vida a un nuevo tipo de héroe popular.

En enero de 2000, al finalizar el Plan, algunos de ellos se congregan bajo un nuevo nombre, Wu Ming. Este último proyecto, a pesar de estar más enfocado hacia la literatura y la narrativa en el sentido estricto, no es menos radical que el anterior.

Pero que su autor sea tan peculiar, tan único en su género como imposible de ser único, no merma en absoluto todo lo brillante que esta obra Q es.

Creo que, junto con «La Vida, Instrucciones de Uso», ha sido la más formidable novela que haya leído nunca. De múltiples niveles, puede ser leída en clave de actualidad, como si se tratase de un llamamiento a alzamientos del tipo 15M, pero puede ser leída como una novela histórica (he verificado hasta lo posible todos los acontecimientos y personajes que aparecen en la ficción), como un relato de aventuras y desventuras, una lucha contra el fanatismo, un alegato en defensa de la lucha contra el sistema, una lucidísima recreación de un periodo convulso del nacimiento de Europa, de los países como tal, como los conocemos, con la ascensión de la ortodoxia católica y protestante, esa ascensión cuya escisión seguimos viviendo, imposibilitando el nacimiento de una nueva Europa de pueblos, de gentes, que sigue siendo un patio de bandas dirigidas por príncipes y banqueros.

Tiene lecturas que estoy seguro que no aprecio, lo presiento, creo que referencias a movimientos políticos italianos, a pseudonacionalismos locales, pero que sé que se me escapan.

Habría de leerla otra vez, ¡habría de aprendérmela de memoria!

No, no es eso. Pero sí recomendar su adquisición, su difusión, la adquisición de información mediante esta antigua técnica llamada lectura, lectura de información y no sobreestímulo derivado de consumo mediático.

Novela formidable. Colectivo interesantísimo. Generan reflexiones: creemos un colectivo paralelo, en el que el ego se disuelva, que tenga un nombre, una poética. Escribamos la novela. Tenemos la obligación de hacerlo. Vivimos tiempos que nos requieren. Requieren nuestro compromiso. Hagámoslo.

Burka

Sé que se supone que es un signo cultural, una manifestación de la expresión de una religión… pero no lo soporto. No me gusta nada ver a una mujer (asumo que es tal) enfundada en uno de estos vestidos castradores, limitadores del acceso a la belleza natural de su cuerpo.

Me da igual no ser tolerante en esta cuestión. Cada día me gusta menos ver la desigualdad sexual que discrimina en tantos y tantos aspectos a la mujer frente al hombre, pero esta forma tan manifiesta de sumisión, de segregación, me parece despreciable.

No puedo aguantarlo.

El otro día, el sábado, Carmen y yo estábamos tomándonos un delicioso kebab en un bar-restaurante posiblemente turco de la plaza de Ópera cuando se acercó y entró una mujer (asumo que era tal) acompañada hasta decir custodiada por un grupo de 3 hombres que la flanqueaban bajo la negritud infinita de esa maldita prenda.

No podía dejar de mirarla. No podía dejar de sentir que se estaba cometiendo un atentado delante de mis narices y que yo no estaba haciendo nada por evitarlo. No quería seguir allí y trataba, no obstante, de intentar comprenderlo, buscar una razón para tolerarlo, para admitirlo… pero no la encuentro. No la puedo encontrar. Y ya no deseo hacerlo.

No se trata, tampoco, de decir que se vayan a su tierra… pues para mí esto no tiene mucho sentido, podría ser española, ser fan de la roja… y aun así, me daría igual, no lo soporto. No es su nacionalidad (que no sé) ni su religión, sino la sumisión que supone, la aceptación de la desigualdad como algo inherente al ser humano y su distribución en géneros, donde uno de ellos queda completamente invisible… opacado por el negro más negro que concebirse pueda.

Por más que intento divertirme imaginando que es un lugar perfecto para un transexual que no desee salir del armario, o para un hombre que desee ser ignorado, o para cualquiera que desee mantener un anonimato oscuro, por más que piense en la poca imaginación que deben tener los que aducen que, de este modo, se reduce la sugestión carnal, la seducción por los encantos naturales de la mujer… yo pienso, al contrario, en ricos encajes y otros aperos fetichistas bajo la carcasa muerta.

He llegado a concebir hasta desear diseñar un burka que no deje ver el pelo, que no deje ver la piel… pero que los 2 agujeros que tenga sean sádicos en un sentido literario de la palabra.

Pero, por más que lo intento, no dejo de ver un problema, no ya de integración, sino de violencia y sometimiento, de esclavitud, de agresión… más o menos consentida, pero agresión, discriminación, violación de derechos… No deseo soportarlo.

¿Significa esto que creo que en la sociedad occidental (cultura occidental: vinculada a la evolución del cristianismo, atravesado del laicismo ilustrado, aunque en menor medida de lo que yo desearía) no hay discriminación?

En absoluto. También hay discriminación, hay sumisiones, hay violencia de género… pero la medida es diferente y, además, se tiende a ver como una cuestión a reducir… o eso espero.

¿Es esto un problema de integración cultural?

Bufff… ¡pues no nos queda nada!

La constitución está caída

La página web http://www.constitucion.es está caída y no da respuestas.
No es una broma, es una prueba que he hecho para verificar que el artículo 21 dice lo que dicen que dice, a saber:

Artículo 21.

1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa.

2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.

Esto es sólo para recordar que lo que se pretende hacer de criminalizar la convocatoria de manifestaciones antisistema por el hecho de ser contrarias a la voluntad del gobierno es meramente anticonstitucional.

Pero me temo que pasaré años de mi vida en la cárcel al paso que vamos. Además, siempre he pensado que, dada mi dramática incapacidad para mentir, ni siquiera para protegerme, cuando entre en las garras de los ejecutores de la ley, daré con mis huesos en la prisión, tras una escalada de preguntas y respuestas que, inevitablemente, me convertirán en una amenaza para el estado.

Recuerdo cuando me pasó algo así cuando, hace casi 20 años, me detuvieron en un control de alcoholemia entre Motril y Torrenueva. Volvía de las fiestas del pueblo en cuestión, con un par de amigas en el coche, y me preguntaron, tras dar positivo en la prueba, qué había bebido: ¡y les dije la verdad!

Cuando, meses después, tuve que hablar con mi abogado de oficio en Granada, este me preguntaba que si no se me había ocurrido mentir. A lo que yo, algo ingenuo, le pregunté: ¿a la autoridad? Como si fuese a ser el primero en hacerlo, como si fuesen a ser capaces de descubrir lo que estaba hablando con mi abogado, como si les importase…

Así que no había forma de rectificar.

Otras ocasiones similares fueron durante la época de comenzar a vivir en la casa en la que ahora habito, para conseguir el alta del gas natural, me encontré teniendo que enfrentarme de nuevo a esta solicitud del mundo para que mintiese. El inspector que venía, que siempre era uno nuevo, me preguntaba si yo vivía allí, y yo contestaba que claro que sí, a lo que me contestaba con un: pues no puedo darle el alta.

Cuando ya pregunté que porqué insistían tanto en preguntar si vivía allí, me dijo uno que lo mejor que podía hacer era mentir, decir que no vivía allí, que mi casa no era mi casa, contradicción que me irritaba mucho, y que, mejor aún, en la próxima visita, sacase el colchón al descansillo y dijese que era de mis vecinos.

Yo creía que estaba de broma, que no lo decía en serio, pero sí, era en serio. Así que le pregunté si podía decírselo a él… y me dijo: ¡no, hombre, yo ya sé que es mentira!

No podía dar crédito a mis oídos: era el colmo de lo kafkiano. Me decía que mintiese, pero que no le mintiese a él. Me estaba instigando a ser delictivo, pero sin querer responsabilizarse de su incitación. Y no lo hice, claro, así que pasé el invierno más frío de mi vida, teniendo que ducharme a cachitos, con agua fría, calentando algo de comida con un hornillo eléctrico, sin radiadores y acabé haciendo una obra que separaba la casa, inicialmente diáfana, aislando la cocina que el constructor y la promotora habían hecho habitables sin la misma separación.

La historia no acabó aquí, porque tuve que ir acondicionando las rejillas de salida de aire a las nuevas medidas, tuve que hacer taladros en un armario, tuve que vaciar uno de ellos y, finalmente, mentir: decir que en uno de ellos jamás metería nada, para que la rejillas no se obstaculizase.

¿Y ahora qué?

Veo que se están poniendo las cosas en el caldo de cultivo adecuado para que yo pase años en la cárcel. Y lo que más me preocupa es que se me vuelva a abrir la fisura anal… y no quiero ni pensar en de qué manera.

Con las propuestas actuales de reforma del código penal para endurecer las leyes que impidan la libre asociación, la manifestación pacífica y reivindicativa, me temo que pronto me detendrán, como a otros muchos, pero ellos serán capaces de decir lo que se espera que digan, que pasaban por allí, que no eran conscientes de que estaban siendo llamados a un acto antisistema, que «no le conocen». Pero yo no soy Pedro, no me dotaron con la habilidad para sobrevivir mintiendo. Y aquí empezarán mis verdaderos problemas.

Miedo, tengo mucho miedo…

Era el objetivo y lo han logrado. Me inhibiré de participar en actos que, en algún momento puedan derivar en violentos (sabiendo que todo acto puede derivar en otros más o menos imprevisibles y, en tanto, pueden ser violentos), me inhibiré de convocar o divulgar convocatorias que puedan incitar a protestas más o menos pacíficas, aunque no sé si un recital de poesía puede considerarse una protesta más o menos pacífica contra la prosa, la árida prosa de la vida.

Me temo que hay que ir pensando en una línea roja, una línea a partir de la cual no querré seguir viviendo en este país. Me temo que estamos muy cerca del instante que supuse que llegaría de manera más clara y frontal, pero la vida es más compleja de lo que nos gusta suponer.

Hitler llegó al poder en unas elecciones. Siempre me he preguntado en qué momento un alemán pudo darse cuenta de que vivían bajo un régimen totalitario. Qué línea roja se trazaron muchos para irse del país. Algunos fueron expulsados de sus trabajos, algunos fueron obligados a llevar insignias que les distinguiese, pero… ¿y los demás?, los ciudadanos medios, los que no trabajaban en nada «polémico», como un panadero, un carpintero, un informático… (no había informáticos, claro). Los rubitos con ojos azules que no se creyeran por ello superiores, ¿cuándo pudieron darse cuenta de que habitaban un país como el III Reich?

Yo esperaba un golpe de estado militar, a lo Tejero y 23F, algo evidente, algo sencillo de identificar, algo que me dijese: estás sometido a la elección de quedarte y someterte o irte o luchar. Era una elección más o menos sencilla. Siendo un pacifista como siempre he defendido ser, justificaría quedarme y luchar, pero lo más probable es que acabase yéndome.

Pero ahora me pregunto ¿a dónde?

¿Qué destino elegiría para irme de este país por motivos sociales o políticos?

¿Francia? ¿Islandia? ¿Australia? ¿Canadá? …

¿Alguna sugerencia?

Facebook y su intimidad

Hay una persona que me consta que lo es (ya me gustaría poder decir lo mismo de muchos de los nombres de cuenta de Facebook) que, desde hace un tiempo, viene queriendo ser conocida como Intimidad Romero (ya es mucho que dé apellido) y que postea y perdón por la palabrita, fotos formidables en las que su imagen es alterada mediante la pixelación intencionada de parte del retrato.

Pues bien, parece ser que el equipo de FB ha decidido que no puede tener una cuenta con ese nombre y que en la foto de su perfil no puede tener esa imagen (tengo muchos «amigos» de FB que tienen en sus perfiles fotos de sus mascotas, a quienes no reconozco, otros muchos, emblemas más o menos revolucionarios, más o menos modales, de moda). Aducen que no se la reconoce.

Pero vamos a ver… Yo puedo entender que las obsoletas leyes del siglo XX aún se pretendan aplicar sobre algo como FB, asumiendo, no hay que olvidarlo, que se trata de una empresa de un determinado país donde uno de los partidos mayoritarios usa ese mismo color en sus campañas, pero sé que es por casualidad… ¿verdad, Obama?

Yo puedo entender que se busque reducir el riesgo de quienes están siendo tan ingenuos de mostrarse tal cual son, quizá por la incapacidad de tener otra forma de hacerlo o quizá por la falta de voluntad de hacerlo, aunque nadie se muestra como es, salvo que sea completamente superficial, por una cuestión tecnológica más que nada.

Yo puedo entender que se intente averiguar (en esa empresa) si tal o cual cuenta pertenece y está siendo usada por aquel que dice serlo y usarla, pero, como alguno de sus comentarios afirman, ¿cómo puede haber cuentas con usuarios que están muertos desde hace décadas?

Yo lo puedo entender casi todo, sí, soy comprensivo y entiendo, entiendo… es una empresa privada y hace lo que quiere y lo que le da la real gana, con unas normas un tanto ambiguas que han permitido su existencia durante años antes de pedirle que aporte pruebas (que nunca le habían pedido) sobre su verdadera identidad. ¡Ay! Venga, también lo vamos a entender. Se les habrá pasado. Será que ya no pueden hacerse los despistados.

Yo puedo entender la arbitrariedad de esta empresa que ante algunas denuncias decide investigar, tomar partido, exigir cumplimientos… y me dan ganas de denunciar a todos mis amigos, que todos incumplen algo, a ver si FB decide prescindir de ellos o exigirles un riguroso cumplimiento de legislaciones que son (no lo olvidemos) normas internas de una empresa privada, ni siquiera las de un país como EEUU o España. Venga, vale, lo entiendo, lo acepto o no… y todo eso que ya me sé.

Yo lo puedo entender todo… que sí, que lo entiendo… pero…

Me parece mentira que esta empresa tenga verdaderos propósitos de seguridad en sus peticiones y no, tan solo, una respuesta automática a unas peticiones exigidas desde administraciones que no se dan cuenta de la transformación que ha llevado a cabo la aparición de Internet en escena.

Hace más de 20 años que tengo conexión a Internet. Entonces, uno de los servicios más usados eran lo que se conocía por «las news«, eran grupos organizados jerárquicamente, con un protocolo de transferencia entre servidores que mantenían estos grupos como si fueran foros libres en los que (salvo alguno moderado) todo el mundo vertía sus opiniones y enriquecía, de este modo, la convivencia.

Yo solía acudir al grupo soc.culture.spain

Había gente de muy diversas partes del mundo escribiendo en él, en español, principalmente, y era una especie de lugar de debate donde la gente decía ser quien decía ser… no importaba si eran o no quienes decían ser. No se trataba de tener un encuentro carnal, sino de generar vínculos entre usuarios, no entre personas, entre identidades virtuales, que no son lo mismo que las identidades carnales ni las espirituales.

Recuerdo que una vez me dijeron que no me fiase de una tal begowhat4, porque seguramente era un hombre. Yo contesté a quien me dijo semejante ridiculez que no me importaba una mierda, que mi relación con begowhat4 no era carnal y que si a esa persona le hacía ilusión hacerse pasar por una mujer me daba absolutamente lo mismo, sabiendo que gracias a las conversaciones virtuales con esa identidad virtual había logrado sentirme menos solo.

¿Qué importaba que fuese hombre, mujer o, incluso, un replicante?

Está claro que lo que no ha conseguido hasta ahora FB, ni toda la internet en general es lograr un avance mínimo en la comprensión de la naturaleza humana. Nos podía haber ayudado a comprender qué somos, a analizar la importancia de la identidad, del ser, si es que hay tal cosa, pero no hemos avanzado nada en esta línea. Por un momento tuve la esperanza de que sí que avanzaríamos, pero fue un espejismo.

Usenet cayó en desuso, con esa caída se fue adueñando de toda la tecnología subyacente y del archivo de toda esa información distribuida, esa red 2.0, quedó en manos de Google (otra empresa privada) que ahora lo llama Grupo de Noticias.

FB inventó está tontería de las redes sociales con la pretendida querencia por ser voz de libertad, pero es solo apariencia, detrás de ello están los intereses (legales) de una empresa que desea hacer dinero a cuenta de tener muchas cuentas que compartan datos, que la posicionen en un lugar inmejorable para negociar su espacio publicitario, sin querer pensar mal y ponerse paranoico haciendo oídos a los rumores de la conexión entre FB y la CIA o los servicios secretos de EEUU.

Aún así, el uso que se le podía dar era el de una aplicación privada con bastante «cancha» para dibujarse a uno mismo como se desea mostrarse al mundo… pero no, quieren pruebas carnales… ese será el próximo paso. Pero ya ni eso.

¿Por qué no vincular el ADN a las cuentas de FB, o Google, o …?
La tecnología es fácil de hacer y está a la vuelta de la esquina… un verdadero login único, algo que se nos colará como más seguro, más fiable, más fácil: pinchar un detector conectado a un sistema de reconocimiento biométrico que, cifradas, eso sí, las comunicaciones, le proporcionará garantías a empresas privadas de que somos quienes decimos ser.

Matrix, la película, es más real de lo que creemos.

Ley SOPA

Ayer, wikipedia en su versión inglesa estuvo de luto por la Ley SOPA. En España pasamos del tema como si no fuese con nosotros. También tuvimos nuestra particular ley SOPA llamada aquí SINDE (me parece más razonable que tenga el nombre de lo que hace o pretende hacer y no de quien da la cara por ella).

El caso es que hay algo que sigue sin solucionarse y me temo que va para largo: Internet es Global, las leyes son locales.

Esta pequeña confrontación hace que durante mucho tiempo tuviese unas esperanzas ilusas en la capacidad libertaria de Internet, pero con el paso del tiempo se están haciendo realidad mis temores: Internet debía ser cercenada para acomodarse a las nacionales represiones, a las nacionales reprimendas sobre los ciudadanos que nunca tendrán la libertad que pudo darles una herramienta como esta.

Quedan los días contados para que Internet se fraccione en internetes de diversos países que pongan sus propias leyes sobre sus distintos territorios. Es algo sobre lo que la inmensa mayoría, aún inserta en esa dialéctica decimonónica de defensa de los países, de las morales y éticas localistas hasta el ridículo de la exclusión a lo diferente, a la inmigración, a lo extranjero, estará de acuerdo.

Ya ocurre en lugares como China e Irán, ya comenzó a ocurrir hace más de 10 años en USA, con su famoso (entonces) carnivore, utilizado por la red Echelon. Extraído de Wikipedia:

ECHELON es considerada la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia. Controlada por la comunidad UKUSA (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, y Nueva Zelanda), ECHELON puede capturar comunicaciones por radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y e-mails en casi todo el mundo e incluye análisis automático y clasificación de las interceptaciones. Se estima que ECHELON intercepta más de tres mil millones de comunicaciones cada día.

Pero no importa, seguimos adelante como si no pasara nada, como si la libertad fuese un regalo que ahora nos dan y luego nos quitan, como si no pintásemos nada en este asunto. Aprender técnicas para evadirse un poco de estas tecnologías es poco menos que imposible para la mayoría de la gente. Durante un tiempo estuve cifrando todos mis emails con un protocolo sencillo de encriptación, era algo fácil de hacer, con una infraestructura de clave pública basada en PGP, pero después de los atentados del 11S, cualquier intento de cifrar comunicaciones se vio como una posible prueba de que lo que se deseaba comunicar contenía material delictivo, terrorista, etc. Es decir, la privacidad era mala.

Así que se sucedieron intentos vanos por hacerla pervivir, pero esa tecnología estaba avocada a ser usada solo por los poderosos, que resulta que no somos los ciudadanos. Implementé una solución basada en PKI (Infraestructura de Clave Pública, según sus siglas en inglés) para cifrar las comunicaciones entre Sony y Xphera. Pero a todos los amigos a quienes les iba pidiendo que cifraran sus emails me decían que no tenían nada que ocultar.

El PGP dio paso al OpenPGP que también acabó por irse extinguiendo hacia mediados de 2002. El auge absoluto de empresas como Google y Hotmail (de MicroSoft), iba a dejar en papel mojado todo tipo de intento de protección o independencia de los ciudadanos. Nadie buscaba proveedores de servicios que garantizasen privacidad, salvo algún que otro paranoico. Por no hablar de cuando llegaron las famosas redes sociales de la mano de empresas como FaceBook, Tweeter, etc… Ya está todo en sus manos, con nuestra aquiescencia.

No sé porqué aún no vivimos en casas de cristal transparente, según ese razonamiento.

Como no podía ser de otra manera, el dinero compró PGP, que ahora es de Symantec, dejando un desarrollo de los que arrancaron con ese software, más bien de algunos de quienes lo usaban, en GNUGP. Pero intento ver cuáles son las últimas versiones y no me queda claro cuándo dejaron de desarrollarlo.

Hace años seguía las publicaciones que hacía Kriptópolis sobre el tema y veo que siguen existiendo y merece la pena hojearlo, pero la libertad cuesta mantenerla, nos cuesta el esfuerzo de buscar información entre tanta «información».

Es decir, leer, leer, leer… y ser capaz de separar grano de paja.

Como siempre.

El Tango NO es un baile social

Estoy harto de oír que el Tango es un baile social, se insiste tanto como en aquellas cosas que no son ciertas que acaba por demostrarme, casi, su irrealidad.

En las milongas, sitios donde se baila tango, se insiste (porque todo en este mundo va de insistir) en que hay que respetar códigos para poder convivir en un espacio social compartido: códigos que, en muchos casos, mantienen la separación de roles/géneros asignando al hombre el papel dominante y a la mujer el sumiso y obediente, que ha de llegar bien mona, preferiblemente ser joven y lucir carne, pero sin excederse, so pena de ser considerada vulgar, que resulta ser el más ofensivo de los insultos en ese mundillo anquilosado a la pretensión romántica de vivir de una nostalgia de tiempos que no existieron nunca.

[youtube_sc url=http://youtu.be/FJ2gXqfg-4M «width=100%» rel=0 fs=1]Otros códigos insisten (porque todo en este mundo va de insistir) en la necesidad de respetarse circulando en una única dirección, como en la secuencia del Expreso de media noche en la que todos caminan en círculo (aunque sería más correcto decir en circunferencia, pues se camina en una curva y no en una superficie… aunque esto tampoco es del todo correcto, quizá podría ser una corona circular).

La razón que se aduce para ello es que, si no fuese así, nos chocaríamos sin parar. Y yo pienso que eso es así porque el Tango NO es un baile social. Caminar por la calle es una acción social. No es necesaria ninguna regla explícita para no chocarse. Sabemos caminar sin golpearnos e, incluso, diría más: aunque nos choquemos, somos capaces de disculparnos, sonreírnos y continuar el camino sin que ello nos impida disfrutar del paseo.

Caminar es una acción social. Caminar en las calles de Madrid en esta época del año es especialmente agotador, teniendo en cuenta que la densidad de gente en el centro se multiplica por un entero superior a cuatro e inferior a diez (no sé porque dije por un entero… es bastante improbable que sea un entero, pero esa cuestión la dejo para otro día).

La gente (mucha, perdón por la generalización) a veces sale de una tienda sin mirar, sale de un cine sin mirar, no se detiene a pensar si estorba en ninguna parte, sintiendo que todo el espacio es suyo, ahí están las personas que se sitúan a la izquierda de unas escaleras mecánicas en una ciudad acelerada que requiere un carril rápido, ahí están las parejitas de viejitos que caminan por la calle sin darse cuenta de lo mucho que ocupan, ahí están las múltiples personas que invaden nuestro espacio físico y acústico (que también es físico) con sus móviles, sus dispositivos varios y sus voces más o menos irrespetuosas del espacio público compartido.

Pero convivir es una actividad social: no requiere reglamentar todo, como si fuese la ley antitabaco, sino dejar a los humanos la posibilidad de desarrollar capacidades de comunicación (que SÍ es algo inherentemente social) para poder compartir ese espacio en una mezcla de respeto y tolerancia.

Pero no. En Tango, no puede dejarse a la gente esa posibilidad porque el Tango no es una actividad social, no es un baile de grupo social: el Tango es un baile celular. La célula que ha de protegerse es exclusivamente la pareja, el laureado abrazo, la relación bipersonal que se establece y que es la única base verdadera del Tango.

Un concierto de Ska es social: la célula básica es el grupo, de modo que la convivencia ha de ser grupal y el respeto es algo que se asume, no que ha de imponerse insistentemente. Unos saltan sobre otros sin que pase nada por ello, es más, si no pasa esto, no hay interés.

Y hay quienes insisten en comparar las normas de circulación en la pista de Tango con las normas de circulación viales. Es un mal ejemplo y un buen ejemplo al mismo tiempo para acabar con el mito de que el Tango es un baile social.

En primer lugar, las normas de circulación viales se establecen para prevenir de posibles problemas derivados de choques entre vehículos, pero también por la necesidad de proteger a peatones y otros móviles en el espacio de circulación. Las calles son más o menos ya una guía de la que no salirse, es una actividad funcional y no placentera, cuyo único objetivo es ayudarnos a desplazarnos, no a disfrutar del acto del desplazamiento.

En segundo lugar, y para mí el más relacionado con este texto, se imponen normas de circulación viales especialmente para que las células de vehículos privados no afecten a lo que ocurre en las células de otros vehículos privados: moverse dentro de un autobús SÍ es un acto social. Estar dentro de un coche privado no es social, sino celular.

No quiero que me afecten, a mí que estoy encerradito en mi recinto asocial, a mí que estoy dentro de un lugar que considero inafectable por los otros, es decir, no quiero que se metan en mi entorno en lo más mínimo: así que hago unas normas de circulación… vale… pero porque el Tango NO es un baile social.

El objetivo no es proteger la sociedad que se forma, sino evitar que se forme. Formar un grupo de células aisladas cuya única interacción quede reducida a miradas de soslayo no siempre amigables, a sonrisas de pura cortesía, a aceptar una convivencia que no se tolera, pero se acepta siempre y cuando no me afecte. Eso no es respeto y no es tolerancia: es únicamente aceptación y cumplimiento de normas que eviten una guerra.

Se dice que es difícil bailar sin esas normas: Y estoy de acuerdo, porque esas normas sirven para evitar que pueda haber un contacto social indeseado. No discuto la posible utilidad (no necesariedad) de las normas, sino su verdadero sustento y objetivo que no es otro que defender la unidad asocial, individual y aislada de la pareja en el abrazo, en un mar de otros con los que no se desea tener ni el más mínimo atisbo de intercambio social.

La dificultad de algo no implica su imposibilidad. Puede bailarse sin esas normas. Habría más choques, sí, claro, pero no necesariamente más si desarrolláramos la capacidad de mirar con respeto y tolerancia a los otros en todos los entornos sociales en los que vivimos. Es posible hacerlo, pero no se desea hacerlo. No queremos realizar el esfuerzo SOCIAL de intentar convivir en un espacio común respetándonos y tolerándonos, es una vía mucho más rápida y sencilla prohibir, obligar, acabar con la posibilidad de interacción social de la que tanto se recela porque provoca, siempre (parece ser) conflictos indeseados. Sí, eso es lo normal en una sociedad intolerante e irrespetuosa.

Resumen:

  • Respeto != Cumplimiento de normas
  • Tolerancia != Aceptación
  • Respeto y Tolerancia = Aptitudes a desarrollar en un entorno social
  • Normas y Aceptación = Estructura básica de sistemas autoritarios
  • Entorno Social = Algo vivo que no siempre me gusta
  • Sistema Autoritario = Algo muerto que no siempre me gusta
Esto no es una broma