Miedo a la hidratación

Pensé una frase «divertida», un pequeño chascarrillo y a continuación en la repercusión que tendría publicarlo en Facebook.

Justo en ese momento me entraron los siete males, de imaginar el aluvión de recomendaciones más o menos coercitivas de nutricionistas aficionados que ejercen las 24 horas al día.

No lo publico.
Sí, sí publícalo, pero prohíbe a cualquiera que te quiera decir qué tienes que hacer con tu vida.
Es demasiado duro andar prohibiendo comentarios por una cosa así.
Es verdad, no publico.
No, no me refiero a eso, mejor publica, pero no le des importancia a los comentarios.
Ya, pero es que es posible que incluso se enzarcen amigos o amigas en diatribas acaloradas por un chascarrillo.
Pues como quieras. No publiques.
Sí, sí, quiero publicarlo. Pero me da miedo.
Pero si es un tonto chascarrillo.
Ya lo sé, pero ¿crees que lo saben los usuarios y las usuarias de esa red social? ¿No lo tomarán en serio?
Quizá tú estás tomando demasiado en serio lo que puedan comentar.
Puede ser. Sí. Tienes razón. Lo publico y a ver qué pasa.
Eso, lánzate, así, con valentía.
Puffff… da miedito.
¡Venga ya!
Ya te digo. Pero sí, hoy voy a publicarlo. He pensado que cuando alguien comente, sea lo que sea, voy a darle al icono de la risita, sin ninguna otra explicación. Así, sin avisar. Me da igual el comentario que sea. Me río y punto. Risa demoledora. ¿Qué te parece?
Algo incorrecto, pues te estás riendo de la gente. Pero bueno, si te hace sentir más tranquilo…
No sé si más tranquilo, pero quiero publicarlo, sea como sea, para no sentir que estoy perdiendo libertad tan rápidamente como siento que la estoy perdiendo.
Esta conversación demuestra que la has perdido ya. No te resistas, adáptate a los nuevos tiempos.
Jo… Hoy pensaba que hace años era bastante punki y ahora soy más bien hippie… pero ambas tendencias están tremendamente trasnochadas.
Ya estamos otra vez. Ahora te meterás con los hipster.
No, no eso. Pero bueno… te dejo, que voy a publicar en FB ese texto tan rompedor como absurdo. ¡Y a ver qué pasa!

Me estoy hidratando.
¿Con agua o alguna crema?
No, no. Con hidratos de carbono.

Cambiar direcciones de DNS por las de Cloudfare

Un interesante artículo al que no recuerdo cómo llegué cuenta cómo usar las direcciones de los servidores DNS que ofrece Cloudfare

Para agilizar algunas conexiones que se ralentizan por la búsqueda constante de nombres… (No mejoran tanto si la lentitud de la conexión no se debe al tiempo de respuesta del DNS)
Amén de dar un poco más de control sobre a quién autorizamos que nos controle. 🙁

Es posible llevar a cabo una modificación en la configuración de red (dependiendo del sistema puede ser de una manera u otra) no demasiado avanzada y permite utilizar servidores DNS de una empresa que dice ser más fiable desde el punto de vista de la privacidad que Google y las habituales direcciones IP provistas por los ISP (Internet Service Providers).

Hoy estoy algo descreído con respecto a que alguna otra opción sea mejor… pero es verdad que difícilmente puede ser peor, así que no está de más darle una pensada y probarlos, al menos en cuanto a lo de la velocidad. Hubo un tiempo en el que yo tenía apuntadas a mano o me sabía de memoria algunas direcciones IP de DNS para configurarlos en la conexión de red correspondiente saltándome los que solían funcionar muy mal de JazzTel o de la desaparecida (absorbida) Wanadoo.

Estas direcciones, a imitación de las de los servidores de Google (el gran monopolista de INet), son tan sencillas de recordar que no las apuntaré, ni siquiera en la memoria… olvidándolas antes de haberlas usado.

Por si acaso:

Google (8.8.8.8 y 8.8.4.4)

Cloudfare:

IPv4: 1.1.1.1 y 1.0.0.1
IPv6: 2606:4700:4700::1111 y 2606:4700:4700::1001

No hay terroristas: hay personas que comenten actos de terrorismo.

Ante estas bellas palabras:

Cuando no eres capaz de separar al criminal de su etnia, de su nación, de su orientación política, de su sexo, de su fe, los malos han ganado.

Cuando eres incapaz de ver que el 99% de las víctimas del terrorismo islamista son musulmanes. Que los que luchan contra esas organizaciones criminales en Siria, Líbano, Irak o Afganistán, son musulmanes, los malos han ganado.

Cuando eres incapaz de recordar que Europa era hace pocas décadas escenario de atentados cometidos por gente de tu raza, de tu credo, de tu cultura y no por ello se condenaba a tu raza, a tu credo, a tu cultura, los malos han ganado.

Cuando odias lo que desconoces, ya seas cristiano, musulmán, ateo o de cualquier credo conocido, sin molestarte en ver más allá de la bazofia informativa que los verdaderos responsables del odio cocinan para ti, los malos han ganado.

Yo no pienso dejar que triunfen. No conmigo y los míos.

Los malos (y las malas, para ser inclusivo e inclusiva) no existen. Tampoco los buenos (ni buenas). Lo que hay que condenar son las acciones, nunca a las personas.

No hay terroristas: hay personas que comenten actos de terrorismo.

Sería tan fácil poder determinar que alguien «es», en lugar de evitar que cualquiera «haga»

Pero en esta diferencia radica la dificultad para combatir manteniendo libertades que consideramos inalienables. De condenar el acto es de lo que deriva nuestra libertad. La perderemos si pasamos a hablar de buenos/malos, cristianos/musulmanes/ateos… grupos, categorías…

Post scríptum de Crisis del Pensamiento Racional

Tras la acción comentada ayer, me solicitaron una participación en una reflexión sobre la misma y acabé escribiendo este texto:

Habitualmente determino las acciones mediante scripts bastante detallados (adjunto el mismo tras las respuestas al cuestionario) aunque tan sólo tengan interés personal, incluso diría íntimo, pues al hacerlo voy dándome cuenta de las innumerables cuestiones que surgen y que no he tenido en cuenta a la hora de dejar desarrollarse la idea principal u original (no siempre son la misma idea). En este caso partí de un boceto en el que lo único que tenía claro es que debía ir vestido de blanco (aunque no tengo aún claro el porqué) y preferiblemente descalzo, jugando con la idea de 4 puntos cardinales que representasen momentos estelares de la filosofía racional y, al mismo tiempo, ofreciesen 4 lugares donde burlar esta manera de entender el mundo, de aprehender el conocimiento. Esa burla se haría mediante elementos que previsiblemente estarían disponibles en el espacio en el que la acción se iba a desarrollar.

Ese primer boceto se complicó cuando visualicé el cuadrado lugar escénico que estaba perfilando, todo alrededor mío, seguramente, de manera que había un círculo y un cuadrado. Si además el primero tenía el área del segundo llegábamos a la cuadratura del círculo que fue un tema de debate en el terreno intelectual geométrico desde la lejana lúnula hipocrática.

Elegir los elementos de burla o irracionales fue divertido pues aparte del disponible cencerro que Matsu disponía y que, por supuesto, sería el punto de partida, me llevó a encontrarme con el escurridor de pasta que referenciaba claramente a la omnipresente influencia de las religiones más o menos establecidas y la contestación dada por la inteligente propuesta del Pastafarismo. Tambor y regadera eran otras obvias y algo tópicas imágenes de irracionalismo, si bien aún no tenía claro de qué manera iban a ser usadas en la acción.

Tras esta primera aclaración, procedo a responder una serie de preguntas que Ana Matey formula haciendo que el generoso VI Encuentro de MATSU no concluya con un adiós irreflexivo:

Cuestionario propuesto por Matsu

¿Cómo se transforma la performance una vez que pasa de idea a acción?

De manera semejante a la transformación que sigue al hecho de dibujar un círculo tras imaginarlo. La idea es la circunferencia perfecta, aquella cuyo diámetro, por ejemplo, mantiene una relación de ? con su longitud, de ancho nulo, plana. Pero su materialización es, dada su fisicidad, por naturaleza imperfecta, al menos desde una perspectiva meramente platónica, sin que ello implique que no deban existir otras perspectivas.

Hablar de la materialización en un determinado locus espacio-temporal concreto la multiplica hasta el infinito posible (que no el imaginario) pues en cada realización de esa idea de circunferencia obtendremos una circunferencia matérica nueva, con distinta relación diámetro-longitud, con distinto grosor de línea, con distintas irregularidades perimetrales, superficiales, etc, es decir, única, como copo de nieve, imperfecta, puede, pero tan interesante o más que la propia idea de partida.

La partitura de mi acción (de todas ellas) es absolutamente irreal en el sentido físico y sin embargo es absolutamente real en el sentido ideal, en el sentido, digámoslo, conceptual, pues ha sido concebida mentalmente. Pero asumo (en todas ellas) que al pasar al campo de lo concreto, se alejará y al mismo tiempo surgirá otra cosa, distinta de la idea, que es la materialización de la misma. Me parece, de hecho, ésta, una de las más apasionantes cuestiones del arte de acción, que comparte, entre otras cosas, con la música, pues la partitura es una cosa y su interpretación otra. Habitan u ocupan universos completamente disjuntos, de modo que no diría que la performance pasa de idea a acción, sino que la palabra se hace carne. Aunque aquí nos aventuramos en el espinoso misterio de la trinidad que sigue siendo difícil de encarar: la performance es idea/concepto, acción/concreción y, quizá, residuo/repercusión.

¿Qué surge al ser realizada?

Aparte de la concreción mencionada, surge interacción con otros seres humanos. Dejando de lado el posible debate de si una performance puede serlo sin ser vista/vivida por otras personas distintas al intérprete de la acción, una de las primeras cuestiones que (me) surgen es el contacto con la mirada ajena, con su desplazarse o mirar alrededor, cómo tratan la acción, si se acercan, si (me) hablan, si tocan, si ríen, si se van, si murmuran, si (me) ayudan o si no hacen nada de eso.

Aprovecharlo es algo que considero un aprendizaje continuo, pues quizá (demasiado racional) tiendo con frecuencia a un solipsismo exagerado que en esa encarnación de la que hablábamos acaba por desaparecer, disuelto en la incontestable presencia de la otredad.
En este caso concreto, fue muy estimulante tener rostros amigables (otro gran logro de MATSU: el ambiente no nace, se hace) dispuestos, por ejemplo, a ofrecerme cerveza que necesité durante la acción para facilitar la ingesta de unas tiras de papel con textos escritos. Esta misma cerveza, de hecho, sirvió para generar unos gases que, expulsados, produjeron un elemento de refuerzo de la componente irracional que ayudaba a la dialéctica entablada en la performance propuesta.

Gracias a la generosidad de eventos como los Encuentros de MATSU, un valor adicional, una perla que surge inesperada, es el residuo o la posibilidad de análisis de repercusión gracias a las charlas posteriores junto a una deliciosa cena compartida o mediante la exquisita documentación fotográfica y, también ahora, escrita.

¿Cómo afecta el contexto?

Casi cambiaría la pregunta por ¿cómo NO afecta el contexto?
La respuesta sencilla a la pregunta positiva planteada por Ana Matey es: de todas las maneras. El contexto es lo que hace a la acción una concreción y no una entelequia.

En mi caso, de nuevo concretando más allá de lo que me es habitual, la elección del lugar donde terminé realizando la acción vino determinada por diversos factores todos ellos contextuales: la música de una boda o algo similar en la finca de unos vecinos hacía que quisiese estar lo más lejos posible, el sol aterrador del sábado 17 de junio a las 7 de la tarde era como de poema taurino de García Lorca, los lugares elegidos para la realización de otras acciones, los objetos disponibles por el espacio…

Llevaba en mi mente la idea de realizar la acción en el lugar más «cuadriculable» posible que me parecía ser frente a la puerta del almacén donde están las herramientas. El calor me sacó de esa idea llevándome a elegir un lugar que no acababa de convencerme bajo los árboles en un pasillo pero apenas había espacio para trazar las líneas del cuadrado que, en principio, estaba concebido para ser de unos 3 metros de lado. Además, estaba el tema del final de la acción que implicaba lanzar hacia arriba (idealmente) un libro que en este contexto acabaría chocando inmediatamente con los árboles.

Tras la poderosa acción de Jesús García justo en el lugar que satisfacía algunas de mis necesidades escénicas, habiendo además bajado la intensidad del sol, decidí desplazar la ubicación de la acción a la puerta de la finca, retirando una mesa de ping-pong que había allí apoyada sobre 4 taburetes.

Pero de nuevo el contexto me lanzaba una cuerda y era útil usarla, aprovechando esas fantásticas 4 banquetas para marcar los vértices del cuadrado. Aproveché un pedazo cuasicilíndrico de un tronco de árbol para depositar en el centro del mismo el libro del Discurso del Método y proyectar la idea de círculo (rudimentariamente trazado) de área relativamente cercana a la del cuadrado definido por los 4 asientos.

Por cierto, el libro fue lanzado, finalmente, hacia uno de los lados y no hacia arriba, como había planeado hacer, curiosamente hacia el lugar en donde había proyectado realizar la acción.

¿Nuevas incógnitas?

Una pregunta que me formulé y compartí con la estupenda artista Isabel León Guzmán mientras estábamos realizando las acciones ese fantástico sábado fue si existía un estudio sobre los materiales que utilizan los y las performers en sus acciones (incluso en las ideas preconcebidas de sus acciones) en función de la climatología del momento.
Me resultó impactante el uso del agua fría que dudo mucho que hubiésemos utilizado tan profusamente si hubiese sido realizado el encuentro en mitad de diciembre, pongamos por caso. De modo que quizá habría que plantearse hacer un encuentro de verano y otro de invierno con las mismas acciones. ¿Serían las mismas?

¿Alguna reflexión?

Llegado a este punto, no sé si ya he reflexionado suficiente o más de lo suficiente.

Siempre sobrevuela estos encuentros la sombra de la endogamia, pero de nuevo el excelente buen hacer de Matsu logra que además de caras conocidas aparezcan nuevas personas en el panorama performático y, por otro lado, tampoco hay que obsesionarse pues son encuentros, como de amigos y amigas que se vuelven a ver. Es posible que más adelante podamos denominarlos, para que no haya la más mínima duda: reencuentros.

Otra de las reflexiones recurrentes, y ya algo cansina, es el tema de la financiación: si este tipo de trabajo debe ser remunerado, por quién y de qué manera. Pero es demasiado extensa como para tenerla en este lugar.

Quizá me sorprende que, para ser un «encuentro», hay poco trabajo colaborativo, poca acción que podamos poner en pie sobre propuestas colectivas, pero yo soy el primero al que le resultaría dificilísimo imaginar de qué manera aproximarme a este tipo de trabajos, dejando de lado mis personalísimas obsesiones.

¿Respuestas?

Opto por contestar a cuáles fueron las más significativas respuestas de la concurrencia ante la acción realizada.

El cálido beso de Yolanda Pérez Herrera fue una de las más agradables respuestas obtenibles, amén de la mirada aprobatoria y comprensora de la mayoría de las personas que estaban allí. Es una comprensión que se agradece especialmente cuando has pasado décadas de tu vida sintiendo incomprensión en el medio social que habitas. No hablo de intolerancia, que serían palabras mayores, sino simple y sencillamente la incomprensión de la rareza, de la marginalidad, de la diferencia.

En el encuentro de Matsu la libertad se cultiva tan hábilmente como las hortalizas y da lugar a aceptación total y comprensión de lo incomprendido, facilitando un ambiente de creación desinhibido que permite convivir la individualidad con el grupo sin abocar a un enfrentamiento desigual y, con frecuencia, cruel. Como ya escribí el año pasado: «el sábado, por encima de todo, primaba la libertad. Libertad sin juicio ante lo ajeno, presente en la creación variopinta, sin censuras, por placer, por onanismo, casi, pero sin desconsideración egocéntrica».

Tras el fin de semana, los emails surcaban las venas internaúticas, las imágenes de redes sociales servían para tender nuevas conexiones, redes sociales naturales, las ganas de permanecer en contacto se palpaban.

Tras el fin de semana, las respuestas siguen surgiendo, contextualizando la necesidad de encuentro(s), deseando agradecer de manera siempre insuficiente la dedicación de las personas que tienen a bien prestar su casa, su convocatoria, su trabajo, para que otras personas mostremos nuestro trabajo, nuestra intimidad a otras personas que lo reciben con curiosidad y con cariño.

Tras el fin de semana, deseamos esperar a que llegue otro encuentro con Matsu de fin de semana para que ese fin de semana no tenga fin.


NOTA: Toda la información de estas tres últimas entradas del diario, pueden ser descargadas de este documento:

crisisracional (postscriptum)

Neutralidad en la red

La neutralidad de red es el principio por el cual los proveedores de servicios de internet y los gobiernos que regulan Internet deberían tratar a todo tráfico de datos que transita por la red por igual, sin discriminarlo o cargar al usuario de manera diferente según el contenido, página web, plataforma, aplicación tipo de equipamiento utilizado para el acceso, o modo de comunicación.

El caso es que estoy subscrito a ISOC-ES y se ha desatado una diatriba que no ha llegado a ser discusión al respecto de este espinoso tema con el detonante de las marquesinas de Vodafone que dicen que privilegian el tráfico de Whatsapp y otros…

La transcribo más o menos íntegra, para consulta futura, sin hacer referencia explícita a los participantes en la misma:

Ayer, Vodafone, me envía un mail dónde me dice que los datos que use con aplicaciones de chat, NO consumiré datos de mi tarifa.

https://www.vodafone.es/c/particulares/es/descubre-vodafone/sacale-partido-a-tu-movil/servicios-para-tu-movil/chat/

Ahora, me pregunto yo, ¿no era 2que en EU había Net Neutrality? A parte. yo uso Threema (www.threema.ch) y Wire, que no están incluidos… En fin, que si bien no es algo «malo per sé», esto es el principio para cargarse la neutralidad… (Ahora que lo pienso, ya han empezado antes, dado que cuando usabas MiVodafone tampoco usaba datos de tu tarifa). Entonces, ¿alguien sabe si esto es legal?

Digamos que en cierto modo… al abrir la puerta al zero-rating de un modo tan generoso como se hace… pues sí.
Añádele los planes de la Admon. Trump de darle la vuelta a las reformas pro-neutralidad de la anterior Administración… y tenemos el círculo completo.

Hola a tod@s,

El asunto me interesa mucho. No soy cliente de Vodafone, pero evidentemente no me ha pasado inadvertida la oferta. Se me ocurren solo dos supuestos teóricos en los que podría hacerse la oferta sin violar la neutralidad de la red:
Supuesto nº 1: Se dispone de una tecnología que no parte de principios como los que subyacen a la DPI (Deep Packet Inspection). Es decir, podemos discriminar sin mirar el contenido de los paquetes. ¿Existe eso?
Supuesto nº 2: Se habilita una pasarela propietaria, exclusiva para el acceso de los clientes de Vodafone, de manera que no sea necesario recurrir a inspeccionar los paquetes de información.
Lo que propongo parte de la base -que planteo aquí con intención de debatirlo- de que, más allá del debate sobre las bondades de la neutralidad de la red, su violación en este caso infringiría en cualquier caso algo mucho más palmario, como es el secreto en la privacidad de las comunicaciones, que está protegido por la ley desde mucho antes de que viéramos la aparición de internet.
Solo hay que mirar la dirección IP de los servidores de destino y si están en la lista de servidores de WhatsApp/etc, se deja pasar sin contar el tráfico.
Luego se puede hacer sin violar la privacidad. Y como lamentablemente se puede también hacer sin transgredir esta «mini-NN» que el Reglamento de 2015 y su interpretación por Berec nos han creado, pues… regresamos al punto de partida.
Cuanto más lo pienso peor me suena.
Estoy pensando en voz alta, así que tendréis que perdonarme el punto de divagación: de acuerdo, basta con controlar la IP y no el contenido. Es decir, para operar necesitan conocer nuestras respectivas IP -la de WhatsApp y la del cliente de Vodafone, por ejemplo- ergo están usando… ¡nuestros metadatos! Por descubrir lo que hacían con ellos el señor Snowden ha tenido que mudarse, así que yo lo consideraría a primera vista una acción invasiva de la privacidad. No estoy en condiciones -hace tiempo que no me miro las resoluciones del BEREC- de afirmarlo taxativamente, pero yo veo violación del secreto: quién llama a quién. Eso también es privado, ¿no? En fin, Pablo vive a caballo de las legislaciones europea y estadounidense y seguramente nos podrá arrojar algo más de luz. Al final yo termino haciendo preguntas y poca cosa más.
No cabe duda de que estás fino con esta cuestión, Andreu! 😉
En efecto, y me obligas con tus observaciones a dar un paso más, habíamos quedado gracias a Joâo en que usan las IPs.
Y debo sin duda concederte que las IPs son DATO PERSONAL. Indiscutible.
Ahora bien, Vodafone conoce las IPs de sus clientes por necesidad absoluta para prestarles el servicio, de ahí que su acceso a las mismas no suponga una violación de la privacidad; sus propios clientes han consentido en ello.
Seguimos 😉

Hombre, la dirección IP te la da Vodafone para acceder a su red…, como el numero de teléfono. O sea que saben cual es (y si no, mal va la cosa). El hecho de meter un cantador para direcciones de destino especificas les puede indicar quien usa más WhatsApp y quien lo usa menos, pero las estadísticas de tráfico forman parte de lo que es normal en operaciones de red. No creo que ese aspecto sea el preocupante. Lo que sí me perturba es que hay una clara diferenciación del trafico hacia WhatsApp y algunos otros servicios, lo cual supone un trato diferenciado (no neutral) de parte del tráfico.

Pues yo tengo un debate “interno” con eso.

En el año 2003, estuve trabajando con el “article 29, data protection working party”, para intentar convencerles que, si bien las direcciones IPv4 era más claro que podrían ser consideradas un dato personal, no así las IPv6. A pesar de ello, finalmente, se consideraron todas dato personal.

De hecho, publicamos un libro al respecto, de descarga gratuita en:
http://www.ipv6tf.org/index.php?page=news/newsroom&id=1260

Luego en mi propio fuero interno, durante unos años cuando he reclamado casos de SPAM, pensé que tenían razón, pero al final acabo volviendo a pensar que no, que las direcciones no son datos personales. Exagerando un poco, ¿acaso son datos personales las gotas de agua que bebemos? Todos son recursos de la humanidad, no identifican a nadie de forma inequívoca.

Sería dato personal la dirección IP de un chip que nos implantaran. Ahí estaríamos de acuerdo, pero Internet y el routing no funcionan así, como mucho una parte de la dirección sería un dato personal, el “identificador” de cada chip.

Una dirección, a diferencia de un número de teléfono, no pertenece a una persona, ya que es un bien de la humanidad. Como tales no se “compran”, se podría decir que en un momento dado pagas por su usufructo.

Además, en IPv6 cada “hogar” puede tener perfectamente, 65.535 veces 2^64 direcciones. Por si fuera poco, las direcciones IPv6, en los sistemas operativos modernos (casi todos), son “cambiantes” cada pocas horas, y se puede hacer ese cambio “más rápido” si así se desea. Por lo tanto, es imposible identificar de forma univoca a una persona. Como mucho se podría identificar a un “hogar” (si el prefijo es estable, que no siempre lo es), pero cuando esa persona sale de su hogar y usa otra red, cambia la dirección completa (incluyendo el prefijo).

De hecho, de lo que decís abajo, no hace falta conocer la dirección origen, sino el DESTINO del flujo de tráfico (direcciones de los servidores de whatsapp), por lo que no creo que sea una violación de privacidad. ¿O acaso consideramos que correos cuando clasifica las cartas, al ver la dirección de destino, para ejecutar esa función, u otras intermedias relacionadas con dicha clasificación, viola la privacidad? Igualmente si esa carta es devuelta, con la dirección del remitente.

Estoy de acuerdo en eso de que la IP no es dato personal per sé, pero, depende para que la usen… (pero eso es otro tema)

De todos modos, lo que más «me molesta» de Vodafone es que hagan un trato preferencial de algunos datos. Y, lo pongan como lo pongan, sea o no «beneficioso» para sus usuarios, hayan encontrado, o no, un vericueto legal para hacerlo, NO ME GUSTA.  ¿Por qué? Porque se empieza con eso y se termina ralentizando todo los que les molesta. Es más, hace unos años y ahora que lo pienso, cuando tenía una tarifa de datos muy básica, para poder usar VoIP tenía que conectarme a la VPN. Claro que, en ese entonces, no había «neutralidad» aprobada por la EU. ¿Me gustaría saber si lo están haciendo aún?

No discuto lo que dices de Vodafone, son dos temas aparte, pero ciertamente relacionados. El problema de todos es común: No está cerrado el debate legal en lo que es Internet, ni datos personales, ni defesa del usuario frente a ataques, spam, etc, ni mucho menos neutralidad. Creo que ni gobiernos ni abogados han entendido aun de que estamos hablando.

aun pudiendo estar de acuerdo con tu razonamiento, el hecho es que si las IPs son o no datos personales es típica cuestión de «con la Iglesia hemos dado…». Vamos, que así ha sido establecido en España por la Agencia de datos desde 2003; así ha sido corroborado por reiterada jurisprudencia española desde entonces, sobre todo en los últimos años; y para colmo, el propio Tribunal de justicia de la UE lo ha «santificado» en diciembre de 2016. Ponte a cambiar eso…
Totalmente de acuerdo, en especial en cuanto afectase a IPv6. Ahora bien, aun admitiendo mayores, mucho mayores dificultades de identificación en IPv6: ¿ES REAL Y ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE poder terminar identificando a alguien a partir de una IPv6?
Pues recuerda que basta poder hacerlo para que un dato sea personal.
Si fuera así, IPv6 deberá forzar un cambio de orientación legal en esa línea que sugieres.
Con los logs de un ISP se podría como mucho identificar quien es el “contratante” “tal empresa o tal hogar”, porque por ley están obligados a guardar registros de las direcciones que usa cada “circuito”. Eso no cambia ya se use IPv4, IPv6, X.25 o lo que sea … Pero (y esto es igual con IPv4 cuando hay NAT), lo que no hay forma es de identificar ni que ordenador dentro de la red (de la empresa ni del hogar), y mucho menos quien es la persona que lo usa. En el caso de una red pública, un hotel, etc., es aún más difícil, lógicamente, todo depende de si tienen (y están obligados por ley), registros de quien es el usuario que se ha logeado en una determinada IP en un momento dado. De nuevo, siempre hay que contar que alguien puede usurpar el login de alguien, tanto en una empresa como en un hogar como en un hotel. No sé si con esto te contesto lo suficiente como para determinar ese “limite” que sea “IMPOSIBLE”. Si soy el malo, te aseguro que podré hacerlo imposible.

La cuestión es que, por esa regla de tres, como no hay nada imposible en este mundo, TODO serían datos personales. No creo que eso pueda ser legalmente asumible. Un ISP no puede desvelar que prefijos tiene cada cliente, salvo que el cliente los haga públicos. Sin esa información un posible “malo” no puede saber quién es el cliente, luego no debería considerarse dato personal.

Algunos reguladores lo estudian: https://www.ftc.gov/news-events/events-calendar/2015/11/cross-device-tracking

Mientras la gente sigue con ello

Privacy Threats through Ultrasonic Side Channels on Mobile Devices 
Daniel Arp (Technische Universität Braunschweig), Erwin Quiring (Technische Universität Braunschweig), Christian Wressnegger (Technische Universität Braunschweig), Konrad Rieck (Technische Universität Braunschweig)
Users are nowadays exposed to a large number of tracking techniques. An emerging technique embeds inaudible beacons in sound and tracks them using the microphone of mobile devices. This side channel allows an adversary to identify a user’s current location, spy on her TV viewing habits or link together different mobile devices. A comprehensive user profile is the result. In this paper, we explore the capabilities, the current prevalence and technical limitations of this new tracking technique based on three commercial tracking solutions. To this end, we develop detection approaches for ultrasonic beacons and Android applications capable of processing these. Our findings confirm our privacy concerns: We spot ultrasonic beacons in various web media content and detect signals in 4 of 35 stores in two European cities that are used for location tracking. While we do not find inaudible beacons in TV streams from 7 countries, we spot 223 Android applications that are constantly listening for ultrasonic beacons in the background without the user’s knowledge.
Yo me enteré el otro día de este tema de la realimentación por el móvil y lo primero que hice fue revisar las Apps. que tengo, que han pedido usar el micrófono de mi móvil, por si las moscas. Ver Esto: http://thehackernews.com/2017/05/ultrasonic-tracking-signals-apps.html

Yo había oído de un bug en los TV de Samsung que permitía a un hacker tomar el control y “escucharte” o verte con la cámara, igualmente con algún móvil, pero no la combinación de ambos. Supongo que la AGPD o a nivel Europeo, estará al corriente y habrá revisado si los equipos comercializados lo están haciendo o en caso contrario, deberíamos de avisarles por algún camino formal e incluso “de contactos directos” si alguno los tiene.

Sí, eso digamos que del hackeo/crackeo vía Internet de las cosas están sobradamente al cabo.
Lo que al menos yo desconocía, no sé ellos, es lo del ultrasonido y su aprovechamiento a fines de trazado de perfiles y consiguiente emisión de publicidad.
Y una dignísima conclusión de un Ignacio Agulló de quien ya he publicado alguna vez material:

Internet nació neutral; si me equivoco, que lo diga la gente más versada que yo que hay en este foro.

En el principio, los que trabajaban en la red lo hacían impregnados por el idealismo de los pioneros. Sabían que estaban creando algo nuevo, algo importante, algo para la historia. Existía unión. La comunidad era importante. Cuando una empresa de telecomunicaciones sustituyó por primera vez el error 404 por una página publicitaria, la presión de la comunidad fue suficiente para forzarla a rectificar.

Pero Internet comenzó a tener éxito de veras, y las empresas importantes de la red comenzaron a convertirse en gigantes económicos que podían permitirse encogerse de hombros desdeñosamente cuando les reprochaban sus prácticas. Internet ya era una realidad, no una expectativa, y la prioridad dejó de ser permitir a las universidades que siguieran criando la gallina de los huevos de oro para convertirse en vender los huevos a buen precio.

¿A quién conviene la neutralidad de la red? A todos quienes ofrecen y utilizan servicios en red; prácticamente todo el mundo, especialmente a los profesionales del sector TIC.

¿A quién no conviene la neutralidad de la red? A las compañías de telecomunicaciones, que pueden permitirse discriminar en la tarificación y cobrar más por los servicios donde más dinero pueden rascar.

Algunos países aislados aprobaron leyes para garantizar la neutralidad de la red, pero otros no. En Estados Unidos se aprobó una neutralidad limitada; en la Unión Europea otra neutralidad limitada, distinta. En su momento recuerdo que los estadounidenses mostraron su desprecio por la neutralidad limitada de la Unión Europea, como si la suya fuese de verdad y la nuestra de pega en vez de dos versiones limitadas… pues bien, ahora Estados Unidos se ha quedado sin ni siquiera versión limitada.

The FCC just voted to begin «Destroying Internet Freedom» and overturn net neutrality | Privacy Online News https://www.privateinternetaccess.com/blog/2017/05/fcc-just-voted-begin-destroying-internet-freedom-overturn-net-neutrality/

Por supuesto, dado que vivimos en la Era de la Mentira, a la medida la llamaron «Restoring Internet Freedom», como si la neutralidad de la red no fuese una condición original de la red sino una alteración privativa de libertad. El artículo enlazado alude en su título al apodo, mucho más acertado, puesto por el comisionado Mignon Clyburn a la medida.

Aprovecho para recordar aquí una traición que no he de olvidar: la de Ars Technica, noticiero informático de referencia. Desde el principio Ars Technica estuvo claramente a favor de la neutralidad de la red, abucheando ruidosamente las violaciones de dicha neutralidad; llegó a llamar «Hidra» a Comcast por ralentizar el tráfico de Netflix. Pero después se produjo un giro copernicano y pasó a convertise en altavoz de todos los argumentos contra la neutralidad de la red, desde los mas sólidos a los más ridículos. No es que se posicionase claramente contra la neutralidad de la red, pero cada vez que alguien la criticaba aunque fuese con argumentos absurdos, Ars Technica le daba voz, publicando unas noticias que eran claramente propaganda anti-neutralidad. Yo lo consideraba no solamente un buen noticiero, sino también un noticiero con una línea editorial representativa de los intereses de los profesionales de la informática; ahora lo considero como a tantos otros, la voz de su amo.

Femenino y conservador

No sé si la pregunta que se hace esta ciudadana virtual es cierta, pero en caso de serlo, que pudiera ser, una respuesta podría ser de perfil antropológico.

¿»los partidos más progresistas y profeministas tienen mayor porcentaje de voto masculino que femenino, y la derecha conservadora mayor porcentaje de voto femenino que el resto»?

Hay teorías que dicen que las mujeres tienden al conservadurismo por cierto «instinto» maternal de protección que ven en estas tendencias mayor estabilidad lo que les es preciso para garantizar la estabilidad del entorno asociada a la seguridad para la supervivencia de la especie.

Es una teoría, no digo que deba ser así, pero lo que más me inquieta no es tanto si esta otra teoría es o no acertada, sino el hecho de que me dé verdadero pánico expresar esta posible explicación ante la segura acusación de machista y heteropatriarcal dominante. Así que me limito al silencio de mi propio blog (que no acepta opiniones).

En resumidas cuentas, no argumento, no opino, me callo, me silencio… y sigo mi vida sin mayor problema que el de tener la impresión de que en un ámbito u otro, la libertad va desfalleciendo por las aceras.

Unos minutos atrás había visto otra imagen de esas «con mensaje» presumiblemente defensora de los heterosexuales en alusión al aluvión de comentarios relacionados con el autobús de la discordia, que era claramente discriminatoria, pero tampoco quise comentar nada. Estas redes sociales muestran la sociedad tal cual es… y esta sociedad es definitivamente censora.

La impersonalización produce monstruos

Alguien (esta impersonalización es con la buena intención de no personalizar en el mensajero) ha publicado esta demagoga reflexión en uno de esos lugares (impersonalización innecesaria) de internet donde la gente (otra impersonalización más) hace estas cosas:

Alguien ha echado la cuenta: el rescate de las autopistas nos sale a unos ciento y pico euros por cabeza. Con esa cantidad yo hubiera preferido, por ejemplo, rescatar la luz para una familia que no pueda pagarla. Pero como ya han decidido por mí, pues que me digan al menos qué trozo de autopista es el mío, que ya sabré yo lo que hacer con él. Comprarme un martillo neumático, cargármelo y plantar amapolas.

Pero esta nueva impersonalización sí me parece más preocupante:

  1. El alguien que ha echado la cuenta es el gobierno o ministerio correspondiente, elegido democráticamente en nuestro (seguramente mejorable) sistema electoral. Sabiéndolo, poniéndole nombre, personalizando, quizá acabemos por entender que es nuestra responsabilidad decidir quién nos gobierna.
  2. La decisión se toma por mí. ¡Toma pues claro! Es lo que tiene una democracia representativa, que no es que no sea democrática, pero se delega en terceras personas (las que conforman un gobierno y un equipo ministerial) encargadas de tomar esas decisiones que, si no nos gustan, deberíamos asumir que son cambiables. Pero la realidad es que ha vuelto a gobernar el PP, tras años de encontrarme este tipo de comentarios, así que estoy empezando a pensar que hay poca cultura democrática y aceptación de resultados electorales en este país, o en mi entorno… y no me gusta.

Es equivalente a cuando veo este tipo de gráficos que supuestamente justifican la falta de representatividad del gobierno o los agentes elegidos por la población:

Obviamente no defiendo que tenga que gobernar el PP por ser el partido más votado, es más yo era de los partidarios de haber llegado a un acuerdo entre PSOE (si algo le quedaba de S) con UP. Pero ese sector, junto con los naranjas, decidieron conformar una mayoría absoluta que ha permitido al PP formar gobierno.

Los que votaron son los que deciden que la democracia participativa les representa, los que no votaron no están mostrando qué es lo que decidieron. No digo que pase nada por no votar: en España el voto no es obligatorio, pero si no votaron no pueden inferir que todos los que no votaron piensan como ellos. Es más, lo que se hace es extrapolar el porcentual de los votos al total, ignorando el no-voto que no dice nada (todo lo que se suponga que pueda estar diciendo es mera especulación).

Hay quien votó al PP, hay quien votó al PSOE, hay quien votó a UP, hay quien votó a C’s, hay quien votó a otros… y todas estas personas merecen mi total respeto, aunque no voten lo que a mí me gustaría que votasen.

¿Ahora se trata de aguantar y «tragar»? No, se trata de asumir que se está haciendo y tomando decisiones que hemos elegido entre todos aunque no sean las que me gustan.

Por último: este tipo de comentarios se seguirán haciendo incluso cuando salgan las votaciones por referendums o asambleariamente o de cualquier otra manera (decide Madrid o lo que sea) porque lo único que reflejan es la falta de responsabilidad y la carencia de respeto a las diferencias, lo que conlleva que no seamos un buen país para la democracia.

La libertad de la performance

cartel-V-encuentro-MATSU-2016-bj

El sábado presenté la acción ¿Y si mi cuchara es un tenedor? en el V ENCUENTRO Artes Vivas y Efímeras que convocaba Ana Matey en el centro de creación Matsu.

El trabajo que mostraba trataba sobre la libertad, sobre esa resistencia a aceptar la obligación, el dictado, la norma. Y su reverso más liberador: la creatividad, la realización como demostración de que todo es posible; la cuestión siempre es el cómo.

Tras una sucesión de acciones de diferentes enfoques, realizadas por Analía Beltrán i Janés, Pedro Déniz, Giusseppe Domínguez (yo mismo), Sofía Misma, Georgina Marcelino, Blanka Palamós i Claramut con su pareja y su bebé, Elisa Miravalles, Anna Bonfill, Eva Rodríguez, Blanco&Roja (Alba Blanco+María Roja), Nieves Correa, Abel Loureda y PACK Performance Art Company compuesto por Xirou Xiao, Xiaozhen Mao, Meng Meifu, Shihua He y Analía BiJ, cenamos en estupenda armonía una variedad de platos que cada cual había aportado con sus mejores intenciones y sin la menor problemática asociada a las dificultades habituales que últimamente pueblan cualquier evento gastronómico.

Acabó estupendamente, con un ambiente ameno y divertido, como suele terminar este tipo de eventos y me volví a casa (traído generosamente por una recién conocida documentalista) con una enorme sonrisa que no sabía muy bien explicar hasta que la contrasté con otros eventos de los que suelo volver agotado (no sólo tango).

El sábado, por encima de todo, primaba la libertad. Una libertad que se respiraba en un Epojé (del griego ἐποχή «suspensión») que casi hacía mi propuesta innecesaria, por falta de contexto. Pero también estaba presente en la creación variopinta, sin censuras, por placer, por onanismo, casi, pero sin desconsideración egocéntrica mediante, salvo la justa y necesaria.

Tuvo un colofón «discotequero» en el garaje/cobertizo del lugar con bailes bajo la acertadísima musicalización de Les Inspecteurs, donde cada cual movía su esqueleto como le venía en gana, sin pensar en técnicas, ni en calidades, ni en niveles, ni en nada que se le parezca. Cada cual ejercía la libertad de moverse bajo los estímulos recibidos sin otra premisa que la de dejarse afectar por la música.

libertad como bandera,
objetivo y método,
propuesta de partida y punto de llegada

libertad de acción
de las acciones y de las palabras
libertad de culto culta
libertad
libertad en todos los sentidos consentida sin consentimiento innecesario
libertad
liberadora

libertad en potencia y acto
libertad de verbo y gracia
libertad agradecida y agradecimiento
por generar espacios
donde la libertad
lo sea todo
y lo permita todo
pues sólo en libertad
concibo amor
concibo humano
concibo ser (llamémosle existir)
concibo concebir
concibo amar
concibo la felicidad

Afortunadamente, sé rodearme de quien al rodearme no me encadena, sino que abren veredas para que siga explorando el infinito universo de la vida.

Buscando a Wally

He encontrado la noticia en el periódico (¿qué hago yo perdiendo el tiempo de semejante manera?) sobre el desafío de un clérigo iraquí convocando a una sentada en Bagdag.

La noticia es una entre tantas, pero la fotografía, que parecía pacifista, de esas que te animan a solidarizarte, me ha escandalizado terriblemente pues he estado buscando entre la original a ver si había suerte y encontraba a alguna mujer (pañuelo incluido o no), pero ni por esas.

Como en esas imágenes de Buscando a Wally, no he logrado hallar ninguna mujer. Todo son hombres. No puede haber pacifismo de esta manera. No puede haber revoluciones de esta manera. Todo continuará igual si se sigue haciendo igual. Se me fue la solidaridad. Y las ganas de seguir leyendo un periódico que no le da importancia a este hecho. Ni siquiera en un artículo publicado por una mujer.

sinmujeres

Esto no es una broma