Contra la obsolescencia

Compré un Disco SSD hace unos días y una memoria RAM de 1Gb DDR2, que ya es difícil de encontrar para hacerle una pequeña actualización a un viejo Compaq nx6310 que tiene ya casi la friolera de 20 años (la BIOS, posiblemente, es de antes del cambio de milenio) y con el disco y la RAM, que costaron tan solo 20 euros en total, remocé este portátil desde el que escribo y en el que he instalado un Debian 12.5 (lo más actual de linux) con todos los paquetes necesarios.

El disco duro interno, sustituido por este SSD de 128Gb (particionado como se puede ver en la imagen, en un /, 25Gb, 90Gb para /home y el resto -4G- para swap o intercambio, complementando esa memoria que, obviamente en los tiempos que corren de redes sociales y vídeos a cascaporro se queda muy corta), tenía tan solo 80Gb de capacidad y ahora estoy planteándome usarlo como pendrive con un pequeño adaptador o una carcasa para convertirlo en un baratito disco duro externo.

El problema es que todo lo que hay en el mercado es tan barato que resulta casi absurdo gastarse unos 25€ en recuperar este equipo, no siendo un resultado usable para la mayoría de las necesidades actuales, aunque suficiente para escribir una novela o para navegar por Internet sin exigencias de velocidad.

La pantalla, ya con unos limitados 1024×768, resulta pequeñita comparada con lo que suelo usar habitualmente, a pesar de sus 15 pulgadas de diagonal.

Apenas hace ruido, lo que resulta sorprendente, y arranca en menos tiempo que la mayoría de los PC que conozco, pero eso se le debe al estupendo trabajo que hace el equipo de Debian por optimizar su sistema operativo.

No obstante, hube de realizar varias veces la instalación para librarme de los escritorios que instala casi por defecto, como son el GNOME maldito que tanto me recuerda al despropósito de Ubuntu tras apostar por Unity, o el KDE plasma que carga el sistema con un innecesario abanico de cosas bonitas que, naturalmente, han de dejarse de lado en ordenadores reacondicionados de estas características.

Mi próximo problema es qué hacer con él. Este portátil desde el que estoy escribiendo esta entrada en el blog funciona estupendamente pero no lo suficientemente bien como para mi exigencia habitual.

Es una pena tener ordenadores de más, como tantas otras cosas que no necesitamos…

Por supuesto, lo que no haré es tirarlo. Así que los puntos limpios de la ciudad tienen poco que hacer conmigo.

1Gb RAM recién adquirido

Cada vez soy más moderno.
Podría decir lleno de ironía.

Algún día de estos me hago analógico.

Como si no lo fuese.
Como si fuese digital
o alguna vez lo hubiese sido.

Como si necesitase más memoria que 1Gb de RAM
en un ordenador de hace más de 20 años.

Demostrar que la obsolescencia
no está tan programada
más allá que en nuestros hábitos de consumo
que quieren (impersonal al canto) implantarnos.

Ellos / Nosotros.

El viejo paradigma del enfrentamiento.

Quiero reflotar
un portátil que mi madre
daba por muerto.

Compré 2 piezas por un total de 20€
para reacondicionarlo
y ahora es capaz de ejecutar
(sin matar a nadie)
el mismo software
y casi
a la misma velocidad
que otro equipo
de hace tan sólo 10 años.

Este lifting
le ha dado un par de lustros
de juventud
fingida
por supuesto.

Pero quizá sea suficiente
con fingir
para alcanzar
algún falso nirvana.

Información de mi sistema nada más empezar el día

Comienzo la mañana abriendo una terminal en la que proceder a actualizar mi sistema operativo Linux Mint 20.3 una, para después sincronizar mis carpetas en el disco duro externo que hace de espejo (parcial y supervisado por mí) del interno.

Es una tontería a la que no dedico más de unos 5 minutos cada día, amén de no demorarme en visualizar, por mucho que me guste, la información que me desvela esta aplicación que tengo instalada para mostrarme datos relevantes que suelo olvidar, como la versión de gestor de ventanas que uso, la fuente que tengo por defecto en el sistema, o los «themes» que tengo configurando el aspecto de la interfaz gráfica de este PC en el que escribo.

Año Cúbico

Me ha dejado sorprendidísimo no haberme dado cuenta de que el 2025 es un año cúbico.

2025 = 13 + 23 + 33 + 43 + 53 + 63 + 73 + 83 + 93

Suelo estar atento a las curiosidades del año que entra, como su factorización en números primos, así que este peculiar número es bastante factorizable:

2025 = 34 x 52

Lo que le convierte en un cuadrado perfecto, pues su raíz cuadrada sería, obviamente, 32 x 5 = 45.

Sin embargo, no ha sido hasta esta mañana echando un vistazo a las redes sociales que me he dado cuenta de esa maravillosa propiedad de descomposición en potencias cúbicas. Para más inri, de todos los dígitos del 0 al 9 (es decir, todos los dígitos).

No podía dejar de realizar un par (al menos) de aproximaciones programáticas a esta peculiaridad:

 

#include <math.h>
#include <stdio.h>

int main(int argc, char **argv)
{
    int i, suma=0;
    
    for (i=0; i<10; i++) {
        suma += pow(i,3);
    }	
    printf("Feliz Año %d\n", suma);
    return 0;
}

 

También realicé un pequeño programita en Python, para el que tuve que mirar la documentación:

 

sum=0
for i in range(10):
    sum+=i**3
print "Feliz Año",sum

 

Ahora me he quedado algo más satisfecho, aunque quedaría pendiente hacer versiones con recursividad, tanto para la potencia, por ejemplo, como para la suma.

El utilizar la función «pow()» en C me dejó algo desconsolado, porque realmente era mucho más sencillo un simple i*i*i, pero menos elegante, de alguna manera. Así que terminé por usar la potencia que tiene C, para lo que hay que incluir math.h. Siempre he sido reacio a incluir más cabeceras de las estrictamente necesarias.

Además, hube de compilar indicando que el gcc de mi linux supiese que estaba incluyendo librerías matemáticas, lo que me resulta bastante absurdo. Pero ese es otro tema que prefiero no tocar en estas fechas navideñas…

En resumen;

FELIZ
MMXXV

screenfetch

Uso con frecuencia la terminal de linux (iba a escribir unix, así de antiguo soy) y me apetecía tener esta tontería de comando en mi .bashrc

if [ -f /usr/bin/screenfetch ]; then screenfetch; fi

De modo que cuando abro una terminal me informa de algunas cositas interesantes de mi sistema operativo. La verdad es que me resulta muy cookie esta tontería que, entre otras cosas, ralentiza unos milisegundos mi operativa, pues tiene que ejecutarse y mostrar un montón de información que, después, procedo a eliminar con un comando «clear» para que no me dé la lata tanto texto.

El fondo semitransparente de la terminal, junto con una bonita fotografía (tomada por mí) que funge como fondo de escritorio hace que el aspecto de la ventana sea casi podría decirse que bonito.

Warning: Key is stored in legacy trusted.gpg keyring

Es cansado cuando aparece este texto tras unas actualizaciones en la línea de comandos de Linux, porque siempre toca ver qué es lo que ha pasado (es sólo un warning, pero yo suelo atenderlos y resolverlos porque en caso contrario me estresa cada vez que tengo que hacer una nueva actualización).

El domingo, actualizando la RaspBerry en la que guardo una copia de respaldo de mi blog, volví a encontrarme con este estúpido mensaje que bien podía haberse arreglado con algún «fixer» incluido en el sistema operativo, derivado de que es él quien ha decidido que una aplicación como apt-key se haya quedado obsoleta o deprecated.

Afortunadamente, encontré una muy buen página que ayudó muchísimo con este pequeño, pero molesto, problema tecnológico. Me resultó gracioso, eso sí, que tuviera un TLD (Top Level Domain) de .guru

Me guardo, con permiso de la web en cuestión y mi agradecimiento particular, los pasos a seguir, por si vuelvo a necesitarlos y esa página ha dejado de existir, cosa que pasa cada vez con más frecuencia.


Pasos de la solución

Fuente: https://pilas.guru/20240311/warning-key-is-stored-in-legacy-trusted-gpg-keyring/

1. Extraer la llave del archivo /etc/apt/trusted.gpg

$ sudo apt-key list
/etc/apt/trusted.gpg
--------------------
pub rsa4096 2017-02-22 [SCEA]
9DC8 5822 9FC7 DD38 854A E2D8 8D81 803C 0EBF CD88
uid [ unknown] Docker Release (CE deb)
sub rsa4096 2017-02-22 [S]

$ sudo apt-key export 0EBFCD88 | gpg --dearmor -o /tmp/docker.gpg

La llave se exporta en un temporal para evitar que el siguiente paso la borre del llavero.

2. Borrar la clave del antiguo llavero

$ sudo apt-key del 0EBFCD88
OK

3. Incluir la llave exportada en el actual sistema

$ sudo mv /tmp/docker.gpg /etc/apt/keyrings/

Indicar en el repositorio la clave a utilizar

$ sudo cat /etc/apt/sources.list.d/docker.list

deb [arch=arm64 signed-by=/etc/apt/keyrings/docker.gpg] http...

La indicación signed-by le permite al comando apt encontrar qué nombre se le puso al archivo de la llave que validará el repositorio de paquetes y a su vez, permite colocar los archivos en cualquier lugar (Debian ofrece la carpeta /etc/apt/keyrings/ para este fin)

«Phising» cada vez más peligroso

Constantemente llegan mensajes, correos electrónicos, llamadas… que loo único que pretenden es que «piquemos» como los pececitos que somos, pero es que cada día es menos obvio que eso en lo que vamos a picar es un anzuelo mortífero.

Es muy complicado evitarlo. Mucho más que los antiguos ataques de «Troyanos» que con evitar descargarlos se resolvía. Amén de que a quienes usamos Linux no nos afectaba generalmente pues no eran ejecutables en nuestros sistemas operativos.

Sin embargo, ataques a los navegadores son terribles porque cada día tenemos más información online y menos en los PC. Es difícil evitarlos sin perder usabilidad diaria en multitud de sitios.

Hoy ha sido este mensaje y estaba claro que era un ataque pues intentaba dirigirme a una web que no tenía nada que ver con la Agencia Tributaria, además de estar dirigido a poesia@clave53.org, que es una dirección que no uso en absoluto para darle a ningún organismo oficial.

Pero pasar sobre el enlace y mostrar la URL sin pincharlo y ser dirigido a ella es algo que habría que enseñar, directamente, en el Telediario cada día o en el colegio e institutos.

Van a ser un aluvión de desdichas los tiempos venideros.

Sé que puede ser oportunidad de negocio (seguridad informática), pero a pesar de mi background, no es algo que me parezca sencillo ofrecer ni me apetezca cobrar. Pero…

Calendario de Dalí

Obviamente, el calendario es mío, pero las ilustraciones que lo poblaban mensualmente eran representaciones de obras de ese pintor, que no me cae especialmente bien.

Me lo regaló Carmen allá por los comienzos de nuestra relación sentimental, conteniendo el calendario correspondiente al año 2000.

Lo usé poco, porque jamás había usado un calendario de papel y tendía perderlos o ignorarlos pues nunca tenía un lugar en el que apuntar que tenía que consultar el calendario. Incluir esa tarea en el calendario es bastante absurdo, aunque interesante propuesta conceptual.

Es bonito el recuerdo de los eventos que en esos años mozos (yo tenía entonces 33 añitos) me interesaban, viendo cómo abundaban las citas con amistades y eran ignoradas las actividades laborales.

También es cierto que hay que tener en cuenta que mi trabajo era tan monótono desde el punto de vista horario que era absolutamente superfluo tener que consulta qué actividad tenía cada día. Además de que no me importaba personalmente lo más mínimo.

Mucho teatro y ya en aquella época instalaba Linux (entonces era bastante engorroso) en algún PC en el que convivía con un Windows 95 e incluso un Windows 3.11 (que no era un sistema operativo propiamente dicho, sino un mero gestor de ventanas de MS-DOS).

Fue pasando el tiempo pero el calendario cayó en desuso y lo tuve abandonado durante un par de décadas en casa. Hasta que decidí ir arrancando las ilustraciones para proponer ejercicios del Taller de Poesía y Escritura Creativa basados en las mismas.

Ahora uso un mucho más práctico google calendar cediendo mi información en aras del pragmatismo, que descubrí en el 2007 trabajando en un proyecto de gestión de un espacio expositivo en el depósito del Canal de Ysabel II.

Hoy lo he tirado a la basura, pero quería quedarme con algunas de las páginas a modo de recuerdo electrónico y no físico y compartirlas en esta especie de diario que tampoco es físico (aunque sí que lo sea) sino virtual y poco virtuoso.

La pesadilla de ver FERROS digitales en linux

Cuando me envían FERROS digitales de la imprenta para verificar que todo está OK y proceder a dar el VISTO BUENO para pasar a producción siempre me veo limitado por el hecho de que Linux no es muy amigo de Adobe, así que tengo que acabar haciendo una comprobación extra en una máquina virtual con Windows 7 (piratilla) con un Adobe Acrobat Reader instalado y abrir el documento ahí.

Hoy me encuentro con esto ahí:

Y me echo a temblar por no estar seguro de si es mi visor de PDFs el que está jugándome malas pasadas o hay algún error en el PDF original. Lo pruebo en varios sistemas: en Linux, en Windows 7 sobre máquina virtual, en el móvil Android… lo envío a alguna amiga a que lo vea en un Mac…

Y ya, desesperado, veo que está mal y lo comunico a la imprenta. Después lo resuelven y vuelta a empezar.

Ufffffffffff……….

Mogrify

Algunos de los comandos que he utilizado recientemente para modificar el tamaño de infinidad de archivos jpg sin necesidad, ni siquiera, de editarlos con GIMP.


giusseppe@estudio53:/tmp/ultimas$ grep mogrify ~/.bash_history
 
mogrify -resize 50% *
find . -type f -size +1000k -exec mogrify -resize 25% {} \;
mogrify -crop 729x729 *
mogrify -crop 1000x1000 deformaciones.jpg 
find . -type f -size +1000k -exec mogrify -resize 25% {} \;
mogrify -resize 1000 *.marco.jpg
mogrify -crop 2424x1650 *
mogrify -crop 2424x1635+0+1871 *
mogrify -bordercolor black -border 290x675 *-0.jpg
mogrify -crop 2424x1630+0+5 *
mogrify -bordercolor black -border 290x685 *.jpg
mogrify -rotate -90 *.jpg
mogrify -resize 25% *.jpg
mogrify -density 72 *.jpg

 

Estoy francamente encantado con el comando mogrify, del paquete ImageMagic que tengo instalado en mi ordenador Linux:

ImageMagick® is a free, open-source software suite, used for editing and manipulating digital images. It can be used to create, edit, compose, or convert bitmap images, and supports a wide range of file formats, including JPEG, PNG, GIF, TIFF, and PDF.

Esto no es una broma