De confidencialidad y datos personales

Ayer, durante una agradable reunión en torno al cumpleaños de una amiga de Carmen, surgió el debate sobre la confidencialidad de nuestros datos en Internet y me di cuenta de que mucha gente confunde algunas cosas:

Un cuestión es regular cómo viaja la información por los canales de Internet (cifrada, no cifrada, etc) que genera posibles espionajes por parte de terceros en medio de los destinos (ya sean los ISP, gobiernos con más o menos autorización…).

Otra cuestión bien distinta es regular quién tiene acceso a nuestros datos personales (fotos, nombres, aficiones…) que, cifrado o no cifrado, damos a unas cuantas empresas (Google/Android/Gmail, Microsoft/Windows/Hotmail, Apple/Mac/iPhones, FaceBook, Twitter…), todas ellas, por cierto, residentes en un único país.

Y un tema adicional, nuestro acceso a los servicios que ofrecen estas empresas ocurre viajando a través de múltiples países, generalmente, de modo que ¿qué legislación aplica?

Con respecto a las leyes «antipiratería», que ya he escrito en otras ocasiones, hay regulaciones más o menos oficiales que reducen el ancho de banda para servicios de internet determinados, como la disminución de la velocidad del ADSL para servicios P2P, por ejemplo, sin diferenciar (algo relativamente difícil si no imposible) la naturaleza de lo compartido/descargado, así se limita de igual manera una descarga de una película con protección que un software opensource.

Somos todos los que estamos haciendo un gran regalo a la «Tyrell Corporation«. No nos exigen dar los datos a estas empresas, pero es tan cómodo hacerlo que es mejor no pensar en alternativas.

La esperanza no se acaba de perder y el otro día me enteré de que BQ ha sacado un móvil con UBUNTUPHONE, es decir, aún queda algo de idealismo pugnando por ofrecer alternativas.

Quizá con este primer paso, el manejo del hardware (de los móviles) volverá a estar un poco en las manos de los usuarios, algunos de los cuales puede que se esfuercen lo suficiente como para dejar de usar herramientas que condicionan nuestra privacidad, nuestros datos, haciendo que los «regalemos» o cambiemos por un poquito de comodidad.

Al menos, con los PCs ya hubo evolución similar cuando se comenzó la bifurcación tras las clonaciones. La década de los 80 fue un mar de variedades… muy bien retratado en la serie Halt and Catch Fire.

Sostengo que a Microsoft Windows le quedan dos telediarios

Logos de WindowsParece controvertido afirmar esto tan categóricamente, sobre todo si tenemos en cuenta que sigue imponiendo su sistema operativo a sangre y fuego en la mayoría de los PCs del mundo, preinstalándolo hasta hacerlo casi imposible de desinstalar o hacer convivir con otros sistemas (he ahí el temita de UEFI y la instalación de otros sistemas operativos, como Linux).

No es que, como algún iluminado, pretenda afirmar que Linux, más concretamente el software libre, va a desplazar al oscurantismo de los de las ventanas… es que la guerra ya no está en ese campo de batalla: ese frente está cerrado y cerrándose: el futuro es mucho más portable, más ligero, Box, tablphone… o widget o wearable… o lo que sea, pero menos PC.

Sigue sacando versiones de sistema operativo a ritmo entre frenético y lento (a la vez), anclando a los usuarios conservadores en un muy estable Windows 7 (después de los quebraderos de cabeza que generó el maldito Windows Vista, que era más o menos un virus que venía preinstalado…). Por otro lado, se empeña en competir en el mercado de las pantallas táctiles, fomentando la aparición de sistemas operativos orientados a tablets como el Windows 8 (y su enorme corrección correspondiente: W 8.1).

Saltándose el Windows 9 (por razones que desconozco) se aventuran con el Windows 10 que puede que sea mejor que el 8.1 (puede) y que seguro necesitará más y más recursos, pero eso ya no es importante, en esta era de despilfarro y más madera

Pero se sigue obviando algo: la batalla de Internet y la de los dispositivos móviles (tablets / smartphones y lo que está por llegar) está ganada por otras empresas más arriesgadas, más dispuestas a afrontar las filosofías de, incluso, financiación, contemporáneas, del siglo XXI, que fomentan el desarrollo sencillo de aplicaciones para esas plataformas y su pago o su compra-venta con modelos de negocio que el gigante de Micro$ no acaba de entender.

Y digo esto sorprendido de que los precios de la suite de Microsoft Office hayan bajado de los 100€. Algo ridículo si tenemos en cuenta que Whatsapp cuesta la tontería de 0,89€/año.

Sus aplicaciones siguen lastrando una filosofía pre-internet. Pre-(multi/mega)-distribución. Las aplicaciones del siglo XXI aspiran a llegar a tantos usuarios como jamás tuvo ni en sus mejores días la compañía de Gates, y por supuesto parten de ofertas de gratuidad, versiones de prueba con publicidad, versiones limitadas, pero usables, o directamente, versiones que demuestran que hay otros productos laterales de la compañía fabricante en venta que así se da a conocer.

Google va ganando esta guerra por la superioridad en la fabricación de software, por supuesto, incluyendo su megaexitoso Android (por cierto, un linux, para quien no lo sepa), pero ya aventuraba su victoria con aplicaciones que, con razonables buenas conexiones a internet (vaya, el siglo XXI otra vez), desbancaban a las de Richmond: ahí queda el maravilloso paquete de aplicaciones de Google Docs, limitado, se dirá, pero es que para la inmensa mayoría de los usuarios de esta década, no es tan importante las posibilidades que les dé un procesador de textos, posibilidades que, en casi cualquiera de los casos no va a usarse por desconocimiento o por innecesidad. Por no hablar de calendar, youtube (de google), blogspot…

Donde Microsoft se hizo dependiente de su sistema operativo y la consabida preinstalación en el hardware, Google se hizo dependiente del single-sign-on (SSO) que hacía que un usuario contraseña (el de gmail/G+) sea útil y casi necesario para sincronizar todos nuestros equipos o nuestras aplicaciones que ahora (2015) están más en Internet que un dispositivo físico con uno u otro sistema operativo.

Microsoft está teniendo lo que podríamos denominar «la enfermedad IBM«, recordando cómo decayó su imperio tras el auge (bien aprovechado) de los clónicos y la parcial independencia que demostró entonces Bill Gates de su paraguas azul.

El futuro cercano es Google. (Apple seguirá en su burbuja hipster, demostrando que tienen y tuvieron visión para ser considerados «cool» de por vida, sin importar los costos). Microsoft (y especialmente Windows) tiene los días contados, salvo que sigan comprando empresas que hagan lo que ellos no son capaces (véase el caso de Skype, entre otras) y acaben por convertirse en la sombra de una que pegue el pelotazo (ya sea social, FaceBook, o de almacenamiento en la nube o lo que sea).

Sus batacazos sucesivos han sido tan notorios como olvidados:

MSN: aquel pueril intento de hacer una red de Internet monopolizada por una empresa… (algo que, casi sin proponérselo (quizá está fue la clave) ha logrado Google.

Messenger (luego Windows Live): un programa que prentendía comunicar usuarios pero que nunca acabó por estar disponible en cualquier plataforma, no así Skype, que se impuso sobradamente (para luego ser comprada por M$) que así podía cerrar su episodio vergonzoso con un Messenger que ya no quería usar ni el más viejuno de los usuarios.

MySpace: jajajajaja… era una presunta red social. Pero FaceBook/Twitter y las modernas (basadas tan solo en imágenes, selfies, etc) al modo Instagram han hecho de MySpc un recuerdo, ya no vintage, sino simple y llanamente obsoleto y fallido desde su nacimiento.

Internet Explorer: después de décadas siendo el navegador de referencia, ha acabado por asumir que su futuro es la muerte, aunque pasen por una larga agonía llamada Proyecto Spartan, dejando el campo libre a Firefox (qué curioso, heredero del derrotado por IE Netscape) y, sobretodo, al líder incuestionable de Internet y los dispositivos móviles: Google y su Chrome.

W Vista: Bufff… mejor ni hablar de aquello. Después de un tiempo de notoria estabilidad con W XP, después o basado en un equilibrado W 2000, se pegaron la mayor con un sistema operativo in-operativo. Pero estaba claro que tenían que ir pensando en fabricar un sistema más moderno, más de este milenio, algo así como Windows 7, para lanzarse después a la conquista (muy muy tardía) de otros dispositivos con el mentado Windows 8. Pero en estos dispositivos no venían ni jugaban con la ventaja de la preinstalación… y ¿entonces qué? Pues que Android (e incluso iOS) les están dando por donde más duele: el sistema operativo, su núcleo duro, su dependencia máxima.

Ni hablar de Bing (ese buscador que se intenta imponer en redes sociales decadentes, pero que no acaba de cuajar) ni Hotmail/OutLook

Y así se acercan a un ocaso casi irreversible salvo que den un giro radical, muy difícil de dar para un camión con trailer enorme y a la velocidad que nos movemos.

Pero quien sabe, aún son capaces de vincularse con algún gigante de la fabricación de smartphones e imponer su prometedor Windows Phone… pero sin soporte multiplataforma… van listos. Esos tiempos ya pasaron. Y no se han enterado.

De ahí que sostengo que a Microsoft Windows le quedan dos telediarios.

Me han leído el texto ¿y qué?

Me encuentro un artículo en tecnología sobre el hecho de que Whatsapp introduce el icono que indica que un mensaje ha sido «leído».

Dicen en la web de la app lo siguiente:

doble incono wasap

Los ticks o palomitas son importantes porque indican el estado de envío y recepción de un mensaje. Significan lo siguiente:

  • 1 tick negro: el mensaje fue entregado al servidor.
  • 2 tick negro: el mensaje fue entregado al dispositivo del destinatario.
  • 2 tick azules: el destinatario leyó tu mensaje.

En un chat de grupo, verás los dos ticks cuando todos los participantes reciben tu mensaje. Verás los dos ticks azules cuando todos los participantes hayan leído tu mensaje.

Como otra pregunta: ¿de qué color será el tick o doble tick que indique que el mensaje ha sido entendido?

¿Hasta cuando vamos a seguir preocupándonos por tonterías? ¿Es intencionada esta oleada de informaciones terroríficas? ¿cuál podría ser esa intención: generar miedo?

¿Es un asunto de privacidad? No tanto.

Es más bien un asunto de sentido común y respeto: hemos de aprender a saber que otros que leen nuestros mensajes pueden estar en ese momento en una ocupación o en un estado en el que no les apetezca o no puedan responder o no quieran… ¿qué más da? Es su libertad la que tengo que aprender a respetar. Y asumir que respetan la mía. Obligar, más bien, incluso, a que la respeten.

¿Cómo hacerme respetar?

Además de tomar el barato y simple cursillo para aprender a decir no

Una de las opciones para es teniendo un par de tarjetas de teléfono si se usa una de manera extensiva para las relaciones laborales que pueden tener un determinado tipo de exigencias y otra destinada a uso personal, para amigos y familiares que tienen que aprender a asumir que cuando no me da la gana estar conectado, aunque tenga un teléfono encendido, estoy en mi más absoluto derecho de hacerlo. Y en el ámbito laboral también deben hacerlo… o yo debo no dejar que lo hagan: mi tiempo de trabajo se paga.

Y cuando no quiero estar disponible… apago el teléfono que quiera y punto. Así era la vida hace unos poquitos años… y no pasaba nada. De verdad.

En otro articulito de tecnología nos hablan de los alarmantes casos el los que se ha podido vulnerar la privacidad de la información almacenada en la nube… y dan alternativas ajenas… cuando lo único que garantizaría completamente la privacidad es el no compartirlas. Pero si se ha de hacer, la mejor opción con enorme diferencia es el cifrado de clave pública desde punta a punta con herramientas propias (obviamente, más seguras aún si son de código abierto).

Cifra y encripta tus archivos en local, almacénalos (si quieres también un servidor que encripte, aunque esta redundancia no vaya a ser muy útil) y envía por canales seguros… usa redes tipo TOR… pero nada, absolutamente nada, te puede garantizar que al otro lado, en el lugar en el que vayan a ser compartidos, la información, al desvelarse, no esté siendo observada de manera indeseada.

Esto me recuerda a las pretenciosas web que intentan evitar que copie material pero que me dejan verlo, deshabilitando las funciones del botón derecho del ratón con alguna que otra tontería como una funcioncita javascript que se carga antes que la página.

¡Qué sandez! Si me dejan verla, puedo copiarla. Incluso si me pongo a ello, a mano alzada. JAJAJAJA… pero es que es mucho más sencillo: puedo, entre otras cosas, descargarme la página y reeditarla, quitar esas tonterías de función y resuelto. Pero es incluso más fácil usando (otra vez) un navegador que no deja que le hagan este tipo de prevenciones/manipulaciones como TOR.

Otra vez particionando una baratija

gparted-evolnx

Parece mentira (en su día dije inverosímil) que aún siga vivo este viejuno ordenador portátil, pero así es, demostrando que cierta austeridad es posible.

Después de la extinción del soporte de Windows XP, ese ordenador debía ser formateado para olvidarnos de instalar ningún sistema de los de Richmond.

Estoy haciendo pruebas de instalación de diversas distribuciones linux, teniendo en cuenta que sean usables por usuarios sin conocimientos informáticos, es decir, que tengan un sencillo gestor de ventanas, aplicaciones de ofimática, clientes web, etc.

Actualmente, tiene repartido el disco en una partición primaria (/dev/sda1) /boot, con 2 Gb de espacio, que inicialmente estaba pensada para albergar los distintos archivos de imágenes de arranque de las distintas particiones, pero esto da bastantes problemas y es innecesario, así que tan solo contiene el arranque del sistema operativo principal.

El resto del disco, hasta los 80 Gb, está formado por una partición extendida (/dev/sda2) en la que reservé una minúscula partición de swap (/dev/sda5) al final del mismo, para ser usada por todas las distribuciones instaladas.

La partición /dev/sda6, de 7,5 Gb contiene el directorio / de un Lubuntu 14.04, que ha resultado ser capaz de funcionar perfectamente bajo estas minúsculas características:

Compaq Evo Notebook N610c
Mobile Intel® Pentium® 4-M Processors at 1.6-GHz
ATI Mobility Radeon 7500 Graphics Controller with 32 MB of DDR video RAM.
14.1-inch SXGA+ display
512 MB DDR RAM (266 MHz)
80-GB HD.

Fue tremendamente sencillo de instalar mediante una versión LiveCD en un pendrive. Me ayudó a realizar el particionado inicial y depositó el GRUB2 en /dev/sda. Aún no tengo claro si merece la pena instalar el Grub en el MBR.

La partición /dev/sda7, de 7,5 Gb contiene el directorio / de un Debian 7, que me costó mucho más instalar. Tras varios intentos fallidos, lo logré desde un disco ISO de CD. El propósito de este Debian era probar un sistema que casi nunca he instalado y que parece que se acomoda bien a cualquier plataforma, haciendo que su instalación, personalizada, sea ajustada por esencia. Esto mismo es lo que la convierte en más trabajosa, pero a la larga puede merecer la pena. Al fin y al cabo, Lubuntu está basado en Debian, pero con más cositas.

Al Debian en cuestión le instalé para probarla la interfaz gráfica o gestor Enlightenment, lo que tampoco resultó nada sencillo. Acabé teniendo que recurrir a un repositorio sin firmar y que muy posiblemente no actualice las versiones como procede.

En cualquier caso, venía con otro par de entornos de escritorio, del que, cada vez más, me entusiasma la sencillez y eficacia de LXDE.

Otro problema con el que me suelo encontrar cuando trasteo con distribuciones de linux es que todas acostumbran a instalar (reinstalar) el gestor de arranque, cada vez más el GRUB2, y si no se puede evitar, pierdes la configuración que deseas tener con uno de ellos como sistema operativo principal (en el que, siempre, instalo un Grub-customizer). Trasteando, me encontré con una solución (es lo que tiene cuando se encuentran muchos problemas) para restaurar grub desde la partición preferida. Aún no la he usado, porque desde hace tiempo busco la manera de no instalar el Grub al probar una nueva distribución y luego agregar la entrada correspondiente vía el grub-customizer.

Por si fuera poco, algunas distribuciones no se llevan muy bien con el detector automático de esta herramienta, como me pasa en la partición /dev/sda8, donde tengo instalado un bonito y simple Tiny Core Linux, con menos de 2 Gb de disco dedicados y pensado, casi, para ejecutarse directamente desde PenDrive.

En este caso, tuve que añadir a mano en el archivo /etc/grub.d/40_custom la ubicación de los archivos que necesita el sistema en cuestión para arrancar.

Tengo otra partición más que sobredimensionada (4 Gb), para instalar un Puppy Linux en /dev/sda9/.

Pero mientras escribo estas líneas estoy descargando un interesante proyecto de distribución: Emmabuntüs que se relaciona con esta misma idea de austeridad positiva, la que ayuda a integrar y no desintegrar, como vienen haciendo desde la Fundación Emmaüs desde hace décadas. Como tantas otras ONGs, me da miedo encontrarme con que esta también es de inspiración cristiana (su fundador lo era) y acaba por ser otra más de las incontables neo-proselitistas sectas más o menos blandas camufladas de bienintencionadas organizaciones laicas.

De momento, parece que la distribución es bien querida, basada en Xubuntu 14.04.1 y el primero de septiembre 2014 Emmabuntüs 3 celebró el Festival de la Humanidad. Aunque solo sea por eso, es posible que merezca la pena echarle un vistazo.

Aún me quedan más de 50 Gb de espacio sin asignar. Si el PC fuese a ser terminado así, sería un espacio precioso para crear una partición /home para que las distintas distribuciones la compartiesen de modo que pudiesen escribir los datos de usuario en ella y no se perdiesen nunca. Pero hacer esto requiere un poco de paciencia y enlaces simbólicos para no mezclar datos de configuración de las distintas aplicaciones o gestores de escritorio.

Esto lo explicaré en otro momento. Así lo tengo en mi PC actual, mucho más solemnemente particionado (Windows 7, Linux Mint-Cinnamon 16, Kubuntu 14.04 y home en mi SSD y datos de archivos en un disco externo)

gparted-pctacens

Comentarios sobre Her

her-movie-joaquin-phoenix

Tras ver la película Her quedé algo decepcionado por el tratamiento que le habían dado al hecho de que un humano se enamorase de un sistema operativo. (No nos dicen si es un sistema operativo de código abierto o propietario, pero eso quizá no era relevante)

Llegué a compararla con el amor que sintió en Blade Runner mi querido Harrison Ford, como Rick Deckard, dudando de la humanidad o no de su pareja Sean Young, como Rachael, esa replicante de perfecta ternura y belleza futurista. Y la obra de Spike Jonze palidecía indudablemente, obsoleta y obsolescente en tecnología según iba avanzando el metraje. ¡Eso comparándola con una película de 1982! Pero está claro que Her no es una de esas películas que harán historia en la Historia del Cine.

Allí donde Ridley Scott creó una obra maestra, icono de la cinematografía e influyente estética del postmodernismo, esta peliculita se queda en un entretenimiento con pretensiones con look neo-hipster e ínfulas filosóficas sin mucha chicha ni limonada.

Dicho esto, queda por añadir que no había visto una posible lectura que ayer me llegó así como en una epifanía: pretende ser más bien una película pionera en una dirección insospechada (quizá) en el mundo audiovisual cinematográfico de la industria norteamericana, la dirección de darle prioridad a lo sonoro sobre lo visual.

No es tan importante lo cibernético, sino en realidad darle preeminencia a lo acústico. De hecho, así resulta aún más acertado el haber elegido a la más conocida actriz del momento para interpretar la voz de ese «sistema operativo» del que se enamora el visible protagonista. Aunque esta elección garantizase que éramos capaces de ponerle rostro a esa voz y, de hecho, un rostro deseable desde todos los ángulos posibles.

Es una película sonora y que augura la llegada de un cine más sonoro que visual, un cine sin imágenes, un cine casi radiofónico, que hace un llamamiento a cerrar los ojos y descansar de la sobrecarga que supone el sobreestímulo visual permamente al que estamos sometidos.

El protagonista, un sosísimo Joaquin Phoenix, no se enamora de su ordenador ni de un ordenador ni nada semejante, sino de la voz del mismo.

El antagonista romántico (aunque casi merecería haber sido completamente el papel principal) es invisible en todo momento. Pero no inaudible. Y las relaciones que este hombrecillo patético tenía eran principalmente sonoras, a través de su teléfono móvil (aparatejo que no superará un par de lustros antes de verse claramente anticuado, haciendo que la película resulte anacrónica).

Sobre cómo esta relación (humano-máquina) es algo desequilibrada, asimétrica y, por supuesto, egoísta, ya lo deja claro la pequeña charla con su exmujer, pero resulta interesante también como retrato (o autorretrato) de la sociedad selfist en la que estamos viviendo.

El previsible final es tan torpe y precipitado que ni merece la pena mencionarlo. Lo único interesante acaba siendo ese pequeño toque de atención sobre la sobrecarga visual y su posible paliativo mediante sonidos desposeídos de acompañamiento figurativo. ¿Le ha llegado al cine (comercial) la posibilidad de explorar la abstracción?

Navegando seguro y confidencialmente

Es casi un oxímoron si uno lo piensa mucho, pues no es posible la «seguridad» si nos exponemos al mundo exterior, plagado de amenazas que trascienden la inocente oferta de un dulce a la puerta de un centro educativo infantil.

No obstante, puedo hacer unas recomendaciones para una navegación por Internet que van en aumento de paranoia de privacidad.

La primera cosa a tener en cuenta: usar navegadores diferentes para distinto tipo de actividades. No es lo conveniente por no decir que es casi temerario utilizar el navegador que se utiliza para realizar alguna actividad de comercio electrónico o banca electrónica para descargarse series de internet.

Así de modo simple, yo repartiría en 3 modos o 4, lo que implica 3 o cuatro navegadores diferentes. Si usas windows… la verdad, no te preocupa mucho la seguridad y mucho menos aún la confidencialidad, así que me salto consejos sobre el IExplorer. Yo uso linux. De navegadores:

  • Chromium: para las cosas «cotidianas», como blog/email/facebook/noticias/webs que requieran contraseña, pero no claves bancarias.
  • Chrome: (También sincronizado con android vía cuenta google), para manejar contactos/móvil, para acceder a wikipedia y compras online/banca u otros servicios financieros (acceso a área de cliente de proveedores, etc).
  • Firefox: [Iba a decir Netscape (ay, qué tiempos!)] para descargas, ya sea de series, subtítulos de películas y otras morrallas semejantes que requieran contraseña (que nunca ha de ser igual que la de las cosas cotidianas, ni mucho menos la de las cosas financieras), algunos sitios poco recomendables en los que se abran ventanas más o menos molestas incluso con bloqueadores de las mismas. Son esas webs que, por uno u otro motivo, requieren tener parcialmente almacenada información en caché, en memoria o cookies.
  • Opera: para el porno online (sí, sí, incluso un intelectual como yo alguna vez he visto porno online) usando un navegador específico cuyo historial de navegación, cookies y demás huella se borre al terminar cada sesión de navegación.

Por supuesto, todo ello está dentro de una sesión de un sistema operativo que garantiza unos mínimos de seguridad a nivel usuario, pues manejo un usuario con el que no dejo acceder a nadie mi ordenador personal linux. No llego a la paranoia siguiente que podría ser la de desear que las carpetas de usuario estuviesen cifradas. No es para tanto… pero tampoco estaría de más si no fuese porque se pierde un poco de recursos.

Si quisiera ir en esa dirección, realizaría una navegación (sobre todo de los usos que requieran más privacidad, como descargas o porno) desde máquinas virtuales (diferentes) en carpetas cifradas mientras dedicaría un navegador exclusivo desde una máquina virtual exclusiva para almacenar información financiera que requiriese un alto grado de confidencialidad y seguridad.

Enmascarar IPs y cosas así me parecen demasiado complejas, pero puede que, el día de mañana, tengamos que pensar en aprender a hacerlo si las leyes de vigilancia y control siguen extendiéndose. Pero quizá entonces sea mejor apostar por navegación intermediada a través de algún «proxy» (que nada tiene que ver con proxeneta) alojado en algún continente más liberal.

En resumen: 4 modos de seguridad, de mayor a menor importancia:

  1. Datos financieros, compra-venta online, tarjetas de crédito, datos personales tipo DNI/NIF, consumo de proveedores.
  2. Contraseñas para email/redes sociales/blogs/nubes y servicios personales no financieros.
  3. Contraseñas para servicios de internet «sucia», tipo web de descarga, foros, periódico…
  4. Lugares de los que no se desea dejar huella. Sin contraseña, sin usuario.

Echaré de menos a XP

A punto de extirpar de las tripas
del portátil de mi madre
el obsoleto
(por decisión de Gates)
windows XP.

Casi reconozco
haberle cogido cariño
a este sistema operativo
que
con el paso de los años
ha demostrado ser
robusto
sencillo
fiable.

Pero llega el tiempo de abandonarlo
y me cuesta extirpar este duodeno
funcional
aunque sea para instalar alguna
distribución de linux
de bajos recursos
que sea agradable a la vista
y al tacto
de quien estaba acostumbrada a su Inicio
y las cuatro cositas que usaba.

Me resisto a no dejar ni una mísera partición
dedicada
con su formatito NTFS
y un arranque dual que garantice
poder seguir usando
lo de siempre.

Pero llega el tiempo de abandonarlo
y la operación debe ser
definitiva:
sin marcha atrás.

XP ha muerto.
No demoremos su entierro
que los cadáveres descompuestos
tienden a heder.

¿Internet descentralizada?

El otro día me llegó este texto que considero de la máxima relevancia en el futuro de la libertad mundial. Parece haber algo de esperanza en el hecho de que EEUU ha sido capaz de ceder algo de su control sobre esta infraestructura básica, pero sigue apostando por el hecho de que sean las sociedades corporativas privadas quienes le sustituyan.

De todos modos, es preciso señalar que parte de la responsabilidad recae en la ciudadanía, que debe dejar de utilizar los recursos que ofrecen 4 o 5 empresas para sustituir todo servicio existente en Internet, prestado por todo tipo de servidores.

No es que FaceBook, Twitter, Google, MSN (y otros), sean malos (ni buenos), es que realizar búsquedas para, por ejemplo, encontrar tu banco online es una actividad que acaba por hacerte dependiente de un intermediario que adquiere mucho más poder que el que realmente debería tener. Usar Gmail como único correo electrónico y no desvincular un servicio útil para una especie de SSO (single sign on) global del servicio de mensajería personal… hay más caminos, pero requieren cierto esfuerzo formativo para ser un ciudadano independiente.

Mientras no se esté dispuesto a hacer este esfuerzo, ¿qué importa si el control de los nombres de dominios o las IPs está en manos privadas o en el gobierno de una nación o de una organización supranacional con ínfulas de independiente?

1) Como sabemos, Interred (Internet) es una red descentralizada. En cada país hay registradores de dominios que facilitan dominios, y proveedores de servicio de acceso que facilitan conexión.

2) Sin embargo, hay dos funciones que han de estar centralizadas para garantizar que la red sea global: un registro central de los dominios registrados, y un registro central de los bloques de direcciones IP usadas para facilitar conexión. Originalmente la primera función la realiza InterNIC (Inter Network Information Center), y la segunda IANA (Internet Assigned Numbers Authority). En 1998 el Ministerio de Comercio (Deparment of Commerce) del gobierno de Estados Unidos y la Corporación de la Interred para Nombres y Números Asignados (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers, ICANN) firman un Acuerdo de Proyecto Conjunto (Joint Proyect Agreement) por el cual ICANN pasa a encargarse de ambas funciones.

3) El 27 de marzo de 2006 la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprueba su resolución 60/252. En el punto 13 de esta resolución es donde se proclama la fecha de 17 de mayo como Día Mundial de la Sociedad de la Información, lo que se ha dado en conocer como «Día de Internet»; pero con mayor importancia, su punto 9, «Invita al Secretario General a que, en un proceso abierto e integrador, convoque un nuevo foro para el diálogo entre múltiples interesados sobre políticas, que ha de llamarse Foro para la Gobernanza de Internet» (la traducción española no está a la altura, donde dice «diálogo entre múltiples interesados sobre políticas» debería decir «diálogo sobre políticas entre múltiples interesados» para evitar la ambigüedad). En junio de 2006, el Secretario General anuncia la creación del Foro y lo convoca una vez al año. A partir de este momento se puede considerar que la ONU está reclamando autoridad sobre la Interred, lo que incluye las funciones centralizadas que se hayan bajo control estadounidense; y se reclama esta autoridad haciéndolo en nombre del «diálogo entre
múltiples interesados».

4) El 29 de septiembre de 2006 el Ministerio de Commercio e ICANN firman un nuevo acuerdo para «efectuar la transición del sistema de direccionamiento y nombres de dominio (DNS) de la Interred al sector privado». Este acuerdo modifica el Acuerdo de Proyecto Conjunto original y establece que la transición dura hasta el 30 de septiembre de 2009. En un anexo a este documento, ICANN aporta una «Afirmación de Responsabilidades» que incluye las diez responsabilidades por las que se ha de guiar. La sexta responsabilidad define su «Modelo de múltiples interesados» (¿les suena de algo la expresión?), en el cual la forma de funcionar es con «procesos de desarrollo de políticas de abajo a arriba». La séptima responsabilidad define el papel de los gobiernos, que es participar en un Consejo Consultivo Gubernamental (Government Advisory Comitee). Obsérvese que el papel de los gobiernos (que son los elegidos por los representantes del pueblo) es meramente consultivo, mientras que los que realmente mandan son los interesados; por lo general, miembros de las empresas involucradas en el funcionamiento de la red.

5) El hecho de que este registro central esté ubicado en Estados Unidos implica que las dos funciones centralizadas se hayan bajo la jurisdicción de los tribunales estadounidenses. Un ejemplo claro se produce en 2012 cuando Bodog, una empresa de juego en línea basada en Antigua y con dominio bodog.com registrado en Canadá ve como el Ministerio de Justicia estadounidense le priva de su dominio, por entender que infringe las leyes del estado de Maryland. La Organización Mundial de Comercio defiende esta actividad de juego en línea, y en 2013 se opone a la decisión de la justicia estadounidense mediante su propio dictamen, pero no sirve de nada; tecleen la dirección en un navegador y ya verán qué divertido. Ésto es posible porque la estadounidense ICANN encarga el control del dominio de nivel superior .com a la también estadounidense VeriSign, y por ello todos los dominios .com (igual que .net, .org, etcétera) están bajo jurisdicción estadounidense. Cualquier dominio no nacional del mundo puede ser enajenado por los tribunales estadounidenses.

6) Tras el escándalo Snowden, ha aumentado el clamor internacional contra el control de la red por parte de Estados Unidos. Que por ejemplo Angela Merkel, una de los mandatarios más importantes de Europa si no la que más, sepa que los Estados Unidos la espían como si estuviese reviviendo su juventud en la Alemania comunista, pues es hacerse enemigos importantes. Por ello los organismos más importantes de la Interred, entre los que se cuenta nuestra Sociedad de la Interred y sus organismos Mesa de Arquitectura de la Interred y Fuerza Táctica de Ingeniería de la Interred, acuerdan en octubre de 2013 la Declaración de Montevideo, en el que se pide que la Interred evolucione hacia un control compartido por los diversos grupos de interés.

7) Pero nuestra Sociedad de la Interred no se queda ahí, sino que en noviembre de 2013 pide apoyar al Foro de Gobierno de la Interred como parte indispensable, en su comunicado «La Junta de la Internet Society toma medidas para fortalecer las instituciones de gobernanza de Internet existentes».

8) Y llegamos al presente. En estos momentos se está celebrando el Encuentro Global NETmundial de Múltiples Interesados sobre el Futuro del Gobierno de la Interred («NETmundial Global Multistakeholder Meeting on the Future of Internet Governance»). El lugar es Brasil, y éso es significativo; Brasil es uno de los países que más están plantando cara a los abusos del gobierno estadounidense en la red.
Net Mundial | Global Multistakeholder Meeting on the Future of Internet Governance

Sobre este evento, nuestra presidente Kathy Brown publica un documento (por ahora solamente disponible en inglés), en el que insiste en que la Foro de Gobierno de la Interred de la ONU es parte indispensable, y llama a «fortalecerlo». También habla de que hay que clarificar qué significa éso de «Gobierno de la Interred»; pues la verdad es que va siendo hora. Ánimo, Kathy, y que todo vaya bien en Brasil.

Internet Society Observations on the Upcoming NETmundial Meeting | Internet Society

Texto de Ignacio Agulló, para la ISOC-ES emailing list.

Donaciones

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Estimado(a) Colaborador,

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La tarea de Wikipedia es llevar el conjunto del conocimiento humano a todo el mundo en todos los idiomas. Es una misión audaz pero, con 30 millones de artículos y 287 idiomas, creo que lo estamos logrando gracias a personas como tú.

En nombre de la Fundación Wikimedia y de los cientos de millones de usuarios alrededor del mundo: gracias. Tu cooperación para sufragar los gastos de mantenimiento permitirá que Wikipedia pueda seguir activa, imparcial y sin anuncios un año más, y se concentre únicamente en ayudar a sus lectores. Tal como debe ser.

Este año percibirás que, por primera vez, hemos modificado nuestros mensajes de recaudación de fondos para que sean visibles solo unas pocas veces, en lugar de mantenerlos durante semanas. Lo hemos hecho así de forma deliberada: no queremos que algunos usuarios se molesten ante nuestras solicitudes. No obstante, esto significa que pocas personas se darán cuenta de que somos una organización sin ánimo de lucro y que necesitamos su ayuda. Por eso te estaría muy agradecida si reenvías este mensaje a algunos de tus amigos.

Wikipedia está escrita íntegramente por voluntarios, decenas de miles de personas como tú y como yo. Me encantaría que te animaras a colaborar con nosotros. Si ves algún error tipográfico o de contenido, por favor corrígelo. Si conoces algo que merezca la pena añadir, agrégalo. Muchas personas encuentran esta tarea gratificante, quizá tu también sientas lo mismo.

Gracias de nuevo. Aprecio mucho su confianza en nosotros, y le prometo: nosotros usaremos su dinero con mucho cuidado y para bien.

Atentamente,
Sue

Sue Gardner
Directora Ejecutiva,
Fundación Wikimedia
donate.wikimedia.org

Otra parecida he recibido de Ubuntu, tras realizar una contribución puntual de unos 14 €. Sin beneficiarme excesivamente de su uso, contribuyo regularmente con Spotify.

Tu suscripción a Spotify Spotify Unlimited se renovará automáticamente el 2014-04-24 y se te cobrará 4,99 € cada mes, salvo que canceles la suscripción antes de ese momento. Puedes cancelar tu suscripción cuando tú quieras iniciando sesión en tu cuenta de Spotify y siguiendo las opciones de la página Cuenta, o entrando en la página de cancelación y siguiendo las instrucciones.

Pago también regularmente algunas pequeñas aplicaciones para móviles que me son de gran ayuda, amén de pequeños aportes a otras para ordenador que, si bien son «gratuitas» y abiertas, solicitan, de cuando en cuando, ayuda.

Pero lo más significativo es que parece que, aunque sea en pequeña medida, algo está cambiando en los modelos de financiación de software y servicios (incluso la lectura y la música se pueden considerar tales).

Apuesto, definitivamente, por este modelo y espero que siga aumentando su presencia a lo largo del siglo XXI.

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Si no quieres cookies, procura olvidarte de usar un navegador. ¿Es eso posible? La verdad es que sí, aunque nos cueste la conexión… pero no la vida.

En cuanto a privacidad y seguridad en Internet, hay mucho que decir, pero las cookies no son el principal problema.

Ahí está la tonta propuesta de una MerkelNet, el derecho a la intimidad en FaceBook (casi un oxímoron) y otras paranoias conspiratorias. Pero no hay mucha solución si estamos dispuestos a aceptar a un par de empresas (o un par de pares) como líderes indiscutibles (INDISCUTIBLES), por falta de voluntad de aprender a independizarse.

Hay que aprender Linux, para empezar.

Esto no es una broma