Yo soy bueno/a
Tú eres bueno/a
Él/ella es malo/a
pasa a ser
Yo soy bueno/a
Tú eres malo/a
Él/ella es malo/a
Diario
Yo soy bueno/a
Tú eres bueno/a
Él/ella es malo/a
pasa a ser
Yo soy bueno/a
Tú eres malo/a
Él/ella es malo/a
es la posibilidad de hablar con criterio propio.
Hay bandos.
O estás conmigo.
O estás contra mí.
Y nunca he sido amigo de las bievaluadas.
Soy del tercero incluido.
De la lógica difusa.
De la ambigüedad.
De la duda.
Pero no ha lugar.
Estamos en guerra.
¿Lo sabías?
Esto que veis no es una foto, es una pintura en acrílico y óleo sobre lienzo titulada «Cabello mojado» por Johannes Wessmark en 2019.
Una pasada.
Que sí, que está muy bien pintada, pero sentiría tener que contrariar a quien ha publicado esta afirmación en una red social.
Esto que veis sí es una foto (ya sea escaneo o fotografía del original), y no es una pintura en acrílico ni óleo.
¿Sabremos distinguir entre presentación y representación?
¡De hecho, sólo le faltó afirmar que esto que vemos es una piscina!
El problema está en los grises.
No en el fondo gris de este dilema
sino en el gris de las respuestas:
Entre estoy informado y no sé un carajo
vivo mi eterno sé un poquito
y aún así tiendo a informarme
y hablo
para ver si así tiendo a informarme
pero la mayoría de las veces
no acabo de entender
(ni siquiera carajo)
y algunas veces sigo en mi empeño
de ir a informarme
y muchas veces sigo en mi empeño
de hablar
para ver si así logro informarme
pues parte de ese hablar
es preguntar
para informarme
mientras me callo
para escuchar
de cuando en cuando.
Mientras tanto
mi problema sigue en los infinitos
tonos de gris
de mis escasos conocimientos.
Constitución Española, versión del 2011
Desde el 1978, se ha cambiado 3 veces. La última fue, entre otras cosas, derivada de una crisis económica, pero otras crisis no generan voluntad de cambio. La economía es la fuerza arrolladora con la que la humanidad parece moverse.
Pero sólo parece.
Hoy es una de esas fechas que celebro como festiva, aunque esta constitución no sea la mejor posible, ni se esté aplicando en todos los casos en los que yo considero (con mis escasos conocimientos) que debería aplicarse: me refiero al artículo 6, por ejemplo, a lo democrático que resulta la gestión de según cuales partidos políticos, o al artículo 14, que provoca risas, o al 16.3, que niega lo que dice el 16.3, o al 22.2 (esas financiaciones…) y otros tantos que ya no quiero seguir.
Artículo 14
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Para qué hablar del artículo 57.1 (¿Cómo casa esto con el 14?)
Artículo 57
1. La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.
Después de esto, ya no leo más.
Asumo que es una novela de ciencia ficción y hoy tengo otras cosas que hacer.
Yo, en mi santa inocencia, imagino un rey transexual y no puedo pensar en cuál de los dos artículos vulneraría…
Invitado a participar en la II Convocatoria Internacional de Arte Postal USTED ESTÁ AQUÍ – YOU ARE HERE (listado completo de artistas participantes, fotografías de la exposición, etc.), así como una amplia información sobre el proyecto editorial experimental PERIFERIA IMAGINARIA, en marcha desde 2018, y sus paralelas Convocatorias de Arte Postal, envié una propuesta más o menos rebuscada que necesitaba las dos caras de la cartulina verjurada negra que intervine con un rotulador blanco y nada más. No quería usar prácticamente nada digital para esta ocasión, después de que en la anterior convocatoria enviase por email (dada la situación de confinamiento debido a la pandemia de COVID19) una participación absolutamente digital.
Han realizado el siguiente vídeo que incluye mi trabajo y que presento aquí desde el momento en el que salgo en él, no vaya a pensar nadie que no tengo ego.
Ahora que me tachan de transfronterizo veo más que nunca que hay mucho de cierto en ello, pues la frontera entre las dos caras del cartón fue algo con lo que jugueteé en esta propuesta, referenciando a quienes (para mí) más han dinamitado la idea de frontera: la lógica difusa y la paradoja del gato de schrödinger, esa llamada al estar y no estar simultáneamente en algún sitio, a afirmar un tercero excluido como posible…
Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no lo son en el sentido que ha imaginado, sino en el hecho de que no son razones, razones entre números enteros, pero tampoco uno cae en la cuenta de que a las divisiones les llamamos razones, así, sin ton ni son o todo lo contrario, quizá no hay nada más razonable que dividir las cosas, repartirlas, incluso los números enteros para que dejen de ser tan pretenciosamente enteros y cuando uno se encuentra números que no son el fruto de una repartición siente cierta aversión hacia ellos, los repudia, los niega, los ningunea, uno intenta convencerse de que son aproximaciones de algo más «razonable», aunque uno llegue a saber que no es así por reducción al absurdo, que parece una reducción al Pedro Ximénez, pero no tiene nada que ver con ella, por muy sabrosa que pueda resultar en ocasiones.
Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no son todos iguales y que el loco paralelismo prestado por el léxico filosófico sirve para clasificarlos en trascendentes, construibles, algebraicos, normales… Sí, también uno descubre que hay números normales y lo que a uno le vuelve aún más loco (que no irracional) es que todo número normal debe ser necesariamente irracional, así, como si nada, como si eso de repente explicase tantas cosas que uno nunca ha comprendido en la vida que parece una epifanía.
Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no son el final de todos los números posibles y que ha de haber algo más allá, así que se emociona incluso cuando a uno le hablan de los números imaginarios que hacen realidad el hecho de que los números reales no sean tan completos como creían ser, mientras sí lo serán los números complejos, así: completos sin complejos.
Uno imagina (pues no puede parar de imaginar) cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no son más que la puerta de entrada a la matemática de la poesía, la que descubrirá un número poético que incluirá sus números imaginarios, sus irracionales, sus enteros y sus fracciones, sus negatividades, sus nulidades, la nada, nada infinita, nada lemniscática, nada redonda y pueril, nada feliz en la que uno se pierde sin dilación en una ecuación diferencial diferente a lo esperable, una nada inestimable, incalculable, una nada que forma operaciones como versos sueltos en un cosmos ingrávido.
Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que el amor debe de estar escondido en el número π o que la i no es la e, pero ambas comparten la letra como signo último al que referirse, en el que habitar, en el que albergarse hasta que paren de llover decimales si es que alguna vez escampa; uno va más allá del signo reconocible objetivamente para abrazar el grafo, el signo asémico, la línea más o menos continua que un material traza sobre otro rompiendo y rompiéndose a nivel atómico, destrozándose para dar vida a la imagen: imagen que imagina uno cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no lo son en el sentido que ha imaginado.
¿Qué piensas cuando no encuentras «reflexionando» entre las actividades que puedes decir que estás llevando a cabo en FaceBook?
¿Acaso no se puede reflexionar en una red social?
¿Acaso reflexionar no es una actividad legítima?
¿Acaso estas preguntas no tienen ningún sentido?
¿Acaso las preguntas han de tener algún sentido?
¿Acaso algo ha de tener algún sentido?
¿Acaso algo?
¿Acaso?
distopía
Del lat. mod. dystopia, y este del gr. δυσ- dys- ‘dis-2’ y utopia ‘utopía’.1. f. Representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana.
¿Qué pasa cuando no son representaciones ficticias, sino más o menos fidedignas de una sociedad no ya futura sino presente?
¿Hay término para ello?
¡Qué curioso haber estado trabajando sobre Utopía tan recientemente!