En el asfalto
incrustada la llave
abre miradas.
Madrid
Los artistas del barrio
Este fin de semana ha tenido lugar la peculiar exposición distribuida Los Artistas Del Barrio en las inmediaciones de nuestra casa, pues esta vez tocaba la propuesta al barrio de Malasaña/Chueca.
Carmen y yo hemos tenido el placer de visitar algunos lugares, encontrarnos con artistas fantásticas como Clara Graziolino, Almudena Mora, Natalia Auffray, Isa Arroyo… y otras personas que generosamente abrieron sus casas o sus estudios/talleres para regalarle a la ciudad de Madrid un evento inolvidable.
(Por cierto, casi cabría decir que eran «las artistas del barrio», pues no vi obra de ningún hombre por el camino)
También tuve ocasión de comprobar y reprobar ciertos colectivos que dicen llamarse artistas y carecen del suficiente compromiso como para estar abiertos a las 12:00, hora a la que habían dicho iniciar el horario. O aquellos que se preocupan de figurar y no de mostrar un trabajo bien cuidado a costa de entrar en la lista. Pero bueno, por la tarde si estaban abiertos celebrando con unas cuantas bebidas y unas buenas barbas. Y no digo más.
Nos quedó bastante por visitar, pero no se trataba de ir cámara en mano y con unas bermudas de safari artístico.
Gracias, una vez más, a quienes se toman el trabajo artístico en serio y hacen del mundo un lugar mejor.
Podemos contaminar, que hemos pagado la cuota de reciclaje
Si el aire es de todos,
la contaminación también.
Por cada 6 latas que reciclas contrarrestas
10 minutos de tubo de escape.
Es tremendo el mensaje que leo en una marquesina en mitad de un pueblo de la sierra norte madrileña. Es decir, leo en él: que puedo ir conduciendo a Madrid todos los días con tal de que recicle unas latas que me haya comprado, por ejemplo, yendo en coche al Mercadona.
No creo en el reciclaje como solución sostenible para el medio ambiente, pues como he escrito en alguna otra ocasión, ningunea las otras dos R del famoso «reduce, reutiliza y recicla«, pero cada día que pasa tengo más claro que la vida rural, la vida próxima al campo, es la que verdaderamente más contamina o perjudica el medio ambiente de manera global. Se pierde la eficacia energética del transporte en masa o colectivo, se tiende a la dispersión que favorece el uso del vehículo privado y, primordialmente, contaminante, obliga a generar infraestructuras intrusivas (carreteras), pero que no se salvan, no se CONTRARRESTAN con un reciclaje de chichinabo de unas latillas.
Es un modo de vida típico en las poblaciones menores alrededor de las grandes urbes, en las zonas residenciales que generalmente implican un mayor poder adquisitivo que se traduce, con frecuencia, en diversos coches por unidad familiar, viviendas que derrochan energía térmica en todas sus liberadas paredes, etc.
Y aun hay quien piensa que Madrid es el problema. Hummmmmm…. no nos pongamos a hacer cuentas.
No. No se contrarresta nada, tan solo se contamina un poco menos. Pero no se para de contaminar mientras se usen un coche para desplazarse y latas para embotellar.
¿Por qué nunca hay un car2go cerca?
Es muy gracioso, pero cuando quieres buscar un car2go suele ocurrir lo que me ha pasado esta mañana.
Finalmente, he vuelto a ignorar el interesante servicio y venir desde la Plaza Morato a la Calle Pizarro en autobús 17 hasta Plaza Mayor y luego caminando. Y eso porque llovía, porque en caso contrario, venir andando habría sido la mejor opción.
El poder del contexto
Ames
a quien ames
Madrid te ama.
Es un slogan precioso y que me encanta, del que me enorgullezco en estas fechas de orgullo madrileño.
Pero…
Sin contexto sería tan gracioso como casi próximo a ese amor al prójimo sin excepciones que luego no es tal.
Veamos:
Amo a un catalanista radical
Amo a un etarra confeso
Amo a un pederasta irredento
Amo a un machista agresivo
Amo a Hitler
Amo a Stalin
Amo a Hugo Chavez
Amo a Donald Trump
Amo a ese estúpido cliente de prostituta
Amo a esa prostituta (faltaría más)
Amo a la madre de todas las guerras
Amo a un terrorista chiíta
Amo a un narcotraficante millonario
Amo a un dictador millonario
Amo a un especulador millonario
Amo a un especulador pobre (si es que existe)
Amo a Esperanza Aguirre
Amo a Cristina Cifuentes
Amo a la madre que las parió
Amo a la casta y a la sincasta
Amo a la guerra y la paz
Amo a la victoria ciega
Amo a la justicia ciega
Amo a la voluntad ciega
Amo a Dios
Amo a Jehová
Amo a Al-lah
Amo a Mitra
Amo a Cristobal Colón
Amo a Supermán y Superwoman
Amo a Polanski
Amo a la calle en que moriré
Amo a la persona que canta todas las noches la misma canción en mi calle
Amo a la persona que compuso esa ridícula canción
Amo a la loca del tercer piso
Amo a la locura en su conjunto
Amo a la patria
Amo a la fe
Amo a la montaña
Amo a la incredulidad
Amo a la ciencia
Amo a la duda metódica y metodológica
Amo a la RAE
Amo a la CIA
Amo a la NSA
Amo a la KGB
Amo a la TIA
Amo a la peña de las tres K
Amo a la tauromaquia
Amo a la esquizofrenia
Amo a la especie humana y a sus destrozos y sus desmanes
Amo a la palabra Amar
Amo a la palabra Odiar
Amo a la palabra Besar
Amo a la palabra Matar
Amo a la palabra Betancur
Amo a la palabra Palabra sobre todas las cosas
Amo a un Amo que ama su ama.
Presentación y Recital de PASO POEMA
La Asociación Cultural Clave 53 y la Librería Menosdiez te invitan a la Presentación en un RECITAL POÉTICO del último libro de las personas asistentes al Taller de Poesía y Escritura Creativa coordinado por Giusseppe Domínguez:
PASO POEMA
Poetas:
Alejandro Gallego, Daniel Moreno, Dolores Vallejo, Ernesto Pentón, Eva Obregón, Gabriel Rivadeneira, Edna Wintour, Juan Carlos Orella, Juan Carlos Ortega, Kay Woo, María Jesús Orella, María José Gómez Sánchez-Romate, Paloma Hernández, Raquel G. Figueiras, Sara Rivera y Tanja Ulbrich.
LIBRERIA MENOSDIEZ
c/ Espejo, 5 – 28013 – MADRID
https://www.facebook.com/libreriamenosdiez
El sábado fue mi cumpleaños
Fue un fantástico día que comenzó a las 0:00 bajo la lluvia en una terraza de un bar cutre incluso aunque intente «hipsterizarse»(Mesón Nueva Galicia) con mi querida amiga Aida Márquez, la simpar Sofia y algunas estupendas personas más algunas de las cuales ni siquiera conocía.
En mi día «oficial» de cumpleaños, el sábado, disfruté de un plan maravilloso con mi amada Carmen De La Rosa asistiendo a un Concierto de 2 Pianos con música de Rajmáninov, Debussy… y otros cuyos nombres no recuerdo.
Después una estupenda cena casi en la misma calle (no muy lejos del bar cutre de la noche anterior) y un patxarán bajo la música de Billie Holiday en el Central.
¡Qué maravilla de música!
¡Qué maravilla de ciudad!
¡Qué maravilla de vida!
Hoy estoy celebrándolo con agradecimientos a todas las personas que se acordaron de mí. (Excepción sea hecha, esta de conectarme a Facebook un domingo)
Así da gusto cumplir años, cumplir meses, cumplir días…
Así da gusto vivir.
¡Quiero ir a por mi primer milenio!
Y luego ya si eso vamos viendo.
😉
Haciendo Turismo Rural dentro de la M30
El sábado nos entretuvimos haciendo una excursión urbana, dentro de la M30 por imperativo categórico, como quien dice, debido a que decidimos coger uno de esos cochecitos de los que apenas he hecho uso desde que me dí de alta con Car2Go y alejarnos de nuestro céntrico-hipster barrio para ir a zonas más arboladas, tranquilas, de anchas aceras que casi podríamos denominar campestres.
Aprovechando que había uno cerca (lo que no suele ser frecuente) le propuse a Carmen dirigirnos a la zona del Paseo de Yeserías, donde tengo una clase particular y observo habitualmente la disponibilidad de terrazas ajardinadas, bajo árboles que creo que se llaman plátanos y a cuya simiente le tengo alergia. No obstante, aventureros como estábamos, nos dejamos llevar y fuimos a esa zona que resultó estar completamente tomada por policía nacional, policía municipal, antidisturbios y muchos, pero muchos seres humanos vistiendo camisetas de colores equivalentes a las de equipos deportivos. Es decir, que nos habíamos metido de lleno y sin saberlo en el corazón del enemigo: el fútbol.
Parece ser (me informó un agente con metralleta) que había un importante partido de final de algo… entre equipos foráneos a la capital en el estadio Vicente Calderón, en prevención de lo cual se había realizado ese despliegue de fuerza presuntamente disuasoria.
En resumen: teníamos que irnos de allí lo más rápido posible. Así que continuamos conduciendo hasta terminar cerca de la región más meridional de Madrid dentro del cinturón de la M30 que es el recinto en el que pueden dejarse aparcados los vehículos de Car2Go.
Comimos en una calle cuyo nombre no recuerdo (Puerto Serrano, 26) en una terraza llamada «Tapas de Bacalao» en un ambiente muy diferente al habitual postureo de nuestro Malasaña querido.
Fue una divertida experiencia que terminó satisfactoriamente cuando pudimos regresar a la región «contaminada» y nos adentramos en el Matadero de Madrid donde estaba teniendo lugar el encuentro de Poesía Poetas 2017 y tuvimos la fortuna de encontrarnos con unas estupendas personas afines con intereses afines que incluso guardamos cola para presenciar o asistir a una performance/acción de la ínclita Ester Ferrer.
Ester Ferrer en Poetas 2017
Ahí estaba Ester, un poco antes de comenzar su acción en el Matadero de Madrid dentro del encuentro llamado Poetas 2017.
Lo organiza desde hace una década el librero y editor de Arrebato Libros, pero ha ido ganando en viabilidad a medida que ganaba en perversión. Se ha llenado de conciertos de música, como el que hizo esperar a Ester Ferrer para atraer público joven en cantidad, pero no en calidad. Es gente que en realidad no está interesada tanto en la poesía (ni siquiera en la poesía visual o performance) sino en los conciertos más o menos bonitos, amables, o lo que sea, pero no relacionados con la poesía, salvo tangencialmente, pero eso sí, atractivos. Espectáculo, espectáculo…
Después llegó la acción de Ester, quien a sí misma se preguntaba si ella que no se reconocía poeta tenía sentido que estuviese allí. Su acción era mucho más poética que el concierto previo, amén de haber influenciado a generaciones de poetas y con eso parece ser suficiente para que te otorguen un Premio Nobel, ¿no ha de serlo para ser invitada a mostrar su trabajo inteligente y poético en un evento como este?
Consistió en una propuesta «participativa» en la que iba leyendo preguntas más o menos azarosamente respondiéndolas a razón de un minuto por cada una de ellas. El público se había autorizado (autoridad, autoridad) a participar proponiéndole preguntas antes de que ella extrajese alguna de una caja que contenía unas 150 preguntas preparadas.
La sencillez, proximidad y sinceridad de Ester Ferrer es tal que no cabe cuestionarse su valía como performer. Es una referente incontestable, pero no obstante, algo he decir que no me agradó completamente: Avisó no responder a preguntas «personales».
Lo que hizo que me pasase los 45 minutos que duró la acción preguntándome ¿Dónde está el límite entre lo personal y lo impersonal? ¿Qué es una pregunta personal? ¿Las preguntas que le estaban haciendo (a ella, en persona) y que ella contestaba (en persona, desde su muy personal punto de vista) no eran personales?
No quise formular esta pregunta, ninguna de ellas en realidad, porque siempre me hago consciente de que hay demasiado de ego en esta necesidad de dejar constancia de mi reflexión, de mi cerebro, creyendo que mis preguntas son tan importantes como para ser respondidas… así que «pasé palabra» que dice un alumno de los talleres de escritura con asiduidad.
En el fondo, acabé pensando (zorriuvilmente) que la acción tenía de interés el plantar preguntas en nuestros cerebros, por supuesto, mucho más que en escuchar sus respuestas, luego su acción habría logrado su inteligente e interesante objetivo.
Tampoco aquí pretendo responder a mis preguntas (eran verdaderas preguntas, es decir, no sé su respuesta) pues eran para ella. Yo tengo claro las respuestas a unas preguntas muy similares que me hubiese formulado a mí mismo, pero esa no es la cuestión.
50º
Dirán que no es real
pero yo sé que lo vi
y lo que veo es real
salvo que sea irreal
un número imaginario
que no tenga sentido
salvo en matemáticas
en el campo complejo
en teoría de números
Dirán que no es real
porque esta medición
depende del contexto
y cualquier medición
depende del contexto
sobre esa marquesina
el termómetro afirma
su verdad contextual
con cincuenta grados
al pleno sol de mayo
Dirán que no es real
pero yo sé que lo vi
mas de hecho lo viví
ante mi propia carne
enrojecida al solazo
que golpeaba mi piel
con hacha inclemente
con luz ultravioleta
de rayos infrarrojos
Dirán que no es real
pero por un instante
los cincuenta grados
fueron lo único real
memoria insustancial
de un universo cruel
y hoy ya no recuerdo
la sensación absurda
del caminar despacio
bajo un mar de dolor