matemáticas
Cañada Imaginaria
Si hay cañada real,
¿habrá cañada imaginaria?
Es todo tan complejo…
Matemáticas
Números
dice
quien no sabe
matemáticas
que es una asignatura
de letras
griegas
principalmente
guarismos
de origen árabe
álgebra
logarítmica.
Teorema fundamental del Cálculo
derivar
es
desintegrar
Trump y las matemáticas
Y ahora sabemos cómo se derrotó a Trump con la justicia e imparcialidad de las matemáticas.
Es un vídeo muy interesante del canal de Eduardo Sáenz de Cabezón, llamado «Derivando» que en ocasiones se pone realmente complicado. Pero aún así me gusta seguirlo para sentir que no he olvidado todos mis conocimientos matemáticos adquiridos a lo largo de décadas de aprendizaje.
Ideal tener esta publicación en las elecciones más terribles que he vivido hasta ahora. Y las que quedan. Cuando en la Comunidad de Madrid está a punto de entrar en el gobierno por voluntad popular un partido que hace gala de su racismo, machista, homófobo y, por supuesto, alabador de viejos tiempos franquistas que llama «rojos» a quienes deseamos una república, a quienes nos parece estupenda la inversión en sanidad pública, en educación pública (lo público, así, en general) para garantizar unos mínimos de calidad de vida para todas las personas por el mero hecho de serlo.
Votaciones convocadas con muy mala intención (nada es casualidad) un día de diario, a raíz de un incidente de transfuguismo que no les pasa la más mínima factura con su «aliado» a quien, claro está, están devorando.
uno imagina irracionales…
Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no lo son en el sentido que ha imaginado, sino en el hecho de que no son razones, razones entre números enteros, pero tampoco uno cae en la cuenta de que a las divisiones les llamamos razones, así, sin ton ni son o todo lo contrario, quizá no hay nada más razonable que dividir las cosas, repartirlas, incluso los números enteros para que dejen de ser tan pretenciosamente enteros y cuando uno se encuentra números que no son el fruto de una repartición siente cierta aversión hacia ellos, los repudia, los niega, los ningunea, uno intenta convencerse de que son aproximaciones de algo más «razonable», aunque uno llegue a saber que no es así por reducción al absurdo, que parece una reducción al Pedro Ximénez, pero no tiene nada que ver con ella, por muy sabrosa que pueda resultar en ocasiones.
Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no son todos iguales y que el loco paralelismo prestado por el léxico filosófico sirve para clasificarlos en trascendentes, construibles, algebraicos, normales… Sí, también uno descubre que hay números normales y lo que a uno le vuelve aún más loco (que no irracional) es que todo número normal debe ser necesariamente irracional, así, como si nada, como si eso de repente explicase tantas cosas que uno nunca ha comprendido en la vida que parece una epifanía.
Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no son el final de todos los números posibles y que ha de haber algo más allá, así que se emociona incluso cuando a uno le hablan de los números imaginarios que hacen realidad el hecho de que los números reales no sean tan completos como creían ser, mientras sí lo serán los números complejos, así: completos sin complejos.
Uno imagina (pues no puede parar de imaginar) cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no son más que la puerta de entrada a la matemática de la poesía, la que descubrirá un número poético que incluirá sus números imaginarios, sus irracionales, sus enteros y sus fracciones, sus negatividades, sus nulidades, la nada, nada infinita, nada lemniscática, nada redonda y pueril, nada feliz en la que uno se pierde sin dilación en una ecuación diferencial diferente a lo esperable, una nada inestimable, incalculable, una nada que forma operaciones como versos sueltos en un cosmos ingrávido.
Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que el amor debe de estar escondido en el número π o que la i no es la e, pero ambas comparten la letra como signo último al que referirse, en el que habitar, en el que albergarse hasta que paren de llover decimales si es que alguna vez escampa; uno va más allá del signo reconocible objetivamente para abrazar el grafo, el signo asémico, la línea más o menos continua que un material traza sobre otro rompiendo y rompiéndose a nivel atómico, destrozándose para dar vida a la imagen: imagen que imagina uno cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no lo son en el sentido que ha imaginado.
Un número son palabras
Qué mejor demostración de que un número son palabras que un traductor de números a palabras, así, tan absurdo como este que intenta transformar los números (dígitos) en palabras, especialmente orientado a crear un libro con las palabras de unos cuantos (indeterminados) decimales de números irracionales, pues hay pocas cosas más irracionales que este proyecto absurdo.
/******************************************************** Proyecto tres14 (escrito en C) realizado por Giusseppe Domínguez a partir del día 8 de diciembre de 2019 ********************************************************/ #include <stdio.h> #include <string.h> #include <stdlib.h> #include <time.h> #include <ctype.h> #define OK 1 #define KO 0 #define MAX_LONG 10 // Longitud máxima de nombre de dígito int firma(); int digitea(char caracter); int nombranumero(int idioma, char caracter, char *nombre); int instrucciones(char *comando); int main(int argc, char *argv[]) { int i, idioma=0; char nombrenumero[MAX_LONG], caracter; FILE *fp; if ((argc < 2) || (argc > 3)) { instrucciones(argv[0]); } // Faltan argumentos else if (argc == 2) { // Número desde línea de comando for (i=0; i<strlen(argv[1]); i++) { caracter=argv[1][i]; if(! nombranumero(idioma, caracter, nombrenumero)) { instrucciones(argv[0]); return KO; } puts(nombrenumero); } } else if (argc == 3) { // Número en fichero argv[2] if ( (! isdigit(argv[1][0])) || ((idioma = digitea(argv[1][0])) > 1) ) { printf("[ERROR] No conocemos el idioma: %s\n", argv[1]); instrucciones(argv[0]); } else if ((fp = fopen(argv[2],"r")) == NULL) { printf("[ERROR] intentando abrir el archivo %s\n", argv[2]); instrucciones(argv[0]); } else { while ((caracter = fgetc(fp)) != EOF) { if (caracter != '\n') { // Ignoramos los saltos de línea if (! nombranumero(idioma, caracter, nombrenumero)) { instrucciones(argv[0]); return KO; } printf("%s ", nombrenumero); } } } } printf("\n"); firma(); return OK; } /****************************************** La función instrucciones hace lo que su nombre indica: Imprime las instrucciones del programa. ******************************************/ int instrucciones(char *comando) { printf("\nUtilización: %s [número_positivo] [idioma fichero]\n\n", comando); puts("Si introducimos un nombre de fichero, el primer parámetro indica el idioma"); puts("Idioma puede ser:"); puts("\t0 - Español"); puts("\t1 - Inglés"); } /****************************************** La función nombranumero nombra el número contenido en el caracter (si procede, claro) y devuelve error si no lo consigue. idioma = 0 (español) 1 (inglés) ******************************************/ int nombranumero(int idioma, char caracter, char *nombre) { int digito; static int nomascomas=0; // Para no encontrar más de una coma en un argumento // char *numeros[] = { "cero", "uno", "dos", "tres", "cuatro", "cinco", "seis", "siete", "ocho", "nueve" }; char *numeros[2][MAX_LONG] = { { "cero", "uno", "dos", "tres", "cuatro", "cinco", "seis", "siete", "ocho", "nueve" }, { "zero", "one", "two", "three", "for", "five", "six", "seven", "eigth", "nine" } }; char *coma[] = { "coma", "point" }; if ((caracter == ',') || (caracter == '.')) { strcpy(nombre, coma[idioma]); if (++nomascomas > 1) { printf("Un número no puede tener más de una coma\n"); return KO; } return OK; } else if (isdigit(caracter)) { digito = digitea(caracter); strcpy(nombre, numeros[idioma][digito]); return OK; } printf("[ERROR] |%c| No es un caracter válido en un número positivo\n", caracter); strcpy(nombre, "ERROR"); return KO; } /****************************************** La función digitea devuelve un número entero a partir del caracter (char) proporcionado ******************************************/ int digitea(char caracter) { int digito; digito = (int) (caracter + '0'); digito -= 96; return digito; } int firma() { time_t tiempo = time(0); struct tm *tiempolocal = localtime(&tiempo); char txt_firma[128]; strftime(txt_firma,128,"\nGiusseppe Domínguez, a las %H:%M. M-%Y%m%d\n",tiempolocal); printf("%s\n",txt_firma); return OK; }
Porcentajes
Encontrado este texto incrustado en una imagen en una red social, lo leo y resuelvo que es bastante acertado, aunque colocarlo en facebook no sea quizá la manera menos perversa de combatir lo que se denuncia.
No obstante, como todo en estas redes de incomunicación, ha desatado un pequeño debate que, ni mucho menos, estoy dispuesto a continuar. Tan sólo unos apuntes:
XXXXXXXX Dice:
Que estupidez más grande… EEUU cuenta con 769.000km2 de bosques naturales un 0,008% de toda su extensión y Rusia cuenta con 1.178.000km2 de bosques un 0,007% de su extensión.YYYYYYYY Responde:
Creo que no has entendido lo que quiere decir. No habla de los bosques, sino más bien de la relación del capitalismo con la Ecología: nula relación, pues el capitalismo lo que busca es el beneficio económico, ningún otro.
Quería sumarme a lo dicho por YYYYYYYY, pero veo el ridículo de entablar batallas como esta en esos medios, así que me precipito a centrarme en otras cosas:
Si EEUU cuenta con 769.000 km2 bosques naturales de un total territorial de 9.147.593 km2, se trata de una fracción del 0,08406583, lo que aproximadamente equivale a un 8%, que es mil veces superior a los 0,008% que XXXXXXXX había dicho.
Si Rusia cuenta con 1.178.000 km2 bosques naturales de un total territorial de 17.125.191 km2, se trata de una fracción del 0,068787554, lo que aproximadamente equivale a un 7%, que es mil veces superior a los 0,007% que XXXXXXXX había dicho.
Es decir, que XXXXXXXX ha cometido dos errores de tres órdenes de magnitud en la medida: algo así como afirmar que yo mido más de mil quinientos metros de altura o «peso» más de 70 toneladas. Con alguien que comete estos errores, la compresión sobre lo que ese texto simplón incrustado en una imagen quieren decir, no es algo que se pueda dar por supuesta.
Pero ¿qué importa?
Nadie da importancia a las matemáticas. Al fin y al cabo, se trata de emitir opiniones basadas en vísceras, no en razonamientos. Cada día me parece más evidente. Y quizá no sea un problema. Siempre que nos reunamos con aquellas personas cuyas vísceras emitan los mismos gruñidos.
Tomates
Tomates
rojos sobre rojo
sangran al paso de mi cuchillo
que refleja la calle.
Tomates
cuatro en fila de a dos
cortadas en cuatro
con lunas a 45 grados
siempre
aproximadamente.
La sangre es ficción.
La geometría es ficción.
El cuchillo es ficción.
El color es ficción.
El brillo de la ventana
sobre los tomates
es real
como la vida misma.
Soy tan ignorante que me quedo en los márgenes
Después de ver esta imagen, en mi cabeza sólo había un «2». Pero en realidad faltaba un signo «=» para que pudiese pensar en la respuesta de esa insinuada operación del corner superior izquierdo.
Apenas leí el texto…
¿Soy un ignorante?