Desbrozando un PLC

Lo tenía mi madre en su casa. A ella puede que le hubiese servido para algo, esto de conectar ordenadores alejados utilizando la red de corriente eléctrica de la vivienda para distribuir la información (datos), pero a mí me era absolutamente inútil. No sólo por el hecho de que tengo una superficie de hogar que no justifica este despliegue, sino porque además me obligaba a adquirir otro PLC con el que completar el par cliente-servidor o maestro-siervo, sin ninguna justificación.

No obstante, quise trastear con el «bichito» y probé a encenderlo y ver si se podía configurar de alguna manera… pero no pudo ser. Quedaba permanentemente en un estado de luz roja (mal signo) así que no conseguí que se pusiese en marcha.

Después de darle una lenta pensada a qué hacer con ello, si podía recuperar algo, aunque fuese el enchufe, acabé por destriparlo. Solía hacerlo de pequeño: abrir aparatos sin saber si voy a poder usar algo de su interior. Así fue: nada me servía. Lo abrí para un rato después seguir sin saber qué hacer con ello. Y acabé tirándolo, como no podía ser de otra manera. Consumismo irresponsable e insostenible…

Winter Is Coming!

Este otoño he comenzado ilusionado con los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53 y quiero hacerles aún más agradable la confianza que depositan en mí a todas las personas asistentes a los mismos.

He adquirido mantas económicas pero muy suaves para las sillas del estudio. Espero que las personas frioleras estén más a gusto todavía.

Las cosas

Ten cosas
y se romperán tus cosas.
Ten cosas
y se estropearán tus cosas.
Ten cosas
y tendrás que mantener limpias tus cosas.
Ten cosas
y dedica tiempo al cuidado de tus cosas.
Ten cosas
y serán responsabilidad tuya tus cosas.
Ten cosas
y habrás de adquirir nuevas cosas que pasarán a ser tus cosas.
Ten cosas
y no las tires nunca para no llenar el mundo con tus cosas.
Ten cosas
y mézclalas suponiendo que así ya no son tus cosas.
Ten cosas
y busca espacio para almacenar tus cosas.
Ten cosas
y úsalas para sentir que tienen algo de sentido tus cosas.
Ten cosas
y protege del envejecimiento o la obsolescencia a tus cosas.
Ten cosas
y haz listas de compra con otros objetos que pasen a ser tus cosas.
Ten cosas
y acepta regalos para adquirir elementos nuevos para tus cosas.
Ten cosas
y haz leyes para que no puedan otras personas tener tus cosas.
Ten cosas
y construye o compra una nueva casa para meter tus cosas.
Ten cosas
y supón por suponer que las personas no son tus cosas.
Ten cosas
y empatiza con ellas hasta sentir que eres una de tus cosas.

Cuando la campaña de mecenazgo no avanza

Llega un momento en el que por las redes sociales el enlace para participar en una campaña de mecenazgo se «enfría», es decir, ya no aparece en muros ni nada parecido. Así que toca apelar a una petición más personalizada.

Resulta embarazoso, lo reconozco, pues parece que pides «limosna», y en parte es así. Pides para hacer algo que no es tan atractivo como para ser «vendible» y no sabes (yo no sé) qué hacer en ese caso para convertir tu sueño en el deseo de otras personas. Haces fotos, pero no son suficiente reclamo. Haces textos amenos, pero no los lee ni diosito, creas una página web a la que no va nadie… y es que sin ser famosete… no hay mucho más que hacer.

Supongo que el camino habitual es burocrático: solicitas una ayuda a alguna entidad administrativa en la que crees que tu proyecto (el mío) puede encajar y si hay suerte, mucha suerte, puede que recibas una financiación que, incluso, supere la muy modesta cantidad que he pedido yo.

Pero como no tengo paciencia y no sé «burocraticear»… me lancé a esta campaña que vengo haciendo desde hace 18 días, pero para la que he estado trabajando medio año. No sé si merece la pena, la verdad, pero sin embargo ahí sigo…

Enviando el siguiente mensaje a una lista de difusión en WhatsApp de 72 de mis amistades de quienes he decidido «abusar»:

Hola,

Hace un par de semanas comencé una campaña para financiar un proyecto muy personal que creo que puede interesarte.

He trabajado bastante en conseguir que las «recompensas» para quien desee apoyar el proyecto sean más que dignas de las cantidades proporcionadas: Desde invitaciones y marcapáginas a tazas de diseño, láminas seriadas, camisetas… para conseguir realizar un libro que no es un libro, un libro de poesía conceptual, un libro que es un juego, un libro que es una obsesión, un proyecto que raya en lo absurdo y lo imposible.

¿𝙈𝙚 𝙖𝙮𝙪𝙙𝙖𝙨 𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧𝙡𝙤 𝙥𝙤𝙨𝙞𝙗𝙡𝙚?
https://www.verkami.com/projects/19645-cn

(𝘏𝘦 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘹𝘱𝘭í𝘤𝘪𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘯 𝘵𝘪 𝘢𝘭 𝘦𝘯𝘷𝘪𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘦𝘯𝘴𝘢𝘫𝘦, 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘦)

¿Soy una persona blanca?

Recientemente ha habido un debate en un par de muros de amistades que tengo en redes sociales sobre la estrategia para combatir el racismo.

Tras el debate sobre si tiene sentido o no «segregar» a personas racializadas o no, sobre discriminaciones positivas, sobre necesidad de comprensión, empatía, etc, encuentro en otro muro la siguiente propuesta:

Que comienza con la siguiente frase: ¿Qué debo tener en cuenta si soy una persona blanca?

Pero…

¿Soy una persona blanca?

Sí, lo soy porque mi aspecto (la superficie) no tiene una pigmentación que genere rechazo en mi entorno, está claro. Pero… ¿Soy una persona blanca por lo que sea mi aspecto? ¿No soy solo una persona?

No: soy una persona blanca, heterosexual, de género masculino y de clase media, de religión agnóstico en el mejor de los casos.

Soy todo eso, sí, pero soy muchas más cosas. Si me clasifican por ellas, acabo no viendo lo demás.

No tengo clara mi postura en estas «posturas» aunque acabo por dejarme llevar por lo que me sale hacer. Aunque siempre me queda la duda de ¿Cómo saben que soy una persona blanca?

Me acuerdo del racismo del KuKuxKlan (o el nazismo y su conocido holocausto) que no se detenía en el aspecto exterior, sino que iban al fondo de la cuestión: la sangre. ¿Me harán un análisis de sangre antes de entrar a un evento semejante para determinar mi pertenencia a alguna etnia alguna vez con la justificación de generar espacios seguros para otra etnia?

También me acuerdo del genocidio de Ruanda por hutus vs tutsis. Guerra post-colonial, así que responsabilidad de la avidez del «hombre blanco»… pero hay tantos otros ejemplos posibles…

Sé que soy una persona blanca (aparentemente), del colectivo más afortunado de la galaxia, que estoy lleno de privilegios de los que debo sentirme responsable. Pero…

¿Soy tan importante como para quejarme por este tipo de eventos?

Obviamente puedo no ir. Nadie me obliga. Ni siquiera me prohíben la entrada (de momento en ese no ocurría).

Tengo unos problemas mucho más importante que este…

Porque soy una persona blanca, quizá.

Así que como soy una persona blanca soy racializado, soy de «raza» blanca, aunque eso no exista.

Es un tema complejo.

Consciente de mi racismo, machismo, clasismo, etc, no sólo debido a ser «hombre heterosexual blanco», sino a estar educado en todo ello como toda persona de cualquier ámbito social, yo ya sólo me limito a mi propia actitud diaria, que no es poco, a intentar tratar a las personas como si fuesen personas, no personas blancas, negras, amarillas, a las personas como personas, no como hombres o mujeres, no como heterosexuales, homosexuales, pansexuales, bisexuales, a las personas como personas no como ricas o pobres, a las personas como personas, no como españolas, inmigrantes, emigrantes, africanas, árabes, francesas, «guiris», a las personas como personas, no como cristianas, ateas, musulmanas, animistas, a las personas como personas, no como viejas, jóvenes, guapas, feas… aun a sabiendas de que me es imposible, de que me resulta una utopía a la que dirigirme con paso cada vez más firme, pero con la consciencia de la impotencia para cambiar el mundo desde ahí. Quizá porque soy una persona masculina heterosexual blanca de clase media española y haga peligrar mi carga de privilegios o quizá porque soy una persona mayor, en ocasiones casi anciana, que no tiene fuerzas para luchar contra según qué tipo de molinos de viento.

Un «micro» aire acondicionado

Una muestra de cómo enfriar el aire con medios más que precarios:

Tomar dos botellas de plástico, llenarlas de agua, meterlas en un congelador (que por supuesto gasta energía en enfriarlas, así que no pensemos que no consumimos nada).

Cuando se vaya a usar, poner un plato o contenedor para que el agua de condensación que se formará en torno a las botellas congeladas tenga donde gotear. Poner las botellas delante de un ventilador que al ir moviendo el aire en esa dirección se irá enfriando (sin lograr temperaturas verdaderamente bajas)

Lo estuve usando la última semana de junio y algo incidía en hacer soportable mi estancia en mi lugar de trabajo, sin tener que recurrir a un sofisticado aparatito con instalación incluida.

No es una maravilla, pero es una maravilla. ¿Se entiende?

Campaña de mecenazgo de !ç~ñ¿.#

Este libro ha sido íntegramente generado por un programa escrito en C conteniendo un número de caracteres que podríamos denominar signos de puntuación (añadida la ñ y la ç, entre otros) que ha volcado en una ejecución 81 (3 elevado a 4) cadenas de 729 (3 elevado a 5) caracteres aleatorios del inventario conocido como alfabeto.

El programa (puntuación.c), altamente absurdo, tan sólo ha tenido ese uso y después no tendrá ningún otro sentido. Se añexa como apéndice en las dos últimas páginas del libro.

Me está llevando una enorme cantidad de tiempo el proceso de generación de las «recompensas» para el micromecenazgo de este proyecto. Por supuesto, mucho más tiempo que el empleado en el proyecto en sí. Aunque bien es verdad que el proyecto también se ha diversificado hasta alcanzar una dimensión mayor que la que tiene un libro.

Hasta el momento no hago más que gastar/invertir dinero que puede que no recupere, pero también es cierto que estoy aprendiendo mucho en este camino. Si lo considero un pago por el curso de desarrollo que estoy llevando a cabo… hasta cabe decir que es poco dinero.

Quién no se consuela…

¿Cómo no darse por aludido?

Leyendo el libro «HISTORIA INTELECTUAL DEL SIGLO XX» de Peter Watson, de quien ya leí recientemente el libro IDEAS al que le dediqué una etiqueta entera de mi diario, me encuentro con esta maravillosa descripción de mi vida… en unas pocas líneas. Y me remueve el alma, por decirlo de algún modo.

Este libro del Siglo XX me ha decepcionado un poco en comparación con el más ambicioso de IDEAS y que, quizá por la lejanía temporal no está tan plagado de predilecciones personales del autor (compilador). Se le ha notado mucho el etnocentrismo casi inevitable, esa querencia a lo nuestro, a suponer que el hombre blanco (añadiría protestante anglosajón) ha alcanzado la cúspide de lo ideado, ignorando en casi todo el libro (quiero pensar que por ignorancia y no por mala fe) los logros de otras regiones del planeta que no sean Europa o Estados Unidos, con contadas excepciones, así como la poca atención prestada a la influencia femenina que ha sido uno de los mayores motores de cambios del siglo, sin duda alguna.

No obstante, no voy a criticar en exceso un pequeño defecto que tenemos quienes vivimos en esta sociedad que nos forma y nos deforma, sin informarnos… incluso a los más avezados. ¿Será que yo también soy un heterosexual blanco de clase media? Seguramente. Pero intento visibilizar lo que no visualizo… y poco a poco sacar del lodo del olvido lo que encuentro tras esfuerzos no despreciables.

Me he aburrido poco

Lamento haberme aburrido tan poco
que mi creatividad ha sido sedada
por riadas de entretenimiento
adormecedoras.

Unas vacaciones son para distraerse
pero ¿de qué?

Distraerse de la locura cotidiana
cuando la locura se ha instalado en lo cotidiano
por decisión propia
es absurdo
o lo que podríamos denominar
loco.

Distraerse
es un simulacro de sustraerse
como un hurto menor de lo mayor que se posee

y que no se posee.

Hasta me di de alta en un servicio de distracción adicional
buscando nuevas formas de evasión
olvidando que la evasión y la confusión van de la mano.

Me he aburrido poco
y debería estar feliz por ello
pero el aburrimiento no es antónimo de felicidad
aunque pueda engañar a la infelicidad
con orlas de terciopelo acaramelado
mientras llega la muerte.

Engaño
falacia
ilusión
que se frustra con el paso del tiempo
o una mirada profunda
por un instante
al silencio.

Y entonces…

¿Qué son las vacaciones?

Vacaciones:

Dice la RAE que vacación proviene del lat. vacatio, -onis. 1. f. Descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del trabajo remunerado o de los estudios. U. m. en pl. 2. f. Tiempo que dura la cesación del trabajo. U. m. en pl. 3. f. p. us. Acción de vacar (? quedar un empleo sin persona que lo desempeñe). 4. f. p. us. Cargo o dignidad que está vacante.

Me ha hecho especial gracia la acción de vacar:

vacar: Del lat. vacare. 1. intr. Dicho de una persona: Cesar por algún tiempo en sus habituales negocios, estudios o trabajo. 2. intr. Dicho de un empleo, de un cargo o de una dignidad: Quedar sin persona que lo desempeñe o posea. 3. intr. Dedicarse o entregarse enteramente a un ejercicio determinado. 4. intr. Estar falto, carecer. No vacó DE misterio.

Pero yo me pregunto otra cosa:

¿Qué necesidad hay de tomarse un descanso de la habitual actividad? ¿No tiene que ver con la alienación relacionada de trabajar u obtener remuneración de actividades que no nos hacen felices en general?

Preguntado de otro modo, ¿es precioso y preciso tomarse vacaciones de cualquier cosa, sea lo que sea?

Y si la actividad habitual fuese estar de vacaciones… ¿Cuál sería la forma de tomarse vacaciones? ¿Es posible semejante oximorón?

La mente me funciona despacio.
No actúo ni pienso con la celeridad habitual.
¿Es necesaria esa celeridad? ¿Es saludable? ¿Sostenible?

No sé responder.
No sé.

Mi mente, quiera yo o no, se ha ido de vacaciones.

Esto no es una broma