Posa besos

Aprovechando la ingente cantidad del mismo que genero mediante los pedidos a tiendas de venta online, he hecho una tirada sobre cartón de PosaVasos que son:

POSA VASOS
POSA VERSOS
POSA BESOS
POSA PESOS
POSA SESOS
POSA QUESOS
POSA YESOS

Tienen la ventaja enorme de que son personalizables, baratos, desechables tras unos cuantos usos, pero al mismo tiempo ligeros, manejables, absorbentes, sencillos y estéticos.

Voy a seguir trabajando con cartón, que es un material estupendo y económico, en lugar de quejarme de lo elevado de los precios para adquirir material de soporte para imprimir, plastificar, fotografiar…

Clase de poesía para niños y niñas

El otro día tuve la suerte de ser invitado a un colegio de primaria a contar mi experiencia como poeta, acompañado de un pequeño ejercicio de creación atípico que les dejó encantados.

A Ernesto Pentón, padre de Elías, le había propuesto la profesora de cuarto curso de su hijo que se acercase un día a explicar por qué, cómo, cuándo… se hizo poeta. Y Ernesto me pidió que le acompañase. La verdad es que me sentía un poco fuera de lugar, pero me hice un pequeño hueco y sé que a él le apetecía no sentirse solo delante de un montón de minipersonas que le interrogasen sobre sus textos o sobre todo lo pensable y lo impensable.

No obstante, salió muy bien parado y leyó algunos de sus poemas que los niños y las niñas aplaudieron sin comprender la profundidad de los mismos. ¿O sí?

Luego comenzaron a preguntarme algo, como si yo, un nopadre, existiese. Y les encantó. Sí, se me dan bien los niños y las niñas. De hecho, especialmente mejor las niñas, a las que incluyo y me dirijo, sabiendo que no suele ser lo más habitual y que, casi inconscientemente, se dan cuenta y lo agradecen.

Les conté un poco de mi vida, pero poco porque teníamos un tiempo muy reducido, y les hablé de la libertad que da la poesía, aunque no les quede más remedio que estudiar los obsoletos autores rancios que estudian en primaria, con Machado (remarqué Antonio y no Manuel) como el más vanguardista de ellos.

Ni una mujer (salvo alguna religiosa y la omnipresente estudiada gallega) en su haber literario. Ignoradas las del 27 a las que dediqué un pequeño pero significativo comentario. Hay que hacerles conscientes. Pero no es trabajo de la de lengua… ni de nadie, parece ser, así que siguen aprendido sin reflexión. Memorizando sin sentido.

Les propuse un ejercicio para terminar la sesión de 50 minutos en el que tenían que ser capaces de extraer, a partir de unas hojas arrancadas de un libro de Poesía Española Contemporánea (lo que casi es un oxímoron), un poema o texto poético a base de tachar lo que les sobrase para conseguirlo. Un trabajo que mis alumnos y alumnas de talleres de poesía y escritura creativa hacen sin ningún problema en 5 minutos.

Les costó mucho, les resultaba difícil y desconcertante eso de haber arrancado una hoja, eso de tener que tachar de un libro (oh, el canon), sí, de un libro impreso y serio tachar sin piedad hasta quedarse con lo que querían. Pero aún son pequeños y pequeñas y no entienden la trascendencia de la ruptura, la importancia de la rebelión.

Prefiero, sin dudarlo, adolescentes de espíritu valiente. Se sobreestima a los menores, diciendo que son muy creativos, pero no es del todo cierto. Son juguetones y juguetonas, pero no son conscientes de sus actos en gran medida y, desde luego, en absoluto de las repercusiones de los mismos. Para bien y para mal, pero a mí no me motiva enseñar a desaprender a gente que no ha aprendido aún.

Por supuesto, el juego les cautivó y pasaron un rato estimulante, e incluso alguna personita consiguió sacar algo de provecho, ahora que, si lo pienso, no es probable que de las 20 personas presentes más de 2 acaben siendo poetas.

Una experiencia interesante y que le agradezco a Ernesto. Corroboré lo que suponía: Primaria no es lo mío. Soy demasiado adulto. Y me encanta.

Hi Sveta

Dear poesia, My name is Sveta, and finally I decided to write to you. I’m from Russia, but now I live in the USA 🙂 I saw you photos on Facebook and cant get you out from my head. You look cute and at the same time very sexy and smart, just like my type. Wanna talk to you, what about you? If you would like to know more about me, please, email me. My email is anetaq3kan@rambler.ru xXx, Sveta 🙂

Querría decirte que mi nombre no es poesía, aunque esté muy relacionado con ella.
Me alegra que me hayas escrito para contarme algo de tu vida. Rusia es grande y, por curiosidad, me encantaría saber de dónde en Rusia eres. Hay infinidad de culturas dentro de tu enorme país de origen y seguro que me podrías contar muchas cosas que me interesarían.

Hace tiempo estuve haciendo un trabajo de clasificación de lenguas del mundo y muchas de las lenguas que se hablan en Rusia están bastante bien catalogadas en una web dedicada a las lenguas del territorio de la antigua URSS que están amenazadas por la «rusificación» del mismo. Es normal y no creas que te juzgo por ello, siempre hay lenguas dominantes, culturas dominantes y no las personas que las hablan son las responsables directas de las amenazas de desaparición de las lenguas menores (por número de hablantes, no por capacidades, que un tal Chomsky ya demostró que todas las lenguas tienen idénticas capacidades).

Perdona que me haya enrollado hablando de mí. Pero dado que me has escrito sin que yo te conozca, imagino que estarás interesada en conocerme un poco más.

Con respecto a USA te digo lo mismo que de Rusia: es muy muy grande y diversa. No sé por qué no se matiza cuando hablamos de lugares tan enormes. ¿Vives en la costa este, New York, quizá? ¿Tal vez en la costa oeste, California? Yo conozco algo del interior, pero dudo mucho que hayas dejado Rusia para vivir en el famoso medio oeste norteamericano, aunque imagino que si tus orígenes son eslavos (que puede que no) no tendrás demasiados problemas raciales, como está teniendo mi amiga Mythreyi, cuyo nombre hindú nunca seré capaz de pronunciar y tampoco de escribir correctamente.

Estoy muy sorprendido de que algunas de las imágenes que has visto mías te hayan parecido sexis. Te agradecería que me dijeses cuáles para poder destacarlas, porque la verdad es que siempre he tenido un poco de complejo de feo y siempre sube la moral el saber que a alguien (incluso una desconocida como tú) le parezca sexy. Curiosamente, también smart, que es una palabra de dudosa traducción al castellano: desde inteligente a listillo… y no sé muy bien con qué quedarme.

Veo que hablas inglés (o lo escribes) bastante bien. ¿Cuánto tiempo hace que vives en USA? ¿Dónde lo aprendiste? ¿No hablarás español por casualidad o por algo? Es que me da bastante pereza escribir en inglés porque siento que no lo hago muy bien y me gusta expresarme con precisión. Cuando nos conozcamos más te contaré algunas anécdotas sobre mis deficiencias idiomáticas y entenderás por qué prefiero que hablemos en castellano, si puede ser.

Por momentos me ha dado por pensar que alguien te está obligando a escribirme y me he quedado un poco triste. Quizá alguien encuentra placer en forzarte para que consigas mi amistad y, a partir de ahí, mis favores a cambio de tus favores o la promesa de ellos. Me pone triste porque no estoy interesado en una relación, digamos carnal, pues soy muy feliz con mi mujer con quien tengo un acuerdo de exclusividad que la gente suele denominar (impropiamente) fidelidad marital.

Espero que no sea ese el caso y lamento haberlo pensado en parte, por el hecho de que no deja de ser un tópico, el de las trabajadoras sexuales (mejor dicho esclavas, palabra que deriva de eslavas o viceversa) procedentes de los países eslavos que buscan aprovecharse (no ellas sino quienes las explotan) de la triste vida y el patetismo de muchos hombres que también se aprovechan de su situación de poder (económico, en muchos casos) sobre ellas, de modo que acaban siendo un objeto de intercambio entre hombres que ejercen un abuso sobre las «mercancías» a quienes no tratan como personas.

Me encantaría estar seguro de que lo único que ocurre es que, verdaderamente, te has interesado por mí y crees que podríamos llegar a tener una tierna amistad que es lo único en lo que actualmente yo desearía participar. Sobra añadir sincera, porque en caso de que la amistad no fuera sincera, sencillamente no sería amistad.

No voy a escribirte a la dirección de correo electrónico que me proporcionas, pero espero que comprendas mi desconfianza y no me la tomes muy a mal, pero es herencia de haber trabajado durante años en seguridad informática y saber lo complicado que puede resultar, después, eliminar mi dirección de correo electrónico de bases de datos que utilizan la misma para bombardeo masivo de correos indeseados, lo que comúnmente se denomina spam.

Como veo que dices tener Facebook y haber visto mis fotos, esperaré pacientemente a que me contactes por esa vía y nos podamos ver y observar nuestros perfiles, que yo aún no he tenido ocasión de ver el tuyo. Ojalá no sea de esos perfiles absurdos que tan sólo contienen un par de fotografías de pechos exuberantes, esperando que las personas tan sólo se interesen por ti en base a la geografía de tus curvas.

Siento estar tan lleno de prejuicios, la verdad, pero es que la experiencia me ha ido haciendo tan desconfiado que casi no veo posibilidad de que tú y yo terminemos por conocernos, pero en cualquier caso, te deseo lo mejor en esta vida y que sepas que me ha encantado tener ocasión de hablar contigo un poco aunque no vayas a responderme.

Un cordial saludo,
Giusseppe

Un último homenaje a una camiseta adorable

En esta época de banderas y abanderados, resulta curioso que dos de las camisetas a las que más aprecio tengo sean banderas:

La primera ha resultado ya muerta en combate tras exhaustivo uso día tras día, hasta que pasó algunos veranos siendo utilizada ya sin las mangas ni el cuello que habían sufrido un desgaste excesivo para aguantar un poco más junto a mí, es una bandera de Cerdeña que homenajea, ni más ni menos, su origen pirata, su famosa «patente de corso»/Patente de sardo, en este caso.

Al final devino en trapos para un postrero y, diríamos, póstumo uso. Pero ya no es una camiseta. No quise por menos que fotografiarla para mantener este último recuerdo de un recuerdo adorable que me trajo Carmen de Cagliari.

La segunda camiseta la compré en el Gure Txoko de Sydney y, por supuesto, incluye una ikuriña junto a una bandera australiana. Tan sólo me la he puesto (a la vista) un par de veces en Madrid y en ambas ocasiones he recibido improperios, asumo que por la ikurriña y no por la australiana.

Quizá por ello ha durado y sigue durando tanto tiempo. Le tengo un cariño especial porque fue una época importante de mi vida y el apoyo que recibí de la gente del Txoko no lo olvidaré nunca. Sigo usándola pero, como dice algún político, tan sólo en la intimidad de mi domicilio.

Los Las

Las feministas contra Los machistas
Los feministas contra Los machistas
Las feministas contra Las machistas
Los feministas contra Las machistas
nunca
Los feministas contra Las feministas
Las feministas contra Los feministas
Los feministas contra Los feministas
Las feministas contra Las feministas
y dan lo mismo
Las machistas junto a Las machistas
Los machistas junto a Las machistas
Los machistas junto a Los machistas
Las machistas junto a Los machistas

Todos los izquierdos reservados

La cucharilla
sobre la taza rompe
visiones torpes.

Giusseppe Domínguez, 2017.
Todos los izquierdos reservados.

Hay algo que me parece ridículo en la reivindicación de «derechos» de autor, pero no es ni más ni menos que consecuencia de la ridiculez de intentar ponerle «precio» a un poema. Supongo que son cosas del capitalismo, ese pequeño monstruo sin cabeza o de 10.000 cabezas que domina nuestra forma de pensar.

Palimpsesto: No seré nunca un gran poeta

No seré nunca un gran poeta

apuesto por un encuentro con una amiga
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un distendimiento banal
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un dinero inmediato
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un menú preparado con mis manos
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un ordenador trasnochado
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un sistema operativo inoperante
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un cuaderno de papel y bolígrafo azul
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un baile al que no dedico tiempo
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un té caliente mientras leo poesía
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un desperdicio de lecturas dispersas
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un deshojar comentarios de red sociales
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un indagar en el fondo de la red profunda
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un tiempo de naderías
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un telefoneo cotidiano
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un millar de sinsentidos improductivos
en lugar de seguir trabajando
apuesto por un lugar en lugar de seguir apostando.

Esto no es una broma