Una temporada en el infierno

No sé cómo pudo escribir Rimbaud un libro con semejante título sin haber superado los 50 años en vida.

Estoy pasando unos de los peores periodos de mi vida. No sólo por mí, sino también por Carmen, que está también afectada, en su caso, por una insólita situación que le impide mantener los ojos abiertos cómodamente, forzándola a aplicar una tensión elevada que acaba por producirle dolores de cabeza. Llevo más de 25 días enfermo. No es terminal, pero es altamente molesto. Siento la vulnerabilidad de nuestra forma de vida, la fragilidad de la misma, el fin se acerca. Ya hemos pasado «la mitad»… que ironizaría mi admirado Jaime Vallaure.

Me veo obligado a emitir un «comunicado» a mis alumnos, tanto de clases particulares como de los talleres de poesía contándoles en resumen mi situación y apelando a su comprensión y su paciencia, con la que sé que cuento:

A finales de diciembre, tuve una gripe que se convirtió en laringitis aguda que me acabó por paralizar una cuerda vocal.
Ahora estoy afónico, aunque parece que en periodo de recuperación.
Me veo obligado a cancelar la clase de esta semana esperando estar bien para la próxima.
La alternativa es realizar la clase en tono bajo o casi en silencio.
Lamento el inconveniente que os pueda ocasionar.

Los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de Clave 53 no se cancelarán, por supuesto, pero tendré una energía poco motivadora, además de suspender, eventualmente, el próximo encuentro de Lectura de Poesía en el local.

El 2017 ha comenzado en silencio, un silencio cruel, doloroso, como de cumbre de introvertidos en un cementerio de mudos.

Añoro las conversaciones fluidas con Carmen, el repaso vital compartido, nuestro amable chequeo de situación, nuestras pieles, nuestros besos…

Sé que es una mala racha… o quiero creerlo. Sé que no es el infierno, pero se asemeja. Sé que no es para tanto… aunque hay cosas que no cuento en público y que sí que lo han sido. Hay miedo. Mucho miedo.

Mientras tanto, el miércoles que viene vuelvo a la otorrinolaringóloga (enorme palabra) para hacer un seguimiento de mi estado de salud y ver si resulta procedente un tratamiento más agresivo para recuperar la movilidad de la cuerda vocal o si va a ir remitiendo con un largo periodo de reposo y ejercicios vocales, o bucales.

Mientras tanto, este blog permanecerá desatendido porque no sé si quiero ni siquiera conectarme a Internet.
Mientras tanto, mi sonrisa continuará en paradero desconocido.

¿La salud es lo más importante?

Sigo sosteniendo que no, que sin el amor la salud no importa.

He sentido luz cuando las personas que me quieren me han mostrado su afecto. He sentido ganas de vivir porque amo la vida y lo que contiene. He sentido… amor, amar, amar amor. He sentido sentir. Y eso me ha dado esperanza. Sin esa esperanza, la salud no habría importado. El final habría podido ser mucho más rápido, contundente, plaf, se acabó.

Ha habido un atentado en España

Han muerto 103 personas en un terrible atentado
de fundamentalistas machistas
que han matado sistemáticamente a más de un centenar de mujeres
en el año 2016
que aún no ha terminado.

Aún no se ha realizado la cuenta de heridos
y afectados por síndrome de estrés postraumático,
sin embargo
sabemos con exactitud
que no habrá guerra.

No se conocen los heridos
y es difícil o imposible valorar los daños
psicológicos
económicos
educativos
sociales
o libertades cercenadas.

No se declara la guerra
ni se llama terrorismo
a una matanza internacional
global
que dista mucho de estar terminando.


hubo momentos de la historia mucho peores
que este que vivimos en términos de maltrato (mal trato)
y hasta de dignidad reconocida de la mujer
pero también hubo momentos peores de la historia en otros muchos aspectos
y no dejan de ser noticia de portada
las muertes en un atentado en Berlín
e incluso los accidentes pirotécnicos en México.

Ayer leí un artículo sobre una mujer empalada
y asesinada tras horas de tortura
que ocupaba apenas una pequeña cuadrícula en la sección de sucesos.

No puedo comprender
la ausencia de emergencia en este tema.
No puedo comprender
la falta de voluntad para alertarse.
Es excesivo.
Es brutal.
Es reiterado.
No mejora.
No lo suficiente.
Hemos entrado en guerras por mucho menos que nos han costado mucho más.

Jamás ETA fue tan eficaz matando.
Pero fue la preocupación política y social número uno
durante generaciones.
Separó familias
amistades.
Los partidos políticos no paraban de hablar del tema.
Los jueces no dejaban de reclamar mayores medidas.
La policía no cesaba de insistir en requerir más recursos.
Todo buen ciudadano quería intervenir.

Pero han muerto 103 personas en este año que alcanzará las 110
cuando el pavo navideño esté frío
o la casa sucia
o la ropa larga
o la ropa corta
o…
y no pasará nada;
brindaremos con burbujas de olvido y un anuncio precioso
en el que alguna mujer 2D se bamboleará
para mi deleite máximo.

103
y sumando
sin saber si la muerte
llamará a mi puerta.

Ah, no, que yo soy hombre.
Puedo dormir tranquilo.

La peatonalización de la Gran Vía

El Partido Popular llevará a los tribunales el corte al tráfico de la Gran Vía de Madrid

Está claro que Esperanza Aguirre es una política demagoga a más no poder, hasta llegar a afirmar que el corte de tráfico es de tipo «fundamentalismo medioambiental» y de «odio a los coches como símbolos de riqueza».

Luego tachan fácilmente a otros de populistas pero su mensaje es tan simplón y ramplante como para quedarse mirando con los ojos abiertos esperando a Esperanza intentando suponer que va a ir a algo más.

Dice, en el artículo, que la medida de peatonalización de la Gran Vía es política… pero ¡claro! Para eso se votan a partidos políticos. Para que tomen decisiones políticas basadas en ideologías políticas. En caso contrario, es decir, si los políticos dejan de tomar decisiones políticas, tomarán decisiones apolíticas lo cual les convertiría en absurdos.

En mi opinión, el problema no estriba en la peatonalización de la Gran Vía, que se hizo mal, lateralmente, a medias, con miedo a dejar demasiado cortado todo… sino en la falta de peatonalización en toda la región central de la capital, que lo está pidiendo a gritos.

Veo cada día con más inquina la cantidad de espacio desperdiciado para el uso del coche aparcado o circulando en las estrechas calles del distrito centro (en las que habito) y no comprendo la razón para no peatonalizarlas inmediatamente, dejando libre, por qué no, el tráfico en Gran Vía y calles principales, para que quien lo desee pueda acercarse a un centro que no tiene espacio, así que luego habrán de buscar aparcamiento privado (ya que apuestan por el uso de un vehículo privado tiene sentido) y gastar lo que deseen para ostentarlo como verdadero símbolo de riqueza.

Las iniciativas tímidas que esta alcaldesa y su equipo están llevando a cabo me parecen eso, timoratas, apolíticas, mediocres, cuando ostentan milagrosamente casi el poder. Es hora de hacerlo, por favor, es hora ya de dejarse de medias tintas y gobernar políticamente, tomando decisiones políticas, que para eso tenemos una representante del partido ecologista Equo al mando de la concejalía correspondiente.

¿En qué quedamos?

En estos tiempos en los que las gestiones se hacen vía web, me parece inconcebible que los precios que aparecen en la misma no correspondan con lo que se supone que debe corresponder.

En la web de EscapadasRurales, donde tienen un calendario mostrándote la actualizada disponibilidad, sin embargo, no tienen la capacidad de mostrar el actualizado precio. ¿Es intencionado o sencillamente torpe?

Cuando menos, me debían una disculpa, no tan sólo un comentario frío e informativo. ¿Por qué el precio en un sitio no corresponde con el otro? Decir que en Nochevieja el precio es especial me parece indiscutible, es su decisión, pero que no esté actualizado el precio, al igual que lo está la disponibilidad me parece negligente en el mejor de los casos.

No sé si esa negligencia cae del lado del propietario de la casa rural o de la web de anuncios, aunque me inclino a pensar que del primero, puesto que había otras casas anunciadas que al menos notificaban de la diferencia de precio en esas fechas.

En resumidas cuentas, nos ha servido para pensar que no tiene sentido gastarse más de 200 euros/noche para escabullirse de una festividad tan absurda como arbitraria, pudiendo dedicar ese gasto a otros menesteres o usarlo en otras fechas donde la demanda no produzca estos abusos, inevitables, en un mundo en el que la única ley que verdaderamente rige es la de la oferta y la demanda.

De competencias y otras memeces

Abe Rosenthal, vicepresidente de Cordish, y Joseph Weinberg, socio del grupo con sede en Baltimore (Maryland, EE UU), han insistido mucho en diferenciarse del fracasado proyecto Eurovegas, que apadrinaba el magnate de los casinos Sheldon Adelson. En primer lugar, han dejado claro que, aunque incluye salas de juego, no habrá casinos propiamente dichos. Según ha explicado Weinberg, solo entre un 5 y un 10% de la superficie del complejo estará dedicada al juego.

Esto lo van a abrir un miércoles, sí, también los miércoles, independientemente de que tú, querida Carmen, abras tu milonga. No entiendo cómo han sido tan osados de no preguntarte antes de abrir. No puedo entenderlo. ¡Qué competencia más desleal!

Lo peor es que estará lleno casi todos los días, que recibirá, si no ayudas directas de la administración, sí eliminación de todas las trabas que requieran. Por que el dinero ayuda a recibir ayudas. Y sí, estimulará la economía… pero sólo la economía. De lo demás ni hablamos, ¿verdad?.

Pues así están las cosas… Eurovegas o CordishBingo, no piensan en competencia, porque saben que el dinero mueve montañas.

Trump o el Fracking ha ganado las elecciones

Sigo pensando que hay mareas ocultas cuya corriente no conocemos y puede que no lleguemos a conocer y este es uno de esos casos en los que me da la impresión que realmente el motivo por el que ha ganado las elecciones es por la defensa de una cerrazón geopolítica que se puede pretender debido a cierta autarquía energética.

Leí en algún artículo que EEUU se convertiría en principal potencia energética mundial, exportadora de hidrocarburos, superando a los medioorientales, gracias al fracking, aunque posteriormente se lean otros artículos que dicen que este método drástico de obtención de petroleo ha entrado en riesgo de no ser competitivo.

No obstante, en ambas lecturas, aparentemente de ideologías contrapuestas, presumo lo mismo: que Donald Trump ha hecho de esa posible autarquía su bandera. En el primer caso, porque podría liberarse de la necesidad de mantener guerras contra diestro y siniestro, mucho siniestro, para perpetuar una competencia mercantil que obligue a bajar los precios del combustible y permita continuar un despilfarro irracional energético. En el segundo caso, si deja de sostener guerras de las que el periodo Obama (premio Nobel de la Paz) ha sido generoso, el precio del crudo aumentará en esas latitudes haciendo que vuelva a ser productivo desde el punto de vista de la rentabilidad la producción procedente de fracking de EEUU.

Sigo pensando que esas mareas ocultas y que me son desconocidas movían aguas turbulentas para la geoestratégica mundial o para el medioambiente. Ha perdido la batalla esta segunda postura, pero en ningún caso creo que ninguna de ellas tuviera una mirada a largo plazo de cómo hemos de vivir, de qué modelo de planeta deseamos, ni nada por el estilo.

Y si a ello le añadimos otras cuestiones… sigue pareciéndome tremendo que Donald haya ganado esas elecciones.

Car2go

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Ya me he dado de alta con Car2go. Quizá porque pensaba que me podía ser útil y, definitivamente, porque creo que la forma en la que la ciudadanía debe desplazarse por un lugar tan hiperpoblado como Madrid (o cualquier otra ciudad que sobrepase el millón de habitantes) debe cambiar con urgencia para mejorar la calidad de vida y, también, sí también, para aumentar la eficacia de los desplazamientos.

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No obstante, sigo sintiendo que esta ciudad en concreto es pequeña y caminable, lo que hace que el uso de coche, incluso de este tipo de coches, es algo ineficaz de por sí. Y lo voy comprobando poco a poco:

Gestioné el alta hace casi un mes y lo he usado en dos ocasiones, y esforzándome, después de un frustrante primer intento en el que no logré que se pusiese en marcha el vehículo. Parece ser, después de la llamada de rigor al servicio de atención al cliente, que tienen algo de truco, pues no siempre arrancan a la primera, a pesar de que se sigan a rajatabla las indicaciones.

No me di por vencido y volví a intentarlo, entre otras cosas porque en con el alta, que cuesta 9€, te «regalan» 15€ en minutos para practicar y no protestar (ahora comprendo). El sábado de la semana pasada, Carmen y yo fuimos a la exposición de una alumna mía (Kay Woo) en el Museo Tiflológico de Madrid, que está situado en la calle Coruña, cerca del metro Tetuán. Una obra fantástica, un museo formidable y una alumna… magistral.

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Dado que la línea 1 no estaba operativa, el trayecto que habríamos hecho habitualmente, desde nuestra vivienda en el centro de Madrid hasta allí habría sido mucho más complejo que un simple GranVía-Tetuán. Caminando es una tiradita y en autobús la combinación es casi imposible o tarda cerca de una hora. Debíamos haber optado por un transbordo haciendo la combinación Noviciado-Cuatro Caminos (L2) X Cuatro Caminos-Tetuán (L1).

Es decir, que nos decidimos a retomar el intento de gastar los 15€ que tengo en mi cuenta de Car2go y buscamos un coche cerca de nuestra casa.

He aquí uno de los primeros inconvenientes de la app para quienes vivimos tan céntricos como nosotros: en la zona centro casi no hay coches disponibles nunca en un radio de menos de 10 minutos, lo que hace que sea muy poco práctico para nosotros, puesto que en esos 10 minutos ya estamos muy cerca del destino, eso teniendo problemas de transporte, como era el caso.

Excepcionalmente, siendo sábado por la mañana, había un vehículo a unos 7 minutos caminando.

Tras unos breves y torpes comienzos, conseguí ponerlo en marcha, ya sabiendo que había que llamar desde dentro del coche si había algún problema y nos pusimos a conducir.

El coche se conducía bien, eléctrico, hace poco ruido, pequeño y manejable y las velocidades que maneja son las adecuadas para tráfico urbano, así que sin ningún problema llegamos en unos 30 minutos, tras aparcar en un lugar permitido de los de zona verde sin restricciones de aparcamiento por carga-descarga.

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Por supuesto, con mi falta de experiencia conduciendo por ciudad, hacerlo un día de diario con mucho tráfico no se me pasa por la cabeza, pues la cantidad de estímulos que aparecen en la conducción me parecen un contraestímulo para el deseo de conducción, pues noto la probabilidad de ser afectado por alguno de ellos: Pequeños accidentes, rozaduras, abolladuras, frenazos, infracciones de reglamento…

A pesar de que se reduce enormemente la responsabilidad con respecto a la que hay que tener al usar un coche en propiedad, no deja de ser exigible una responsabilidad de conductor que me parece una pérdida de libertad de opciones (por ejemplo, limita las posibilidades de ingerir bebidas alcohólicas, entre otras cosas).

No quiero ni pensar en las posibles pesadillas que pueda ocasionar el ser «responsable» de algún desperfecto en el vehículo, directamente o no, causadas por la conducción o no apreciadas y correctamente verificadas al aceptar el uso del mismo. ¿Qué pasa si, en un despiste, aceptaste que el coche no tenía ningún daño y tras el uso que haces del mismo, el siguiente usuario reporta un nuevo daño? ¿Se te imputa el mismo?

Ayer, volvimos a hacer uso del tiempo remanente (ya sólo me quedan 14 minutos) viniendo desde las proximidades de la calle General Rodrigo, donde fuimos a hacer unas revisiones oftalmológicas y dermatológicas para Carmen (su dermatóloga es extremadamente guapa y simpática, sin que venga en absoluto a cuento) y aparcando casi en nuestra misma calle, en la esquina de Corredera Baja de San Pablo con Loreto y Chicote, pero aquí viene el otro gran inconveniente del uso para nosotros, habitantes del centro centrito centroso de la ciudad: Tardamos cerca de 10 minutos en buscar aparcamiento. Seguramente, si el uso de estos vehículos se extiende, resultará mucho más sencillo encontrar sitio, pero actualmente, es uno de los que considero problemas principales.

Habríamos tardado bastante menos en venir en Taxi, costándonos, quizá, tan sólo 2 euros más de lo que nos habría costado el viaje en car2go, que ascendió a unos 4€ (20 minutos). En autobús habríamos tardado 10 minutos más y nos habría costado (entre los dos) 2,40€, sin preocupaciones de ningún tipo, andando, por cierto, nos habría costado… uy, nada, con tan sólo 15 minutos más, que los podríamos haber recortado al tiempo que le dedicamos al cuidado de la salud, al gimnasio o a cosas parecidas, en bicicleta, salvo muerte ocasionada por la dificultad intrínseca que tiene esta ciudad para circular de esta manera, nos habría costado los gastos de la bici… y el mismo tiempo o, incluso, 5 minutos menos.

En resumen y de momento (seguro que cambiará mucho, pero mucho mucho, con la llegada de los vehículos autodirigidos, que está por despegar de la mano de los google-car y semejantes), mis preferencias para este tipo de transporte por la ciudad viviendo donde yo vivo (esto es crucial, pues no es igual para todo tipo de personas, ni por ubicación, ni por hábitos de vida, etc) son las siguientes:

  • Transporte preferido para distancias menores de 3 Km: Peatón, sin dudarlo. Tardo menos de 30 minutos en ese recorrido, disfruto de una actividad física, intelectual, absolutamente no contaminante y que estimula la comunicación, el disfrute del ahora y reduce los riesgos de accidentes, amén de reducir también el consumo innecesario, incluso, el de gimnasios.
  • Transporte preferido para distancias mayores de 3 km: Metro, salvo las excepciones en las que el autobús cubra la ruta de manera más directa y además no sea horario de alta concentración de tráfico. Poca contaminación urbana (no nos engañemos, el consumo de energía se produce, pero los residuos ocurren o pueden ocurrir a distancia de la ciudad, en las correspondientes centrales térmicas), reducción de riesgos de accidente, alto control del tiempo de llegada para evitar impuntualidades, disponibilidad de tiempo para descansar mientras se lleva a cabo el traslado pertinente e, incluso, posibilidad de concentrarse en la comunicación, aunque sea no verbal, con otros seres humanos en las mismas condiciones.
  • Transporte preferido para urgencias: Taxi, salvo que el flujo de tráfico no lo aconseje como opción haciendo más rápido el transporte bajo la superficie, o que el precio sea excesivo, en cuyo caso pueden barajarse otras alternativas (pero desde el centro de Madrid hay tantas opciones de movilidad que es casi imposible no encontrar otra opción rápida).
  • Transporte preferido para disfrutar de las vistas: Peatón, otra vez, salvo que se deseen recorrer largas distancias, en cuyo caso, en Madrid, está la estupenda opción de los autobuses urbanos (EMT, no confundir con EMT).

¿Cuándo, entonces, usar el car2go?

Bufff… pocas veces, seguramente, será la mejor opción para moverse por la ciudad hacia o desde mi casa, pero es posible que, en alguna ocasión, desde alguno de los destinos donde imparto clases particulares, como la zona de Pirámides, tenga que desplazarme a otra zona de condiciones parecidas, amplias calles, comodidad para aparcar, baja densidad de opciones de transporte público subterráneo directo, dentro de la M30 (restricción que actualmente tiene car2go), etc.

¿Y la bici?

Ni de coña. Sigue pareciéndome un mal transporte para una ciudad como Madrid (todo, por supuesto, de momento), debido a razones urbanísticas, sociales, etc. Ya escribí un artículo sobre el uso de la bicicleta en Madrid y sigo opinando lo mismo: son para irresponsables o para amantes del riesgo. No soy ninguna de las dos cosas.

En conclusión, seguro que este artículo quedará obsoleto en menos de dos años, así que no es importante ninguna conclusión pues en absoluto será concluyente. Y mi capacidad para prever el futuro está bien descrita en mi suposición (hace 20 años) de que los teléfonos móviles no iban a triunfar en España.

La movilidad en las ciudades está cambiando vertiginosamente, se adivinan tiempos en los que los coches privados dejarán de ocupar el enorme espacio que ahora ocupan, que aparecerán nuevas formas más optimizadas de desplazarse por el espacio urbano, que puede que acaben por convertir las ciudades en lugares más agradables y habitables.

Tras ese gran cambio, o simultáneamente, vendrá otro en los trayectos de medio o largo recorrido, convirtiendo la posesión de un coche en algo tan obsoleto como la posesión de una carroza o un caballo, o un CD. Y seguro que veré ese futuro.

Esto no es una broma