¿Qué le hace suponer al anunciante que no lo tengo TODO?
¿Qué le hace suponer al anunciante que quiero tenerlo TODO?
¿Qué le hace suponer al anunciante que me importa no tener TODO?
¿Qué le hace suponer al anunciante que hay un TODO?
¿Qué le hace suponer al anunciante que yo no soy TODO?
¿Qué le hace suponer al anunciante que tiene para ofrecer algún TODO?
¿Qué le hace suponer al anunciante que puede ponerle precio a ese TODO?
¿Qué le hace suponer al anunciante que puede ponerle precio a TODO?
¿Qué le hace suponer al anunciante que estoy dispuesto a pagar por TODO?
¿Qué le hace suponer al anunciante … TODO?
modo de vida
Prohibir el paro
Me pregunto si no será mucho más sencillo que proponer «minijobs» el considerar delictivas a todas las personas que no están trabajando con un contrato como dios manda.
De esta manera, se lograría alejar esta preocupación de la lista de inquietudes de los españoles y de las españolas.
No acostumbro a ver publicadas las cifras del número de «ilegales» o, más correctamente, indocumentados. Así que la cifra de parados desaparecería en ese olvido informativo, pues todo parado sería un ilegal más.
Lo más temible de este país es que cualquier día este descalabro se convertirá en propuesta gubernamental… no sería de extrañar.
De acuerdo y no
Qué curioso, estoy de acuerdo al 100% y, sin embargo, no estoy de acuerdo.
Sigue pareciéndome, sutilmente si se quiere, sexista el contenido.
Me pregunto qué pasaría si sustituyo esposa por esposo y sirvienta por sirviente y algo me dice que no suena igual.
Cuando lo leí (hombre que soy) creía que era a mí a quien me preguntaban lo de quieres casarte conmigo… e inmediatamente, tras leer la respuesta, me dije: yo sí que sé lavar, planchar y cocinar (aunque me niegue a planchar, por motivos socioeconómicos ;-)), pero cuando leí la última réplica, me di cuenta de que lo había comprendido al revés.
Se me había pasado el hecho de que quién hace la pregunta es, de habitual, el hombre. ¿Cómo y por qué se me había pasado este detalle?
Y añadí una cosita más, me parecería necesario que si se tratase de un hombre se exigiese que, antes de proponer matrimonio, supiese lavar, planchar, cocinar (incluso coser y cantar). En resumidas cuentas, que fuese un ser independiente y capaz de resolverse sus necesidades domésticas.
Pero aún hay más, ¿por qué limitarlo a las exigencias para un hombre? También para una mujer. Para cualquier persona, independientemente del género, raza, religión, etc.
Y esto entraba un poco a cuestionar lo que venía a decir el mensajito de red social típico/tópico. Así que, por supuesto, no compartí.
Me parece que pierdo demasiado tiempo pensando en naderías en torno a naderías.
De confidencialidad y datos personales
Ayer, durante una agradable reunión en torno al cumpleaños de una amiga de Carmen, surgió el debate sobre la confidencialidad de nuestros datos en Internet y me di cuenta de que mucha gente confunde algunas cosas:
Un cuestión es regular cómo viaja la información por los canales de Internet (cifrada, no cifrada, etc) que genera posibles espionajes por parte de terceros en medio de los destinos (ya sean los ISP, gobiernos con más o menos autorización…).
Otra cuestión bien distinta es regular quién tiene acceso a nuestros datos personales (fotos, nombres, aficiones…) que, cifrado o no cifrado, damos a unas cuantas empresas (Google/Android/Gmail, Microsoft/Windows/Hotmail, Apple/Mac/iPhones, FaceBook, Twitter…), todas ellas, por cierto, residentes en un único país.
Y un tema adicional, nuestro acceso a los servicios que ofrecen estas empresas ocurre viajando a través de múltiples países, generalmente, de modo que ¿qué legislación aplica?
Con respecto a las leyes «antipiratería», que ya he escrito en otras ocasiones, hay regulaciones más o menos oficiales que reducen el ancho de banda para servicios de internet determinados, como la disminución de la velocidad del ADSL para servicios P2P, por ejemplo, sin diferenciar (algo relativamente difícil si no imposible) la naturaleza de lo compartido/descargado, así se limita de igual manera una descarga de una película con protección que un software opensource.
Somos todos los que estamos haciendo un gran regalo a la «Tyrell Corporation«. No nos exigen dar los datos a estas empresas, pero es tan cómodo hacerlo que es mejor no pensar en alternativas.
La esperanza no se acaba de perder y el otro día me enteré de que BQ ha sacado un móvil con UBUNTUPHONE, es decir, aún queda algo de idealismo pugnando por ofrecer alternativas.
Quizá con este primer paso, el manejo del hardware (de los móviles) volverá a estar un poco en las manos de los usuarios, algunos de los cuales puede que se esfuercen lo suficiente como para dejar de usar herramientas que condicionan nuestra privacidad, nuestros datos, haciendo que los «regalemos» o cambiemos por un poquito de comodidad.
Al menos, con los PCs ya hubo evolución similar cuando se comenzó la bifurcación tras las clonaciones. La década de los 80 fue un mar de variedades… muy bien retratado en la serie Halt and Catch Fire.
Fracking
Técnica peligrosa que ahora
se supone
posible causante
de seísmos.
Técnica de bajos fondos
que arrastra
mierda de arriba a abajo
y
viceversa.
Técnica para prospecciones
de oro negro
sucio
muy sucio
con el que mantener
nuestro nivel de vida.
Técnica para evitar
usar energía nuclear
usar energía eólica
usar energía solar
usar menos energía.
Técnica para conseguir
petróleo
más allá de lugares
conflictivos
intencionadamente.
Técnica para remover el suelo
y no en la acepción
más porteña de todas.
Técnica inmunda
mala
mala
mala…
Maldito Fracking de mierda
que provocó una fractura
en nuestra conversación.
Maldito nivel freático
que no se está quieto y
baila sin permiso y sin solución.
No te merezco
no
no te merezco.
Querría un sol
y tengo un frack
ing
sin ING
o todo lo contrario
y un puñadito
de silencio azul.
Contando garbanzos
Garbanzo tras garbanzo
tras garbanzo
tras garbanzo
hasta más de mil garbanzos
hasta siete garbanzos
hasta un número par de garbanzos
hasta un número impar de garbanzos
incluso hasta un número primo de garbanzos
hoy
he pasado la mañana.
Yo para ser feliz quiero un camión
Lleva la imagen un subtítulo (visto en red social) que dice:
Se necesita poco para ser feliz.
Pero no es así, lo que se necesita es muy poco para ser infeliz.
Para ser feliz, de acuerdo a esa imagen de sanador mental barato, hacen falta todas esas cosas (un camión de cosas), así que con la carencia de una de ellas (mucho mucho más probable) se deja de conseguir la felicidad, que, por arte de birlibirloque, cae en la responsabilidad de cada cual.
Para ser infeliz basta con tomar malas decisiones, en resumidas cuentas.
¿Y quién no ha tomado malas decisiones en algún momento?
Pues sí, yo para ser feliz quiero un camión de cosas… o relajarme y disfrutar de las que me van viniendo (según avanzo, según avanzo…)
Hipotecas
Sin restar importancia al hecho de que también el banco se debió hacer responsable de algunos de sus errores (directamente responsable, sin salvaciones ni ostias… y entonces sí habría habido una revolución, claro), sin restar esa importancia, insisto, corregiría el punto 3 de la siguiente manera:
El banco me ofreció una hipoteca para comprarla, conociendo mi situación económica.
Y agregaría un 3.5 tremendamente importante: acepté las condiciones, conociendo mi situación económica.
Un comentario con respecto al punto 4: Supongo que yo no sabía, cuando pasé por ese punto 3.5 que falta, que en algún momento podía ocurrir. Porque de haberlo sabido habría sido un poco irresponsable. ¿O tampoco?
Sobre el punto 5, una aclaración conveniente: lo que me ofreció el banco y yo acepté fue dinero (un préstamo) con unas condiciones, entre otras, intereses a abonar… quién realmente me vendió la casa fue una promotora/constructora. En realidad es con estos con quienes creo que tendría que hablar para devolverles la casa y pedirles que me devolvieran mi dinero… aunque eso va a ser difícil. (Meterme en la propiedad de estas promotoras/constructoras por parte de los bancos es algo que me supera en esta entradilla)
Pero el dinero y su disponibilidad inmediata no son lo mismo. En medio está lo que llamamos el precio del capital. (Sí, estamos en un sistema capitalista).
En cuanto al punto 6, está claro que hay que repasar, en eso de los sistemas capitalistas, cómo funciona esa famosa ley de la oferta y la demanda. Aunque se puede (posiblemente con cierta razón) aducir que era un complot prepensado para hacerme caer en sus redes especulativas. Aunque conozco una amiga, una muy buena amiga, que nunca se atrevió a comprarse una vivienda (en realidad no estaba dispuesta a pasar por el omitido paso 3.5) y ahora sigue feliz en su casa alquilada cerca de la mía (comprada completamente, con una hipoteca que terminé de pagar, adelantándome a su finalización con amortizaciones que iban liberándome cada día más, incluso a costa de perder beneficios fiscales).
No voy a decir que la culpa (caso de haberla) sea exclusiva del comprador: el precio de los alquileres de viviendas llegaron a ser tan altos y la «facilidad» de conseguir una hipoteca a bajos intereses (aunque en ocasiones eran intereses revisables) era tan sugerente que no hacía una propuesta de austeridad, salvo la que venía cada cierto tiempo del BCE (el odiado Banco Central Europeo) solicitándole a España que subiese los tipos de interés para desincentivar el endeudamiento particular.
Ya en el 2007 mi amiga María se manifestaba contra el precio especulativo de las viviendas y la desregulación del mercado inmobiliario, pero era ella y un grupito de perroflautas que en Sol (entonces no era Vodafone Sol) no ocupaban ni un 2% del espacio de la plaza. Los demás decían que era una tontería de jovenzuelos que no querían invertir… (esta era una palabra clave que muchos nos creímos).
Lo siento pero Forges, en esta ocasión, me parece simplista y populista (sinónimos, por cierto).
Que el precio de la vivienda (del suelo) es alarmantemente alto en Madrid era un problema ya en 2003, cuando alquilar un local era tan caro que debías subir precios de actividades que realizaras en él para poder hacer frente a estos gastos fijos. La acumulación de la propiedad en manos de unos pocos grandes poseedores que se permitían el lujo de mantener locales sin alquilar ni vender si los precios no eran los que marcaban, llevaba a situaciones demenciales (hace más de 12 años, no con la crisis…).
Ese fue uno de los grandes problemas de nuestra economía. Pero se veía (por muchos) como una «oportunidad» de negocios: compra y luego tu casa valdrá más y más y más… y la ambición rompió muchos sacos.
Y la irresponsabilidad de algunos que avalaron la ambición de otros, porque tener un hijo no ambicioso era una vergüenza. (Ahí tengo unos tíos que han perdido una casa por avalar las ambiciones irresponsables de un primo mío. Por suerte, tenían otra vivienda menor…)
Repito, como al principio, que no es tan simple… claro que podríamos hablar de responsabilidades compartidas, especialmente a partir del momento en el que un banco privado (que también debería saber que puede ser arriesgado) es rescatado de la ruina con dinero público. Sí, en un sistema capitalista, en el que se rescata deudas de las grandes fortunas, pero no de las pequeñas propiedades.
Esto es injusto aunque sea justificable. Por más que se me repita que se trata de un préstamo para evitar conflictividad social. Sí, sí… préstamo que, sin embargo, no se renegocia con quién está en dificultades para hacer frente a sus pagos hipotecarios.
Bien está que se regule un poco más la adjudicación de hipotecas, la tasación de viviendas, la renegociación de deudas… pero esto conllevará, entre otras cosas, espero, la dificultad para pasar tan rápidamente del punto 1 al punto 2. Si una casa me gusta… tendré que pensar mucho más antes de dar el siguiente paso. Entre otras cosas porque lo lógico sería que no me dejasen pasar al mismo. Pero esto es intervencionismo: demasiado poco capitalista… me acabarán acusando, después de todo, de comunista.
Por cierto, tampoco estaría de más el aumento impositivo para segundas viviendas (y terceras y cuartas…), especialmente desocupadas, hasta desincentivar la acumulación de bienes inmuebles con los que permitirse la especulación. Pero, de nuevo, esto acabará por desincentivar la inversión para la creación de empleo (en un país de burbujas) y… bueno, sigo diciéndolo: es más complejo de lo que yo sé.
Sostengo que a Microsoft Windows le quedan dos telediarios
Parece controvertido afirmar esto tan categóricamente, sobre todo si tenemos en cuenta que sigue imponiendo su sistema operativo a sangre y fuego en la mayoría de los PCs del mundo, preinstalándolo hasta hacerlo casi imposible de desinstalar o hacer convivir con otros sistemas (he ahí el temita de UEFI y la instalación de otros sistemas operativos, como Linux).
No es que, como algún iluminado, pretenda afirmar que Linux, más concretamente el software libre, va a desplazar al oscurantismo de los de las ventanas… es que la guerra ya no está en ese campo de batalla: ese frente está cerrado y cerrándose: el futuro es mucho más portable, más ligero, Box, tablphone… o widget o wearable… o lo que sea, pero menos PC.
Sigue sacando versiones de sistema operativo a ritmo entre frenético y lento (a la vez), anclando a los usuarios conservadores en un muy estable Windows 7 (después de los quebraderos de cabeza que generó el maldito Windows Vista, que era más o menos un virus que venía preinstalado…). Por otro lado, se empeña en competir en el mercado de las pantallas táctiles, fomentando la aparición de sistemas operativos orientados a tablets como el Windows 8 (y su enorme corrección correspondiente: W 8.1).
Saltándose el Windows 9 (por razones que desconozco) se aventuran con el Windows 10 que puede que sea mejor que el 8.1 (puede) y que seguro necesitará más y más recursos, pero eso ya no es importante, en esta era de despilfarro y más madera…
Pero se sigue obviando algo: la batalla de Internet y la de los dispositivos móviles (tablets / smartphones y lo que está por llegar) está ganada por otras empresas más arriesgadas, más dispuestas a afrontar las filosofías de, incluso, financiación, contemporáneas, del siglo XXI, que fomentan el desarrollo sencillo de aplicaciones para esas plataformas y su pago o su compra-venta con modelos de negocio que el gigante de Micro$ no acaba de entender.
Y digo esto sorprendido de que los precios de la suite de Microsoft Office hayan bajado de los 100€. Algo ridículo si tenemos en cuenta que Whatsapp cuesta la tontería de 0,89€/año.
Sus aplicaciones siguen lastrando una filosofía pre-internet. Pre-(multi/mega)-distribución. Las aplicaciones del siglo XXI aspiran a llegar a tantos usuarios como jamás tuvo ni en sus mejores días la compañía de Gates, y por supuesto parten de ofertas de gratuidad, versiones de prueba con publicidad, versiones limitadas, pero usables, o directamente, versiones que demuestran que hay otros productos laterales de la compañía fabricante en venta que así se da a conocer.
Google va ganando esta guerra por la superioridad en la fabricación de software, por supuesto, incluyendo su megaexitoso Android (por cierto, un linux, para quien no lo sepa), pero ya aventuraba su victoria con aplicaciones que, con razonables buenas conexiones a internet (vaya, el siglo XXI otra vez), desbancaban a las de Richmond: ahí queda el maravilloso paquete de aplicaciones de Google Docs, limitado, se dirá, pero es que para la inmensa mayoría de los usuarios de esta década, no es tan importante las posibilidades que les dé un procesador de textos, posibilidades que, en casi cualquiera de los casos no va a usarse por desconocimiento o por innecesidad. Por no hablar de calendar, youtube (de google), blogspot…
Donde Microsoft se hizo dependiente de su sistema operativo y la consabida preinstalación en el hardware, Google se hizo dependiente del single-sign-on (SSO) que hacía que un usuario contraseña (el de gmail/G+) sea útil y casi necesario para sincronizar todos nuestros equipos o nuestras aplicaciones que ahora (2015) están más en Internet que un dispositivo físico con uno u otro sistema operativo.
Microsoft está teniendo lo que podríamos denominar «la enfermedad IBM«, recordando cómo decayó su imperio tras el auge (bien aprovechado) de los clónicos y la parcial independencia que demostró entonces Bill Gates de su paraguas azul.
El futuro cercano es Google. (Apple seguirá en su burbuja hipster, demostrando que tienen y tuvieron visión para ser considerados «cool» de por vida, sin importar los costos). Microsoft (y especialmente Windows) tiene los días contados, salvo que sigan comprando empresas que hagan lo que ellos no son capaces (véase el caso de Skype, entre otras) y acaben por convertirse en la sombra de una que pegue el pelotazo (ya sea social, FaceBook, o de almacenamiento en la nube o lo que sea).
Sus batacazos sucesivos han sido tan notorios como olvidados:
MSN: aquel pueril intento de hacer una red de Internet monopolizada por una empresa… (algo que, casi sin proponérselo (quizá está fue la clave) ha logrado Google.
Messenger (luego Windows Live): un programa que prentendía comunicar usuarios pero que nunca acabó por estar disponible en cualquier plataforma, no así Skype, que se impuso sobradamente (para luego ser comprada por M$) que así podía cerrar su episodio vergonzoso con un Messenger que ya no quería usar ni el más viejuno de los usuarios.
MySpace: jajajajaja… era una presunta red social. Pero FaceBook/Twitter y las modernas (basadas tan solo en imágenes, selfies, etc) al modo Instagram han hecho de MySpc un recuerdo, ya no vintage, sino simple y llanamente obsoleto y fallido desde su nacimiento.
Internet Explorer: después de décadas siendo el navegador de referencia, ha acabado por asumir que su futuro es la muerte, aunque pasen por una larga agonía llamada Proyecto Spartan, dejando el campo libre a Firefox (qué curioso, heredero del derrotado por IE Netscape) y, sobretodo, al líder incuestionable de Internet y los dispositivos móviles: Google y su Chrome.
W Vista: Bufff… mejor ni hablar de aquello. Después de un tiempo de notoria estabilidad con W XP, después o basado en un equilibrado W 2000, se pegaron la mayor con un sistema operativo in-operativo. Pero estaba claro que tenían que ir pensando en fabricar un sistema más moderno, más de este milenio, algo así como Windows 7, para lanzarse después a la conquista (muy muy tardía) de otros dispositivos con el mentado Windows 8. Pero en estos dispositivos no venían ni jugaban con la ventaja de la preinstalación… y ¿entonces qué? Pues que Android (e incluso iOS) les están dando por donde más duele: el sistema operativo, su núcleo duro, su dependencia máxima.
Ni hablar de Bing (ese buscador que se intenta imponer en redes sociales decadentes, pero que no acaba de cuajar) ni Hotmail/OutLook…
Y así se acercan a un ocaso casi irreversible salvo que den un giro radical, muy difícil de dar para un camión con trailer enorme y a la velocidad que nos movemos.
Pero quien sabe, aún son capaces de vincularse con algún gigante de la fabricación de smartphones e imponer su prometedor Windows Phone… pero sin soporte multiplataforma… van listos. Esos tiempos ya pasaron. Y no se han enterado.
De ahí que sostengo que a Microsoft Windows le quedan dos telediarios.
La misión de la educación hoy es hacer a la gente igual y crear trabajadores en lugar de desarrollo humano
Esta frase es de Claudio Naranjo.
Mi amiga Lilian me sugirió hace unos meses que echase un vistazo a esta entrevista en youtube que le hacen y no pude por menos que hacerle caso.
A continuación, mis opiniones al respecto que le remití, sobre las palabras de este interesante y sosegado tipo escritas a vuelapluma, mientras veía/escuchaba el vídeo, así que no están más que apuntadas, en ocasiones, tan solo abocetadas.
[youtube_sc url=http://youtu.be/qWPZ9HmcZZQ]
Según el psiquiatra chileno Claudio Naranjo, “la misión de la educación hoy es hacer a la gente igual y crear trabajadores en lugar de desarrollo humano”. Pero, ¿quién es responsable de este sistema educativo que solo enseña y no nos deja aprender desde nuestro propio interés? ¿Por qué nos adaptamos al sistema económico como a un déspota en lugar de tener un sistema que se adapte al hombre? ¿Qué nos hace guiarnos por el deber y no por el placer en la vida? Esto y mucho más en la Entrevista, de RT.
El origen de la sociedad industrial trajo asociados tanto la formación para ser productivo como la otra… antes, no había ninguna. Que tampoco se nos olvide, salvo para clases (muy) pudientes.
La normalidad… jejejeje… me parto! (véase www.Somosraros.com)
La mujer está más alejada de este sistema educativo por el mantenimiento de la separación de los roles.
Efectivamente, los políticos/ministros no tienen mucho margen de maniobra para modificar el sistema educativo.
La «construcción» opaca sobre el sistema educativo… tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Era necesaria, pero no fue nunca crítica: ya lo anticipaba Nietszche.
«Ya es todo tan abstracto que no se ve donde está el bárbaro» Me temo que esto es parte del problema… pero nadie asegura que este problema tenga solución.
El hombre (ser humano) SIEMPRE se ha adaptado al sistema (nunca a la inversa), pero quizá sea momento de darse cuenta de que era un error.
Alternativa: ¿Economía ética? Casi es un oxímoron. Habla de «personas que tienen el poder» porque tienen dinero… pero ¿Cuánto hace falta para ser de esas personas? ¿yo, lo soy?
Me convence que lo que hay que cambiar es la conciencia, pero si no es mediante la educación, no me queda claro cómo.
Pasar del principio del placer al principio del deber tiene que ver también con la compartición del espacio público. «Los primitivos…» no eran tan buenos. Ahora mismo no lo soportaríamos. La civilización era inevitable, no era simplemente una decisión. Fue fruto de una optimización energética.
Los primitivos dicen: nosotros… pero es un nosotros excluyente… que no se olvide.
Tiene cierta mirada un tanto idealizada de lo antiguo… sin sacarla de su contexto. Esto es un problema puesto que no ayuda a resolver los problemas de nuestro presente, en su contexto. No nos sirve esa mirada idealizada.
Me molesta un poco lo de que le llame «modelo patriarcal» a algo que debería ser denominado «autoritario o vertical», no todo padre, etimológicamente patriarca, es así. Mientras no desvinculemos esa denominación del género, seguiremos haciendo debates sobre lo masculino y lo femenino, y no entre lo que queremos y lo que no, sea de hombres, padres, madres, mujeres… etc.
La educación formal frente a la educación informal son siempre temas que me interesan y lo plantea con inteligencia… pero no acaba de concretar soluciones (lógico, igual no era demasiado posible). La libertad y la creatividad… son cosas sobre las que trabajo desde hace años, como sabes. Pero siempre es difícil encontrar ese lugar medio en el que ambas facetas (sintética y analítica, creativa y limitativa, formal e informal) se superen en un proceso dialéctico hasta llegar a un nivel superior.
«Se le enseña poco y se le ayuda a aprender»: ese es el futuro de la educación, está claro. Pero sigue sin quedar resuelto el «qué» deseará aprender… Esto, de nuevo, como decía él antes, tiene que ver con la transformación de la conciencia o lo que yo llamo la reversión del paradigma del éxito.
Espero que mis reflexiones que fueron ido saliendo a medida que lo escuchaba hayan sido claras… aunque poco elaboradas.