Género

Estaba leyendo un artículo de El País sobre las grietas en la lucha contra la violencia de género cuando me he ido a ver los comentarios de los lectores y me encuentro con este, entre otros:

Falta formación en los colegios. En casa, los niños/as siguen aprendiendo de sus padres que perpetúan un comportamiento igual al de hace 30 años. no se ha evolucionado casi nada. Buscamos una igualdad entre hombres y mujeres. Esto no es solo cosa de mujeres, nos compete a todos. responsabilidades compartidas.

Y no me llama la atención porque esté de acuerdo en esa obviedad, sino porque me llama la atención la dificultad que implica luchar contra un lenguaje que diferencia sexos y ello acaba por diferenciar roles. Ahí es donde estriba el problema, para mí, de nuestra educación: en no saber diferenciar entre género sexual y rol.

Me llama la atención del texto que intenta ser igualitario incluyendo aquello de «niños/as», sin tener en cuenta que el artículo que precede no ha sido feminizado, amén de referirse a los progenitores como padres (¿sin madres?). Es más, nos compete a todos y a todas.

Pero en esa vorágine de querer modificar el lenguaje que incluía a las niñas en el colectivo «los niños» podemos caer en la tontería de hablar de los colegios y las colegias… o desear incluir vocablos como miembra en el diccionario de la RALE (que aún no reconocen los diccionarios automáticos de la mayoría de aplicaciones informáticas).

Personalmente, este exceso me parece eso, un exceso.

No creo que sea deformando nuestro sexista idioma como conseguiremos mayor igualdad de géneros y, desde luego, como evitaremos tantos malos tratos. Aunque fuesen malas tratas, seguiría siendo del mismo rol al mismo rol(a).

Hay dominados y dominadores. Hay desigualdad porque ser el más está bien visto, así que no se va a acabar de criticar nunca la responsabilidad del dominador, porque se entiende que es lo que debe aspirarse a ser: ambición, ambición y llegar a ser el más. Aunque sea el más cabrón.

Y vuelvo al texto que cito: Falta formación en los colegios.

Comienza con una frase que ya pone los pelos de punta por cómo están las cosas y la pinta que tienen de cara al futuro: colegios concertados religiosos (¿Es preciso entrar en detalle sobre que los colegios religiosos católicos (no sé si hay musulmanes) son claramente sexistas? ¿Hay algún título equivalente al Papa que sea mujer?), colegios privados en los que se prima y estimula la ambición de llegar a ser «el más»… y colegios públicos sin posibilidad de incisión en pedagogía social, en enseñar civismo, en enseñar a comportarse y no solo a trabajar en la cadena de montaje correspondiente. Hay que revisar la película The Wall y darse cuenta de que vamos hacia ella de nuevo.

Sigo: En casa, los niños/as.

En casa también ven televisión, lugar donde sólo las mujeres han de ser guapas y jóvenes, mientras los hombres pueden ser canosos y gorditos, sin entrar en SinChan y otros subproductos para descerebrados (la lista sería interminable). En casa también tienen juguetes que, aún hoy, siguen siendo tendenciosos sobre el rol que cada cual debe adoptar en su futuro: los niños, conductores, las mujeres, estilistas, por ejemplo. En casa, sigue habiendo colores casi prohibidos para los niños, prendas inaceptables para ellos porque nuestra cultura las consideraría ridiculizadas, como faldas, por poner otro ejemplo. Al menos, de cuando en cuando, ya se permite que se dejen el pelo largo… aunque trenzas… y ni hablar de dejar de dar por hecho que agujerear las orejas de las mujeres cuando aún no tienen uso de razón no es algo que se haga con los hombres: ellas deben adornarse, ellos no; ellas están diseñadas para ser bellos objetos, ellos para poseerlas. En casa, revistas, programas, toda la publicidad, muchos juegos, apuestan no solo por separar los géneros, sino por asignarles distintos roles. Espanta, pero cuando llegan sus padres (o madres) poco pueden hacer.

Pero también les tocaría, ahora bien… ¿Cuántos padres se cogen una baja por paternidad?

A los hombres nos programan para que nuestra mayor meta sea profesional, pocas veces personal, afectiva, así que nuestro mayor logro es que en nuestra empresa nos valoren tanto como para ascendernos, o subirnos el sueldo. Puede que esto sea ancestral, de los tiempos que el hombre cazaba para alimentar la tribu, pero no inmodificable. De eso se trata: que la mujer haya entrado en el mercado laboral ha roto la tradicional asignación de roles que despreciaba el trabajo que realizaban en los hogares como ¿trabajas o eres ama de casa?

Yo soy amo de casa (entre otras profesiones). Y esto suena muy raro… no sólo a mí. Quizá porque debería decir soy ama de casa y no preocuparme, como cuando pido que no se añada miembra, ni taxisto. Pero también se me hace raro. Me cuesta desasignar ese rol a un género.

En el Tango está habiendo toda una revolución (pequeña y sutil, como todo en el tango) sobre la asignación de roles y géneros sexuales. Me alegra porque siempre lo había considerado claramente sexista y machista (de hecho). Ahora se habla, aunque Carmen lo viene haciendo desde hace años, de rol leader y rol follower en lugar de hacer de chico y hacer de chica… pero cuesta tanto a los que hemos aprendido de otra forma… Pero lo curioso es que hayamos tenido que salirnos de nuestro lenguaje para poder encontrar una forma de separar rol de género.

E incluso separados los roles, no se piensa muchas veces en que eso es más profundo que un simple cambio de nombre, es también un cambio en la forma de entender el liderazgo y el seguimiento. Hay formas activas, más fuertes, menos fuertes, más pasivas, más livianas, adaptadas a la naturaleza (e incluso al género) del leader. No ha de pedírsele al nuevo leader que sea corpulento, fuerte y viril. Esto es no entender que el rol de leader sigue, entonces, asociado al género sexual masculino. Yo no le pediría a una leader que me sugiriese un baile como lo haría un leader, pero es que ni siquiera a distintos hombres o distintas mujeres no les pido que sean y lo hagan igual. Me gusta la diferencia.

No necesito sentirme protegido, como alguna gente desea sentirse en el rol de follower, sino que me va bien que me propongan de igual a igual. Y voy o no voy… porque soy un mal follower… o porque creo que el rol de follower también ha sido y debe seguir siendo revisado. No se trata ya de una obediencia ciega, aunque puede estar bien hacerlo, si es lo que se desea, ni de una resistencia que acabe convirtiendo el baile en una guerra. Cada follower debe encontrar su forma de desempeñar su rol, acorde con su naturaleza (incluso su género, puede ser).

Tras este inciso sobre el Tango sigo con el texto: perpetúan un comportamiento igual al de hace 30 años.

Y pienso que ese conservadurismo se perpetúa no solo en esta enseñanza de asignación de roles a géneros sino en casi todo. Se sigue utilizando la expresión «Cómo Dios manda» en contextos que me hacen hervir la sangre. Somos un país tremendamente conservador que perpetúa sus tradiciones como base de su cultura y no al revés, que se fundamentase en la cultura para establecer las tradiciones. Y ahí está nuestra fiesta nacional para demostrarlo. Y de nuestra monarquía mejor ni hablar.

Constitución Española: Artículo 57.

1. La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, [siendo preferido] el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.

Haciendo cálculos (que viene de piedras) me doy cuenta de que hace 30 años era 1981 y tuvimos un golpe de estado. La Bola de Cristal tuvo su primera emisión en 1984 y en 1988 acabó por ser censurada.

Después y con el tiempo ha ido habiendo leyes e incluso ministerios de igualdad que nunca termino de entender, pero porque no puedo entender la desigualdad. Sé que es pragmático que haya leyes que penalicen la figura del maltratador o del dominador, aunque no puedo entender que las leyes no penalicen el maltrato y la violencia en general con tanta dureza y decisión que no haga falta sectorizar esta legislación. No puedo entender que el entorno social de un hombre no critique y censure expresamente el empleo de la violencia que suele ser comprendido como recurso humano, sí, quizá, demasiado humano.

Yo eso no lo puedo entender: he visto a hombres adultos pelearse por una mujer y que a la mujer en cuestión no le diese asco sentir que iba a ser objeto de recompensa para una pareja de ciervos dándose cabezazos.

He hablado con hombres que entienden que se pueda reclamar a hostias, porque para qué hablar. La discusión está sobrevalorada, para ellos. Y no se produce rechazo social, sino que se dicen cosas como «no, si yo estuviese en tu lugar haría lo mismo». Y como si no hubiese pasado nada. Pocas veces he oído a mujeres discutir de esta manera o esas formas. Quizá por eso la mayoría de mis amistades son femeninas.

Vuelvo al texto: Buscamos una igualdad entre hombres y mujeres.

No. Yo no. Los hombres son hombres y las mujeres mujeres y no quiero que sean iguales sino que puedan ocupar los roles que deseen dentro de su diferencia, haciendo, por tanto, los roles dependientes de eso y no al revés. Exigiría mayor flexibilidad en la definición de los roles, para que puedan ser desempeñados por diferentes tipos de personas.

Esto es algo que ha hecho que en muchas ocasiones me sintiese «femenino«, no encajaba como hombre en los roles que se suponía que tenía que desempeñar. Afortunadamente ya cocinamos más hombres cada día aunque a mi madre (y la considero vanguardista de la educación igualitaria) le cuesta aún regalarme a mí las cosas de la cocina que siguen siendo «para Carmen».

Es más, quiero ser hombre pero no necesitar demostrarlo a cada rato, con bravuconadas, con voz grave y seria, con saques de pecho y paso firme, casi marcial. Eso de medirse las pollas nunca ha ido conmigo. Lo aprendí de pequeño cuando no quería pegarme con nadie y no entendía que los chicos (porque siempre eran chicos) se pegasen para demostrar su poder. Ahora esas competencias intraespecíficas me parecen superables gracias al desarrollo intelectual, al avance de nuestra cultura y la generación de nuevos paradigmas de ser humano.

Está claro que mi cuerpo y mi mente me están pidiendo releer a Nietzsche.

Y aún hay más en el texto: Esto no es solo cosa de mujeres, nos compete a todos.

Pero no veo ni una sola manifestación de hombres por la igualdad y muy pocos que se sumen profundamente a esta redefinición de roles que no los vincule a géneros, como si temieran perder su espacio. Y no me extraña. Llegué a leer, con cierto placer, en un curioso artículo sobre clonación humana, que el hombre podría ser en un futuro cercano no más que un objeto de lujo, puesto que su necesidad para la reproducción es cada vez más puesta en duda. En un futuro más lejano, teniendo en cuenta la posibilidad de gestación extrauterina, también la mujer y su sexualidad sería dedicada únicamente para el gozo, el placer y el lujo. Se releerán los clásicos hedonistas con delectación.

De todos modos, esta competencia a todos (y todas) se traslada a tantas y tantas cosas… en el ámbito de las huelgas de profesorado de la ESO y Bachillerato que estamos teniendo en Madrid, aún no entiendo porqué no se enfoca como un problema más global, no del profesorado y los alumnos, sino del futuro del país, del planeta. No entiendo que no se convoque una huelga general de todos los sectores y de todos los trabajadores. No lo entiendo salvo que piense en que nos «descompetenciamos» y decidimos que la educación de nuestros hijos la tienen que defender los educadores. No lo entiendo. Así que voy a vestir de verde unos cuantos días.

Y todo para evadir nuestra responsabilidad: parece que seguimos deseando dejar de ser libres, dejar de ser los responsables últimos del mundo en el que vivimos, económica, política, ecológicamente y de la sociedad que gestamos. Somos responsables del ser humano que somos, de los humanos que nos rodean y de los valores morales y culturales que poseen. En todos y cada uno de los pequeños ámbitos en los que nos movemos, así que… atención al mundo y a cambiarlo, si no nos gusta.

Anuncios de clases particulares

Ya no sé qué hacer.

Anuncio mis talleres de poesía y escritura creativa en mil sitios, con papelitos que los más cool llaman flyers y que yo sigo llamando folletos, con correos electrónicos que son considerados spam (correo no deseado) a listas de direcciones de gente que ya debe de estar harta de recibirlos, pongo anuncios en diversas webs dedicadas a este tipo de cosas, pero sigo sin lograr un impacto suficiente para financiarme.

Tampoco me financio de mis clases particulares que este año han empezado mostrando síntomas de agotamiento masivo. Normal. Si la calidad de la enseñanza pública no mejora, porque se van a preocupar los padres por el mantenimiento de un nivel en la educación de sus hijos de manera privada y particular. Es más que normal. Más con la que está cayendo, como ha venido en ponerse de moda expresar esta crisis. Alguno, finalmente, se dará cuenta de que no es una crisis pasajera.

Las clases que solía dar a colectivos de la tercera edad (eufemismo que yo sustituí por mis viejitos) dentro de los centros DIA de la Comunidad de Madrid dentro del programa social de La Fundación Obra Social La Caixa (ahora que La Caixa es un banco…) ya no se hacen, así que tampoco ingreso de esto.

Es decir, estoy por debajo del umbral de lo que gasto mensualmente que no supera los 500€.

Son cantidades nimias para muchos e inalcanzables para otros. Tengo un soporte social (familia, amigos, estructura de cobertura social española) tan grande como para no considerarme en riesgo de ser tercermundista, aunque muchos en países presuntamente pobres ganan más que yo. También hay quien no imagina tener en propiedad una casa en el centro de Madrid.

Soy afortunado. Supongo.

Hago lo que me gusta. Sí. Parece que este fuera el delito. Parece que esta desviación de lo que debe ser normal (trabajar en lo que no gusta) sea lo que debo pagar. Se trata del sudor de mi frente. No de que no soporte sudar.

Estas chorradas de hoy tienen que ver conque estoy nervioso y no sé articular correctamente el discurso. Será mejor que deje de escribir ahora mism.

He cambiado de barrio

Vivía en un barrio en el que no podía
entrar en la mayoría de los comercios
hablar con la mayoría de la gente
porque eran prostíbulos
en los que es mejor no entrar
si no quieres ser un cliente
porque eran yonkis
con los que es mejor no hablar
si no quieres tener sus problemas
y mi hermana
cuando llegaba a mi barrio
lo primero que decía era que
olía a pis
y tenía razón.

Cuando Carmen empezó a vivir aquí tenía miedo
porque el barrio salía por televisión
para contar los últimos percances
que alguno había tenido con la policía
(mucha mucha policía)
y ahora está encantada.

Desde hace unos años parece que
he cambiado de barrio
y vivo en uno en el que no puedo
entrar en la mayoría de los comercios
ni hablar con la mayoría de la gente
porque son caros y mi economía está en crisis
(mucha mucha crisis)
hace años
desde que gracias a comprar una casa en ese barrio bajero
pude dedicarme a escribir poesía
poemas
que nadie quería consumir
y cuyo valor en el mercado de divisas
es insignificante.

Salgo a la calle y veo gente
(mucha mucha gente)
paseando mascotas de alto estanding
a las que les abrigan en invierno
con un jersey de lana virgen
pero que cagan en mitad de la calle
aunque sus dueños elitistas
se agachan a recoger lo que pueden
o quieren
de esos detritos
más o menos
sólidos.

Mascotas dueñas de las calles
como aquellos yonkis
y es mejor no meterse con ellas
ni con sus dueños
si no se quiere tener problemas
y aguantar que el pis
sea algo que siga sin cambiar
salvo de especie.

Defendiendo a Esperanza Aguirre

Parece mentira que ya sea la segunda vez que defiendo a esta persona (o creo que, incluso, la tercera vez) discrepando tanto como lo hago de sus programas o los de su partido, aunque no los hagan públicos, pues saber cual va a ser el derrotero que tome este país a partir del 20N es algo más que sabido.

Aunque tanto esta vez como la anterior he comparado a su partido con el nacionalsocialista. Sin acritud. Con lo que creo que es su ideario más o menos oculto entre palabras de neoliberalismo (con lo engañoso etimológicamente hablando que tiene esta palabra de emparentarse con liberal, libertad, etc).

Esta ocasión ha sido a raíz de una correspondencia con una amiga, docente de un instituto público de la Comunidad de Madrid.

La cito a continuación:

EL NO VA MÁS DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN MADRID

Una amiga me ha enviado un mail, en el cual algunos profesores de la enseñanza pública relatan cómo se está cubriendo la plantilla en sus centros. El texto es bastante largo, os cito una sola frase: ‘A mi centro ¿o debo decir ex-centro? han llegado dos «profesores» procedentes de la «Fundación Botín» que, al parecer, van a dar horas de matemáticas y economía. Están adjudicados desde julio y por supuesto no proceden de las listas de interinos….(El texto completo aparece a continuación de este mensaje) He querido verlo por mí misma y esto es una muestra de lo que he encontrado en la web de esa Fundación : ‘Si eres admitido al programa de Empieza Por Educar, serás destinado a un CENTRO PÚBLICO o concertado de ESO para dar clases de Matemáticas o de Lengua –según tu especialidad de estudios. Ya tenemos plazas en la Comunidad de Madrid y en breve podremos ofrecerte plazas en otras comunidades autónomas, puedes indicarnos tus preferencias al rellenar la solicitud online.’ (Fuente: www.empiezaporeducar.org, Presidenta de la Fundación: Ana Patricia Botín). Por supuesto a estas personas no se les ha exigido, como al resto de profesores de la pública, el Curso de Adaptación Pedagógica ni las duras pruebas que suponen las Oposiciones.
Como persona, como ciudadana, como madre sólo puedo decir: NO QUIERO. Os pido que una vez hechas las verificaciones oportunas le deis la máxima difusión posible.

Cuando me llegó este email, me puse a hojear (¿se puede hojear una página web?) la web en cuestión y me dieron escalofríos. Es una trampa y una trama… es juego sucio… pero es tan … ¿asqueroso? que contesté a mi amiga que era acojonante y que le agradecía la información. Ella volvió a escribirme diciéndome, entre otras cosas, «Que dos tiparracas inmorales -Aguirre, Figar- tengan el poder de insultarte y mentir a diario, que sus mentiras se difundan como la pólvora y que un gran número de personas le den crédito…» e hizo saltar en mí algo de crítica a las formas por la personalización del discurso.

No soy muy de personalizar y me parece demasiado duro lo que dices de 2 personas que representan (nos guste o NO) a un montón de gente que, esencialmente, están de acuerdo con lo que estas «personas» están haciendo. Sé de gente que las vota por lo que hacen y dicen… aunque parezca increíble!

Ella me respondió, sin enfado, lo cual ya es de agradecer en estos tiempos que corren de crispación absoluta:

En cuanto a lo de ser demasiado dura con esas dos personas… bueno, quizás podría ahorrarme lo de «tiparracas inmorales», pero en este caso concreto de la educación, dado que se trata del medio en que trabajo, sé cuáles son sus mentiras y sé también que mienten a sabiendas de que lo hacen. Muy moral, no me parece, la verdad. Tampoco me parece muy moral beneficiar a quienes menos lo necesitan y quitarles recursos a los más desfavorecidos (y no lo digo por decir, me baso en datos). Pero tienes razón, muchas personas las han votado; lo que no tengo tan claro es que todas esas personas sepan realmente en qué consisten las políticas educativas que llevan a cabo. (¡Pero si muchísimos de los padres que llevan a sus hijos a la concertada ni siquiera saben que no están obligados a pagar nada, y que de hecho, es ilegal que les pidan una mensualidad…!)

Y, para terminar de explicarme, volví a la carga con otra misiva explicativa de lo que había querido decir, pero más detalladamente:

No sé si me has entendido mal.
Es más una cuestión de forma que de fondo: prefiero no descalificar a dos personas. Se trata de que creo que ellas (y su partido y otros partidos) creen en la bondad de sus propuestas, aunque sea una bondad para algunos. También creo que sus votantes no son tontos o ignorantes (aunque haberlos haylos) sino que ellos creen también en esa bondad para ellos (cortoplacista y poco profundamente analizada, quizá). Conozco más de un caso, espeluznante, puede, en el que una profesora de colegio público lleva a su hijo a un colegio privado animada por el resto del claustro para que «tenga más oportunidades».

Es un modelo que no comparto y en lo esencial estoy de acuerdo contigo, es decir, discrepo abiertamente sobre la política que se viene haciendo desde hace años (y ahora ya sin tapujos ni eufemismos) entorno a la privatización paulatina de la sanidad y, en especial, de la enseñanza. Si estuviese en mi mano, que no lo está, prohibiría absolutamente la existencia de colegios concertados o privados de cualquier tipo. También haría lo mismo en sanidad.

Dicho esto, vuelvo a insistir en que se trata de no descalificar a unas personas, sino centrarse en la visión «cortoplacista y poco profundamente analizada» y, pedagógicamente, explicar las ventajas de un modelo alternativo al que nos están tratando de imponer (rectifico: imponiendo) como única posibilidad. Es un modelo que ya existía, casi. Se trata de no perder lo que en algún momento tuvimos (soy un orgulloso alumno de escuelas públicas de calidad). Pero, por favor y sin que te hierva la sangre: no te rebajes a la descalificación (ni siquiera a la de Hitler: lo malo no es él, sino el nacionalsocialismo). Es posible que para mí sea fácil decirlo porque tú no me ves como un «afectado» porque no trabajo en eso, pero yo sí me siento directamente afectado. De ahí que me interese y mucho la información que proporcionas. Se trata de un modelo claramente antisocial, que generará conflictos de clase en muy pocos años, que generará unas desigualdades injustas para una sociedad democrática (dicen que tenemos una así), un modelo, en definitiva, que nos hace retroceder a los privilegios de clase tan típicos de la época feudal y prerrevolución francesa.

Y sí, me gustaría que me contaras, por último, cuales son los HECHOS que te hacen descalificarlas de ese modo. Pero, insisto, mejor descailifa a la idea, porque un día no estará esa persona (Aguirre o Figar) pero seguirá funcionando esa propuesta insolidaria, inconsciente del valor atribuible a la cultura y su difusión, del valor de su libre acceso y del compromiso que debería tener un estado democrático por garantizar la formación igualitaria a todos sus ciudadanos, dejando de tratarlos como consumidores o clientes. Pero, insisto, esto no es solo responsabilidad de A o F sino de todos los que, con nuestros votos, con nuestras manifestaciones, con nuestras acciones, formamos parte del estado.

Querida Elisa, espero que no te parezca que soy un pesado, ni que esta tontería de la cuestión de forma es baladí. No quiero caer en la tentación de simplificar la cuestión y atacar a (o discrepar de) 2 personas cuando he de atacar a (o discrepar de) millones.

Encantado, otra vez, de seguir recibiendo información. Otros cauces son posibles y gracias a ellos y a ti (y no a Telemadrid) podemos informarnos más directamente.

Supongo que tendré en breve otra respuesta suya y que seguiremos discrepando en algunas cuestiones, pero lo que me gustó fue que me obligó a articular mi discurso de forma más ordenada, a ser lo suficientemente calmado como para explicarlo, a escuchar con algo de sensibilidad el dolor que está padeciendo la persona directamente afectada, a darme cuenta de que también yo soy directamente afectado, a responsabilizarme de dar a conocer (un poco más) la información que ella me está dando a conocer a mí y a un montón de cosas más… difíciles de nombrar.

Gracias, amiga, por tan fructífera correspondencia.

Leonardo Da Vinci habría sido libertario

Está claro que para poder ser libertario, espíritu libre o como se desee expresar, es preciso un esfuerzo que nos permita (digo nos, porque me incluyo) salir de la corriente que atrapa, arrastra, vincula, ata a una forma de pensamiento, palabra y obra no libre en el sentido de autoescogida.

Obvio que la libertad es cultural e hija de su tiempo, de sus circunstancia y de su posibilidad de elección basada en las alternativas conocidas.

Pero el esfuerzo principal está en saber que hay alternativas distintas a las que conocemos. Esto es expandir nuestro universo de libertad, por llamarlo de algún modo.

Ayer me peleé durante horas con un programa de edición de vídeo llamado openshot de código abierto (software libre) que podía haber obviado y tirar por el camino más cómodo de usar el famoso Windows Movie Maker (que en sus últimas versiones tiene más que de sobra para lo que quería) pero preferí usar mi ubuntu, como siempre, con su software.

Es un programa sencillo y eficaz y, una vez que le pillas el truquito, hasta es mucho mejor que el del sistema de pago (no olvidemos que habría que pagar, sí, por usar el MS Windows). Pero me costó lo mío. Varias horas de aprendizaje para saber cómo salir de la corriente. Y solo para una cosita de nada.

Si tenemos en cuenta que hay que ir saliéndose de la corriente, poderosa y caudalosa, constantemente, a cada pequeña actividad que llevamos a cabo, nos hacemos a la idea de la ingente labor que es esta de mantenerse alternativo, no por ser más cool, sino por abrir posibilidades, puertas, ventanas (no windows), a la libertad, a la propia y a la de otros; fomentar, de este modo, una sociedad más libre y plural.

Es un esfuerzo que, de ahí el título, seguramente hizo Leonardo en sus búsquedas de otros mundos posibles, de formación continua para poder ser autoelector de sus alternativas, en resumen, ser más libre que sus contemporáneos.

Leonardo di ser Piero da Vinci fue un pintor italiano nativo de Florencia. Notable polímata (a la vez anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista) nació en Vinci el 15 de abril de 1452 y falleció en Amboise el 2 de mayo de 1519, a los 67 años.

Pero el mundo es más y más complejo y mantener esa in-especialización es casi insostenible o, incluso, absurda, aunque al mismo tiempo más necesaria que nunca: ¿Cómo resolver esta paradoja?

Clases particulares

Voy a hacer carteles de clases part
iculares
están así
irregulares
como lo son las desdichas
dichas
dicho
sas
con tal de tañir
tan tan un son de porcelana
con los carteles
que haré
o ahré
para que parezcan
que no las imparte un doctor honoris causa
y sean atractivas al bolsi
llo
más exigente y menos abultado
porque vengo observando que
me lo paso mejor
dándole
clase
d’
andole
clase
con clase
a alumnos menos pudientes o de familias no demasiado acomodadas
pero sí lo suficiente
lo necesario y suficiente para que deseen y pueda
n
contratarme.

tengo que conseguir dinero
y es un apremio cada vez más duro y exigente
que me hace pensar poco en otras cosas para las que no
quiero tener que andar pensando en el dinero
dinero
dinero
dinero
dinero
dinero

y luego, un ratito de placer con mi amada
y luego, un ratito de estrés con mi amada
y luego, un ratito de comida con mi amada
y luego, un ratito de series con mi amada
y luego, un ratito de letras con mi amada

seis letras
6
y sus labios
y sus aes
sin cifrar
en lenguaje claro y distinto
para mí

Nos agobia el ocio

tenemos tiempo
y ganas de hacer cosas
muchas cosas
y de asistir a eventos
muchos eventos
y de ver a los amigos
muchos amigos
y amigas
y muchas más amigas
y de llamar por teléfono
muchos teléfonos
y luego lo cancelamos
para encontrarnos
con los pocos
los pocos amigos (amigas, muy pocas)
los pocos eventos (muy pocos)
las cosas (muy muy pocas)
y las llamadas (casi ninguna)
y
en el mejor de los casos
con una única persona haciendo una única cosa
de la que no informar
ni considerarla evento eventual.

hacer amor:
amar
y
ya.

Reciclar

Sé que lo que voy a decir no será muy agradable y que muy probablemente algún amigo se enemigue conmigo, pero es lo que debo decir.

Reciclar es malo. Medioambientalmente malo. No creo en el reciclaje. Es algo que en ocasiones digo y espanta a más de uno. He de reconocer que lo primero que a mí me espanta es que esto del reciclaje sea algo así como algo en lo que creer, porque lo es, nos venden o prometen una nueva vida para las cosas que hemos usado, adquirido y no reutilizado, para que participemos de una maquinaria de separación de residuos de la que somos la parte más eficiente.

Empezaré por aclarar conceptos:

Reciclar es, como todo el mundo sabe, la última de las famosas tres erres, la que menos importancia debería tener, la que casi no se llevase a cabo, salvo errores en las otras dos erres anteriores.

Y es que nadie parece acordarse de las otras dos primeras: reducir (el consumo) y reutilizar (hasta agotar las posibilidades… que son infinitas).

Siento, con el reciclaje, que es una invención empresarial que nos han vendido a través de nuestra buena intención, que hemos comprado para paliar nuestro sentimiento de culpa, y, para colmo, nos han vendido que nos toca hacerlo casi todo a nosotros, los clientes-usuarios-consumidores-ciudadanos.

Y cuando leo artículos como el de la OCU sobre el seguimiento de residuos electrónicos me queda casi la certeza de que es así. A nadie solivianta, salvo a quien ya está concienciado (y suele estarlo también con las otras erres) porque es algo que no importa tanto; es un poco como si aquel a quien doy una limosna se acaba inyectando cualquier cosa porque no he solucionado su problema, sino que he mirado para otro lado pero dándole algo para acallar mi conciencia.

Y vuelvo a las dos erres anteriores y a la que yo considero etimología de la palabra reciclar:

Pensando en el ciclo del que parece proceder la palabreja, me di cuenta de que no era tan bonito como cabía esperar (aunque se habla del ciclo de vida y esas cosas tan new age que no significan mucho), sino que parece referirse al ciclo de fabricar-comprar-usar-tirar-fabricar… Es decir, que las dos erres anteriores no pueden aplicarse porque se rompería el ciclo y eso es lo que no debe pasar bajo ningún concepto, parece ser.

Es decir, reciclando se está formando parte y fomentando la cultura del comprar-tirar-comprar, el hábito del «no importa lo que hagas, tus residuos puedes volver a comprarlos».

Para colmo, no se desglosa la labor del reciclado en sus varias partes, de manera que nos podamos dar cuenta de qué parte es aquella en la que nosotros podemos incidir: la separación.

Y es que de esta separación se nos hacen responsables, sabiamente, para que no podamos decir que si el reciclaje se hace mal no es por nuestra culpa. No es justo ni razonable: no se puede pedir que tengamos el conocimiento químico suficiente para realizar una separación de residuos ordenada en unas categorías cada vez más difusas (un tetrabrik tiene mucho más que solo cartón y aluminio, por ejemplo). Los materiales con los que se trata son cada vez más fusionados, papeles satinados (plásticos) junto con otros que no lo son, por no hablar de otros objetos más complejos.

Pero vuelvo a las erres anteriores. Por favor, táchenme de lo que quieran, pero no de antiecologista: el ecologismo responsable debe entender que la primera es la fundamental, hay que reducir el consumo. Aunque esto sea antisistema, porque lo es, dicho sea de paso, porque si se elimina la necesidad de consumir compulsivamente, nos veremos abocados a un mundo donde el capitalismo tal y como lo conocemos desaparecería y, claro, esto asusta. Esta crisis, by the way, va a servir para que tengamos que atender a esta primera erre, pero no como algo deseable, sino indeseable. ¡Qué pena!

Y la de reutilizar, ni hablamos: me junto con infinidad de frasquitos de todos los tamaños que uso y uso para tener contenedores de diversos alimentos frescos, pero no doy abasto. No tiro una servilleta sin que me haya servido al menos 3 veces, después la uso para limpiar la encimera, después, cuando ya está bastante sucia, para limpiar las juntas de los fuegos, que tienen mucha grasa y, por último, cuando ya la voy a tirar, me aseguro de que no se pueda dar la vuelta y usarla, aunque sea, para limpiar la parte interior del cubo de basura. Son además, un buen absorbente de comida orgánica, evitando que ésta tenga que ser retirada del cubo antes de un par de días. Es decir, reduzco la necesidad de bolsas de plástico.

Reciclo/Separo (confieso) tan solo algunos vidrios porque sé que su procesamiento es bastante fácil de hacer, barato, casi podría hacerse en casa, poco costoso energéticamente (no me meto en esto que es todo un tema bien documentado sobre el impacto ambiental derivado de un lavado de cara como este), y no todos los vidrios porque tengo entendido que algunos botes o vasos pueden anular todo lo acumulado en un contenedor porque fragilizan el producto reciclado final.

Por volver al principio y cerrar esta disertación desordenada y poco referenciada, diré que no es que sea malo malo, pero no me acaba de convencer. Aún no y en la manera en la que se hace tampoco.

Se olvida que las importantes son las otras erres, que rompen el ciclo, por lo que, sin ciclo, no hay re-ciclo. Prefiero romper el ciclo a formar parte de él.

Las manías de las redes sociales

Comprendo que mucha gente se aburra con la interfaz de una aplicación web como es esta de las redes sociales. Facebook cada cierto tiempo se ve obligada, seguramente por esta razón, a modificar su aspecto. Pero a mí me está terminando por hartar.

No he sido muy amigo de las famosas redes sociales desde su inicio. Es más, nunca le he acabado de ver el valor añadido del que presumen. Creo que, más bien, son aplicaciones sofisticadas que se han vendido como una revolución de Internet. La revolución es Internet. Las redes sociales son Napoleón cañoneando al pueblo.

De hecho, me asusta que la dependencia de 2 o 3 empresas sea tan grande como para que nadie sepa buscar nada si no es con Google, nadie sepa enviar un email si no es con gmail o hotmail, nadie sepa conectarse a otros si no es con FB o Twitter, nadie sepa subir vídeos si no es con youtube, etc… Nos acabamos olvidando que Internet era un medio por el que infinidad de servicios pudieron ser prestados al mismo tiempo y hacer, de este modo, mucho más sencillo el acceso a ellos por parte de diferentes usuarios o clientes.

Ahora, incluso, ofrecen a sus usuarios meterse en los servicios que otras de estas empresas están ofertando (google se mete en redes sociales, facebook quiere que tenga email, hotmail… bueno, es de bill gates…) y todo eso para nada, para que no les necesite… y sin embargo pierda un enorme tiempo de mi vida, de mi valiosa vida, usándolos.

¿Quiere eso decir que no me gusta Internet?

En absoluto: me encanta la libertad de una red neutra y mundial, una infraestructura libre de protocolos propietarios (y esto es por lo que me cabrea que skype no funcione (bien) en mi ubuntu) y donde la única ley sea la del respeto (así que hay que enseñar a respetar y no a obedecer), un lugar virtual en el que no repetir los errores de monopolios u oligopolios globales tan normales en el mundo no virtual…

¡Pero seré ingenuo! Nunca han estado verdaderamente separados: Internet comenzó ni más ni menos que como un proyecto de investigación del ministerio de defensa de los EEUU. Y si ha llegado a triunfar en Europa ha sido gracias al beneficio que ello le ha dado a las telefónicas. Bueno, en realidad siempre lo he sabido. Pero dentro de ello, podía mantenerse una cierta libertad aprovechándose de la competencia (más o menos libre) una vez que se superaba la aceptación del oligopolio de ISPs.

Si ahora va desapareciendo esa posibilidad de tener formatos diversos, de tener protocolos abiertos, de usar emails, dominios, websites propios para ir cediendo nuestra libertad en aras de una presunta mayor simplicidad, estamos siendo manipulados por nuestra desidia, por culpa de nuestra incapacidad para la adaptación a la tecnología. Pero sin embargo hacemos el esfuerzo de adaptarnos a las modificaciones de las interfaces de aplicaciones como FaceBook, Google, Skype, BlogSpot, Flicker, Youtube, MSN-WLive-Hotmail….

Por eso seguiré intentando ayudar a quien quiera ir contra corriente un poco por mantener esa sensación de aire en la cara que se puede confundir con libertad.

Instalo linux a quien me lo pida, doy albergue a websites gratuitamente, registro dominios con Gandi.net (que es una grande, pero no tan grande), ofrezco algún que otro servicio de ftp, email y lo que pueda.

¿Te interesa?

Eso de no saber ni matemáticas ni geografía… y ser periodista

Todavía me estoy riendo de las imágenes que me han venido a la cabeza leyendo la noticia sobre el barco para extraer gas natural de las profundidades marinas.

Según esta,

En las profundidades del mar existe gran cantidad de gas, pero a cientos de miles de kilómetros de la costa o del gasoducto más cercano.

Sí, sí, has leído bien… a cientos de miles de kilómetros de la costa. Ahí es nada. Teniendo en cuenta que la circunferencia más grande que se puede trazar sobre la superficie de la tierra es de unos 40.000 kilómetros, esos cientos de miles han dado un par de vueltas y media para volver al lugar en cuestión o han ido dando un paseo que ni un taxista con mala leche.

Les he enviado un email con la observación, porque aún estoy riéndome de las imágenes de barcos que recorren el espacio sideral hasta llegar a unos 200 kilómetros de la costa después de estar casi en la órbita lunar, o barcos que recorren curvas fractales sobre la superficie poco euclídea de esta bolita llamada mundo.

Desde luego… no saber matemáticas sumado a no saber geografía hace que un periodista sea tan hilarante como el mayor de los payasos de circo… pero estos saben que lo son.

Esto no es una broma