La era de las new-working

Ya nunca nos acostamos solos
en las cosas del querer no existen medias tintas
¡no renuncies a nada!
vestir a las mujeres para que se sientan libres
cómo vivimos nuestras vidas es precisamente lo que dicta nuestro estado de ánimo
el paraíso está en la azotea de un loft
sencillos trucos para presumir
¡no tenía ni idea de lo que estaba haciendo!
sentimiento de admiración que sólo consiguen quienes tienen mucho arte
*inspirado en personas y conversaciones reales
que la gente repita
no te creas todo lo que te seduce
es puro hedonismo
¡ríndete a las mentiras!
en busca de la naturalidad
absoluto calor, los termómetros marcaban 30 grados la sombra y todo estaba
un estudio publicado hace unos meses por la web
el hecho de poder ver todas las colecciones que se van a mostrar en las próximas temporadas es un privilegio.


Experimento extrayendo frases casi al azar de una revista de moda.

Black Friday

Mañana en el gran Black Friday
voy a ahorrar un montón
no comprando nada.

Voy a aprovechar las ofertas de las rebajas de enero
para no comprar lo que no necesito.

Esperaré a las de agosto para evitar adquirir
otro objeto superfluo.

Por supuesto, lo pagaré todo con lo que gane
estas navidades
en la lotería.

Llueve

Llueve mi corazón ciénaga opaca
nubes de luz que agota una eñe inalterable
llueve llanto gris asfalto
un horizonte verde de perlas endiosadas
diademas de placas tectónicas en mitad de las Azores
llueven sutilezas de la noche
llueve alquitrán amargo
cerveza envenenada
llueve un carnaval de músicos borrachos
sobre tu penacho de lágrimas ladrillo
llueve un mar de mares enlosado
apoteosis en tesis sintéticas y apocalípticas
llueven miembros de gabinetes episcopalianos
llueve una miriada de miradas mirloventrescadas
sinsentidos y alborotos
llueve una sinrazón sin aderezos
tiniebla y duda
llueven gotas de niebla en ocasos casos
llueven mochilas cargadas de futuro
poemas cargados de palabras
y palabras cargadas de mochilas
llueven añiles y albañiles
radiadores blancos e infinitos que caen desde tu nuca a tus riñones
llueven cabinas telefónicas con mujeres intentando alcanzar la ranura del teléfono para insertar una moneda
llueven libros multicolor de autores multiforma
llueven lomos
llueve un cargador del móvil apagado
reliquias de olvidos que trasladamos a la memoria desde el debatir del portal craneal
llueven regalos de miradas
amigas galas
teutónicas
hispanas
llueven moléculas de dióxido nítrico
sobre mis campos y los tuyos
llueven fogonazos de alcanfor y de bombillas
llueve una inmensa columna de letras negras
sobre este cuaderno transparente
llueve un poco más que ayer que no llovía
más que un sinfín de proyectiles
en un lejano barrio de París
llueve en las calles
y en ese minúsculo pedazo de nuestros labios que queda descubierto cuando nos estamos besando
llueve un palacio de almas que cae cae cae siempre de pie para que no se rompan
en mitad de un prado almidonado
llueve sin parar y sin final
como un poema que abarque el universo
y que lo empape de poesía hasta que el último
se entere, por fin, de que es esponja.

La raíz del problema

root

Los problemas siempre parecen tener raíces
y más allá de si tienen o no ramificaciones
u hojas
o si los problemas realizan o no la fotosíntesis
o si los problemas vacían la atmósfera de dióxido carbónico
o si los problemas son perennes o caducos…

mi permanente cuestión es
si la raíz que tienen
es
cuadrada
o cúbica o, incluso,
fraccionaria.

He encontrado amor en el número π

Buscando el amor
lo he encontrado
como no podía ser de otra manera
en el ingente y trascendente número π

Ahí está, en la posición 70876705 en primer lugar
pero el número π es verdaderamente amoroso
y también lo tiene en la posición 88183780
y en otras tantas hasta llegar a 8 veces en unas 2 millones de cifras.

El número π quizá no sea fiel
o quizá sea fiel pero no a una sola palabra
o quizá la fidelidad sea otra cosa
que el número no comprende.

Un poquito más allá
en la posición 96861227
vuelvo a encontrar el amor
rodeado de unos números muy divertidos:
214279183600739963770012141788041284875218759522
y sé que es un amor que nunca está solo.

No sé por qué he buscado el amor
en el número π
teniéndolo en su sonrisa
y en su mirada
de niñas circulares
con un perfecto perímetro que es π veces
su diámetro.

Quizá he buscado el amor en el número π
para constatar que también ahí está
esperándome
para que nunca deje de buscarlo
para que nunca deje de apreciarlo
en toda su inmensidad
tan sólo comparable
a la grandeza de π
e igualmente misterioso.

amor en PI

Esto no es una broma