Ventana, M-20040216

Frente al Frío. Un silencio. Un estómago. La música de mis internas cañerías llora pidiendo justicia. ¿Os acordáis de aquellos que protagonizaron la historia?

Algunas veces gimo por carecer de una palabra que diga algo. Algo con sentido. Con un sentido para mi vida. Me obligo a escribir letras y letras una detrás de otra como si no pudiese hacer otra cosa cuando podría lanzarme a la cama a su lado y lamer su piel cálida con mis dedos a punto de estallar.

Este fin de semana, Mª Luisa salió 2 horas a la calle. Estuvo haciendo la compra y se encontró con su vieja amiga de la infancia. Agustina, que ahora es gorda (aunque siempre fue tendente a ello) y sin encanto, aunque en su risa o sonrisa aún perdure un resto ajado de coquetería…

Mueren los oligarcas de la tinta en la noche. ¿Crees que tiene algún sentido que escriba de esta manera?

Este texto será arrojado al fuego: me creeré, incluso, maldito o irreverente… cuando lo que soy sería tan triste revelarlo…

Ventana, M-20040212

Cada día se muestra distinto al anterior y al siguiente en algún detalle que nos permite comprender el significado del tiempo, de la vida, del arte, del hombre.

Podría fotografiar esa terraza cada mañana a la misma hora para llegar a la conclusión de que envejezco y moriré. Pero ¿por qué? ¿por qué moriré? No hay indicios y, sin embargo, lo creo. Otros han muerto, pero yo no, yo nunca he muerto. Morí es una de esas palabras que suenan fatal a costa de no haber sido oídas casi nunca, salvo que en relatos más o menos literarios.

Y es que, de la observación continuada de algo vivo, uno jamás llegaría a semejante conclusión (excepto dejando indefinidamente de observar, cosa que quizá propele adelante en este acto que, por tanto, guía mi vida, me vive, me devora el tiempo.

Mientras no compre
un cuaderno,
esto será una sucesión (absurda
de hojas sueltas

inconexas.

¿Compre? ¿He dicho «compre»? hummmm…. ¿qué me está pasando? Estoy relajando los músculos de la convicción.

17 prendas de tonos ocres, una rosa fondo en la hilera segunda, algunas azueles claras como la parte superior del cielo, del que son pobre reflejo.

Ventana, M-20040210

Vinieron de visita 3 amigos de Juan que acampan en cualquier parte. El sueño dejó un reguero de diamantes tras el que no poder dormir.

Sacaron a la luz a la cigüeña que habitaba en la cornisa y un grito espantó el alacrán que suele pastar como si fuese un herbívoro.

Las paredes están frías. Blancas y frías como lápidas. Dentro, han pasado una buena noche al calor de la leña convertida en agua. Sus mantas aún conservan el pelaje intacto de cuando las compraron en su viaje a Perú. Los altiplanos les parecieron de ensueño tanto por la población, encantadora, como por el abuso desmesurado de la naturaleza. En mitad de la noche, a las 3 de la madrugada, Juan se despertó y Maria Luisa estaba en la cocina preparándose un té que había comprado por la mañana en una tienda especializada. La dependienta era una niña prácticamente de menos de quince años. Rubia de pelo liso y largo, parecía de una suavidad que la venta de té era su mejor ocupación aparte de cuidar enfermes. No es de extrañar que quiera, de mayor, ser enfermera. El único problema es que habrá millares de personas deseando dejar su salud para encontrar ese sol en filamentos.

Ventana, M-20040209

Vine a ver como teñías de sangre el mantel y vi que no era un mantel sino un recuerdo.

Cuando los recuerdos lloran lo hacen con lágrimas de pez. Se funden en el agua circundante y, fuera, juegan con los sueños a sufrir.

Subí al autobús huyendo de aquel despacho loco con 2 camas grandes. Vienen todos los demás y me van a quitar mi huequito en el despacho más pequeño y me harán compartir espacio, sala, en ese enorme café convertido en dormitorio colectivo. No hay sitio donde guardar la medicación (mi). No quiero que sepan de mí. Tú no lo entiendes, ¿verdad, Maria Luisa? Viene directo a mí el señor Baquero con su cara de saberlo todo y me dice que claro, que aunque él llegara tarde ese era su sitio y yo le digo que en mi caso no es necesario, que puedo irme a casa a dormir cada día y él me mira con ojos incrédulos. Cuando los ojos del poder están incrédulos, estamos perdidos.

Bajo, después de encontrar a Jose Luis asumiendo su cama con 2 viejos en mal estado de salud física y mental, bajo a la calle buscando la parada de autobús y sube el mismo Luis Rodríguez y me habla de Telefónica y yo pienso… en cuánto pueda, he de huir. Me bajo detrás de una esquina y busco la forma de volver, ir a casa, pero encuentro un anillo que reclama una mujer desde el interior del autobús perdido en el lodo. Me acerco a la puerta y le doy, sin entrar, el anillo. Sé que la muerte está dentro.

Ventana, M-20040205

Mª Luisa, ha llegado el momento de describirte, de escribirte, de hablarte, de que nos sentemos y nos sinceremos.

Mª Luisa, yo una vez me corrí como un estornudo frente a este pedacito de pared recalcitrante. Era o debía de ser verano y tú andabas tendiendo la ropa, como siempre pero en ropa interior (en el exterior, que juego tan tonto de palabras vanas). Yo te miraba y sabía que tú no me veías. Era algo que me excitaba hasta la muerte, creí que no iba a poder contenerme un minuto para poder disfrutar de ese minuto. Pero pude esperar, pude aguantar para hacer más intensas las ganas y correrme casi diría con violencia contra mis calzoncillos que también deseaban tener alas para atravesar este abismo|ciudad que nos separa e, incluso, aleja.

Un tiempo después
supe
que escribiría sobre ti
sobre tu piel lechosa
con tinta de recuerdos
con imágenes falsas
sin pausa
mintiendo
como
hoy.

A Carmen…

Reverencio con sumo honor o respeto aquel adjetivo posesivo informal de la segunda persona en plural que se coloca delante de aquel órgano de la vista cuya etimología procede del latín oc?lus que refleja la radiación electromagnética absorbiendo una una mezcla de longitudes de onda que, en formato hexadecimal, pueden resumirse mediante la triada de números BE/98/6C.

Curso gratuito para enseñar a decir NO

(Para mayores de 18 años: personas responsables últimas de sus actos)

Cuando quieras decir NO
di NO.

No grites.
No hace falta.
Solo di NO.

Si no…
Di no.

Si alguien no te gusta
No te quedes a su lado.

Si no…
Di no.

Si no quieres matar a nadie nunca, en ninguna situación
No te hagas soldado o militar (ni policía

Si no…
Di no.

Si algo no te hace bien
No lo soportes.

Si no…
Di no.

Si en una empresa no estás a gusto (a tu gusto
No te aguantes.

Si no…
Di no.

Si no crees en Dios
No entres en una iglesia
No formes parte de ritos que asumen su existencia
No eduques a otros para que sí crean o crean que creen.

Si no…
Di no.

Si no crees que debe primar la educación privada sobre la pública
si no crees que deba primar la sanidad privada sobre la pública
No vayas a un colegio privado a dar o recibir clases
No lleves a tus hijos a un colegio privado
No vayas a un sanatorio privado
No pagues un colegio privado
No pagues un servicio sanitario privado

Si no…
Di no.

Si un tipo grita en un lugar donde no debe hacerlo
Dile que No lo repita.

Si no…
Di no.

Si no te hace caso
No le vuelvas a invitar a unirse a esa fiesta.

Si no…
Di no.

Si no puedes hacer eso porque la fiesta no es tuya
No vayas.

Si no…
Di no.

Si no te pagan
No pagues.

Si no…
Di no.

Si eres periodista y no te dejan escribir lo que quieras sobre alguien (o algo
No escribas nada sobre ese alguien (o algo
Y si no te dejan estar sentado
No te quedes de pie
No te quedes.

Si no…
Di no.

Si no quieres hacer el amor con alguien (o algo
Di que no quieres
y No lo hagas
Salvo que no te importe ser violado por alguien (o algo

Si no…
Di no.

Si no te gusta una relación que mantienes
No gastes más energía en ella.

Si no…
Di no.

Y punto.

No le temas a que te llamen radical
No te agobies por romper lo que no quieres
No pierdas tiempo ni esfuerzo en mantener lo insostenible

Si no…
Di no.

Y si después de todo esto, no dices (nunca) no…
No digas (nunca) que no te advertí.

Pánico tras el 12.04

El otro día entré en pánico:

Mi pie se descompuso.

Fue el viernes
día
27
de abril.

Y eso que el 27 es 3^3
o tres al cubo
y el número de letras del alfabeto.
(Uno de mis números preferidos)

Pero mi pie no podía apoyarse en el suelo
mi pie derecho
así que tenía que levantarme pisando con el pie izquierdo
y la mala suerte hizo sucumbir mi portátil
en una actualización inacabada
que dejó el ubuntu 12.04
a medio camino entre un sistema usable
y un sistema desagradable.

¿Quién me manda actualizar tan rápido
sabiendo que hay que ser
en esto
conservador?

Cansado de Unity
decidí que era un buen momento
para
(ya que tenía que estar en reposo
durante todo el puente del primero de mayo)
instalar Linux Mint.

¿Qué tenía que hacer para ello?
1.- Convertir una partición de primaria a extendida
aunque luego vi que no era necesario, que ya estaba hecho.
2.- Instalar Mint en el espacio disponible que siempre tengo
en mis discos duros, en mi casa, en mis armarios, en mi corazón…
3.- Copiar /home/giusseppe de la partición con ubuntu (12.04)
al nuevo sistema instalado.
4.- Verificar que los discos de NTFS eran, de nuevo, accesibles
y de paso instalar GParted para dominar el mundo
de mi disco duro
5.- Instalar y configurar los programas que utilizo que vienen a ser
Thunderbird, Firefox, Midori
OpenJDK, FreeMind (para mis lenguas…)
VirtualBox, Skype, Spotify, Shotwell, VLC
DropBox, UbuntuOne (para Mint, que también hay)
GrubConfigurator
Filezilla, JDownloader (quizá Tucan)
y las fonts y los codecs que puedan no venir con el sistema.
K3B, Audacity, Wammu, z7, Samba, UnetBoot, Multisystem, PDF-Reader…
6.- Verificar el correcto funcionamiento de las conexiones
HDMI, Audio interno, y otras pantallas.
7.- Ejecutar el script para llevar a cabo las sincronizaciones programadas
que programé.
8.- Cuando todo estuviera acabado
en el ubuntu 12.04, librarme del maldito Unity
instalando un entorno más simpático
como KDE o Enlightment.

Pero todo quedó en nada
porque conseguí arreglar la decadente actualización al 12.04
y no me apetecía perder mi tiempo
siguiendo un número considerable de pasos
que me dejarían
más o menos
igual que ahora
pero más verde, más mint…

No lo lamento
y lo único que queda
de ese momento de pánico
es algo de temor a hacerme
más daño en el pie
o más daño en otras partes de mi cuerpo
y acabar sintiendo
lástima de mí mismo
sabiendo
que no tengo en mi cuerpo
espacio reservado
para poder instalar otro sistema operativo
instalar unos cuantos programas
rearrancar
y comenzar a vivir otra vez.

Por eso, por eso…
la vida es tan valiosa
tan insustituible
tan preciosa
como no lo será nunca ningún diamante
que son duros y para siempre
y fríos
y transparentes
cristalinas estructuras de carbono presurizado.

Por eso, por eso
hay que vivirla intensamente,
porque las actualizaciones
no nos llegan de fuera
de un repositorio estable
sino de nuestras propias entrañas
a las que quiero adjetivar y no sé cómo.

Por eso, por eso
las conexiones que establece este sistema
efímero y frágil
deben ser tan cuidadas
como bonsais en el desierto
y las interfaces de usuario están abiertas
o muertas.

Por eso, por eso…

por eso…

por eso.

El pánico es mortal.

(=vital)

4estaciones.c

Otro poema escrito en C, compilado y una de cuyas salidas se muestra a posteriori. En primer lugar, el código:

/********************************************************
Poema 4 Estaciones (escrito en C)
realizado por Giusseppe Domínguez
el día 4 de mayo de 2012 en Madrid
bajo la lluvia de la primavera
********************************************************/

#include
#include
#include
#include

int estacion(char *laestacion, char *clima);
int firma();

main()
{
char *estaciones[]= {"Primavera", "Verano", "Otoño", "Invierno"};
char *clima[]= {"lluvia", "sol", "viento", "frío"};
int indice_estacion;

for (indice_estacion=0; indice_estacion<4; indice_estacion++) { estacion(estaciones[indice_estacion], clima[indice_estacion]); } firma(); } int estacion(char *laestacion, char *clima) { int dias_anno=365, dias_estacion=dias_anno/4+1, dia; int longitud_clima=strlen(clima); char *estrofa_estacional = malloc(dias_estacion*longitud_clima*sizeof(char)); printf("%s\n",laestacion); for (dia=0; dia

Y una de las salidas posibles...

Primavera
lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia lluvia
Verano
sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol sol
Otoño
viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento viento
Invierno
frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío frío

Giusseppe Domínguez, a las 13:40. M-20120504

Me interesa la mezcla extraña de escribir sin escribir...

Esto no es una broma