Concitar

Me despierto pensando en la palabra concitar
y su divertida manera de citar
con.

Decido que quiero usarla en alguna frase
hoy

pero rápidamente me acuerdo
de que ya la usé en una publicación
en una red social
hace meses.

Juguetea en mi cabeza
con
un chiste propio ridículo:
las citas a mi edad
no las busco en tinder
sino en la tarjeta sanitaria

y me viene a la cabeza
(concitado)
el haiku de Benedetti (algo así como):

con veinte años
canción protesta
a los sesenta
canción de próstata

de su libro Rincón de haikus
que fue lindamente editado
en 1999.

La palabra sigue resonando en mi cerebro
como una llama
que no asciende por las montañas peruanas
sino por el hálito
incandescente
de mi mente.

De ahí que haya encontrado
etimológicamente hablando
ins
pira
ción.

La cera de la cerería

La cerería del niño del remedio
ya no tiene remedio.

Los feligreses
han decidido
no comprar velas
hechas de cera.

Sus velas son de yate
velas de tela.

Los niños ya no tienen remedio
para sus ceras.
Dibujan con tabletas
de vidrio romo.

La cerería
tiene al lado una iglesia
subvencionada.

No lamento este cierre
aunque mucho me temo
que irá a ser breve
o abrirá algún local
gentrificado:

La especulación no entiende
de religiones.

El niño sin remedio
ya no está en Siria.
Está olvidado en mitad de un mercado
capitalista.

Los feligreses
ahora son más fieles
de yoga y polipiel
de terapias dudosas
que les hagan creer
creer
creer
creer

que la Tierra es más fácil
de lo que entienden.

Comprehender
comprendiendo
o
desconociendo.

La cerería
bajo mi ventana cierra
una nueva fase.

Algunos haikus de Octavio Paz

Conocí el haiku de la mano de un ensayo magistral de este escritor mexicano titulado «Tres momentos de la literatura japonesa», dentro del libro Las peras del olmo, un compendio de textos sobre literatura que hace décadas que leí y me abrió los ojos a distintas formas de concebir la escritura.

En Las peras del olmo, Octavio Paz ha reunido algunos de sus textos críticos más reveladores. La primera parte del libro, dedicada a la poesía mexicana, contiene un valiosísimo estudio acerca de la obra de Sor Juana Inés de la Cruz y brillantes aproximaciones a la figura de José Juan Tablada y a Muerte sin fin, de José Gorostiza, entre otros textos. En la segunda parte del volumen, que agrupa ensayos de variada temática, figura un extenso estudio acerca de la literatura japonesa, que se cuenta entre las primeras muestras importantes de la aproximación de Paz al mundo oriental, y una conferencia sobre surrealismo que da fe de la «invitación a la aventura interior» que preside la zona más genuina de la poesía de nuestro tiempo.

Próximamente, dentro del temático de Poesía Clásica Japonesa que estoy realizando en los Talleres de Poesía de Clave 53, leeré algunos de sus intentos de haiku (que no me parecen especialmente interesantes como haiku) que he rescatado de una de las antologías que tengo suyas. He de decir que, poéticamente, Octavio Paz me aburre bastante.

Basho An


El mundo cabe
en diecisiete sílabas:
tú en esta choza.


Troncos y paja:
por las rendijas entran
Budas e insectos.


Hecho de aire
entre pinos y rocas
brota el poema.


Entretejidas
vocales, consonantes:
casa del mundo.


Huesos de siglos,
penas ya peñas, montes:
aquí no pesan.


Esto que digo
son apenas tres líneas:
choza de sílabas.


Por supuesto, ha apostado por la métrica castellana para escribirlos, sin que eso sea algo que yo considere ni necesario ni innecesario. Una restricción más nunca viene mal, diría oulipianamente, pero ¿por qué no otras?

3 LipoHaikus fuertes

Podemos usar Lipogramas mezclados con Haikus para aumentar el número de restricciones. Esta pequeña propuesta en uno de los Talleres de Poesía de la Asociación Cultural Clave 53 busca exactamente eso y yo he querido participar (a veces me encanta ser parte de mis talleres en los dos roles posibles de coordinador y asistente) con estos tres haikus, estando especialmente orgulloso del que está escrito con palabras que solo pueden contener la letra e, pues le añadí la exigencia de que todas las palabras comenzasen por esa misma letra.


la taza amarga
abraza calabazas
abatanadas


entre el endeble
emerge ente en el este
efervescente


los otros ojos
los compongo con rojos
como los locos


Tres definiciones de tres palabras para un poema.

Bazofia: Dícese del político sentado en el congreso. Casa con muchas filtraciones. Fruto del bazófiro.
Bistro: Crema refrescante para calmar las piernas inquietas. Libro religioso sobre los 10 mandamientos felinos. Tienda especializada en gafas.
Brócoli: Juego para niños de baile y canto. Un oso que vive en las amazonas. Timón de barco.


La bistro se derramó sobre la bazofia
donde habitaba el subsecretario
alcanzando el brócoli que dirigía su deriva.

Aquella bazofia acababa de volver
de un bistro en el que adquirió
nuevas formas de ver el universo
y capturar un brócoli brasileño.

Nada le convenció de que su bistro
impedía dar de comer bazofia
a su tigre de porcelana
con el que sus hijos construyeron el brócoli
desgañitándose en berridos barbilampiños.

Información

«Hoy en día la gente tiene tanta información a mano que corre el riesgo de perder el sentido común»
Gertrude Stein

Hoy me he encontrado esta cita de Gertrude Stein, aparente escrita en el libro Autobiografía de Alice B. Toklas que fue publicado allá por el 1935. Es posible que la frase fuese concebida en torno a 1924, es decir, un siglo antes de hoy en día.

Me parece tan fascinante que ya entonces la preocupación de alguna persona fuese el hecho de tener demasiada información y no el problema de carecer de ella, que me da por pensar que por eso me siento tan ligado a las vanguardias «clásicas» o históricas de principios del SXX. Ya me identifico con Duchamp (Marcel), con Stein, con Tzara, con Wallace Stevens, con tantas otras criaturas creadoras de esos tiempos que me siento desconectado, en ocasiones, de las creaciones coetáneas.

No alcanzo a entender, por ejemplo, la fascinación con las posibilidades creativas de la inteligencia artificial, aunque me consta que hay personas que están sacando un partido interesante de esta herramienta, y sí que comprendo y comparto la preocupación por el exceso de información circulante.

De hecho, eso sí, contribuyo a su aumento exponencial escribiendo esta pequeña reflexión en mi diario, sabiendo que carece del más mínimo interés. Ni simple, ni compuesto.


información
formación
mación
nación
ción
sión
ón
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ón
sión
ción
nación
mación
formación
deformación

Esto no es una broma