Maravillosos regalos en mi vida

Te llega una maravillosa carta como esta, del fantástico Pepe Buitrago y la verdad es que sientes que algo has hecho bien en tu vida para recibir algo así.

Un holograma conteniendo un poema y sabes qué es un holograma, y a veces sientes que sabes qué es un poema. Te ilusiona saber tanto, por improductivo que parezca.

Buscas el juego de la luz y recuerdas aquella primera postal que te envió tu padre desde NYC con el Skyline que entonces contenía un par de torres ahora ausentes.

Le agradeces su envío y te parece muy poco un gracias, pero todo te parece poco porque sientes que eres pequeño, un viejo epsilon matemático.

Recuerdas que tienes pendiente una exposición con él en Dados Negros, que ha vuelto a retrasarse… y ya no sabes cuándo será, pero no importa: tú querrás estar sea cuando sea, pues con personas como Pepe en tu vida, no todo puede ser tan malo como parece a veces.

Hay esperanza…

¿verdad?

Poesía en una cajita de té

Pues sí, me han ganado con un pequeño texto en su paquete de pedido de 6 variedades diferentes de té.

Hay una gran cantidad
de poesía y buenos
sentimientos en una
cajita de té

Claro que sí.

Parece que lo tenían preparado para mí y los eventos de Té y Poesía que organizamos desde la Asociación Cultural Clave 53.

Yo solía comprar en una tienda de té que ha cerrado (echado el cierre, parece que se dice ahora) durante la pandemia. Intenté comprarles por internet pero fue un desastre, porque su página web no funciona en condiciones, tuve que hacerle una captura de pantalla del pedido que no sabía si había sido cobrado y enviárselo por whatsapp, pero tampoco así funcionó porque trajeron sólo algunos de los paquetitos de té que habíamos pedido porque no habían leído bien el pedido enviado en una fotografía… Una pena, la verdad.

Ahora recurrí a otra web para comprar el té, después (todo sea dicho) de hojear por Amazon el precio del té, para decantarme por Aromas del Té cuya oferta era algo menos variada que la ingente cantidad de tés que tiene Casa Oriental, además de ser un poco más cara (pero incluyen el envío en el precio, así que acaba más o menos en el mismo dinero neto).

Han traído el paquetito un día después de lo previsto, a una hora también diferente de la prevista, pero no ha habido que insistir, han traído todo tal y como estaba adquirido y se pudo realizar el pago sin problemas en su propia plataforma online.

Los tés vienen muy bien empaquetados, así que puede que su duración sea mayor o que se conserven algo mejor, pero no es demasiado importante. Los he comenzado a probar (he empezado por un English Breakfast) y de momento he de reconocer que están bastante buenos. Ya veremos cómo están los otros que hemos pedido.

Pero he de reconocer que, logísticas aparte, me han conquistado con ese mensaje en la caja en la que nos llegó.

23 de abril

Día Internacional del Libro

Y yo con la casa sin barrer…

Apenas escribo algo que merezca la pena.
Lo que escribo no tiene afán de encontrar nadie que lo lea.
Lo que escribo es la mayoría de las veces ilegible.
Lo que escribo no lo escribo sino que hago algo que lo escribe.
Lo que escribo no busca ser un libro y sin embargo
Lo que escribo lo edito yo para mí mismo en un ejercicio onanista que presume de ello.
Lo que escribo es indigno de ser llamado texto aunque sea texto.
Lo que escribo no es poesía y sin embargo no puede ser otra cosa.
Lo que escribo es una palabra tras otra o un número tras otro.
Lo que escribo son signos asémicos.
Lo que escribo huyen de la lírica tanto que acaban en las cloacas.
Lo que escribo no genera debate.
Lo que escribo es dictatorial.
Lo que escribo es lo que escribo (y punto).

Amapolas en el Cráter: Episodio 044

Programa *Amapolas en el Cráter*.

*20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía*. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la *Asociación Cultural Clave 53*. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (*clave53.org*)

En este episodio han participado:

  • Susana Olalla Serra
  • Giusseppe Domínguez
  • Lucía Herrero
  • Inmaculada Sánchez
  • María Jesús Orella
  • Ester Morales García
  • Pablo Velado Pulido
  • Paula García Izu
  • Isabel Jiménez
  • Javier Jiménez

https://anchor.fm/clave53/episodes/Amapola-044-ev17l5/a-a28efov

uno imagina irracionales…

Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no lo son en el sentido que ha imaginado, sino en el hecho de que no son razones, razones entre números enteros, pero tampoco uno cae en la cuenta de que a las divisiones les llamamos razones, así, sin ton ni son o todo lo contrario, quizá no hay nada más razonable que dividir las cosas, repartirlas, incluso los números enteros para que dejen de ser tan pretenciosamente enteros y cuando uno se encuentra números que no son el fruto de una repartición siente cierta aversión hacia ellos, los repudia, los niega, los ningunea, uno intenta convencerse de que son aproximaciones de algo más «razonable», aunque uno llegue a saber que no es así por reducción al absurdo, que parece una reducción al Pedro Ximénez, pero no tiene nada que ver con ella, por muy sabrosa que pueda resultar en ocasiones.

Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no son todos iguales y que el loco paralelismo prestado por el léxico filosófico sirve para clasificarlos en trascendentes, construibles, algebraicos, normales… Sí, también uno descubre que hay números normales y lo que a uno le vuelve aún más loco (que no irracional) es que todo número normal debe ser necesariamente irracional, así, como si nada, como si eso de repente explicase tantas cosas que uno nunca ha comprendido en la vida que parece una epifanía.

Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no son el final de todos los números posibles y que ha de haber algo más allá, así que se emociona incluso cuando a uno le hablan de los números imaginarios que hacen realidad el hecho de que los números reales no sean tan completos como creían ser, mientras sí lo serán los números complejos, así: completos sin complejos.

Uno imagina (pues no puede parar de imaginar) cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no son más que la puerta de entrada a la matemática de la poesía, la que descubrirá un número poético que incluirá sus números imaginarios, sus irracionales, sus enteros y sus fracciones, sus negatividades, sus nulidades, la nada, nada infinita, nada lemniscática, nada redonda y pueril, nada feliz en la que uno se pierde sin dilación en una ecuación diferencial diferente a lo esperable, una nada inestimable, incalculable, una nada que forma operaciones como versos sueltos en un cosmos ingrávido.

Uno imagina cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que el amor debe de estar escondido en el número π o que la i no es la e, pero ambas comparten la letra como signo último al que referirse, en el que habitar, en el que albergarse hasta que paren de llover decimales si es que alguna vez escampa; uno va más allá del signo reconocible objetivamente para abrazar el grafo, el signo asémico, la línea más o menos continua que un material traza sobre otro rompiendo y rompiéndose a nivel atómico, destrozándose para dar vida a la imagen: imagen que imagina uno cuando encuentra por primera vez números a los que llama irracionales que no lo son en el sentido que ha imaginado.

Hoy es jueves

Otro delicioso ejemplo de literatura definicional que realicé ayer en el taller de poesía y escritura creativa que le estamos dedicando a OuLIPO, partiendo de algo tan banal como «Hoy es jueves». ¿Cómo habría sido partiendo de algo más sustancioso? Me encanta cuando se llega a encontrar, en las definiciones, a modo tautológico, lo mismo de lo que se partió, un «hoy», un «es», un «jueves»…


El tiempo presente está en situación de cuarto día de la semana.


Cada uno de los actos sucesivos en que se divide la ejecución de algo que sitúa la acción, el proceso o el estado expresados por el verbo en un lapso que incluye el momento del habla está en posición social o económica de servidumbre de un rey o de una reina de la variedad de la rayuela.


Cada cantidad que se toma como término de comparación de las medidas lineales romanas que tenían 120 pies sucesivos en que se desunen los ánimos y voluntades introduciendo discordia al procedimiento judicial con embargo y venta de bienes para pago de deudas de algo que pone a alguien o algo en determinado sitio o situación, la acción, el conjunto de actos y trámites seguidos ante un juez o tribunal, tendentes a dilucidar la justificación en derecho de una determinada pretensión entre partes y que concluye por resolución motivada o el país soberano, reconocido como tal en el orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos de gobierno propios expresado por el que aporta valor aspectual al sustantivo con el que se combina y con el que forma un grupo verbal semilexicalizado en un lapso que incluye el lapso de tiempo más o menos largo que se singulariza por cualquier circunstancia al sistema lingüístico de una comarca, localidad o colectividad, con rasgos propios dentro de otro sistema más extenso que está en estado que en el juicio determinan, para el demandante como para el demandado, las acciones y las excepciones o defensas utilizadas respectivamente, social o económica de derecho en predio ajeno que limita el dominio en este y que está constituido en favor de las necesidades de otra finca perteneciente a distinto propietario, o de quien no es dueño de la gravada de una pieza principal del juego de ajedrez, la cual camina en todas direcciones, pero solo de una casilla a otra contigua, excepto en el enroque o de una pieza del juego de ajedrez, la más importante después del rey, que puede moverse como cualquiera de las demás piezas, exceptuado el caballo de la inconstancia, inestabilidad o mutabilidad de las cosas del juego infantil, tradicionalmente de niñas, que consiste en ir desplazando un tejo, a puntapiés y a la pata coja, por varias casillas dibujadas en el suelo, procurando no pisar las rayas y que el tejo no quede detenido en ellas.

Astenia primaveral

Estoy cansado, sí, cansado…

cansado hasta de estar cansado
cansado de mascarillas
cansado de debates sobre mascarillas
cansado de ausencias
cansado de debates sobre presencias
cansado de pólenes
cansado de debates (no, no hay debates sobre pólenes)
cansado de estar cansado sin límite
cansado de que no existan límites
cansado de tantos límites
cansado de tanto silencio
cansado de tanto ruido
cansado de algún vecino
cansado de la imposibilidad de debatir con un vecino
cansado de la primavera (que acaba de empezar)
cansado de un año tan extraño extravagante extraterrestre
cansado de la prensa
cansado de debates banales sobre las noticias de la prensa
cansado de teclear letras innecesarias como esa d de cansado
cansado de reflexiones tontas
cansado de que esas sean mis reflexiones
cansado de compartir esas reflexiones a modo de proyectos absurdos
cansado de editar libros ridículos
cansado de no editarlos
cansado de poseer poesía en pretérito imperfecto
cansado de la sintaxis
cansado de la ortografía (y de la orografía)
cansado de pantallas antialérgicas
cansado de las muertes (y la vida)

Esto no es una broma