Reflexiones sobre un haiku

La otra noche escribí en una libreta que tengo junto a la cama el siguiente haiku porque sabía que olvidaría lo cuidado de su composición, querría recordar cada una de las palabras, porque todas cuentan, y no podría.

En esta noche
ladra (el) silencio roto
a contragolpes.

En esta noche no es un lugar, como viene siendo habitual exigencia de los haikus más canónicos, un lugar que haga referencia a la estación en la que estamos… y podría haber usado algo como «bajo la nieve», que con sus 5 sílabas bien medidas también sería un bonito contraste ante ese ladrido inesperado en la noche.

O quizá usar un «en nuestra cama», pero ese silencio roto parecería tener que ver con nuestra relación, así que no acertaría el sentido, de una cama que en realidad (esa noche) hacía referencia a una de las pasadas en Daimiel temiendo un desenlace fatal de la madre de Carmen.

«ladra» bien podría haberse sustituido por un «grita» o «gime», pero esa explícita referencia al grito y el silencio sería vaciada de la referencia bestial, esos perros que me horrorizaban en mi infancia mientras pasaba por delante de casas caninamente defendidas.

Ese ladrido que remite a versos del poema Todesfuge de Paul Celan, ladridos que rompían el silencio, ladridos de quien es ladrador y poco mordedor, ladridos de maltratador y ahí esa nueva referencia a los contragolpes, a esos golpes que se vuelven a dar a la contra, a la contra del silencio.

El silencio roto es un clásico, un lugar común, casi, que podría haber sido un silencio rojo o silencio sordo… que son otros lugares comunes que no aportaban la dureza de la rotura.

Pero el artículo «el» que he decidido meter entre paréntesis, es lo que más he dudado en mantener tal cual está, pues no aporta nada (tampoco silábicamente) sobre un, quizá más contundente y sintético, «ladra silencio roto», pero al mismo tiempo separa el verbo «ladrar» del objeto ladrado: «silencio roto».

Sigo dudando mantener «En esta noche» pues podría haberse escrito como «Aquesta noche», para reducir el número de palabras, pero usando una que no me convence por su artificiosa presencia trasnochada (hablando de noches).

Finalmente, seguro que hay otras formas de escribir lo mismo, pero quería dejar constancia de la reflexión que puede asociarse a una estructura prosódica tan breve como el haiku y eso sin profundizar en otras cuestiones como la inexistencia del «kigo«, un «kireji» poco definido, unas imágenes demasiado metafóricas y poco concretas, aunque he de reconocer que no suelo exigirle todo esto a ninguno de los haikus que he compuesto alguna vez.

Soñé en ensamblador

Nunca he programado en ensamblador
y eso que se decía
en una época que ya ni recuerdo
que había que entender ensamblador
para comprender cómo una máquina
comprendía a los humanos.

Ni siquiera sé
y eso que podría buscarlo en internet
si se trata de un lenguaje compilado
o interpretado.

Cuando acabe este poema
leeré sobre ello e incluso
realizaré algún programa
que salude al mundo
desde mi máquina
con la que tanto me entiendo
con la que tanto me enciendo.

Pero hace unas semanas
soñé que tenía que preparar para Carmen
una coreografía de Tango
en ensamblador.

En el suelo
no sé cómo iba a hacerla.
En el sueño
no sé cómo iba a programarla.

Soñé que no la iba a tener a tiempo
e iba a decepcionar a Carmen
que estaba esperando
ese código ensamblador
no recuerdo para qué.

Nunca he programado en ensamblador
y eso puedo resolverlo
hoy mismo.

La decepción
sin embargo…

Solsort.jpg

Como no sabía cómo era un mirlo, en mi exceso de urbanidad, me encontré en la necesidad de recurrir a esta imagen encontrada en la wikipedia, compartida con filosofía «Creative Commons», por parte de una fotógrafa danesa.

En el libro que realicé a raíz de un periodo de confinamiento en el que recibimos (yo y otras 50 personas) un diario por entregas que nos dedicaba con dedicación Javier Jiménez y que titulé «Meditaciones de un mirlo», usé esa imagen para la cubierta o portada del mismo, así que me apresuré a buscar la manera de citar la autoría de la fotografía o darle el reconocimiento que merecía.

Cuando hube terminado el libro, le escribí un email con el uso que se había dado a su trabajo así como entregándole un par de fotografías del mío y un PDF con el libro completo, donde aparecía citada su colaboración involuntaria.

Hello Malene,

(Sorry for my English, in advance)

I’m a writter (poet), who teaches creative writting in the Cultural Asociation «Clave 53» since 2002.

Also I have started a career as editor and I chosed your picture to be the cover page of a diary that one of my students was writting during the lockdown.

I’d like to give you the cover-page as a small feedback and, as well, some pictures where you can see (free to use) your picture «at work».

Thanks a lot again for the image and I hope I have atributed your contribution as it has to be done. (You can find it at the 6th page of the book, which I also atach with this email)

Regards,
Giusseppe

No es importante su respuesta, pero me habría gustado no tener esa sensación de lágrima en la lluvia…

Amapolas en el Cráter: Episodio 036

Programa Amapolas en el Cráter.

20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la *Asociación Cultural Clave 53*. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (clave53.org)

En este episodio han participado:

  • Pablo Velado Pulido
  • Giusseppe Domínguez
  • Mónica Rubio
  • Isabel Jiménez
  • Ernesto Pentón Cuza
  • María Jesús Orella
  • Lucía Herrero
  • JMariano Velázquez
  • Javier Jiménez
  • Susana Olalla
  • Pilar Rodríguez Fragua
  • Ester Morales García
  • Pepa Delgado
  • Armando Silles McLaney

Ergonomía

No sé la mejor manera
de situarme frente a mi ordenador
para trabajar.

No sé la mejor manera
de configurar la pantalla
para no cegarme
para no cansar la mirada
para no doblar la cerviz
para no sufrir
para trabajar.

No sé la mejor manera
de colocar la silla
ni
de colocarme en la silla
lo que normalmente se llama (apo)sentarse
para trabajar.

No sé la mejor manera
de escribir un poema
ni sé si quiero saberla
y eso me preocupa bastante
casi tanto como cegarme o una luxación
por trabajar
en el siguiente poema.

Amapolas en el Cráter: Episodio 035

Programa Amapolas en el Cráter.

20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (clave53.org)

En este episodio han participado:

Andrea Vidal Escabí
Armando Silles McLaney
Isabel Jiménez
Mónica Rubio
Ernesto Pentón Cuza
Lucía Herrero
Javier Jiménez
JMariano Velázquez
Giusseppe Domínguez
Susana Olalla
María Jesús Orella

75% de despojos

de repente un día mueres

deja un 75% de despojos.

tres primeras sílabas
para decir lo obvio:
de la vida a la muerte
hay
un salto cuántico
un salto cualitativo
un salto irreversible

no puede ser de otro modo
tal como están definidas ambas palabras
en ese lenguaje
de lógica bivalente
tan binario
que garantiza principio del tercero excluso
tertium non datur

tres primeras sílabas
ejercitando oulipianamente
su apego a la única vocal
que Perec secuestra

tres segundas sílabas
que no lo parecen
por aquella sinalefa que ha sido ignorada
por aquel hiato que rompe el diptongo
por la preponderancia de vocales diferentes
que alcanza el 60%
de tan sólo (con tilde) cinco letras

tres segundas sílabas
que sitúan en el tiempo
absolutamente indefinido (en cuanto a cuándo
(¿qué día?)
absolutamente indefinido (en cuanto a cuánto
(¿día sidéreo o día solar?)

un suceso
que podemos calificar con once letras como
un suceso inacabable
un suceso inagotable
un suceso inapagable
un suceso inapelable
un suceso inatacable
un suceso inatajable
un suceso incachable
un suceso incalmable
un suceso incansable
un suceso incansable
un suceso incantable
un suceso incobrable
un suceso incontable
un suceso inculpable
un suceso indeseable
un suceso inevitable
un suceso inexorable
un suceso inexpiable
un suceso infaltable
un suceso inflamable
un suceso inglosable
un suceso ingustable
un suceso inhallable
un suceso inimitable
un suceso injertable
un suceso inllevable
un suceso inmancable
un suceso inoperable
un suceso inopinable
un suceso inoxidable
un suceso insaciable
un suceso insalvable
un suceso insociable
un suceso insoldable
un suceso insondable
un suceso intachable
un suceso integrable
un suceso intragable
un suceso intratable
un suceso intricable
un suceso inubicable
un suceso invadeable
un suceso invaluable
un suceso invariable
un suceso inviolable
un suceso inyectable

 
hasta que llegas al mismo
término
a esa segunda persona
que te asusta
porque asusta a otro
que somos yo

esas dos llanas sílabas
de las ocho iniciales
que son el despojo
que no son el despojo
que son la enjundia
el non plus ultra
el meollo de la frase
lo verdaderamente importante
y a lo que no quieres llegar
por lo que te amparas en otras seis
previas unidades silábicas
que te conducen
inexorablemente
al fin

No sé juntar palabras

sé unir palabras
sé yuxtaponer palabras
sé unificar palabras
sé vincular palabras
sé relacionar palabras
sé anexar palabras
sé reunir palabras
sé aunar palabras
sé acoplar palabras
sé enlazar palabras
sé trabar palabras
sé atar (mal) palabras
sé machihembrar palabras
sé ensamblar palabras
sé amalgamar palabras
sé combinar palabras
sé compilar palabras
sé acopiar palabras
sé aglomerar palabras
sé conglomerar palabras
sé amontonar palabras
sé almacenar palabras
sé congregar palabras
sé concitar palabras
sé entornar palabras
sé acercar (íntimamente) palabras
sé arrimar palabras
sé aproximar palabras
sé aliar palabras
sé conectar palabras
sé fundir y confundir palabras
sé unificar palabras
sé maridar (sin vino) palabras
sé ligar palabras
sé mezclar palabras
sé agregar (unas a otras) palabras
sé añadir (unas a otras) palabras
sé sumar palabras
sé incorporar palabras
sé federar y confederar palabras
sé copular palabras
sé casar palabras
sé marcar palabras
sé ser silencio

sin palabras

Esto no es una broma