Viernes de té y poesía

El viernes pasado tuvimos otro de los encuentros que se vienen realizando (aunque no se realizan solos, no «lo tuvimos», así como así…) una vez al mes cada viernes llamados N’Clave de Po(esía). Es gracioso cuando alguien al finalizar me dice que lo podía organizar cada semana… y me veo obligado a mencionar que la actividad es completamente gratuita y que yo no ingreso nada de ella y que tengo que vivir de algo en esta economía capitalista que por h o por b me ha tocado vivir.

En esta ocasión varias de las personas asistentes trayeron algo de comer al evento, lo que siempre agradezco mucho más de lo que reflejo, pero es que sería algo incómodo para quienes no han traído nada y no se han percatado de que esta actividad requiere un asistente algo más activo de lo que suele ser habitual.

Afortunadamente, las personas que llevan tiempo en mis talleres van dándose cuenta de que la poesía implica o debería implicar generosidad y suelen ser quienes traen algún presente que presentar en la presente ocasión.

En la del viernes pasado, Maria Jesús Orella se presentó, como hace ya un par de años, con más de un kilogramo de torrijas de su propia factura y además se encargó de comprar unos platitos de plástico (y aún así, la pobre, estaba algo avergonzada por si afectaba demasiado al planeta con su consumo de plástico) unos tenedores, unas servilletas… o sea, su generosidad fue una demostración de que me rodeo de buena gente y no creo que sea casualidad. Me siento orgulloso de que esto ocurra y, ahora sí, contribuir activamente a hacerlo posible.

Se leyeron poetas de distintas procedencias y muy genéricamente equilibrados/as:

  • Joan Margarit
  • De una selección de 8 poetas vascos: Luis Garde y Leire Bilbao
  • Vicente Gallego
  • Constantino Kavafis
  • Cristina Peri Rossi
  • Amalia Buitrago
  • Francisco Brines
  • Maria Jesús Orella
  • Alejandro Gallego
  • Wislawa Szymborska
  • Dámaso Alonso
  • Javier Cortés
  • Ana Rosetti
  • Adrienne Rich
  • Ernesto Pentón

y algunos nombres más que no apunté, aparte de las personas presentes que se leyeron a sí mismas.

Fue un encuentro amable, como tiene intención de ser, amén de sencillo, poético, íntimo, social y divertido (porque todo lo anterior no está reñido con la diversión, aunque haya quienes piensan que no es compatible)

Mezquindad

Mezquindad miente
una sarta de sartenes
con un ala llena de espuma de sol
que rompe la página azul
de porcelana.

No hay horizonte sin alas de sartenes
no hay un final para el sufrimiento
no hay aleluyas sin alma de reguero
mientras la cal de la luna
abate tempestades
a la orilla de tus ojos.

Y ahí el ritmo del verso se quiebra
y huye.

Diferencias mínimas

¿Pienso que pienso?
vs
¿Pienso qué pienso?

Esa mínima tilde cambia el complemento directo del primer verbo pensar al acto de pensar en el primero de los casos frente a la materia pensada por el segundo verbo pensar en la segunda cuestión.

Texto escrito con 2 palabras, tan sólo «pienso» y «que/qué», usadas de manera que la primera de ellas sea escrita en las cuatro esquinas del texto.

Minudencias…

Periferias

Si miras hacia arriba corres el peligro de estamparte pero verás caer el rayo que te mate.
Si miras hacia abajo la vida será triste aunque no te resbales.
Si miras al frente verás el horizonte pero te pierdes las estrellas y los misterios de cada paso.
¿Cómo vivir mirando a tres alturas a la vez?
Esta cuestión no es sólo metafórica.

Cada día más naïf

en esta época en la que se lleva tanto el insulto
en esta época en la que se descalifica por cualquier motivo
en esta época en la que la simpleza se apodera del discurso
en esta época en la que lo políticamente correcto se bate en retirada
en esta época en la que se difama sin pruebas
en esta época en la que nos reímos de todas las personas que ocupen cargos públicos
en esta época en la que nos mofamos del esfuerzo ajeno
en esta época en la que la búsqueda de la verdad ha sido abandonada en aras de la búsqueda del éxito
en esta época en la que nada importa
en esta época en la que las redes sociales alimentan egos
en esta época en la que el anonimato concede impunidad
en esta época en la que la inmediatez es sinónimo de bueno
en esta época en la que vivimos

me he propuesto

no dejarme llevar por el insulto
no descalificar por ningún motivo salvo el argumentario
no caer en la banalidad de la simpleza
no ser políticamente incorrecto con ninguna excusa pasajera
no difamar sin consecuencias
no reirme de otras personas
no mofarme de esfuerzos ajenos ni propios
no buscar el éxito o el reconocimiento a costa de la ética
no dejar de apreciar la importancia de todo
no desear mostrarme más de lo necesario
no sentirme impune
no tentarme ni seducirme por la facilidad de lo inmediato

me he propuesto
ser cada día más naïf.

Leyendo a Mina Loy

Voy descubriendo un mundo que sé que existía pero del que a penas (no apenas) tenía noticias:

La sombra de las mujeres que estuvieron creando, ya sea poesía, arte, «alta» cultura en general y que fueron eclipsadas o, sencillamente, ensombrecidas por la mirada a las rutilantes figuras masculinas especialmente durante las vanguardias, pero en realidad en todo momento de la historia pasada.

Recuperando de entre esta oscuridad a las autoras de las que se pueda encontrar material que ahora se está, por fin, editando, he encontrado esta pequeña joya que me ha prestado (y que posiblemente adquiriré) mi alumna y amiga Tanja Ulbrich que me enriquece con su conocimiento.

Entre las páginas del libro, este texto de una autora relacionada, que sigue vigente aún hoy más de lo que debería:

Pido perdón

Pido perdón
sin preocuparme lo más mínimo
por las catastróficas guerras en las que haya participado
cualquiera de mis antepasados
por las violencias infligidas
incluso
por aquellas que lo fueron
sin intención.

Pido perdón
por la opresión a la que sometimos
en un momento pasado
e incluso
en un momento futuro
a otros seres humanos.

Pido perdón
por la esclavitud de la que se lucró
sin reparar en crueldades
toda mi ascendencia
e incluso
toda mi descendencia.

Pido perdón
por el eurocentrismo
por el etnocentrismo
por el espacentrismo
por el albocentrismo
por todo fanatismo.

Pido perdón
por el patriarcado
e incluso
por el matriarcado
si fuese menester.

Pido perdón
por una realidad que mi pasado
hizo como es hoy en día
para lo bueno
y
para lo malo.

Pido perdón
por no hacer lo suficiente en el presente
por modificar el futuro
para que no se repitan errores del pasado.

Pido perdón
por no definir con claridad
a qué me refiero con error
a qué me refiero con horror
a qué me refiero.

Pido perdón

pido perdón
por tener unos compatriotas que no se solidarizan
con peticiones de otros patriotas
con los que no puedo ser compatriota
por tener unos congéneres que no se solidarizan
con peticiones de otros géneros
con los que no puedo ser congénero.

Pido perdón
por no haber acabado aún con las patrias
por no haber acabado aún con las guerras
por no haber acabado aún con las miserias
por no haber acabado aún con las injusticias
por no haber acabado aún con las enfermedades
por no haber acabado aún con las pulgas.

Pido perdón
por hacer que este escrito parezca una burla
por burlarme de la seriedad de peticiones
de perdón
pero sigo pidiendo perdón.

Pido perdón
por la contaminación atmosférica
por la contaminación acústica
por la contaminación medioambiantal
por la contaminación social
por la contaminación cruzada
por la contaminación.

Pido perdón
por haber dicho alguna vez
que es mejor pedir permiso
que pedir perdón
y también
por haber dicho alguna vez
que es mejor pedir perdón
que pedir permiso.

Pido perdón
por no ser más que un ser humano
que no representa a nadie más que a sí mismo
y carecer de entidad
para pedir perdón en nombre de otros
seres humanos
que no se representan más que a sí mismos.

Pido perdón
por herir sensibilidades
por herir idiosincrasias
por herir trascendencias
por herir colectividades
por herir individualidades
por herir.

Pido perdón
por no saber completamente
a qué más pedirle perdón
y tener que pensar
en a quién puedo haber afectado
con mi mera existencia.

Pido perdón
por no saber a quién
pudo afectar negativamente
la existencia y las acciones
de todo ser humano que me precedió
incluso
si nacieron en la misma cama de hospital donde yo nací
si nacieron en el mismo hospital donde yo nací
si nacieron en la misma ciudad donde yo nací
si nacieron en el mismo país donde yo nací
si nacieron en el mismo continente donde yo nací
si nacieron en el mismo mundo donde yo nací.

Pido perdón
a seres humanos
a animales
a fauna
e incluso
a rocas, mares, ríos y montañas.

Pido perdón
por pisotear derechos
por aprovecharme de la desigualdad social en el planeta
por beneficiarme de la especulación inmobiliaria
por enriquecerme a costa del capitalismo neoliberal
por poder dedicarme a la poesía.

Pido perdón
por no saber lo suficiente
por saber demasiado
por saber que no sé
por no saber lo que sé.

Pido perdón
por no pedir suficientemente fuerte
perdón
e incluso
por pedir demasiado.

Pido perdón.

Esto no es una broma