Hasta el suelo
a mis pies
se ríe de mí.
poesía
Pánico amarillo
No sé si el miedo tiene color
pero cuando se han caído todos los servidores
de wordpress que administro
simultáneamente
he entrado en color amarillo
hasta casi verde
de bilis
de enfado
por impotencia.
Nunca he querido depender
de una maldita base de datos
que no comprendo
para tener una página web
aunque entienda los beneficios
que aporta
como este diario absurdo
que poco a poco ocupa
más y más
espacio
en el ciberespacio
y en algún lugar físico
que no quiero conocer
ni ser demasiado consciente de su existencia
pues la culpabilidad
por el calentamiento global
incrementado por ese consumo despedido
de energía para mantener equipos electrónicos
que guarden esta tontería
que a nadie
verdaderamente
parece importarle.
Hace años ya
que mi web es una y trina
y dos de las personas de la misma
son bases de datos
para este diario
y para una galería de fotografías
que permita prescindir
de empresas a las que darles mis datos
o donde depositar una confianza
que no se han ganado.
Confío
arriesgándome
en una sola empresa
que no es que sea especialmente fiable
sino que me evita
tener que montar
mi propio servidor
y mantenerlo
con las consecuentes
dificultadas
y aumento de precios
por IP dedicada
y gastos eléctricos
por ordenadores disponibles 24×7.
Y cuando
como hoy
me siento
impotente
ante la dificultad
de resolver esta locura
de vida
soy consciente
de mi vanidad
de mi minudencia
de mi insignificancia
de mi inconsciencia.
Souvenir de Valencia
Este es el único souvenir que traje de Valencia hace casi 15 días, después de nuestro fin de semana allí, al terminar «haciendo tiempo» en una librería-cafetería preciosa y muy recomendable, a punto, eso sí, de ser tan hipster como parece que acabará siendo: Ubik Café.
Tengo muchas ganas de conocer la poesía de Louise Glück, muerta a los 80 años, en el 2023, y galardonada con el Nobel a los 77. Por lo que he ojeado, me va a gustar.
Agua
las gotas ocultan
sus formas
sinusoidales
dejando ver la sombra
imposible
de su transparencia
rota
unas impurezas
convierten la inocencia
del líquido elemento
en mar de átomos absortos
territorios aislados
islas de agua
rodeadas de sequedad
penínsulas húmedas
continentes inundados
de posibilidades
las gotas ocultan
su inexistencia
Los reel y esas cosas…
Me encanta este «reel» que han publicado en su cuenta de Instagram mis queridos amigos Beatriz Pagés y Toni Cárdenas, de Carromato Audiovisual
Fue un verdadero placer hacer la I Feria del Libro de Edita Clave 53 en ese lugar tan maravilloso y rodeado de gente a quien quiero tanto.
He conseguido descargarlo en mi móvil y tenerlo publicado en este diario para poder volver a verlo cuando Meta haya quebrado, que lo hará más tarde o más temprano. 😉
Rosa y Roca
ROSA
ROJA
ROZA
ROTA
ROCA
ROMA
8M
8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M8M
2 muertos exquisitos
Cadáveres exquisitos realizados la semana pasada con la exigencia oulipiana de que todas las palabras debían comenzar con las letras a y c respectivamente:
Arena arrebolada ante
arrecifes arrebolados, amor
astuto, avaro, acérrimo, ánimo, antidiliviano
atroz atasco al amanecer. Anteriormente algunas
amebas amarillas ascendiendo
al amanecer acontece algo amarillo
amargo azúcar almibarado amargor
asido al almendro amado antes ansiado
¡aaaah aaaaah aaaaah aaaah aaaah!
arranco a acabar abrazado a amistades.
Comiendo cebolla con cebada
contagiado como caí, comí churros
con chocolate colacao con coca-cola
cardamomo con caléndula
calentito, como cuando Cris comió
cocido con colágeno
centrífugo con cuerpo cabizbajo.
mis opiniones (caja)
Desde hace meses tenía pendiente terminar esta caja para darle carpetazo a un proyecto bonito, pero sencillo hasta límites inconcebibles.
Preparada para que el libro encaje a la perfección en su interior, modificada con un par de bloques de cartón, de los que suelen venir acompañando envíos demasiado pequeños para envoltorios demasiado grandes, sobre uno de los cuales está escrito: «depositar aquí».
Es un buen lugar donde guardar mis opiniones, por otro lado no escritas sino apuntadas en un apenas visible blanco sobre blanco, especialmente si tenemos en cuenta que la contraportada de la caja-libro reza: «basurero».