le petit mal
le petit mort
what a
fucking
difference!
Diario
what a
fucking
difference!
Cuando un año es bisiesto
me descuadra la mente
haciéndome dudar
una vez más
de los calendarios
de los relojes
de los convenios.
Cuando un año es bisiesto
no sé qué día
celebrar mi cumpleaños
celebrar mi aniversario
celebrar la navidad.
Cuando un año es bisiesto
ando perdido por las aceras
como cualquier otro año
en que el número de días
que tardamos en dar una vuelta al sol
para no volver al mismo sitio
en un viaje que no es circular
ni tan siquiera plano
en un universo en expansión…
ese número de días
se ajusta a un número entero
porque no nos gusta
manejar
decimales
y ya ni hablar
de
irracionales.
Cuando un año es bisiesto
pienso en Julio César
y en Octavio Augusto
y en su egoísmo
quedándose unos meses
de longitud mayor
y legándole a la plebe
el paupérrimo febrerillo.
Cuando un año es bisiesto
me siento tan desconcertado
como
cuando un año no es bisiesto
y sigo vivo.
dos bolígrafos
en sentidos opuestos:
pornografía
aunque es dramático
por fin veo la salida
en este túnel
Una pequeña pieza de algo que podríamos denominar poesía visual realizada con círculos adhesivos de etiquetados de CD para impresora sobre cartulina roja.
¿Cuántos puntos como mínimo harían falta para que LOVE se entendiese?
En esta ocasión lo realicé con 36 puntos, pero seguro que con muchos menos habría sido posible.
El tiempo es oro:
no todo oro reluce
y este tampoco.
No tengo tiempo:
se escapa entre las manos
como agua hirviendo.
El día resplandece
como agua clara.
Lucía cerró ojos,
la niebla cegaba
sobre su casa,
sobre su alma.
Reposaba la risa,
mecía el viento
de aquel amanecer
Nace el recuerdo,
espera la escalera,
subo los peldaños
camino al cielo.
Texto escrito a cuatro voces por Carmen Garrido, María Jesús Orella, Pepa Delgado y Giusseppe Domínguez
Otro vídeo de la acción realizada para el 6º Aniversario de PEPA (Pequeño Evento de Performance Art) comisariado por Analía Beltrán y del que se puede encontrar más información en el artículo que escribí hace unos días o bien en la sección de acciones de mi propia web.
Es casi un acontecimiento único que celebrar.
Yo creo que hoy es el día
que más ropa
he comprado en mi vida
en un sólo día.
Ni más ni menos que
siete pantalones
(no sé por qué se llaman pares de pantalones),
siete camisetas
(tres de manga corta y tres de manga larga)
lisas
de algodón
sin ningún adorno
más allá de su mero color
cuando no han sido blancas o negras
que suelen ser colores
que no se consideran colores,
dos pijamas
y una camisa de lo que
podríamos decir
vestir.
Ha sido una locura.
El consumismo me embargaba.
Una hora seguida comprando
en una cadena llamada Lefties
cuyas etiquetas me gustaban más antes
cuando eran meros «Lfts»
y después en otra cadena
llamada Primark
pues ambas están
al lado de mi casa
y son presuntamente
de lo más económico (barato)
que puedo encontrar.
No me gusta ir de compras.
Aborrezco ir de compras.
Me asquea ir de compras.
Hoy he comprado para no tener que volver
a comprarme un pantalón vaquero
en más de 10 años.
He tenido que guardar mi ropa
recién adquirida
en el metro cúbico
que digo tener
de espacio dedicado a almacenarla
y ha sido bastante complicado
pero no imposible.
Ahí están
con sus etiquetas
probando que aún no han sido estrenadas
todas las prendas
colgando en perchas
excepto un par de pares de pantalones
vaqueros
que he reservado doblados
en el suelo del armario
para futuro por llegar.
El viernes había recogido
de la tienda de arreglos
de la calle Ballesta
los dos últimos pantalones (pares)
que estaban siendo reparados
de sendas roturas y que han de durarme
otros cuantos años.
Ahora siento cierta opulencia
con tanta ropa
pendiente de ser estrenada
acuciando tras las puertas
correderas
con espejo de un metro de alto
por setenta centímetros de ancho
a modo de pliego de papel
pero mucho más pesado.
Mañana
lo habré olvidado
pero sentiré
cierta tranquilidad
sabiendo
que no tengo que ir a comprar ropa
en los próximos lustros.
(me olvido del hecho de que
puedo (no como todo el mundo)
ir a comprarla)
Acción realizada en Est_Art, Alcobendas, Madrid, dentro del 6º aniversario de P.E.P.A. (Pequeño Evento de Performance) P.E.P.A. es un encuentro de performance que nace de la mano de la artista de arte de acción Analía Beltrán i Janés con el ánimo de brindar al público de Madrid una oferta continuada de arte de acción. El primer P.E.P.A. tuvo lugar el 20 de enero de 2018 y desde entonces se han llevado a cabo 36 eventos, tanto en Madrid como en otras ciudades y países.
Mi particular contribución a este evento se puede ver en vídeo (no es la mejor forma de «disfrutarla», pero es un posible sucedáneo):