¿Y si mi cuchara es un tenedor?

Ayer surgió una conversación durante la cual uno de los participantes comparó lo que la gente sabe hacer con «comer con el tenedor un caldo«, cuando, según el susodicho, lo suyo es comerlo con una cuchara.

Y claro, no he parado de preguntarme desde ese momento si eso es correcto.

En primer lugar, está la cuestión del tenedor en lid, si no puede ser lo suficientemente amplio como para abarcar el caldo, pero en segundo lugar está el caldo, pues no dejo de imaginarme el famoso caldo gallego o esos caldos (sopas) orientales de pasta y carne que ya no sólo con tenedor, sino incluso con palillos puede ser disfrutado. (Por cierto, no sé por qué, esto me recuerda que leí una vez lo ridículo que es vincular mentalmente pasta a Italia cuando lo verdaderamente razonable sería vincularla con China, por históricos motivos obvios).

No paro de preguntarme si no es una bonita imagen, mucho menos prosaica que la de comer un caldo con cuchara, incluso, por qué no, con cucharón. Pero ya se sabe mi tendencia a la inutilidad, a la poesía y otros males de la humanidad que se encargan de comer caldo con tenedores… siendo mancos y ciegos.

Tengo la imagen tan grabada en mi cabeza desde que la pronunció que no quiero dejar que se me olvide (¡ole con esa triple negación!) y me encantaría usarla para realizar una acción poética con ese nombre, con ese motivo, con esa imagen.

Ahora tengo que elegir para ello el caldo adecuado, el tenedor preciso y la ocasión propicia. Pero esto es caldo de cultivo para mi creatividad. Nada mejor para retarme que un «imposible«.

En ningún momento durante la conversación el argumentista dudó de estar en posesión de esa cuchara indispensable ni, por fundación, poner en entredicho conocer la composición de ese caldo. Es una de esas personas que saben, como cuando alguien habla del «buen gusto», que nunca jamás suponen que ese «buen gusto» no sea el suyo.

Hay que añadir, casi en último momento, que el interlocutor pretende enseñar a comer caldos con cuchara.

Tuve que estar callado. No pude intervenir. No tengo ni idea de si conozco el caldo debatido ni mucho menos si mi cuchara no es realmente un tenedor. ¿Existen diferencias irreconciliables entre los tenedores y las cucharas? Hablar de lo indecible me recordaba a Wittgenstein. También a Roland Barthes. Pero me quedó el agridulce sabor de la obediencia debida a la autoridad… en algo tan absurdo, íntimo y personal como disfrutar de un caldo.

El general de bronce

El general de bronce
desciende del pedestal.

Con paso firme camina
hacia el banco de madera
de la esquina inferior derecha
del plano
donde, sentado, se come la mano
que le llega volando
desde su derecha.

Todo sería distinto
e igual
si hubiese estado de frente.

Elecciones

El domingo volvió a ganar Primark
volvió a ganar Doña Manolita
volvió a ganar Zara
volvieron a ganar Lefties y demás.

Hoy sigue ganando la falta de respeto
el insulto
la agresión
la crispación
la intolerancia
justificado por la pasión
el impulso
la defensa de la justicia con ardor
con demasiado ardor.

Siguen ganando las prisas
la urgencia
la velocidad
el arrebato
la facilidad
hasta la simpleza.

Nunca gana la reflexión
la flexión
la meditación
la duda.

¿O sí?

V + n

Siguiendo mis inclinaciones OuLIPIanas, me ha dado por crear, a partir de un diccionario que contenga todas las palabras del diccionario de la RAE que terminan en ar, er, ir, un pequeño script que extrae el enésimo siguiente verbo a uno dado.

Me gustaría hacer una versión para navegador, pero he descartado hacer un CGI por posibles amenazas en el servidor, así que exploraré un tiempo la forma de hacerlo en JavaScript (lo prefiero a PHP), aunque tiene pinta de que va a ser un pequeño infierno. No está muy orientado a manejar archivos. Pero ya veremos.


#!/bin/bash
# V + n
# Pasando el verbo en infinitivo
# devuelve el verbo que sigue en N posiciones
# con propósito de uso en ejercicios OuLipianos
verbo=$1
n=$2
posicion_verbo1=`grep -n ^$verbo$ verbos.txt|awk -F":" '{print $1}'`
# echo $posicion_verbo1
posicion_verbo2=`echo $posicion_verbo1 + $n|bc`
# echo $posicion_verbo2

head -$posicion_verbo2 verbos.txt|tail -1

El diccionario de «verbos» usado se generó a partir del diccionario completo que tengo disponible para descargas online desde este mismo diario y que realicé colaborando con el ínclito Isidoro Valcárcel Medina.

Algunos ejemplos:

./vmasn.sh amar 8
amarillear
./vmasn.sh comer 10
comisionar
./vmasn.sh vivir 53
zahinar
./vmasn.sh estudiar 5
esturgar
./vmasn.sh ser 1
seranear
./vmasn.sh estar 8
estatuir

Kabul-París

españa-kabul

No digo que las embajadas
no sean terreno nacional
pero no son la capital.

Caer en acto de servicio
no es lo mismo que caer en el servicio
o que caer en puro vicio.

No es lo mismo París
que Kabul
ni las alcachofas que las merceditas.

No hay simetría
se pongan como se pongan
o nos pongamos como nos pongamos.

Pero venga, sigamos avanzando a la estulticia
a la estupidez
a la simpleza:
todo
por la patria.

viajar

vajear, ventajear, viajar, vidajenear
palabras encontradas con la restricción
de que fuesen verbos (terminados en r)
que comenzasen por la letra v
y contuviesen el grupo de letras aj en algún lugar del medio
de la palabra.

grep -h ^v *|grep r$|grep aj|sed ':a;N;$!ba;s/\n/, /g'

de ellas, solo viajar está reconocida
por el diccionario de mi ordenador
y las demás
son ignoradas
marcadas, más bien,
por un mar escarlata
sobre el que navegan despacio
volando
viajando
vajeando
ventajeando
vidajeneando
sin llegar a ningún lado.

cuando la publicidad de una entidad financiera
juega con las palabras
mi sensación es que las pervierten
o que juegan con nuestras mentes
que tienen el léxico
a sangre y fuego
grabado en el cerebro.

pero me gusta que jueguen
y ya veré si me ganan.

Esto no es una broma