Me lavo las manos

Acción realizada en Est_Art, Alcobendas, Madrid, dentro del 6º aniversario de P.E.P.A. (Pequeño Evento de Performance) P.E.P.A. es un encuentro de performance que nace de la mano de la artista de arte de acción Analía Beltrán i Janés con el ánimo de brindar al público de Madrid una oferta continuada de arte de acción. El primer P.E.P.A. tuvo lugar el 20 de enero de 2018 y desde entonces se han llevado a cabo 36 eventos, tanto en Madrid como en otras ciudades y países.

Mi particular contribución a este evento se puede ver en vídeo (no es la mejor forma de «disfrutarla», pero es un posible sucedáneo):

Cibeles tuvo que ser una diosa

La publicidad de este parking me resulta tremendamente insultante.

Reza así:

Cibeles tuvo que ser una diosa para tener su plaza en el centro.

y en la parte no visible continúa:

A ti no te costará tanto: 19.990€

Pero no paro de preguntarme si es que realmente a quien realizó esta publicidad le parece menos costoso trabajar todo lo necesario para ingresar un total de casi veintemil euros que nacer, pues una diosa no tiene que hacer nada, no le cuesta nada serlo: se nace diosa y punto. Está claro que esta persona publicista es monárquica y opina que trabajan mucho y que pobres… ay que ver, y además se les critica.

A mí, cada vez que la veo (casualmente en el barrio de Salamanca, Madrid) me irrita, me enfada, me insulta casi diría.

Cibeles «NO TUVO QUE SER», sino que NACIÓ diosa.

¿Qué tal si toda persona NACIDA madrileña tuviese su plaza en el centro?

¡Qué pensamiento tan revolucionario!

Ains…

Conflictos olvidados

Quizá no siempre olvidados y, por supuesto, no olvidados por todas las personas, pues hay quien recuerda por proximidad o por otras razones.

Estoy haciendo una lista de «países» cuyo nombre provoque evocación de un conflicto. Es parte de una acción que voy a realizar para P.E.P.A. (Pequeño Evento de Performance Art) en su 6º Aniversario, en el que comparto un precioso cartel.

Empezaré por aquellos conflictos que yo mismo recuerdo (haciendo algo de esfuerzo) para luego completar la docena (¿por qué 12?) con alguna lista de Internet dedicada a ello.

Empecemos:

Gaza
Ucrania
Siria
Libia
Sudán
Yemen
Myanmar
Afganistán
Armenia
Kosovo
República Democrática del Congo
Somalia

Exyugoeslavia

No me sé la capital de casi ninguna de las entidades nacionales que surgieron tras la extinción o desintegración catastrófica de Yugoeslavia. Podría, de memoria, recordar la de Eslovenia, la de Serbia, la de Croacia y la de Bosnia (a veces), pero la de Montenegro no tengo ni idea si no lo busco en Wikipedia, la de Macedonia (eslava) la recordaré en cuanto alguien me la diga. De Kosovo prefiero ni hablar, que este país tiene conflictillo con esta unidad territorial para denominarla estado.

Pero si tuviera que intentarlo con los países de la extinta URSS aún me sería más difícil, no siendo algunos de los bálticos y Ucrania o Bielorrusia porque están de moda. Ni idea de la capital de Kazajstan, ni Kirdistan, ni tan siguiera Georgia. ¿Osetia? ¡Azerbaian!

Me siento entre avergonzado por mi incultura y por mi envejecimiento.

😐

¿Qué es un genocidio?

Estupendo vídeo para templar los ánimos y extender, casi por completo, la palabra genocidio a cualquier guerra.

Sigo desde hace unos meses el canal de Youtube de Raquel de la Morena, más como un canal de audio que de vídeo, todo sea dicho, especialmente útil en estos tiempos en los que paso haciendo ejercicios de rehabilitación de mi hombro izquierdo en casa y siento que estoy «perdiendo el tiempo» sin aprender nada nuevo y sin «crear»/»croar».

Ayer vi este episodio sobre las 10 fases en las que evoluciona un genocidio con la invitación (que hace la autora) a reflexionar sobre los actualmente denominados así, ya sean los «obvios» como los menos evidentes.

He de reconocer que, finalmente, casi cualquier episodio llamado «guerra» (y algunos que no) contiene prácticamente todas las fases comentadas, con lo que el término puede acabar resultando algo superfluo por sinónimo que no aporte nada diferente, salvo la condena «internacional» de una comunidad que se arrogó el derecho a definir el crimen de genocidio en a mitad del siglo XX, cuando prácticamente toda África y gran parte de Asia eran todavía súbditos de las metrópolis que así lo definieron.

Soy un fan(ático) de la Declaración Universal de Derechos Humanos, pero procuro no perder de vista el hecho de que se escribió en 1948 desde una «cultura» y una «ética» que distaban mucho de ser Universales.

La vacuidad de las resoluciones de las Naciones Unidas que siguen imponiendo un concepto de mundo en el que hay países de primera y países de segunda, ya sea a través del Consejo de Seguridad de la ONU o, más allá incluso, aquellos que tienen, con su veto, la posibilidad de convertir cualquiera de las resoluciones en papel mojado.

Apología de la violencia

El otro día un hombre me pidió ayuda:

Quería crear una página web
que pudiese recaudar dinero
(como si yo supiese hacerlo)
mediante algún tipo de mecanismo
similar a las ayudas de la web change.org.

Mi primera sugerencia
fue que crease la página
quizá con wordpress
y luego añadiese un plugin
de esos que abundan
para recolectar dinero.

Otra sugerencia
mucho más simple
era la de crear un botón
con una cuenta de paypal
como la que tengo en mi subscripción
a este diario
al que apenas hay dos personas
subscritas.

Pero seguía insistiendo
e incluso
quería contratarme para que yo lo hiciese.

Ahí le pregunté
(quizá tenía que haber empezado por ahí):

¿para qué lo quieres?

Y me explicó que su objetivo
era conseguir dinero para ofrecer una recompensa
por la captura de quien él consideraba
que eran los tiranos del planeta:
Putin, Milei, Trump, Pedro Sánchez…
y un sinmúmero de otros políticos
que no parecían tener un criterio de inclusión
muy definido.

Su frase empezó algo así como:

Pagar dos millones de dólares
por la cabeza de…

y ahí le paré.

No, mira, conmigo no cuentas
para eso
y no me agrada ni siquiera
tu propuesta
que es claramente una apología de la violencia.

Pero él insistía que así
los males del mundo se iban a terminar
y que si no para guillotinarles
sí para llevarles al Tribunal Internacional de la Haya.

Le comenté que en el Tribunal de la Haya
no les iban a condenar
y que su propuesta hacía aguas por varios sitios
aunque ya lo único que yo quería
era que se marchase de la mesa
que yo tenía que atender
y me dejase en paz.

Por supuesto
por ingenuidad
ni siquiera me detuve a pensar
que seguro que ese dinero
que él hubiese recaudado
no habría acabado sirviendo para ningún otro propósito
que su enriquecimiento personal.

Es una persona con la que prefiero
no tener que volver a cruzarme
pero el mundo
a veces
es demasiado pequeño.

Esto no es una broma