La constitución está caída

La página web http://www.constitucion.es está caída y no da respuestas.
No es una broma, es una prueba que he hecho para verificar que el artículo 21 dice lo que dicen que dice, a saber:

Artículo 21.

1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa.

2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.

Esto es sólo para recordar que lo que se pretende hacer de criminalizar la convocatoria de manifestaciones antisistema por el hecho de ser contrarias a la voluntad del gobierno es meramente anticonstitucional.

Pero me temo que pasaré años de mi vida en la cárcel al paso que vamos. Además, siempre he pensado que, dada mi dramática incapacidad para mentir, ni siquiera para protegerme, cuando entre en las garras de los ejecutores de la ley, daré con mis huesos en la prisión, tras una escalada de preguntas y respuestas que, inevitablemente, me convertirán en una amenaza para el estado.

Recuerdo cuando me pasó algo así cuando, hace casi 20 años, me detuvieron en un control de alcoholemia entre Motril y Torrenueva. Volvía de las fiestas del pueblo en cuestión, con un par de amigas en el coche, y me preguntaron, tras dar positivo en la prueba, qué había bebido: ¡y les dije la verdad!

Cuando, meses después, tuve que hablar con mi abogado de oficio en Granada, este me preguntaba que si no se me había ocurrido mentir. A lo que yo, algo ingenuo, le pregunté: ¿a la autoridad? Como si fuese a ser el primero en hacerlo, como si fuesen a ser capaces de descubrir lo que estaba hablando con mi abogado, como si les importase…

Así que no había forma de rectificar.

Otras ocasiones similares fueron durante la época de comenzar a vivir en la casa en la que ahora habito, para conseguir el alta del gas natural, me encontré teniendo que enfrentarme de nuevo a esta solicitud del mundo para que mintiese. El inspector que venía, que siempre era uno nuevo, me preguntaba si yo vivía allí, y yo contestaba que claro que sí, a lo que me contestaba con un: pues no puedo darle el alta.

Cuando ya pregunté que porqué insistían tanto en preguntar si vivía allí, me dijo uno que lo mejor que podía hacer era mentir, decir que no vivía allí, que mi casa no era mi casa, contradicción que me irritaba mucho, y que, mejor aún, en la próxima visita, sacase el colchón al descansillo y dijese que era de mis vecinos.

Yo creía que estaba de broma, que no lo decía en serio, pero sí, era en serio. Así que le pregunté si podía decírselo a él… y me dijo: ¡no, hombre, yo ya sé que es mentira!

No podía dar crédito a mis oídos: era el colmo de lo kafkiano. Me decía que mintiese, pero que no le mintiese a él. Me estaba instigando a ser delictivo, pero sin querer responsabilizarse de su incitación. Y no lo hice, claro, así que pasé el invierno más frío de mi vida, teniendo que ducharme a cachitos, con agua fría, calentando algo de comida con un hornillo eléctrico, sin radiadores y acabé haciendo una obra que separaba la casa, inicialmente diáfana, aislando la cocina que el constructor y la promotora habían hecho habitables sin la misma separación.

La historia no acabó aquí, porque tuve que ir acondicionando las rejillas de salida de aire a las nuevas medidas, tuve que hacer taladros en un armario, tuve que vaciar uno de ellos y, finalmente, mentir: decir que en uno de ellos jamás metería nada, para que la rejillas no se obstaculizase.

¿Y ahora qué?

Veo que se están poniendo las cosas en el caldo de cultivo adecuado para que yo pase años en la cárcel. Y lo que más me preocupa es que se me vuelva a abrir la fisura anal… y no quiero ni pensar en de qué manera.

Con las propuestas actuales de reforma del código penal para endurecer las leyes que impidan la libre asociación, la manifestación pacífica y reivindicativa, me temo que pronto me detendrán, como a otros muchos, pero ellos serán capaces de decir lo que se espera que digan, que pasaban por allí, que no eran conscientes de que estaban siendo llamados a un acto antisistema, que «no le conocen». Pero yo no soy Pedro, no me dotaron con la habilidad para sobrevivir mintiendo. Y aquí empezarán mis verdaderos problemas.

Miedo, tengo mucho miedo…

Era el objetivo y lo han logrado. Me inhibiré de participar en actos que, en algún momento puedan derivar en violentos (sabiendo que todo acto puede derivar en otros más o menos imprevisibles y, en tanto, pueden ser violentos), me inhibiré de convocar o divulgar convocatorias que puedan incitar a protestas más o menos pacíficas, aunque no sé si un recital de poesía puede considerarse una protesta más o menos pacífica contra la prosa, la árida prosa de la vida.

Me temo que hay que ir pensando en una línea roja, una línea a partir de la cual no querré seguir viviendo en este país. Me temo que estamos muy cerca del instante que supuse que llegaría de manera más clara y frontal, pero la vida es más compleja de lo que nos gusta suponer.

Hitler llegó al poder en unas elecciones. Siempre me he preguntado en qué momento un alemán pudo darse cuenta de que vivían bajo un régimen totalitario. Qué línea roja se trazaron muchos para irse del país. Algunos fueron expulsados de sus trabajos, algunos fueron obligados a llevar insignias que les distinguiese, pero… ¿y los demás?, los ciudadanos medios, los que no trabajaban en nada «polémico», como un panadero, un carpintero, un informático… (no había informáticos, claro). Los rubitos con ojos azules que no se creyeran por ello superiores, ¿cuándo pudieron darse cuenta de que habitaban un país como el III Reich?

Yo esperaba un golpe de estado militar, a lo Tejero y 23F, algo evidente, algo sencillo de identificar, algo que me dijese: estás sometido a la elección de quedarte y someterte o irte o luchar. Era una elección más o menos sencilla. Siendo un pacifista como siempre he defendido ser, justificaría quedarme y luchar, pero lo más probable es que acabase yéndome.

Pero ahora me pregunto ¿a dónde?

¿Qué destino elegiría para irme de este país por motivos sociales o políticos?

¿Francia? ¿Islandia? ¿Australia? ¿Canadá? …

¿Alguna sugerencia?

Sobre la huelga general del 29 de Marzo de 2012

Una amiga me ha enviado este email que pretende ser acicate para convencer a la participación. A mí no me gusta mucho el tono en el que se presupone que uno es un esquirol que busca excusas… aunque lo fuera o fuese.

Después de leerlo me di cuenta de que yo no encajaba en ninguna de esas razones. Y esto me sitúa al margen del colectivo de los trabajadores. Pero eso ya me pasó hace tiempo cuando, en una inscripción en el INEM para conseguir el papelito con el que entrar gratis en algunos museos, me preguntaron que a qué me dedicaba y dije que era poeta y me dijeron que eso no existía. ¡Que sí! ¡Que sí existe!

Y ahora, ¡¿Qué soy?!

Ya no sé, siquiera, si soy poeta o blogero o hacedor de proyectos absurdos o qué… la verdad es que no tengo ni idea de qué soy, salvo que no me defina por mis ingresos. Podría decirse de mí, desde ese punto de vista, que soy profesor particular, que soy coordinador de talleres de poesía, porque de ambas cosas cobro algo de dinero… pero eso son solo las cosas que hago para trabajar en mi verdadera obra: ¿Alguien diría que Baudelaire fue otra cosa que poeta?

El caso es que me preguntaba qué podría hacer yo dentro de 2 días en la huelga general y si tenía algún sentido que yo la hiciese. Y me he contestado que sí, que tengo que hacerla, que debo dejar de producir y mi trabajo produce textos en este diario, y produce un aumento en la información contenida en mi proyecto de Lenguas del Mundo.

Así que ese día, el 29 de Marzo de 2012, no escribiré nada, no abriré el PC, disminuiré mi consumo al mínimo y me dedicaré a leer… aunque también es trabajo… no sé qué leeré para que no me informe o forme demasiado… hummm… igual será momento de ir a un parque a pasar el día paseando. Quedar con amigas y charlar, sin tomar una cerveza para seguir reduciendo el consumo, uniéndome a otra iniciativa (una huelga de consumo) que me parece extensible a lo largo del año… es más, suelo tenerlo presente siempre.

Copio el email que me envió mi amiga, por si alguien tiene excusas y quiere refutaciones:

Quien más quien menos, creo que la mayoría nos vemos reflejados en alguna de estas posturas, al menos ocasionalmente. No pretendo tener certezas (¡qué poquitas nos van quedando!), pero me ha venido bien leer este argumentario. Espero que a vosotros también.
Feliz víspera del mejor día de la semana.


De cara a la huelga general del 29 de Marzo, habrás escuchado estos argumentos con toda seguridad. Si estás indeciso sobre lo que hay que hacer el día 29, quizá te interese leerlos.

Argumento esquirol 1: «No hago huelga porque no me lo puedo permitir».

La reforma laboral supondrá con toda seguridad una rebaja generalizada de los salarios. Si no puedes permitirte dejar de ganar el sueldo de un día, menos podrás permitirte que te bajen el sueldo permanentemente, que te despidan gratis, o que si tienes 10 años trabajados en una empresa tu indeminación pase a ser de 18900 euros a 7845.

Argumento esquirol 2: «La huelga no servirá para nada».

Todas las mejoras de los trabajadores se han conquistado historicamente a través de la lucha. Nadie nos ha regalado nada. Lo que está demostrado que no sirve de nada es no hacer nada. A la preguntas de si una huelga de un día será suficiente, la respuesta es que probalemente no. Es sólo el principio, pero es un paso muy importante. Si nos imponen la reforma laboral más dura de esta «democracia» y no respondemos las medidas sucesivas que tome el gobierno serán aún más demoledoras. Se puede y se debe tumbar esta reforma laboral.

Argumento esquirol 3: «La huelga no soluciona nada».

La huelga no es una solución, es el instrumento de presión más poderoso que hoy por hoy los trabajadores tenemos a nuestro alcance. Por eso quien no se adhiere a una huelga perjudica gravemente al conjunto de los trabajadores, incluido a sí mismo.
Además si la huelga no contribuyese a solucionar nada ¿de dónde proviene el empeño de los empresarios en que los trabajadores no la secunden, llegando a las amenazas y coacciones, que son delito? ¿Por qué motivo la prensa de derechas trata de desprestigiar la convocatoria de huelga? ¿Por qué incluso se están planteando legislar para limitar este derecho? Todo tiene una causalidad, nada es casualidad.

Argumento esquirol 4: «No estoy de acuerdo con los sindicatos mayoritarios, por eso no hago huelga».

A la convocatoria de huelga se han sumado decenas de sindicatos minoritarios de diversos sectores y de distintas ideologías. Es más, los primeros convocantes de esta huelga no fueron UGT y CC.OO, sino ELA-LAB en el País Vasco y CIG en Galicia. También se suman a la convocatoria los sindicatos CNT y CGT, la Intersindical-STE, USO, Solidaridad Obrera (mayoritario por ejemplo en Metro de Madrid), partidos políticos tan dispares como IU, Esquerra, Compromis, Amaiur, BNG y organizaciones sociales de todo tipo como 15M, Juventud Sin Futuro, Democracia Real Ya etc, que no comparten la verticalidad de los sindicatos mayoritarios y son críticas con su labor de los últimos años pero aún así apoyan la convocatoria de huelga general del 29M. Esta huelga es del 99% de la población, no sólo de los sindicatos.

Los sindicatos CCOO y UGT han podido cometer muchos errores y criticarlos es lícito e incluso necesario. Pero los sindicatos entendidos como organizaciones de trabajadores que se unen para defender sus derechos e intereses son, indudablemente, el próximo muro a derribar por los poderes económicos. De ahí la campaña continuada de ataques y de desprestigio desde los medios de comunicación de la derecha de la que todos estamos siendo testigos.

Argumento esquirol 5: «Hay libertad, cada uno puede hacer lo que quiera. Además si hago huelga me descuentan x euros, y no me lo puedo permitir».

No hay libertad porque te están coaccionando con una penalización económica. La libertad es otra cosa, no verte obligado a ceder a los chantajes de gobierno y empresarios a cambio del sueldo de un día.

Argumento esquirol 6: «Hay libertad, cada uno puede hacer lo que quiera. Yo iré a trabajar porque en mi empresa si haces huelga te miran mal y si luego hay que despedir a alguien seguro me despedirán a mí en vez de a otro».

No hay libertad porque te están coaccionando con el despido. La libertad es otra cosa, no verte obligado a ceder a los chantajes de gobierno y empresarios renunciando a tu derecho constitucional a la huelga.

Argumento esquirol 7: «La huelga tiene que ser indefinida, si no yo no la hago».

Suponemos que estas personas cuando sus hijos dieron el primer paso en vez de alegrase, animarles y ponerles calzado adecuado les recriminaron no ser capaces de correr los cien metros lisos en las olimpiadas y les gritaron que para dar tres pasos por la habitación y luego caerse mejor que ni lo intentaran. Los partidarios de la huelga indefinida entendemos que la casa se construye desde los cimientos y no empleamos un modelo de huelga concreto como excusa para no secundar una huelga general convocada con un gran consenso.

Argumento esquirol 8: «Los piquetes presionan a la gente, obligándola a que haga huelga. Los trabajadores son libres de ir a trabajar un día de huelga.»

Si la libertad realmente tuviera tantos defensores nos iría bastante mejor de lo que nos va. En la mayoría de los casos quienes mantienen esa postura ocultan o defienden la coacción de muchas empresas sobre los trabajadores que quieren ejercer su derecho constitucional a la huelga y aceptan que éstos se vean obligados a someterse a ella acudiendo a sus puestos de trabajo por miedo a perder sus empleos o el salario de un día. Los piquetes historicamente impedían que los empresarios contrataran personal para cubrir los puestos de los huelguistas y en la actualidad tratan de garantizar el derecho a huelga de aquellos que por presiones de las empresas no pueden ejercerlo. Los piquetes informativos apelan a la responsabilidad de los trabajadores, les informan de los motivos de la huelga, de sus derechos, y de las consecuencias negativas que tiene acudir ese día a sus puestos de trabajo. Los piquetes informativos están reconocidos legalmente: tienen y pueden ejercer su derecho a informar los días de huelga.

Argumento esquirol 9: «Con las huelgas no se consigue nada. Pero en caso se que se consiga algo, no renunciaré a ello.»

Las jornadas de 8 horas diarias o 48 semanales, la prestación por desempleo, las horas extraordinarias, el salario mínimo, el convenio colectivo, las vacaciones pagadas, la indemnización por despido, el permiso por maternidad o lactancia o cualquiera de nuestros derechos conquistados que los trabajadores desconocían hace sólo 150 años no se consiguieron a base de ejercer la «libertad para ir a trabajar» un día de huelga. Pese a ello no se tiene noticia de que ningún esquirol haya renunciado a ellos. Si se consigue hacer al gobierno rectificar y no aplicar esta reforma laboral que a todos nos afecta y perjudica los esquiroles no habrán hecho nada por conseguirlo pero se beneficiarán del esfuerzo colectivo. Para ellos esto debe de tener mucha lógica, para todos los demás carece de ella y no les hace parecer personas dignas, coherentes ni solidarias a nuestros ojos.

Argumento esquirol 10: «Soy funcionario. La reforma laboral mí no me afecta»

Con los recortes y la privatización de los servicios públicos y el deterioro de las condiciones laborales (y los que están por venir) de funcionarios, interinos y personal laboral de la administración pública tenemos motivos más que suficientes para secundar la huelga general, además de por solidaridad con el resto de trabajadores.

Si no secundamos mayoritariamente la huelga general no podremos quejarnos cuando el resto de la sociedad no nos apoye en nuestras revindicaciones por la supervivencia, la dignidad y los derechos laborales del sector público. Los despidos y las rebajas en los complementos del sueldo de los funcionarios así como la eliminación de pagas y sexenios está al caer.

Además, mira a tu alrededor: padres, hermanos, familiares, hijos, amigos, vecinos, alumnos… ¿seguro que algo que afecta al 99% de la población no va contigo?

Huelga General 29M: Tú decides.

Si la huelga del 29M es un éxito rotundo y el gobierno no rectifica quedará totalmente deslegitimado. Eso tendría un coste político elevadísimo, abriría la puerta a más huelgas generales, e incluso podría forzar la dimisión del gobierno. En cualquier caso le garantizaría un varapalo electoral. Si por el contrario una huelga general de un día no consigue un paro total el gobierno saldrá reforzado, la posibilidad de una movilización más contundente por parte de la sociedad quedará anulada y la puerta a más recortes y a mayores abusos (si cabe) contra la mayoría de los ciudadanos (estudiantes, pensionistas, funcionarios, interinos, trabajadores del sector privado, parados) quedará abierta.

«Con más de 5 millones de parados los sindicatos han estado callados. Lo que hacen con esta huelga es una falta de patriotismo.» Esperanza Aguirre. 13 de Marzo de 2012.

http://ventanasdelfalcon.blogspot.com.es/2012/03/lo-que-argumentan-los-esquiroles.html

Texto breve en un foro de Iñaki Gabilondo

Me parece el mejor periodista en activo a quien vi caer con CNN+ para ser sustituido por un infumable Gran Hermano 24horas…

Hace un par de días hablaba de lo que él considera Un tostón insoportable

al que siguieron una serie de comentarios, entre los cuales rescaté el de un tal Nacho (Nacho | 02/03/2012 17:13:40), que fue el único que parecía haber entendido el fondo de la crónica del señor Gabilondo.

Votar otra cosa que no sea al bipartido PP-PSOE sería un buen comienzo para romper esta dinámica (y tostón mediático). No creo que UPyD sea una solución diferente en política económica. Entiendo que lo único diferente que hay al modelo liberal-neoliberal o al modelo social-democrata es IU-Verdes-Equo (me refiero a los partidos de interés general, no nacionalista-regionalista).

Pero espero que votar a estos partidos (yo siempre he votado a IU) no se convierta en simple voto-protesta en contraposición al voto-«borrego» (no es mi intención insultar a nadie, es simplemente un término que todos comprendemos: yo soy un borrego manipulado más).

Para que no se convierta el voto a IU-Equo en simple voto-protesta, las izquierdas y los verdes debieran juntarse y sugerir una alternativa creíble, si es posible a nivel europeo o mundial en un gran congreso. Deberían pensar y acordar como es posible un cambio gradual (no revolucionario) hacia esa alternativa creíble (social y ecológica) en contraposición al capitalismo. Y que estas ideas lleguen a la ciudadanía bien machacadas y entendibles.

Estas ideas deberían juntarse a nivel internacional, para que no se conviertan en un conjunto de partidos pequeñitos a los que nadie hace caso. Entiendo que aquí no cabe partidos revolucionarios populistas (castristas, chavistas, etc.), stalinistas y comunistas de la vieja guardia. Se necesita un modelo rojiverde moderno y sostenible YA…. Si no seguiremos con el tostón.

Publicado por: Nacho | 02/03/2012 17:13:40

Yo, por mi parte, no me he resistido a la tentación y he añadido mi pequeño comentario, que ahora incluyo aquí para contento de mis seguidores y de mis seguidoras… (que seguro que son mayoría aplastante)

Hay un problema: necesitamos simpleza. El mundo es cada vez un sistema más complejo y alejado de explicaciones simples. Esto nos aleja de la sensación de tener contacto con él. Necesitamos sentirnos capaces de comprender el mundo y para ello, queremos que nos lo den simplificado.

Esta es la razón principal del resurgimiento de populismos de diversos signos, incluidos los incluidos en la disyuntiva PP-PSOE. Elegir alternativas es demasiado complejo. Y más, cuando estas alternativas se esfuerzan en informarnos de la complejidad del sistema.

Así que, en ocasiones, también simplifican (IU lo hace, UPyD lo hace…) y Equo es una aproximación que no se hace comprensible y que supone que debe serlo persé. Claro… muchos son profesores de universidad, esto lo explica. Pero no, seguiremos teniendo la necesidad de enemigos fáciles y de respuestas rápidas… para sentir que aún formamos parte de los que dominan, en tanto comprenden/poseen el mundo.

Radicales

Nos hablan de radicales como si
fuese sinónimo de malvados
como si
ser radical fuese pecado
como si
ser radical debiese ser prohibido
y
a mí
me parece radical
esa fábrica tendenciosa de sinónimos
esa moralidad basada en una religión
esa maquinaria de leyes coercitivas.

Quiero ser radical
radicalmente pacifista
radicalmente ateo
radicalmente racional
y emocional al tiempo.

Soy radical
y quiero guillotinas
que nunca hubo en este país
para acabar con regímenes que
considero obsoletos e incompatibles
con principios igualitarios
y presuntamente
presuntamente
democráticos.

Soy radical
partidario de una educación
pública y gratuita
que no es gratis
pues la pagamos todos
partidario de una sanidad
pública y gratuita
que no es gratis
pues la pagamos todos
de una sociedad
cuyos valores cambien
fabricando un nuevo sistema
(aunque esto me convierte en antisistema
basados en la solidaridad
con los demás humanos
y no en el mérito personal
de cada individuo.

Soy radical hasta el punto
de que también yo
prohibiría cosas
muchas cosas
tantas
que me da por pensar que tengo un tirano dentro
que impediría
la coexistencia de
asistencia sanitaria gratuita con otra privada
la coexistencia de
educación pública gratuita con otra privada
porque está siendo privada
de algunos
por otros
y esos valores
me parecen
terriblemente
radicales.

Guillotina.
Mucha guillotina.

Ya no puedo más con el maldito periódico

Leo de cuando en cuando El País y me pregunto para qué coño lo hago. No es nada nuevo que el mundo va mal. Es, como Enrique Santos Discépolo diría algo así como… (y cito de memoria)

«Que el mundo es una porquería ya lo sé
en el quinientos seis y en dosmil también,
que siempre ha habido corros maquiavelos
y estafaos…»

Pero yo ya estoy harto de perder mi tiempo hojeando (si es que tiene sentido decir hojear a desplazar una barra de scroll) viendo, además, los comentarios que en la mayor parte de los casos son propios de trolls desocupados que, por otro lado, dan una idea del país en el que vivimos.

Siento un grado de crispación nunca antes vivido y leerlo y verlo hasta no poder más no me ayuda, tan solo fomenta que entre en ese sentir preapocalíptico que teme la salida de Grecia de la Europa del Euro, que teme los, por otro lado esperados, recortes, tanto laborales como sociales y culturales. Nada nuevo. Nada que tenga que estar en un sitio que presume de dar nuevas (news, noticias…)

Hace unos días leí un artículo, como siempre interesante, de mi amigo Poto (el ínclito Juan Carlos Etxeberría) en el que se preguntaba y argumentaba a favor del porqué el frío es noticia. No puedo más que entender que los periodistas deben informar y lo hacen. Pero la cuestión es si aporta algo el exceso de información en el que, con estas autopistas nos estamos haciendo una autopsia en vivo.

Mi sensación es que no ayuda mucho saber tanto… porque no es un verdadero saber, es una información que acaba siendo amarilla (casi por la necesidad del medio) y que a lo único que contribuye es a hacernos sentir miedo. Miedo a todo. Miedo a ser despedidos, miedo a no tener trabajo, miedo a tener demasiado trabajo, miedo a los inmigrantes, miedo a la emigración, miedo a las guerras, miedo a una paz armada, miedo al desarme, miedo a la falta de combustible, miedo al precio del combustible, miedo al consumo excesivo de combustible, miedo a los combustibles fósiles, a los combustibles nucleares (que, propiamente, no combustionan), miedo a la energía, a quedarse sin energía, a los proveedores, a los clientes, miedo a los políticos y también a la anarquía, miedo a la soledad y al exceso de compañía, miedo a la información y la desinformación, miedo a los virus, a los informáticos, a los virus informáticos, miedo a los virus aviares, a los aviones y las huelgas de pilotos de aviones, miedo a salir de casa y a quedarse en casa, miedo a que Rajoy se pase de la raya, miedo a que no haga lo que muchos quieren que haga, él, su gobierno y sus amigos (más o menos del alma) miedo a la justicia y a las injusticias, miedo a ser el tercer mundo, miedo a que el tercer mundo haga competencia con el que se quiere seguir llamando primer mundo, miedo a los gays, a las lesbianas, a los curas, a los pederastas, miedo a los nacionalismos y a la globalización, miedo a perder la cabeza teniendo demasiado miedo… Miedo a las descargas ilegales, a las descargas legales y sus abusivos costes, miedo a la violación de nuestra intimidad, miedo a la pérdida de libertad y miedo a la libertad, la de los otros e, incluso, a la propia. Mucho mucho miedo a que nos vuelva a doler la salud y la sanidad pública no exista y el dinero no exista y las curas no existan y tengamos que suicidarnos en masa para olvidar que vivimos con tanto miedo como para no parar de llorar por las esquinas.

Y he llegado a una miniconclusión: cuando me paso al baño a defecar, dedico mi tiempo a leer la historia del imperio aqueménida y su fundador Darío I en la wikipedia, en lugar de conectarme para leer, ambos desde mi móvil, un engendro como El País. Hoy he estado leyendo sobre Ciro II el Grande.

Interesante…

Tenemos nuevo gobierno

Y en Madrid, de paso, tenemos nuevo alcalde o alcaldesa. Si es alcaldesa, me da por pensar que seguramente taladrará menos el suelo de la ciudad, sintiendo que esa necesidad que tenía el señor Gallardón, con todo mi respeto, era algo fálica, hombruna, sexualmente necesitada de penetraciones buscando un placer que no siempre se produce, casi violador de un suelo horadado hasta la saciedad de lo superfluo.

Me resulta interesante ver cómo, poco a poco, van ganando cota de poder político, al menos de cara a la galería, las mujeres, incluso en partidos con una base reacia a ello como lo es el partido popular que ha decidido tener en varios puestos importantes a personas como Soraya Sáenz de Santamaría, Esperanza Aguirre, la futurible alcaldesa de la capital, Ana Botella, a la que dicen que nadie ha elegido, tenemos a Rita Barberá, esa divertida estampa que presume de ser también alcaldesa… y en Castilla la Mancha a Maria Dolores de Cospedal.

Sin hacer alardes de igualdad, que serían de risa, teniendo en cuenta que en el verdadero poder, el económico, siguen siendo anecdóticas las mujeres, es relevante el hecho de que la vicepresidencia del país vaya a recaer, después de Teresa de la Vega, en otra mujer, mucho más fácilmente presidenciable, puesto que el señor Rajoy no parece estar para aguantar entera la legislatura, parece viejo y cansado… pero igual luego aguanta el abuelete… Y si se va, claro que ella también se irá. Es poco probable que dejasen gobernar el país a esta mujer, que además es joven.

Y con respecto a lo de que nadie ha elegido a Ana Botella, algo que he leído reiteradamente en diversos foros, siento discrepar y mucho: el sistema electoral actual es el de elegir partidos, no personas. Quienes aún no entiendan esto es que no comprenden el funcionamiento de la democracia española, pero no es verdad que no haya sido elegida: mayoritariamente, a mi pesar, el pueblo de Madrid ha dado su voto al partido popular, no entro a aquí a analizar algo que no acabo de entender, pero lo ha hecho. Que Gallardón haya sido hasta ahora su cara visible es solo una cuestión de marketing, pero no aceptar esto es no entender que no se vota a este señor, que este señor no gobierna en solitario, como ningún otro, sino con el consenso y apoyo político de su correspondiente partido, único al que verdaderamente en un sistema con listas cerradas, se elige democráticamente. O pseudemocráticamente, pero esto es otra cuestión.

En resumen, lo que más me impacta, y creo que no soy el único, es que Rajoy (¿seguro que ha sido él?) haya decidido rodearse de algunos ministros como el de economía, procedente ni más ni menos que de la directiva de Lehman Brothers. No hemos necesitado un golpe de estado técnico al estilo de Grecia o Italia, en nuestro caso, lo orquestamos directamente desde el poder elegido democráticamente, como venimos haciendo en esta débil democracia impuesta por un dictador aún no juzgado en una parodia de transición de la que, encima, nos sentimos orgullosos.

Lo que me impacta visualmente hasta no poder más es que este señor haya jurado su cargo en presencia de un rey (esto de la monarquía y la igualdad de todos los hombres es algo que no acabo de entender cómo pueden convivir) y frente a un crucifijo y una biblia. Pero ¿no presume Europa de no ser, como los países islámicos, aconfesional?

Debería estar absolutamente prohibida la posibilidad de realizar un juramento institucional bajo un símbolo que debería quedar bajo el ámbito puramente privado. No entiendo que esto no sea causa de revolución. No, no lo entiendo.

Así las cosas, me da igual que gobierne Rajoy, Zapatero, PSOE, PP o quien coño sea: las cosas no cambian. Este país es como es porque la gente de este país es como es. Nadie quiere cambiar. ¿Nadie?

Hoy he comenzado el día leyendo la historia de los cimbrios

Un pueblo que procede de las zonas más septentrionales de Europa, antes de que Europa fuese una grande y libre (ah, no que eso es de otra cosa). Pusieron en serios aprietos, junto con los teutones y otros pueblos seminómadas, la existencia de la república romana. Por la incapacidad política y militar de varios cónsules, acabaron estando a la merced de unos ejércitos que superaban (teniendo en cuenta que viajaban con toda la población) el millón de personas, cifra que, en aquel entonces, suponía la mayor amenaza que se pudiese imaginar.

Solo habían estado cerca de ser destruidos de manera semejante, los romanos, en tiempos de la segunda guerra púnica, en la que, bajo el mando de Aníbal, los cartagineses y muchos de sus aliados demostraron la falibilidad de esa potencia entonces emergente.

Aníbal había estado a las puertas de Roma y no supo o no pudo clavar la puntilla. En el tiempo que tuvieron para recomponerse, los romanos terminaron, incluso, por vencer a los cartagineses e imponer su hegemonía de siglos en el Mediterráneo. (Mare Nostrum, entonces).

Pero lo que ocurrió con los cimbrios me preocupa más:

Los políticos romanos, incapaces de ponerse de acuerdo ni siquiera en una batalla de un día, eran tan ineficaces que estos pueblos germánicos habrían cambiado el curso de lo que conocemos por historia si no fuese (parece ser) por las reformas de Cayo Mario.

Reformas que sembraron el germen de la destrucción de las instituciones que habían regulado la política republicana hasta dejar vislumbrar la aparición del imperio, del expansionismo brutal, de la profesionalización de la guerra (del ejército) y la creación, para ello, de un aparato militar que necesitaba comer sin parar alimentándose de muerte.

Eso sí, estarán orgullosos por siempre de este neo-fundador de Roma que les llevó a las cotas más altas de poder internacional, olvidando que mató a más seres humanos que muchos de los antecedentes. Claro que eran seres humanos otrorizables: no eran los romanos los que morían, eran los germanos. Eso está bien, parece ser. Pero yo no lo entiendo. Y especialmente después de que hayamos progresado socialmente hasta haber sido capaces de afirmar, en algún papel mojado, muy mojado, que todos los hombres son iguales.

En Europa, una europa que no acaba de despejar de ser minúscula suma de naciones divisas, los cónsules no llegan a acuerdos y acabarán por ser destruidos, salvo que aparezca un salvador o salvadora, un merkelcito de tres al cuarto o, peor aún, napoleones o hitlercillos, mussolinines… que demuestren que, con mano dura y criterio unificado por cojones, se llega a lo que no puede alcanzarse con diálogo.

¡¡Mierda!! ¿Por qué no hemos aprendido aún a dialogar? ¿Por qué no sabemos pensar en grupos grandes? El mundo está necesitando que seamos (todos (y todas)) capaces de entendernos, de pensar globalmente, para enemistarnos con lo que afecta a la globalidad, esa en la que vivimos lo queramos o no.

Me preocupa enormemente el nacionalismo histérico e histórico del que nunca vemos la viga, pero que señalamos pajas. España es nacionalista y no lo asume. Alemania es nacionalista y no lo asume. Francia es nacionalista y lo asume un poquito más, etc, etc… hasta más de 27. ¿Cuándo Europa será nacionalista?

Me temo que tarde, que será tarde, que Europa va camino de desaparecer, barrida por otros cuyos lenguajes no entendemos y a quienes, por nuestra propia incultura, llamaremos bárbaros.

No aprendemos.

Piel de Mariposa

Piel de Mariposa es una enfermedad genética que afecta a la piel provocando ampollas ante el mínimo roce.

Le he leído hoy en el periódico mientras intentaba comprender cómo aún quedan dudas sobre el trato sexista que se da a la publicidad, con o sin fines benéficos, pero siempre con fines, con ambición, con avaricia, incluso. ¿Cuál es la frontera entre la avaricia y la ambición? ¿Por qué una se ve mal y la otra está potenciada hasta el punto de que te pueden criticar por falta de ambición?

Sé que son cosas distintas. Es más, sé que esta entrada ha entrado dispersa hasta la saciedad, incluso tenía intención de hablar de la fidelidad en la pareja, esa autocensura sociocultural que ejercemos sobre nosotros mismos a sapiencia de que nos quedaremos sin saber a qué saben esos labios, esos miles de millones de labios que besaríamos por el mero hecho de saber a qué saben, cómo es su textura, su carnosidad, su tacto, su humedad, su dulzura, su volumen y su superficie, entre otras cosas que no sé clasificar.

Esta entrada diaria está perdida, está perdida en la noche del desorden, del estruendo mediático que tengo en el cerebro, el que me hace leer despacio, el que me tiene atrapado por todos los tendones, incluso por el del manguito rotador, ese por el que estoy yendo a fisioterapia sentándome en la silla número 4 de una serie que comienza por el número, curiosamente, cero. Sí, como lo lees, con el 0 más radical.

Y mientras hacía mis diez minutos (10) de ejercicios bajo las poleas, miraba las dos posiciones que tenía enfrente, la uno y la cero (1 y 0) y pensaba, no podía evitarlo, en la cantidad de cosas que se han conseguido desde que hemos comprendido que son las unidades básicas de almacenamiento de información. Sí y No. 1 y 0. Todo o Nada. Negro o Blanco.

Unidades suficientes para comprender un mundo simplificado, pero un mundo, al fin y al cabo, modelizado con lo mínimo, lo más mínimo, lo requetemínimo, por decirlo así.

Y luego vuelvo a preguntarme qué hacía leyendo un artículo sobre los almanaques de Ryanair hechos con la intención, presunta, de apoyar una institución benéfica a partir de fotografías de marcado carácter sexual pero que, en realidad, intentan generar una polémica que les dé la suficiente publicidad como para no tener que contratarla. Los medios de comunicación harán lo que tienen que hacer. Ryanair conseguirá la publicidad de ser denunciada y, aunque parezca increíble, eso repercutirá positivamente en sus beneficios. Es algo archisabido desde la famosa frase de un tal Tomas de Aquino: «Que hablen de mí, aunque sea mal».

La respuesta quizá sea que la belleza de algunas de esas mujeres me seduce, claro, que a pesar de la repulsión racional que me provoca la utilización sexista, discriminatorio, de esas imágenes, de esa campaña, veo sus cuerpos sugerentes cargados de una sensualidad artificial como la vida misma y me apetece encontrarme a esas mujeres. Pero también aquellas que caminan por la calle y que sorprendo hablando por un móvil que siente el calor del hálito vaporoso de esos labios que no besaré.

Y, por volver a ese primer párrafo inabarcable, esa reflexión sobre la avaricia o la ambición, me acuerdo de la crítica que he oído esta mañana de la mujer que estaba sentada en la silla numerada con un 3, en la que dirigiéndose a mí, criticaba la avaricia de un familiar del rey de este país que no acaba de darse cuenta de que el verdadero problema es la loa de la ambición, que hace descarrilar algún que otro torpe al otro lado de la delgada línea roja.

Monarquía. Todavía incuestionada a nivel político seriamente en españa, esta que no puedo escribir con mayúsculas, que sigue siendo una herencia más de una dictadura que consideramos aceptable. No hay porqué extrañarse de que haya, dentro de ella, cierta sensación de invulnerabilidad, de estar por encima de la ley, de esa que rige a los plebeyos, a los que tenemos que ser fieles… pero eso es otra cuestión, la fidelidad es un acuerdo de pareja. Al menos, en este país, ya no se lapida a los adúlteros, aunque siga siendo criticada la adúltera más que el equivalente del sexo contrario y, por supuesto, todavía sea denostada la promiscuidad, de nuevo no igualmente para ellos que para ellas.

Binarios, somos binarios en un mundo cuyas lógicas binarias tiempo ha que fueron superadas. Binarios, quizá, por no entender que los órganos sexuales no determinan la identidad. Binarios hasta la muerte, desde la vida, como si no hubiese muertos vivientes y vivos moribundos, en muy distintos grados… de un continuo de números reales, por lo menos.

Disperso, como yo, este pequeño texto del día, que termina aquí.

Los tecnócratas en Italia

He oído ya varias veces que en Italia ha habido un cambio de gobierno y que ahora el país es gobernado por técnicos en contraposición a políticos.

No me gusta la forma en que ha ocurrido, pero haría una aclaración o lanzaría una pregunta ¿Berlusconi era un político?

Para mí, ese señor es un empresario que consiguió tener el aparato mediático tan importante como para convencer al electorado repetidamente, haciéndole creer que era la única opción viable para el gobierno del país. Ese señor era poco más que un dictador camuflado de elección, como lo fue Franco quien llevó a cabo algún que otro referendum tras crear la Ley de Referendum dos años antes:

Ley de Referéndum de 1945
(22 de octubre de 1945)

Abierta para todos los españoles su colaboración en las tareas del Estado a través de los organismos naturales, constituidos por la familia, el municipio y el sindicato, y promulgadas las Leyes básicas que han de dar nueva vida y mayor espontaneidad a las representaciones dentro de un régimen de cristiana convivencia, con el fin de garantizar a la Nación contra el desvío que la historia política de los pueblos viene registrando de que en los asuntos de mayor trascendencia o interés pública, la voluntad de la Nación pueda ser suplantada por el juicio subjetivo de sus mandatarios; esta Jefatura del Estado, en uso de las facultades que le reservan las Leyes de 30 de enero de 1938 y 8 de agosto de 1939, ha creído conveniente instituir la consulta directa a la Nación en referéndum público en todos aquellos casos en que, por la trascendencia de las leyes o incertidumbres en la opinión, el Jefe del Estado estime la oportunidad y conveniencia de esta consulta.

En su virtud, dispongo:

  • Artículo 1.- Cuando la trascendencia de determinadas Leyes lo aconsejen o el interés público lo demande, podrá el Jefe del Estado, para mejor servicio de la Nación, someter a referéndum los proyectos de Leyes elaborados por las Cortes.
  • Artículo 2.- El referéndum se llevará a cabo entre todos los hombres y mujeres de la Nación mayores de veintiún años.
  • Artículo 3.- Se autoriza al Gobierno para dictar las disposiciones complementarias conducentes a la formación del censo y ejecución de la presente Ley.

Y ahora nos hablan de pérdida de democracia. Pero en España nunca hemos tenido una verdadera democracia. Esto es así. Nunca hemos podido plantear cuestiones básicas como la monarquía, la religión o la naturaleza más o menos unitaria del estado centralista. Es decir, los tres pilares de la escasa ideología franquista siguen en pie como en 1945.

Adornos, eso sí, tenemos más adornos.

E Italia… bueno, más de lo mismo, pero en su caso involucionaron, yendo a caer en manos de ese señor como antaño lo había hecho Alemania en 1932, también eligiendo «democráticamente» a Adolf Hitler. Quien se encargó rápidamente de deshacer cualquier atisbo de oposición, de crear una opinión única, de personalizar el poder en un único amo y señor del destino alemán. Como Berlusconi en Italia.

Pero las cosas han evolucionado hasta el punto de que ya se sabe que no es buena idea gobernar desde la visibilidad, que es más interesante hacerlo desde las bambalinas, y el señor del que hablo, ese tal Berlusconi, lo seguirá haciendo, pues su emporio mediático, su poder económico no ha sido mermado en absoluto. Pronto podremos apreciarlo.

Y en cuanto a lo del gobierno tecnócrata frente al gobierno político…

Prefiero un gobierno «político», pero las candidaturas que se presentan con opción a ganar las elecciones, presentan un programa técnico, gestor, que, sin embargo, van a poner en práctica políticos al frente. La verdad es que con programas de este tipo, prefiero técnicos al frente.

Lo que desearía son programas teñidos de ideas, de ideologías (aunque esta palabra esté tan mal vista que ha llevado a esta situación), de promesas socio-económicas y visión largoplacista, quiero que me digan qué harían si tuvieran 40 años, quiero que me digan cómo desearían que fuese el mundo… no quiero que me digan qué parche van a aplicar para resolver un problema puntual. Para eso, contrato un técnico…

hummmm…..
Malos tiempos para la libertad.

1789, 1848, 1917

Hay fechas que el romanticismo ha convertido en míticas.
Hay fechas que la desesperación ha calificado de esperanzadoras.
Hay fechas que miramos con ojos cargados de nostalgia.
Hay fechas que añoramos no haber vivido.
1968
Yo estaba vivo y no lo viví.
Los 80
Yo estaba vivo y no los viví.
1789, 1848, 1917
No había nacido y no las viví.
2011
Estoy vivo y lo vivo poco.
¿A qué estoy esperando?

Esto no es una broma