¡Qué cosas tiene Instagram!

En Instagram estoy intentando hacer un pequeño damero a base de publicar fotografías en color alternadas con imágenes de la Colección de Poesía Visual del Proyecto Lejanías que son líneas y frases blancas sobre fondo negro.

Hoy he publicado una fotografía del poema visual Dulce pero utilizando algunos «hashtags» poco habituales como el de «#definición», pensando, ingenuo de mí, en la definición de la palabra dulce que está incluida en la pieza.

No había caído en las acepciones de la definición de la palabra «definición». Y ha ocurrido esto cuando he ido a ver qué otras «definiciones» aparecían bajo esa etiqueta en la red social de imágenes…

27 Permutaciones

mapeo un poema
cunetas sin cuentas
calor en lorca
pensar una prensa
causo un acuso
libo el boli
tocan un canto
roba mi obra
bramo una broma
locura ocular
nieva en viena
breas del saber
cien al cine
optime su tiempo
saldo de lados
apto para pato
algo es lago
desarmo el desamor
artes sin teras
cuadro curado
trago el argot
sotar como astro
rajo la roja
ano es nao
armen el ramen
disparo paridos
negras sin sangre

Cuando la campaña de mecenazgo no avanza

Llega un momento en el que por las redes sociales el enlace para participar en una campaña de mecenazgo se «enfría», es decir, ya no aparece en muros ni nada parecido. Así que toca apelar a una petición más personalizada.

Resulta embarazoso, lo reconozco, pues parece que pides «limosna», y en parte es así. Pides para hacer algo que no es tan atractivo como para ser «vendible» y no sabes (yo no sé) qué hacer en ese caso para convertir tu sueño en el deseo de otras personas. Haces fotos, pero no son suficiente reclamo. Haces textos amenos, pero no los lee ni diosito, creas una página web a la que no va nadie… y es que sin ser famosete… no hay mucho más que hacer.

Supongo que el camino habitual es burocrático: solicitas una ayuda a alguna entidad administrativa en la que crees que tu proyecto (el mío) puede encajar y si hay suerte, mucha suerte, puede que recibas una financiación que, incluso, supere la muy modesta cantidad que he pedido yo.

Pero como no tengo paciencia y no sé «burocraticear»… me lancé a esta campaña que vengo haciendo desde hace 18 días, pero para la que he estado trabajando medio año. No sé si merece la pena, la verdad, pero sin embargo ahí sigo…

Enviando el siguiente mensaje a una lista de difusión en WhatsApp de 72 de mis amistades de quienes he decidido «abusar»:

Hola,

Hace un par de semanas comencé una campaña para financiar un proyecto muy personal que creo que puede interesarte.

He trabajado bastante en conseguir que las «recompensas» para quien desee apoyar el proyecto sean más que dignas de las cantidades proporcionadas: Desde invitaciones y marcapáginas a tazas de diseño, láminas seriadas, camisetas… para conseguir realizar un libro que no es un libro, un libro de poesía conceptual, un libro que es un juego, un libro que es una obsesión, un proyecto que raya en lo absurdo y lo imposible.

¿𝙈𝙚 𝙖𝙮𝙪𝙙𝙖𝙨 𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧𝙡𝙤 𝙥𝙤𝙨𝙞𝙗𝙡𝙚?
https://www.verkami.com/projects/19645-cn

(𝘏𝘦 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘹𝘱𝘭í𝘤𝘪𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘯 𝘵𝘪 𝘢𝘭 𝘦𝘯𝘷𝘪𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘦𝘯𝘴𝘢𝘫𝘦, 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘦)

Palimpsesto: Poema Tóxico

Poema tóxico


Esta caja contiene un poema tóxico
un poema que abolirá tu azar
un poema que borrará tu piel
un poema que causará tu muerte
un poema que deshará tu historia
un poema que elevará tu alma
un poema que forrará tu ataud
un poema que gritará tu silencio
un poema que hablará tu intimidad
un poema que imitará tu cara
un poema que juntará tu boca
un poema que kinderá tu soledad
un poema que labrará tu futuro
un poema que morderá tu polvo
un poema que nublará tu cielo
un poema que ñublará tu visión
un poema que opacará tu transparencia
un poema que pifiará tu sosiego
un poema que quemará tu paso
un poema que romperá tu ritmo
un poema que suplirá tu presencia
un poema que trocará tu calma
un poema que ubicará tu miseria
un poema que voceará tu angustia
un poema que wifiará tu desconexión
un poema que xantará tu llanto
un poema que yantará tu apetito
un poema que zurcirá tu final

Ya tiene una «web» el proyecto de !ç~ñ¿.#

Este lunes he estado programando la web del proyecto !ç~ñ¿.# (aunque programar nunca debió usarse para codificar HTML). He dividido la misma en las mismas secciones del proyecto en Verkami, lo que fue bastante práctico a la hora de estructurar la información que tenía en mi cabeza sobre el trabajo que estaba haciendo.

Ha quedado adaptada a la hechura antigua de toda mi página personal (giusseppe.net) que no deja de estar claramente obsoleta, pero modificarla puede llevarme tanto tiempo como ignorar todo lo que he hecho hasta hoy y pasar página (página web, se entiende) para hacer una nueva en un futuro más o menos lejano.

Preparando láminas como recompensas para el micromecenazgo de !ç~ñ¿.#

Cada lámina va sellada, numerada a mano y plastificada.

Quería haber hecho láminas únicas, pero no me pareció que mereciese la pena la cantidad de trabajo adicional cuando la unicidad podía llegar desde la parte «analógica», con una sencilla numeración manual en la parte trasera de la misma, junto un sellado también manual. Realicé pruebas de marcación de algún signo concreto, pero finalmente la nitidez de la propuesta «pedía» que no interviniese demasiado el cuadrado de la lámina.

Me gustan cómo han quedado las láminas en DinA4 que van como recompensa de micromecenazgo del proyecto !ç~ñ¿.# que estoy terminando de preparar en Verkami.

Campaña de mecenazgo de !ç~ñ¿.#

Este libro ha sido íntegramente generado por un programa escrito en C conteniendo un número de caracteres que podríamos denominar signos de puntuación (añadida la ñ y la ç, entre otros) que ha volcado en una ejecución 81 (3 elevado a 4) cadenas de 729 (3 elevado a 5) caracteres aleatorios del inventario conocido como alfabeto.

El programa (puntuación.c), altamente absurdo, tan sólo ha tenido ese uso y después no tendrá ningún otro sentido. Se añexa como apéndice en las dos últimas páginas del libro.

Me está llevando una enorme cantidad de tiempo el proceso de generación de las «recompensas» para el micromecenazgo de este proyecto. Por supuesto, mucho más tiempo que el empleado en el proyecto en sí. Aunque bien es verdad que el proyecto también se ha diversificado hasta alcanzar una dimensión mayor que la que tiene un libro.

Hasta el momento no hago más que gastar/invertir dinero que puede que no recupere, pero también es cierto que estoy aprendiendo mucho en este camino. Si lo considero un pago por el curso de desarrollo que estoy llevando a cabo… hasta cabe decir que es poco dinero.

Quién no se consuela…

Esto no es una broma