Calendario de Dalí

Obviamente, el calendario es mío, pero las ilustraciones que lo poblaban mensualmente eran representaciones de obras de ese pintor, que no me cae especialmente bien.

Me lo regaló Carmen allá por los comienzos de nuestra relación sentimental, conteniendo el calendario correspondiente al año 2000.

Lo usé poco, porque jamás había usado un calendario de papel y tendía perderlos o ignorarlos pues nunca tenía un lugar en el que apuntar que tenía que consultar el calendario. Incluir esa tarea en el calendario es bastante absurdo, aunque interesante propuesta conceptual.

Es bonito el recuerdo de los eventos que en esos años mozos (yo tenía entonces 33 añitos) me interesaban, viendo cómo abundaban las citas con amistades y eran ignoradas las actividades laborales.

También es cierto que hay que tener en cuenta que mi trabajo era tan monótono desde el punto de vista horario que era absolutamente superfluo tener que consulta qué actividad tenía cada día. Además de que no me importaba personalmente lo más mínimo.

Mucho teatro y ya en aquella época instalaba Linux (entonces era bastante engorroso) en algún PC en el que convivía con un Windows 95 e incluso un Windows 3.11 (que no era un sistema operativo propiamente dicho, sino un mero gestor de ventanas de MS-DOS).

Fue pasando el tiempo pero el calendario cayó en desuso y lo tuve abandonado durante un par de décadas en casa. Hasta que decidí ir arrancando las ilustraciones para proponer ejercicios del Taller de Poesía y Escritura Creativa basados en las mismas.

Ahora uso un mucho más práctico google calendar cediendo mi información en aras del pragmatismo, que descubrí en el 2007 trabajando en un proyecto de gestión de un espacio expositivo en el depósito del Canal de Ysabel II.

Hoy lo he tirado a la basura, pero quería quedarme con algunas de las páginas a modo de recuerdo electrónico y no físico y compartirlas en esta especie de diario que tampoco es físico (aunque sí que lo sea) sino virtual y poco virtuoso.

A una imagen surrealista

Quiero ver caras que miran a la izquierda
pero no quiero ver caras
con un cuello que estalla
en millones de burbujas sangrientas.

Una nariz afilada
puntiaguda y convexa
un mentón prominente
que deja una nuez colgadera y terrible.

La sangre se dispara
hacia la nuca sin pausa.

Unos ojos-orejas
destacan en la frente
arrebatando al pelo
su lugar en el mundo.

La bombona de torso
acompaña unos brazos
campanas de otra tierra
con badajos
por dedo.

Abotonado pantalón
de piernas inexistentes
que cuelga en unos flecos
de lenguas adosadas.

Quiero ver cuerpos
donde sólo veo líneas
que cubren una página
de disparates plena.

Unos hombros sinusoidales
recuerdan
que el dolor es una ilusión
una desilusión
un brote de sangre
vertida en verso.

Quiero ver alegría
y veo locura.

¿Dónde?
¿Dónde está
la locura?

Me constituye
Me abraza
Me salpica
Me ata
Me enaltece
Me encarama
Me alucina
Me construye
Me dilapida
Me ratifica
Me acomoda
Me esquiva
Me guía
Me pierde
Me hierra
Me asfixia
Me altera
Me acaricia
Me sublima
Me enluta
Me escupe
Me abrasa
Me rompe
Me rasga
Me crispa
Me envilece
Me enerva
Me mastica
Me digiere
Me excreta
Me exime
Me exhala
Me experimenta
Me ataca
Me ruge
Me muge
Me cruje
Me casa
Me cata
Me taladra
Me aburre
y
Me acaba.

Poema con definiciones

Tras ejercicio de definir 3 palabras o, mejor dicho, redefinirlas, siguiendo la estela de la creación surrealista, el miércoles pasado me encontré con estas palabras que yo había escrito y que me ayudaron 5 poetas a reapropiar:

  • Arrecife: Figuras fluorescentes que simbolizan espiritualidad. Grupo de pájaros reflejados en una superficie acuática.
  • Albur: Calambur apresurado y presionado por extremas calamidades. Altas burbujas del tiempo.
  • Alabastro: El pelo más largo de la axila. Mantenlo a raya, pero alguna noche, volverá a crecer. Planeta con ínfulas de avestruz.

Con las respectivas a las personas asistentes al Taller de Poesía de Clave 53, les pedí que escribiesen un poema que las incluyese significando una o varias de las acepciones depositadas. Aceptaron el desafío, pero me retaron a que yo también mostrase públicamente mi propia actividad… 😛

Así que ahí va:

Por la mañana
descanso sobre la prisa que acarrea albures,
descanso sobre la angustia que me causa
ver un arrecife a punto de hundirse,
descanso sin resuello en la contradicción del tiempo
en este alabastro plagado de arrecifes sin alma
y no huyo del silencio que me provoca
fallecer en albur
que no por mexicano
resulta picantón.

Por la mañana
no olvido despejar ese alabastro infausto
antes de, avergonzado,
lanzarme al calamar.

Contemplo las arañas

Contemplo las arañas
que escupe tu boca que vuela
hasta lo alto avistas las maneras exquisitas
con que produjo una infame explosión
y todo se llenó de ñúes que cabalgaban desgastados
de esperanza que perdí cuando no gané
la lotería de una navidad sin nieve
blanca caricia de tus modales
que avisan de la si do re mi fa sol
y ya vuelves al la
escala el cuerpo que han olvidado
para ti las palabras siempre han sido
enjambres de poetas
escribiendo versos a la luna.

(Cadáver exquisito escrito en un Taller de Poesía y Escritura Creativa de Clave 53)

Cadáveres eXquisitos

El mundo es de cristal y no, pero no creo que sea justo que ella deje mi lado para ir a tu costado lateral izquierdo pero no sigo mudo como aquel actor de puro placer.

Mi mayor placer es leer y florecer en otoño
aroma embriagador
que me transforma
y hiere la fría puñalada de tu lengua
en ascuas encendidas en el pecho
llamas llenas de vida
y sin un universo de la cadena alimentaria
el oso miró
atrás quedó nuestro sueño
de escribir un poema.

Cadáver eXquisito

La luna es una región que escuece
hace cosquillas y les tiñe de amarillo
la añoranza de una tarde de un momento
y la terraza soleada,

horas de olvidar a tu enemigo saltando a la comba
en medio del mar
con marea alta
con el tiempo, el tiempo que se hace tarde.

El agua no quita mi sed.
Hay calores necesarios
como tus piernas.


A los ornitorrincos no les gusta el azafrán
porque quieren elegir a pesar de ser ornitorrincos
como versos sueltos sin conexión.

Las luces me ciegan aunque tal vez
sea una sed de vino y olvidos,
la tortura de los sordos es juzgar a ciegas
la lucha de la última noche y lloraron
lloraron todos pasaron la noche llorando.

Extraña existencia, extraño, extraño
negro sobre rojo
y cerca azul
nunca termina la luz
siempre está en alguna parte.

Esto no es una broma