Mantenimiento

no me gusta el mantenimiento

tener que trabajar
para las cosas
para mantener las cosas
para evitar que se deterioren
o que envejezcan

no me gusta el mantenimiento

de los sistemas operativos
de los múltiples ordenadores que tengo
de los múltiples ordenadores
que tienen personas a quienes quiero
y a quien
les mantengo los equipos informáticos
más o menos
al día

no me gusta el mantenimiento

de las instalaciones de las casas
que habito
que poseo en propiedad sacrosanta
que en realidad
es solo una
pero que hay que mantener
cada día más meticulosamente
apartada de su decrepitud
su decaimiento
a pasos agigantados

no me gusta el mantenimiento

de mi cuerpo serrano
que está para pocos trotes
y ni hablar ya de galopes
y que se desmorona
día a día
paso a paso
sin dejar dudas acerca de
la llegada del invierno

no me gusta el mantenimiento

de cuentas pendientes
de cuentas electrónicas
de cuentas contantes
de cuentas cortantes

no me gusta

no

no me gusta el mantenimiento

de lo matérico
queriendo ser etéreo
como rayo de luna
que habría que mantener
en vibración armónica
para que no degenere
en onda corta
o algo similar

no me gusta el mantenimiento

ni tan siquiera
la palabra
mantenimiento

que me induce a pensar
en mentira
en impermanencia
en mantenibilidad
en insostenible
en acabamiento
en arrobamiento
en otros mientos

y en mi caducidad

Eclipse Literal

Un pequeño poema visual sencillo basado en una afirmación de una de las personas que asisten a los talleres de poesía y escritura creativa de Asociación Cultural Clave 53, tras pedirles que escribiesen, como tarea semanal, un caligrama titulado Eclipse.

Eclipse: Del lat. eclipsis, y este del gr. ἔκλειψις ékleipsis; propiamente ‘desaparición’. m. Astron. Ocultación transitoria total o parcial de un astro por interposición de otro cuerpo celeste. m. Ensombrecimiento o deslucimiento de una persona o cosa, o de su importancia. m. Ausencia, desaparición de alguien o algo.

por otro lado…

Literal: Del lat. litterālis. adj. Conforme a la letra del texto, o al sentido exacto y propio, y no lato ni figurado, de las palabras empleadas en él. Ant.: figurado. adj. Que reproduce lo que se ha dicho o se ha escrito. adj. Dicho de una transcripción de una escritura alfabética a otra lengua: Hecha transcribiendo letra por letra. adj. Fil. y Mat. Dicho de un concepto o de una magnitud: Que se expresa con letras.

Etimología de hogar, en relación al fuego y su origen

Robado inmisericordemente de www.dechile.net, tengo este apunte sobre la palabra hogar:

La palabra hogar tiene una etimología hermosa e importante. Proviene del latín focus, que es de donde viene la castellana fuego. Focus significaba originalmente tanto fuego o brasero, como hogar (o fogar). El asunto se remonta al principio de la cultura occidental. El culto al fuego era uno de los primeros y más importantes de los antepasados de griegos y latinos, y de muchos pueblos indoeuropeos. Y en cada casa había siempre, y literalmente una hoguera: un brasero, una llama viva que era presencia sagrada, según se puede inferir por los registros escritos de las épocas ya históricas. Solía estar en el centro o a la entrada de cada casa, probablemente signo de pureza, vida, protección… La familia, por razones tradicionales, y quizás en principio también por razones de necesidad física de luz y calor, se congregaba en torno a él. En relación a ese fuego familiar estaba la diosa Estía entre los griegos (y Vesta-Cibeles entre los latinos). De hecho, en Grecia, para denominar a la familia, se conservaba la palabra epiestía, es decir, «en torno al hogar».

La diosa Hestía, o Vesta para los romanos, es una antiquísima diosa del panteón indoeuropeo. Así como entre los griegos tenía una importancia menor, entre los romanos tiene una importancia capital, mucho más antigua que cualquier contacto con los griegos. Sus templos eran redondos imitando los antiguos hogares. En el foro romano, junto al templo de Vesta, estaba la casa de las vestales. Eran siete sacerdotisas vírgenes de altísima consideración en Roma, una de las cuales, la Vestal Máxima, las dirigía. Vestidas con velos blancos nadie debía tocarlas y tenían un ejercicio sacerdotal de treinta años. Su principal cometido era vigilar un fuego que nunca debía extinguirse: la llama perpetua de Vesta que siempre encendida se creía que garantizaba la continuidad del hogar común que era el Estado romano. También cuidaban del Paladión, una sagrada y antiquísima imagen de madera que se creía traída de Troya por el héroe Eneas. A Vesta también se le daba culto en el fuego del hogar de cada casa romana.

No se puede confundir a la diosa Vesta con la diosa Cibeles. No tienen nada que ver. Cibeles es una diosa-madre de la naturaleza de origen asiático, que a veces identificaban con la Rea griega (esposa de Crono-Saturno). En Roma protagonizó un popular culto mistérico asociada a Atis, su cultor, que muere y resucita. En Roma se celebraba la muerte y resurrección de Atis en primavera con fastuosas procesiones que representaban a Atis vinculado al leño o árbol en que murió. Sus sacerdotes prometían celibato y a veces se hacían castrar para cumplirlo. Cibeles es una diosa vinculada a la reproducción natural y al renacimiento, sin nada que ver con la diosa-vírgen del fuego del hogar llamada Vesta.

  1. Diccionario Etimológico Corominas.
  2. Diccionario griego VOX,
  3. Diccionario latino Sopena.
  4. (Especialmente) La ciudad antigua, de Fustel de Coulanges.

Amigo invisible

El miércoles con uno de los grupos de los Talleres de Poesía Contemporánea que defiendo desde hace décadas, realizamos (por fin después de varios intentos fallidos) el encuentro para darnos los regalos del «amigo invisible» que finalmente no tiene nada de invisible.

Me regalaron (en este caso mi estimado Ettore Ravina) un libro-poema titulado 5 metros de poemas de Carlos Oquendo de Amat que me pareció una auténtica maravilla y que no pude sustraerme a la tentación de extenderlos en la sala donde nos entregamos los presentes (entre los presentes con algún ser ausente).

Yo, por mi parte, le había realizado un poema programable de la Serie Permutaciones y un poema objetual (libro objeto único) con las letras de su nombre ADRIANA y que Carla Aurelia fotografió con mimo en una de las múltiples variaciones que se pueden obtener.

Fin de semana cargadito de actividades

Hoy viernes tenemos convocado el evento de Té y Poesía (N’Clave de Po(esía)) que venimos convocando desde hace décadas y que algunas veces me desespera por el ánimo egomaníaco que algunas (pocas) de las personas que asisten insisten en defender, hasta el punto de que me planteo (no me lo planteo realmente) cobrar dinero a quien quiera leer sus propios versos, sin aportar lecturas ajenas.

El sábado, Carmen tiene convocado un intensivo de Tango Argentino que puede que finalmente salga adelante con bastante poca menos gente de la que sería razonable si se tuviese en cuenta el nivel que tiene como profesora.

Su curso de Iniciación al Tango Argentino de 6 horas es de lo mejor que he conocido desde el punto de vista docente o pedagógico, pero parece ser que hay muchas personas que quieren aprender tango en unas 3 horas, de modo que 6 parecen excesivas.

Y por si nos pareciera poco, el domingo tenemos Práctica de Tango (N’Clave de Tango) que venimos convocando también desde décadas y que realizamos en una nueva sala que seguro que será del agrado de la inmensa mayoría (y una minoría protestará por alguna razón que desconozco, aunque puede ser por tener demasiado en la vida).

Pero eso sí, alguien me acabará diciendo que vivo como quiero, que «sarna con gusto no pica» y cosas parecidas que me desmotivan aún más de esta vida a la contra que me empecino en vivir… sarnoso todo.

volandojuntos.es

El miércoles pasado, durante la sesión de uno de los más alocados grupos de los Talleres de Poesía, al escuchar el poema de Mariano Velázquez, decidí reservar el domino volandojuntos.es durante un año, a modo de peculiar regalito para él, aunque finalmente sólo fui a reservar el de volandojuntos.xyz por una cuestión de precio.

Realicé una página web bajo el paraguas de Clave 53 a la que ese dominio fue redireccionado. Es algo que durará 1 año, tan solo, pero me hacía bastante gracia el chiste.

Propuesta de Giusseppe Domínguez a raíz del siguiente poema de JMariano Velázquez escrito el día 15 de enero de 2025. Se registró el dominio volandojuntos.xyz durante un año entero a modo de acción cibernética. (Registrar volandojuntos.es era mucho más caro).

Olvídate del perro, Foo

JMariano Velázquez, Madrid, 2025

Intenta encontrar un amor volandero, Foo.

Puede ayudarte el que entres en páginas más adecuadas para ti.

¿Quieres que te diga algunas?

Toma nota:

volandojuntos.es, meeticonplumas.com y también amorenelaire.org

que dicen que es la más exitosa.

Inténtalo y deja de sufrir.

Olvídate del perro. Ya sé que el amor existe también entre los animales de cualquier pelaje, de cualquier plumaje, pero debes reconocer que lo vuestro era imposible, sé que os queríais, que era todo un espectáculo veros juntos, a él corriendo ufano batiendo sus orejones, mientras revoloteabas a su lado luciendo tu más colorido plumaje, pero admite como normal que la pasada semana conociera a Rita, que se olisquearán y que su corazón se alterase y acabaran como acabaron.

Hazme caso, Foo,

os chicos son así.

Busca en las Redes y deja de sufrir.

Trina y Trina cada mañana.

Te hará bien.

Sigo recibiendo regalitos de reyes

Me ha llegado este libro a modo de regalo recordándome de parte de una exalumna de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de Clave 53 que defiendo, parece ser, con redomado afecto, pues genera que las personas mantengan este vínculo afectivo que les lleva a, después de haber «pasado página», seguir en mi misma página y recordarme en cada página que encuentran en sus páginas vitales.

Le envié una carta y un pellizco afectivo a mi querida Elena Bermejo (Ena Rojo, como poeta), quien vive en Barcelona desde hace casi un año y medio, pero me consta que no me olvida. Este ego que manifiesto no me desagrada.

El libro lo leeré en cuanto tenga ocasión pues tiene buena pinta, aunque últimamente estoy recibiendo tantos regalos que involucran lectura que comienzo a padecer algo de ansiedad. 🙂

El primer poemario de Javier Jiménez

El primer poemario, según él, de Javier Jiménez es un regalo en varios sentidos:

Le agradezco que me lo regale, pues un libro vale su peso (metafórico) en oro (metafórico) y este no es una excepción. Pero en segundo lugar por su reconocimiento hacia mí como «guía», que no maestro, en el desarrollo de su estímulo poético.

No puedo sino sentirme orgulloso de ser acicate, artífice, desde hace décadas, de generaciones de poetas que llevan años pasando por los Talleres de Poesía de la Asociación Cultural Clave 53 que defiendo, como Javier me reconoce, como un espacio dedicado a la exploración en total libertad, de las posibilidades poéticas de la realidad, del mundo, a modo de cambio de mirada sobre el mismo transformándolo en un lugar mejor, más amable, más bello, más oferente, aunque no sea a partir de lírica manida (especialmente si no lo es, mejor dicho).

Regocijo de escribir: Gozo, como objetivo último, como motor de la creatividad: el deseo.

Para la edición (que no ha contado conmigo por ahorro de precios, lo que considero más que razonable), ha tirado de Amazon, pero bajo el sello de una editorial hispano-colombiana de nuestra querida compañera poeta Andrea Vidal Escabí que lleva el bello nombre y logo de «LA MÁAQQUIINA».

Y quizá mi sorpresa mayor ha sido la decisión de Javier Jiménez de usar una inteligencia artificial para «crear» las ilustraciones que acompañan la edición, en concreto la portada y contraportada, sus «ombligos» como él los llama, mediante refinamientos de unos cuantos «prompts».

Yo aún no he usado ninguna IA (AI, ay, ay, ay) para una labor, digamos, creativa. Es más, creo que salvo los usos que casi involuntariamente le doy cada vez que busco algo en Internet (Google mediante, por ejemplo), no la he usado en absoluto.

Ya he explicado en algún otro sitio mi reticencia (aunque tengo otras objeciones menos perfiladas), pero no mi oposición a que otras personas hagan uso de la misma.

En esta ocasión, el resultado me resulta agradable y no demasiado saturante ni predecible.

La contraportada, en concreto, diría que me gusta bastante.

Algún día, quizá, tenga que ponerme a experimentar con las posibilidades que ofrece esta tecnología que yo conocí en pañales, antes de que el procesamiento masivo del lenguaje y la información accesible vía telemática, convirtiesen la inteligencia artificial en una herramienta de cuya potencia apenas vemos la punta del iceberg.

Esto no es una broma