Exposiciones temporales en mi estudio

Carmen me propuso la brillante idea de exponer obra propia temporalmente en mi sala. Es algo que había pensado en ocasiones, lo de tener más obra en las paredes de mi estudio para que tenga algo de visibilidad y genere curiosidad, pero he de reconocer que me resistía a clavar en las inmaculadas paredes del lugar. Aún le tengo mucho respeto al espacio y además me reconozco tremendamente torpe.

Elegí esta pared para colocar 4 paneles de cartón pluma negros de 50x70cm, de un grosor de 5mm que me sobraron (aún me quedan otros 6) de la Exposición en Dados Negros que todavía no ha podido tener lugar, dada la situación, desde la primavera del 2020, y ha pasado un año.

Sólo tenía clavos «reciclados» de ocasiones en las que he ido recogiéndolos de muebles o trastos que tenía guardados en un viejo bote de conservas dentro de una caja de galletas. Algo de miedo por si no se clavaban bien en la pared y se descascarillaba o qué sé yo, amén de la posibilidad de contraer el tétanos o similar si me pinchaba con esos utensilios parcialmente oxidados, como yo.

A 135 centímetros del suelo clavé dos clavos a una distancia de unos dos metros, recordando el tema de los dos metros de distancia para evitar contagios pero también la serie de dos metros bajo tierra (6 feet under). Uní ambos clavos con un hilo de cáñamo grueso que me sirviera de guía. Ha sido una brillante idea, pues a ojo habría sido un desastre.

Me lavé las manos con jabón, también con gel hidroalcohólico, por ver si se resecaban y dejaba de sudar. Bajé la temperatura, me quité el forro polar, me remangué para que las mangas no me estorbaran.

Alineados por abajo con el cáñamo guía, fui clavando los paneles de uno en uno comenzando por la derecha, el más próximo a la ventana, que era el que menos problemas me daría… y el primer clavo ya se me torció.

Me había asegurado de que la distancia al borde de la pared fuese de 5 centímetros tanto por arriba como por abajo de la plancha, pero entonces me di cuenta de que, no sé cómo ni por qué, había dejado lejos el martillo que había cogido prestado a mis compañeros de Costanilla, así que hube de dejar la plancha de nuevo sobre la mesa para volver a repetir toda la operación con el martillo en un bolsillo y las manos sudorosas otra vez.

Después de casi una hora, ha quedado muy bonito y me da pena ir a «ensuciar» esa monocromía con lo que sea que ponga. Hay algo mágico en el negro mate que me fascina.

Quitar los clavos que hicieron de guía no ha sido dificilísimo, pero tampoco trivial y en el de la izquierda, que es el primero que puse, ha quedado un pequeño boquete en la pared que quizá tendré que reparar, aunque no sea muy visible.

¡No sé ni clavar un clavo!

Este primer clavo que se me resistió quedó torcido por arte de magia. Y no sería el último. Pero la verdad es que seguro que si lo quito y pongo otro nuevo no quedará mucho mejor, porque el roto sobre el foam ya está hecho.

Lo que me molesta sin que sea algo que yo pueda atribuir a mi torpeza es la imperfección de lo analógico, el hecho, por ejemplo, de que las planchas iguales de 50x70cm no son exactamente iguales, es decir, tienen diferencias de un par de milímetros, lo que no es más que un error del 0,29%, aproximadamente, pero esas cosas me inquietan… imagino un mundo en el que las paralelas no se corten más que en el infinito y me doy cuenta de que Euclides no aplica, ni tan siquiera Arquímedes.

Las paredes no son completamente planas (¡oh, qué sorpresa!), ni las planchas tampoco, así que en una extensión de 70cm, se han producido arqueamientos que hacen que se aprecien casi a simple vista las separaciones entre las mismas. Estuve incluso mirando la posibilidad de comprar para la próxima ocasión una plancha más grande de un tamaño de 100x200cm directamente y ahorrarme tanta medición. Pero no quería despreciar el material que ya tenía adquirido y que no sé si alguna vez volveré a utilizar.

Ahora toca «vestir» el tablón negro con esas exposiciones más o menos temporales que ir colocando con chinchetas sobre el mismo para no taladrar la pared con infinitos pequeños agujeritos.

¿qué ha cambiado y qué ha permanecido inalterable?

En uno de los grupos de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53 que defiendo desde hace 2 décadas, han lanzado un formulario del que me he arrogado la siguiente pregunta para contestarla de la mejor manera que he podido:

¿De nuevo, el grupo poético dirigido por Giusseppe Domínguez publicáis un ramillete de poemas. Desde la última entrega, ¿qué ha cambiado y qué ha permanecido inalterable?

A pesar de la pandemia, la poesía resiste, a pesar de las crispaciones, la poesía resiste, a pesar de las penurias económicas, la poesía resiste… y nos ayuda a resistir.

Nos encontramos con más intensidad, aunque con menos proximidad, nos encontramos en la palabra, aunque no en el aliento, nos encontramos con la lujuria típica de la creación poética, como siempre, pero sin las mismas posibilidades de consumación.

Nos permite sentir cierta inalterabilidad, cierta normalidad, en mitad de un mar de incertidumbre, nos permite sentir cierta incertidumbre y aprehenderla desde la creación, desde la recreación, desde un recreo semanal que nos libera de la dureza de la cotidianeidad.

Es una fantasía. Es una realidad. Nada ha cambiado. Todo ha cambiado.

Seguimos escribiendo y confiando en que la poesía nos enriquezca, sabiendo que no es la finalidad de la poesía, que es libre y rica per sé.

Los libros no se pueden presentar físicamente y sin embargo llegan a todos los rincones, colándose subrepticiamente por las grietas del muro a derribar: amapolas que han crecido en las circunstancias más hostiles posibles. Pero así es la poesía: resistente, resiliente, si se prefiere, superviviente, sobreviviente, pues aumenta la vida, la realidad, en una sobrerrealidad (surrealista o no), una realidad ampliada, una vida expandida, un espasmo del espacio-tiempo que habitar infinitamente (sin fin) hasta el fin.

Nos encontramos toda lectura con ecos de tristeza, nostalgias, pérdidas, pero nuestra escritura brilla con optimismo, con esperanzas, con afán de diversión, no por escapismo, sino por revolución: no hay nada más revolucionario que la lucha a la contra, batalla silenciosa y perdurable, que lleva a cabo incontables microacciones que modifican el entorno, que aportan lo que creemos necesario a nuestro alrededor, que construyen lo que queremos que sea un futuro (con ese arma cargada) e incluso perfilan un presente diferente al programado en las cadenas de televisión, en la prensa, en la simpleza del click.

Nada ha cambiado. Todo ha cambiado.

Seguimos escribiendo de cara a un futuro que se construye a nuestro paso, haciendo camino, que diría el ínclito poeta castellano que vivió peores épocas que la nuestra.

Seguimos inmersos en un presente siempre poco amigo de la lírica y, sin embargo, agradecido a su existencia.

Nada ha cambiado. Todo ha cambiado.

Nos vemos tras pantallas para escribir poesía, hablar de poesía, leer poesía, vivir poesía, ser poesía y, en un futuro, porque habrá futuro, igual que habrá poesía, publicar poesía, otro ramillete de poemas con los que perfumar el diverso universo.

Amapolas en el Cráter: Episodio 041

Programa Amapolas en el Cráter.

*20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía*. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la *Asociación Cultural Clave 53*. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (*clave53.org*)

En este episodio han participado:

  • Isabel Jiménez
  • Armando Silles McLaney
  • JMariano Velázquez
  • Dunia Ben-Aissi Gómez
  • María Jesús Orella
  • Lucía Herrero
  • Javier Jiménez
  • Giusseppe Domínguez
  • Susana Olalla Serra
  • Paula García Izu
  • Mónica Rubio

https://anchor.fm/clave53/episodes/Amapola-041-er2ltn

El esclavo, de James Oppenheim

James Oppenheim (1882-1932)

Libertaron al esclavo, rompiendo sus cadenas…
Y quedó tan esclavo como siempre.

Estaba todavía encadenado al servilismo,
estaba todavía maniatado a la indolencia y la pereza,
estaba todavía atado por el miedo y la superstición,
la ignorancia, la suspicacia, el salvajismo…
La esclavitud no estaba en las cadenas,
sino en él mismo…

Solo se pueden libertar los hombres libres…
y esto es innecesario:
los hombres libres se libertan solos.

Es un poema maravilloso que cada vez que leo me sorprende más, escrito a comienzos del SXX y tan vigente hoy como entonces: ¿Tiene sentido la libertad regalada o consentida? ¿Tiene sentido la libertad si mentalmente somos esclavos? ¿Qué es la libertad? ¿Qué es la esclavitud?

Quizá me hago estas palabras porque no soy esclavo.
¿Pero soy libre?

Como diría Roberto Iniesta, el ínclito Robe de Extremoduro: «Podéis hacer lo que queráis, ya sabéis, estáis en un país libre. Eso sí, que no os vean.»

Amapolas en el Cráter: Episodio 040

Programa Amapolas en el Cráter

*20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía*. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (*clave53.org*)

En este episodio han participado:

  • Armando Silles McLaney
  • JMariano Velázquez
  • Lucía Herrero
  • Anita Ges
  • Javier Jiménez
  • Giusseppe Domínguez
  • Ester Morales García
  • María Jesús Orella
  • Ernesto Pentón Cuza
  • Javier Villa
  • Isabel Jiménez
  • Mónica Rubio

Amapolas en el Cráter: Episodio 039

Amapolas en el Cráter: Episodio 039

Programa *Amapolas en el Cráter*.

*20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía*. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la *Asociación Cultural Clave 53*. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (*clave53.org*)

En este episodio han participado:

  • Ernesto Pentón Cuza
  • María Jesús Orella
  • Javier Villa
  • Isabel Jiménez
  • Mónica Rubio
  • Armando Silles McLaney
  • JMariano Velázquez
  • Javier Jiménez
  • Giusseppe Domínguez
  • Sal Ander
  • Lucía Herrero
  • Pepa Delgado

Amapolas en el Cráter: Episodio 038

Programa Amapolas en el Cráter

20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (*clave53.org*)

En este episodio han participado:

  • Isabel Jiménez
  • Puri Sánchez
  • Ester Morales García
  • Lucía Herrero
  • JMariano Velázquez
  • Javier Jiménez
  • Giusseppe Domínguez
  • Kay Woo
  • Mónica Rubio
  • Ernesto Pentón Cuza
  • María Jesús Orella
  • Armando Silles McLaney
  • Pablo Velado Pulido
  • Susana Olalla

qrqrqrqr de Carmen de la Rosa

Carmen de la Rosa

Entre los zapatos de cristal,
rosas de hielo
se me ha congelado el alma, cristalina
de azul fuego

Llegó anunciada de antaño y estaño vs. deambulando
por cúmulos de arena y brisa de seda
recia
crujiendo cobarde, de la rectitud al desplome y entre versos de longevas dinastías se alzó, como una sirena que atisba un barco desde su océano infinito.

Cuan si fuese poetisa, diosa del infinito
emergió

Y mientras la tinta,
negra,
de punta a punta
y gota a gota, se clavaba en edificios de mármol,
las palabras se deshacían.
La sal en el agua
y en la tierra sucumbieron.
La luz de la manta que me cobijaba se llenó de langostas
SÍ!
SÍ!
SÍ!

Y dándome cuenta las notas, la música, las campanas y el latido se hicieron una en el silencio.

Recibido desde su página personal el día 15 de enero de 2020, tras terminar la edición online del libro qrqrqrqr. Quizá aún dé tiempo de incluirla en la versión en papel.

Amapolas en el Cráter: Episodio 037

*Amapolas en el Cráter*: Episodio 037

Programa *Amapolas en el Cráter*.
*20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía*. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la *Asociación Cultural Clave 53*. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (*clave53.org*)

En este episodio han participado:

  • Isabel Jiménez
  • Lucía Herrero
  • JMariano Velázquez
  • Javier Jiménez
  • Giusseppe Domínguez
  • Mónica Rubio
  • Ernesto Pentón Cuza
  • María Jesús Orella
  • Armando Silles McLaney
  • Paula García Izu
  • Susana Olalla
Esto no es una broma