Éxito de presentación de Arrecordaderas

Por fin el libro de Gaudencio de la Sota Mayor, es decir, de María Jesús Orella, quien creó este heterónimo hace más de 8 años, ha visto la luz.

Han sido años también de edición y correcciones, de depuración y limpieza, de añadiduras esplendorosas como esas magníficas ilustraciones que dibujó su hija.

El trabajo editorial fue bonito, aunque agotador por momentos. Parecía que no iba a tener fin, pues hemos estado trabajando en ello casi 2 años desde que acordamos que tendríamos novela de Gaudenciadas.

El viernes pasado se presentó en la Biblioteca Municipal Iván de Vargas el libro tan esperado de Arrecordaderas con éxito de público y diversión asegurada, aunque la biblioteca y su personal, en la línea habitual, fue algo infrarrepresentado por falta de interés en sus propios eventos. ¿Qué le vamos a hacer? Finalmente, cualquier lugar privado abierto al público presenta más ilusión que estas casas de libros que parecen ignorar su función más allá de almacén.

Presentación de Arrecordaderas de Gaudencio de la Sota Mayor

–> *Presentación de Arrecordaderas* de *Gaudencio de la Sota Mayor*
–> *Viernes 22 de noviembre de 2024*
–> a las *18:30*
–> Biblioteca Pública Municipal Iván de Vargas
–> C/San Justo, 5, Madrid (Centro)

    Contará con la presencia de

  • Gaudencio de la Sota Mayor (Autor)
  • María Jesús Orella (Artífice)
  • Francisco Domínguez Agudelo (Prologuista/Padrino)
  • Pepa Delgado (Partera/Madrina)
  • Raisa Lizana Orella (Ilustradora)
  • Giusseppe Domínguez (Editor)

*Arrecordaderas* de Gaudencio de la Sota Mayor (María Jesús Orella)

Gaudencio de la Sota Mayor nace en Funtepequeña de Abajo en la Montaña Castellana. Se cría junto a sus catorce hermanos, asistiendo a la escuela y ayudando con sus labores de cabrero al sustento de la familia. Instruido, educado e influenciado por la maestra de la aldea, su madre y su bisabuela, adquiere unos conocimientos y valores de la vida solo posibles y al alcance de un autodidacta como él.

Su visión del mundo rural en donde transcurre su vida, hacen de Gaudencio un gran relator de todo cuanto ve y le rodea.

*Arrecordaderas es una novela autobiográfica caleidoscópica heteronímica*. Es decir, nos narra la biografía en primera persona de Gaudencio de la Sota Mayor, nacido en la Montaña Castellana, cabrero autodidacta, pero de modo que podemos acercarnos al libro, al menos, de tres maneras diferentes, según sigamos el índice que la artífice, María Jesús Orella, ha decidido en el que vamos conociendo la vida y el entorno de este personaje, al tiempo que nos ofrece la posibilidad de leer su biografía en orden cronológico de los acontecimientos vitales de la existencia de Gaudencio.

Este escritor surge, como dice la autora, casi sin darse cuenta en el 2017 y tras 7 años de trabajo, ve la luz en forma de libro que, posiblemente, no será el único en permitirnos asomarnos a la ventana de esa creación heterónima que, parece, tiene verdadera vida propia.

En el evento habrá exposición de las 20 ilustraciones, incluidas en la edición del libro, que recrean objetos o ambientes de la época y lugar en que presuntamente habitó Gaudencio de la Sota Mayor, realizados por Raisa Lizana Orella.

Más información sobre el libro se puede encontrar en la web de la Editorial:

Arrecordaderas

3 LipoHaikus fuertes

Podemos usar Lipogramas mezclados con Haikus para aumentar el número de restricciones. Esta pequeña propuesta en uno de los Talleres de Poesía de la Asociación Cultural Clave 53 busca exactamente eso y yo he querido participar (a veces me encanta ser parte de mis talleres en los dos roles posibles de coordinador y asistente) con estos tres haikus, estando especialmente orgulloso del que está escrito con palabras que solo pueden contener la letra e, pues le añadí la exigencia de que todas las palabras comenzasen por esa misma letra.


la taza amarga
abraza calabazas
abatanadas


entre el endeble
emerge ente en el este
efervescente


los otros ojos
los compongo con rojos
como los locos


Tres definiciones de tres palabras para un poema.

Bazofia: Dícese del político sentado en el congreso. Casa con muchas filtraciones. Fruto del bazófiro.
Bistro: Crema refrescante para calmar las piernas inquietas. Libro religioso sobre los 10 mandamientos felinos. Tienda especializada en gafas.
Brócoli: Juego para niños de baile y canto. Un oso que vive en las amazonas. Timón de barco.


La bistro se derramó sobre la bazofia
donde habitaba el subsecretario
alcanzando el brócoli que dirigía su deriva.

Aquella bazofia acababa de volver
de un bistro en el que adquirió
nuevas formas de ver el universo
y capturar un brócoli brasileño.

Nada le convenció de que su bistro
impedía dar de comer bazofia
a su tigre de porcelana
con el que sus hijos construyeron el brócoli
desgañitándose en berridos barbilampiños.

Preparándonos para el invierno

Tras años sin usar la alfombra, que retiramos por la COVID y reducir el número de superficies porosas o peludas, la vuelvo a poner esta semana por el bajón de temperaturas y tomarse algo en serio el bienestar de las personas que vienen a los Talleres de Poesía de la Asociación Cultural Clave 53 o quienes vienen a tomar alguna clase particular de Matemáticas, Física o Química.

Además, he sacado, del fondo del armario como quien dice, el pequeño radiador de infrarrojos (al fin y al cabo casi todos lo son, pues es sencillamente el rango de frecuencias del calorcito humano, entre otros) y lo he enchufado por si alguien lo necesita. Yo, de momento, no, pero soy algo atérmico.

Me gusta mimar a quienes me rodean. Hacer del mundo un lugar mejor, al menos, en la medida de mis posibilidades.

Cadáver Exquisito

Compuesto entre María Jesús Orella, Pepa Delgado, Francisco Domínguez Agudelo, Carmen Garrido García y Giusseppe Domínguez, el martes 29 de octubre de 2024 en Madrid.


Los casuarios ponen huevos verdes
y los incuban siempre sin parar,
lejanos cascabeles en el ruidoso festival de luces,
de colores,
festival de lluvia en vasos opacos
para no ver la cantidad de agua,
la cantidad de agua que cayó,
que cayó
con un sonido sordo como horizonte perdido.

Mi única decoración de jalogüín

Esta pequeña cajita que me regaló Anita Ges a su regreso de México, después de que tanto la añorase en mis talleres. Hoy la he recogido y guardado en el lugar que le corresponde, junto a los libros.

Y un té negro de Halloween, que no sé muy bien en qué consiste, salvo en sumarse al carro del merchandising o mercadotecnia que no deja títere con cabeza, vendiendo ora una festividad cualquiera, aunque no sea autóctona, ora una causa más o menos perdida… al modo de gorra del Ché.

Soprendente Mario Montalbetti

Tengo que agradecer a Ettore Ravina, una de las personas que asisten a los Talleres de Poesía de la Asociación Cultural Clave 53, que el otro día, durante una de las lecturas de Té y Poesía que organizamos, nos introdujese un fragmento maravilloso del libro Notas para un seminario sobre Foucault de Mario Montalbetti.

Me he descargado el libro completo, que no sé cómo conseguí, pero es muy probable que me lo acabe comprando en papel para leerlo con mucha más calma.

De momento, dejo constancia de mi agradecimiento y un pequeño párrafo mal formateado (no tengo ganas de editarlo en condiciones), pero que representa bien el contenido del libro. Original e interesante.

Caminando hacia aquí me sorprendió comprobar
que los cambistas andan por las calles
con chalecos antibalas
eso introduce el tema de hoy: poesía & dinero

    “El dinero es un tipo de poesía” dijo W. Stevens.

Escribiré entonces la frase en la pizarra
(algo escrito en la pizarra)
El problema es que Stevens también dijo
que la poesía era un meteoro,
un café,
un faisán
y
una forma de redención.
No importa. Es un tipo de dinero…
…que es como preguntarse
en qué se parece el dinero a la poesía
Y yo les puedo decir: en todo .
Se parecen en todo .
Lo cual no quiere decir que sean lo mismo
—para parecerse no hay que ser
lo mismo:
Nada se parece a sí mismo.
que es la clave del símil

Entonces, se parecen en todo
dinero y poesía
pero no son lo mismo.
Piensen en esto:
¿por qué vale el dinero?
Y cualquiera sea la respuesta que ofrezcan,
(porque circula,
porque es un equivalente universal,
porque brilla,…)
será la misma para el poema:
¿por qué vale un poema?
Bueno, no porque circule
porque no circula mucho
—pero sí porque es un equivalente universal
¿de qué? Del mundo;
—y sí, también porque brilla,
… a su manera
… como brillan las cosas que no son visibles
No lo están entendiendo. Fíjense:
he dicho que
lenguaje lenguaje, no hay
¿qué hay entonces?
lo que hay son lecciones
lección de cosas,
lección de palabras,
trivia
aquí,
cada martes;
entiéndanme bien, trivia que se mueve

    El modus tollendo tollens (latín: «el modo que, al negar, niega», conocido como modus tollens, negación del consecuente o ley de contraposición) es una forma de argumento válida y una regla de inferencia en lógica proposicional. Se puede resumir como «Si P implica Q, y Q no es cierto, entonces P no es cierto».

como un modus tollens,
—que ya saben lo que es:
no llueve,
entonces no hay lenguaje
o, lenguaje lenguaje, no hay, tal como digo
También,
hay lección de dinero
el Sr. Bauer lo ha puesto con gracia:
“le pagamos más al que cuida de nuestro dinero
que al que cuida de nuestros hijos”
Y ¿quién cuida de nuestros poemas
(especialmente cuando son presentados
en público)?
Los presentadores de poemas, ¿los han visto?
cuentan anécdotas, se ríen, dicen ser amigos
del poeta, haber bebido juntos…
(que es como ponerse un chaleco antibalas)
dicen cualquier cosa —menos cuidar del poema
No dicen nada del lenguaje del poema
que es lo único que importa.
Se han vuelto periodistas
Lo diré inmediatamente: el valor de un poema
no reside en lo que dice / sino en lo que le hace
al lenguaje
al lenguaje lenguaje que no hay.

Un poema realmente bueno
siempre resulta ser más interesante
que cualquier comentario que esbocemos sobre él.
No hay muchos así.
Hace demasiado calor
Hagamos un pequeño receso
diez minutos, luego continuamos

    (
    —continuemos)

Durante el receso alguien me pidió
si podía elaborar lo de la lección de dinero.
No suelo hacerlo
pero tratándose de la sesión inaugural
daré mi mente a torcer
es muy sencillo, realmente
el precio de una cosa no es el valor de una cosa
el precio de una manzana no es el valor de una manzana
etc.
hay fórmulas, si eso los tranquiliza
(en Marx, en Saussure)
prefiero que vayan al mercado y se aseguren
pero ahí no encontrarán el valor de nada
encontrarán puestos de comida
y a media mañana: sopa de morón
si tienen suerte;

También alguien preguntó por el modus tollens.
Se trata de esto,

    (escrito en la pizarra:
    p -> q, ¬q, -> ¬p)

que lo único que quiere decir
es que si no llueve (¬q), entonces
cualquier cosa puede ocurrir
y lo que yo decidí que ocurra fue lo siguiente:
lenguaje lenguaje, no hay
porque asumí que si había lenguaje debía llover
(eso es lo que el lenguaje dice, ‘llueve’)
y no llovió
así que…
Ahora avanzaré un poco más
Esto es importante,
algunas palabras corresponden a cosas

    (al menos:
    ‘perro’ a perro,
    ‘avión’ a avión,…)

Esto es más importante aún,
ninguna cosa corresponde a nada

Sedoka a dos manos

¿Cuándo se dan fenómenos de apropiación cultural?

A veces me pregunto si no corro el riesgo de promoverlos a raíz de mis propuestas de acercamientos a diferentes culturas dentro de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa.

Procuro, eso sí, tratar con el máximo respeto esas culturas a las que nos aproximamos para que sean tratadas como algo digno de reverencia, como algo digno de enseñarnos nuevas vías de exploración creativa y no como meros «juguetes» o usados con fines no intencionados por la cultura original o incluso ofensivo para sus costumbres.

No obstante, eso acaba quedando fuera del ámbito de lo que puedo controlar y me limito a intentar que vayamos por el «buen camino» de la tolerancia, la admiración ante la diversidad cultural del mundo y el respeto debido a la diferencia.

El jueves, dos personas (Susana Recover y Alejandra Dieste), compusieron este sedoka, sin cumplir el casi intrasladable patrón silábico japonés, a dos manos (o cuatro), tras una breve introducción sobre lo que es esa forma estrófica japonesa y me maravilla lo sencillo que resulta si no nos complicamos la vida con imposibilidades intraducibles (intrasladables entre culturas tan alejadas):

Desde la última planta del rascacielos
se observa la ciudad dormida.
Esas torres a lo lejos.
Ya no hay nidos en ellas:
cristal y ladrillo,
luz oscura y fría.

Aquí la breve introducción que leí antes de aproximarnos a ello dentro del Monográfico de Poesía Clásica Japonesa:

Sedoka

Este estilo fue registrado en Man’yōshū y por Kokin Wakashu. El patrón silábico es 5-7-7-5-7-7.

Katauta: también Man’yōshū registró este estilo. Katauta significa «medio canción» en japonés. El patrón es 5-7-7, como una mitad del patrón Sedoka.
El sedoka tiene una estructura 5-7-7-5-7-7. Puede escribirse en dos katauta (dos estrofas de tres versos). También en forma de pregunta y respuesta. O en forma de bloque (seis versos corridos).

Renga (poemas /tanka/ encadenados)

Renga (連歌, canción encadenada) es un género de poesía colaborativa japonesa (escrita por más de un autor, trabajando en conjunto). Un renga consiste en al menos dos ku (句) o estrofas. La estrofa inicial del renga, llamada Hokku (発句), se convirtió en la base de la forma moderna de poesía Haiku.

Dos de los más famosos maestros del renga fueron los monjes budistas Sōgi (1421-1502) y Matsuo Bashō (1644-1694).

El sistema de producción conjunta, que se llama kyōdō seisaku está profundamente arraigado en la tradición japonesa.

El Renga clásico alcanzó su cumbre por la obra de Sōgi y se le denominaba kusari renga, presentando reglas de composición complejas y minuciosas.

Otra forma de Renga evolucionó hacia Haikai-no-Renga, (significa "renga divertido") que tuvo como autores destacados a Yamazaki Sookan (1465-1553) y Arakida Moritake (1742-1549).5​ Era un arte popular, sin pretensiones literarias, hasta que Bashō le confirió un carácter distintivo, dándole profundidad, sentido y trascendencia.

Esto no es una broma