Trabajo que no se ve

Esto forma parte del trabajo de un poeta y una bailarina de tango… ¿o no?

Toda profesión tiene sus pros y sus contras. No lo duda nadie, ya que, entre otras cosas, es un tópico.

Llevo toda la semana pegándome con código fuente HTMl y aprendiendo nuevas cosas sobre «webs responsive», para terminar de hacer pública la web de Clave 53.

Y quedan por arreglar pequeñeces (o no tanto) como la política de cookies que no resulta nada sencilla de implementar ni, mucho menos, satisfacer legalmente de manera estricta.

un día de trabajo

Y yo me preocupo

Cada vez que tengo que renovar una web de las que mantengo, con sumo cariño, me encuentro nervioso por si no va a funcionar en todos los dispositivos o si tiene enlaces rotos, o si alguna imagen tarda más de lo debido en cargarse por ser más grande de lo necesario o si el número de llamadas a archivos de hojas de estilo es excesivo o si el navegador tendrá o no activado javascript, si la versión de javascript será la misma con la que estoy programando, si el usuario o cliente aceptará cookies o no…

Y ya ni hablar si creo un formulario en PHP o un cgi en perl… y no funciona.

Pero luego está La Aisa: La peor compañía de autobuses que he conocido nunca, y cuya desafección para con los clientes es su seña de identidad. Ahora, también vía web, para no dejar la más mínima duda de que «se la sudan» los potenciales clientes que tengan por esta otra vía. Pero claro, es la única licenciada para cubrir la ruta Madrid-Ciudad Real, pasando por Daimiel (he ahí por lo que me afecta).

Al intentar comprar un billete de sus escasos horarios, el resultado ha sido el que ya debería haber previsto: Fatal Error!!!

aisa

Portada para el próximo libro del taller de poesía

eligiendoportadas

Editar gráficamente con GIMP no es la mejor manera de hacerlo, lo sé, al menos desde un punto de vista puramente técnico. Si embargo, se pueden hacer buenas composiciones si no queremos hacer cosas demasiado sofisticadas o no las necesitamos.

Es la aplicación que pretende emular las habilidades de Photoshop más extendida en las distribuciones linux y eso ya es una buena razón para usarla. Pero claro… recuerdo que usar linux es un acto político.

Actualmente, me encuentro en mitad del proceso de maquetación/edición del libro de fin de curso 2015-2016 de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53 y no sé entre cuál de estas dos opciones decantarme.

Tengo la impresión de que siempre termino eligiendo el negro de fondo, quizá por la «mala» influencia de Visor, pero en parte también porque sobre negro todo tiende a quedar «mejor», incluso aunque no sea una gran composición gráfica y, no lo olvidemos, soy un intruso en estas lides, como en tantas otras.

La caja de cartón

Llegó esta mañana
misteriosa
ella sola sobre el suelo del ascensor
y encerraba una caja metálica
de color rosa
donde encerrar mi corazón.

Tan sólo he metido
intrascendente
un segundo disco duro
de dos pulgadas y media de anchura
que se puede conectar
por uesebe.

Y murió
masacrado
el misterio.

Profesiones: App Almacenista

Iba en el metro.

Miré la ventanilla de enfrente.

Un cartel publicitario anunciaba que no tenías por qué preocuparte si te quedabas sin espacio para adquirir nuevas cosas aunque fuesen innecesarias (esto último no lo apuntaba), porque siempre podías aumentar tu espacio para guardarlas (puesto que son innecesarias habitualmente) en unos trasteros que la empresa bluespace ofrece.

Esa misma mañana había estado leyendo sobre uber, esa otra empresa o app-empresa que permite contactar a particulares que llevan a cabo un servicio de transporte con particulares que desean contratar ese servicio. Obviamente es polémico por la desregularización del servicio que supone, puesto que el equivalente ofrecido por los taxistas requieren una alta exigencia burocrática (que no voy a entrar a valorar).

Uniendo ambas, se me ocurrió la idea de realizar una app-empresa que hiciese lo que hace uber pero aplicada al mundo del almacenaje.

Luego, según se me ocurrió, pensé que sería rentable… y me dio una pereza enorme ponerme a trabajar en ello. Pero ahí lo dejo, por si alguien tiene ganas de patentarlo, estudiarlo, desarrollarlo, comercializarlo… ¡bufff! todas estas palabras me aburren tanto…

Pensando un poco más… una nube distribuida (almacenamiento en internet mediante el uso de diversos ordenadores-dispositivos/servidores) también sería una buena idea de negocio, pero debería estar basada en la premisa de buena conexión bidireccional de banda ancha.

Como está de moda poner nombres en inglés a las app, tengo propuestas para ambas app/empresas:

  • ourWarehouse
  • i-ourWarehouse

Jejejeje… ¡Hay que ver qué cosas! Cualquier día, estas propuestas, si no lo han hecho ya, verán la luz. Y yo seguiré sin ser rico.

¿Para cuándo volveremos a tener un Windows 95?

evolucion-bueno-malo

Pasé por usar windows 3
(3.0)
a usar un windows 3.1 que sin punto sería un 31
que en aquella época era un mero gestor de ventanas
sin pretensiones de sistema operativo.

Usé el célebre windows 95 que llegó aproximadamente
al mercado
alrededor del 1995
y que tenía pretensiones que no cumplieron
de ser un verdadero sistema operativo
porque no acababa de ser operativo.

Pasé por usar windows NT
que posiblemente se habría llamado 3.5 (e internamente 4.0)
y llegué a ser de los primeros seres humanos
en convencer a unos servicios informáticos de una entidad financiera
para instalar un servidor de internet en un equipo
con estas características.

NT era bonito. Habría podido ser windows 40.

Luego llegó y usé windows 98
pero nunca con propósitos profesionales
porque de nuevo fracasaba como algo operativo
y hube de esperar a la llegada del windows 2000
en el año 2000
siendo verdaderamente un windows 5.0 o 50
para volver a confiar mínimamente en la posibilidad de tener un sistema
operativo
que fuese digno de ser tomado por tal
pero su soporte para dispositivos era
cuando menos
molesto
como de un linux.

Había pasado ignorando
felizmente
un sistema en el que tan sólo se había cambiado el nombre
para ocultar números: windows Me
y que para lo único que sirvió es para hacer de antesala
a la llegada de un buen y robusto sistema
(por primera vez)
llamado windows XP
que aunaba la profesionalidad del 2000
con la pretendida orientación al usuario particular del 98-Me.

XP fue tan interesante que aún lo mantengo
en máquinas virtuales que viven en una reliquia temporal
de hace tres lustrosos lustros
además de silenciar los lanzamientos
para diferentes plataformas
que comenzaron a emerger de las tinieblas
e incluso eclipsaron
la venida al planeta de un desconocido windows 2003
que quería anunciar que también gates había cruzado el gate
hacia el nuevo milenio.

Todos ellos eran hijos ilegítimos
de un agonizante windows NT 4.0
que había generado 5.0, 6.0
que sin puntos serían 50 y sesenta.
llegando a un virulento
windows vista
que no tuvo mucha vista
cuya intención
como lo había sido en los tiempos del XP
era la de mezclar las bondades del XP
con las bondades del 2003
pero ambas bondades
como en un «menos por menos es más»
se convirtieron en un «más por más es menos… y peor»
hasta desatar una oleada de críticas justificadas.

Usé windows vista porque venía impuesto
en los ordenadores que ya por entonces
habían blindado la garantía al software
haciéndonos creer que lo más importante del aparatejo
era lo que no estábamos comprando.

Mi camino hacia linux era ya imparable.

No usé por ser orientado al ámbito empresarial
el windows 2008 que salió al mercado
como su propio nombre indica.

Después del 2008 llegó el 7
windows 7
que retomaba la calidad de la mejor versión
disponible
introduciendo, para ello,
pocos o ningún cambio relevante
salvo el número.

Era windows 7 o 7.0 o 70
basado en NT 6.0.

Aún lo tengo en varios ordenadores
como alternativa a varias distribuciones
como mint o ubuntu
pero su elevado consumo de recursos
injustificadamente
me desalientan de usarlo
amén de su siempre creciente
lista de vulnerabilidades.

Después
inventaron el UEFI
para reventar las narices a los que queríamos
comprar clavos cuando
compramos clavos.

He conocido el windows 8.0 que
sin punto
sería 80
y que no nació en los 80
como el 95 había nacido en el 95.

Buscaban una interfaz diferente
con un cambio de filosofía
para intentar subsistir
en un mundo móvil y googleado
androitizado
en el 2012.

Sus windows phone
7.5
eran barridas del hardware
como antes w
había barrido a sus competidores.

Compraron Nokia para sobrevivir.

El windows 8 duró lo que duró vista
y llegó una pretendida revisión
llamada windows 8.1
que en realidad era un sistema nuevo
y que necesita un tanque para salir de casa.

Pero eso sí:
es mono.

Y cuando parecía que todo habría acabado
llegó windows 10 porque saben que no pueden parar
de producir versiones
después de haber ignorado la
que habría sido 9
por precipitación
o porque no les gustó el número.

Volvemos a estar en dos dígitos
sin necesidad de eliminar el punto
y acercándose a la fecha del lanzamiento
así que quizá al año que viene
caiga en el imaginario
el windows 17
hasta que año a año
nos acerquemos
peligrosamente
al windows 95
y volvamos a empezar.

El disco externo

IMG_20160530_111407

Hace unos meses que el disco
externo
que Carmen había comprado hace un lustro
con 320 gigabytes disponibles
y un cable de conexión
que necesitaba dos puertos usb
usados simultáneamente
había dejado de funcionar.

Ella lo usaba
inicialmente
para almacenar su enorme colección de tangos
y sus carpetas personales
hasta que adquirió hace un año
otro disco externo
con 500 gigabytes disponibles
y un cable de conexión
que sólo necesita un puerto usb 3.0
funcionando estupendamente.

Mantenía el anterior
que había dado muestras de agotamiento
por decirlo de alguna manera
como copia de respaldo
a lo que generalmente se denomina backup
conectado a un dispositivo que multiplicaba
la disponibilidad de puertos usb del ordenador
que habitualmente utiliza.

Hace unos meses
de cuando en cuando
el disco no era reconocido al poner en marcha su computador
y el programa creado para respaldar sus archivos
no podía realizar la copia que se conoce como sincronización
mostrando errores de funcionamiento
que hacían evidente que el respaldo
era probable que no estuviese en condiciones
de respaldar nada
(aunque
por supuesto
no era el único respaldo de semejante colección musical
pues estaba replicada en unos seis dispositivos adicionales).

Ayer
mediante un proveedor de productos de alcance global y a través de internet
adquirí una carcasa
metálica y de color violeta
cuyo objetivo es reemplazar a la que tenía el disco
primero
que había dejado de funcionar.

La fecha prevista de entrega de la misma es el 27 de junio
y tendré la paciencia de esperar a su llegada
aunque bien podría haber comprado la misma
sabiendo que se iba a demorar tanto su adquisición
en la tienda de informática que tiene su hermano
(de Carmen)
en Daimiel
lo que sería mucho menos global aparentemente
y, por supuesto, más rápido.

No hay ningún drama en este poema.
No hay por dónde buscarlo.
El disco fallecido no es una metáfora
de un renacimiento
ni de una segunda oportunidad
ni
siquiera
de una reclamación de consumo responsable y sostenible.

Por eso este poema
casi no es un poema.
Pero casi.

Tengo pendiente hacer un backup de mi diario

El pasado martes tuve un pequeño infarto cuando me encontré con que no podía publicar nada en este diario, ni siquiera podía acceder a él para leerlo.

Cada cierto tiempo hago exportaciones de las entradas del mismo en un formato XML que se supone que almacena lo necesario, pero cuando intento subir ese archivo a un blog de wordpress me encuentro con que no funciona como era de esperar (como yo esperaba, en cualquier caso).

Por supuesto, también descargué, porque eso sí se podía, todo el directorio (que está en /blog de mi servidor) pero sé que sin la base de datos, tampoco es propiamente un blog, sino un montón de archivos más o menos estáticamente enlazados, que, por supuesto, no permiten su gestión habitual.

Así que estoy temblando ante el hecho de no haber realizado el backup que debe ser hecho, mediante exportación de la base de datos, ya sea con algún plugin o ya sea mediante comandos directos de SQL, junto a la exportación de las entradas. Después, para comprobar que está bien salvaguardado, tendré que hacer una instalación en un servidor dedicado a ello (por ejemplo el de mi teléfono móvil) y así quedarme razonablemente tranquilo.

Capturas de pantalla

He encontrado la manera de capturar la pantalla de mi nuevo y flamante teléfono móvil, lo que en realidad no sirve de mucho, salvo para demostrar que todo lo que puedo ver puedo copiarlo…

De momento, es una utilidad inútil, paradójica, por tanto, que me permite saber de qué manera tengo ubicados los iconos en la pequeña pantalla… lo que no tiene la más mínima importancia, por otro lado.

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La tecnología produce monstruos

incapaces de organizarse sin un smart-phone
que nos permita dejar de ser smart

incapaces de organizarse sin un calendar
que nos permita dejar de ser puntuales

incapaces de organizarse sin un whatsapp
que nos permita dejar de ser previsores

incapaces de organizarse sin un face-book
que nos permita dejar de ser privados

incapaces de organizarse sin un icono
que nos permita dejar de ser lectores

incapaces de organizarse sin un instante
que nos permita dejar de ser detallistas.

Captura de pantalla de 2016-04-21 12:19:48

Esto no es una broma