Qué pena que beso
besugo
y
bestia
no comparten ni por asomo
el mismo campo semántico
la misma etimología
alejándose entre sí
como un besugo bestial de mis besos.
tonterías
Por mar
REMAR
MAR
SUMAR
Por mor
AMOR
TEMOR
CLAMOR
Avellanas
Avellanas llanas
avellaneda da
avejarruco co
menta la actualidad.
Y seguimos
en un silencio atroz
de autocensura
mordiéndonos los labios por no morder vecindarios
que eligen lo que eligen
y matan a quienes matan
impunemente
indumentario
imperial
insulto.
Y seguimos
perdiendo la palabra
por otra palabra
dejando que se cuelen los juegos
en la seriedad de la sala
obviando
que la vida son dos días
y tres llueve.
Recuerdos
de Euskadi
maitea.
Error de tres órdenes de magnitud
Ya ni es noticia que un periódico cometa un error como este, de tres órdenes de magnitud: de 10 elevado a 3, de mil sobre uno… da igual. Todo da igual con tal de hacerlo rápido. Rápido, rápido, furiosamente rápido… a mil millones de kilómetros por hora, a 2 metros por segundo, a cien billones de trillones de años luz… qué más da. Ya nada importa, un viernes por la noche, mientras EEUU decide su futuro y con ello el de la Tierra, así, en general, sin importar si alguien ha cometido un error como ese.
247.000 millones de dólares, frente a los modestos 383 millones de dólares de su contrincante, no parece diferencia baladí…
Da igual.
Y a mí…
Cierto desconcierto
abierto, ta/ acierto/ aliabierto, ta/ boquiabierto, ta/ cierto, ta/ concierto/ corniabierto, ta/ cubierto/ desacierto/ desconcierto/ descubierto, ta/ desierto, ta/ despierto, ta/ dispierto, ta/ encubierto, ta/ entreabierto/ incierto, ta/ macroconcierto/ maniabierto, ta/ patiabierto, ta/ perniabierto, ta/ piernabierto, ta/ reabierto, ta/ recubierto, ta/ redescubierto, ta/ semiabierto, ta
El otro día en un taller de poesía alguien usó la palabra «descubierto» y me quedé con ganas de pasarle las palabras en el DLE que terminasen en «bierto», pero eran realmente pocas, así que me decidí por una búsqueda de aquellas que terminan en «ierto» que son unas pocas más: 26.
Ahí están.
Dobles negaciones
Ayer encontré un texto que me hizo mucha gracia, aunque no sé si esa era la intención del mismo:
Frase positiva de hoy: hoy me pongo firme y decreto que Yo no acepto nada negativo ni para mi ni para nadie.
Y es que las dobles negaciones me parecen afirmaciones, como debe ser de acuerdo a la lógica, que no de acuerdo a nuestro absurdo (sin acritud) idioma que es capaz de expresiones como «No sé nada», así que en esa frase «positiva» del día me encuentro un, por orden: «no», «nada», «negativo», «ni», «ni», «nadie»… un total de 6 negaciones (no una sobre otra, pero casi) que dan lugar a una frase «positiva» (¿afirmativa?).
Es una pequeña tontería, pero me ha hecho mucha gracia y como no quería comentarlo en la red social en la que lo he encontrado (la gente está muy sensible), he traído lo que le diría a este diario personal:
¿Qué tal si la frase positiva fuese «Yo solo acepto cosas positivas para mí y para cualquiera«? Creo que significaría lo mismo, siendo, definitivamente, una frase «positiva».
corazones
de goma
de goma rosa
de coma
de coma rosa
de loma
de loma rosa
de toma
de toma rosa
de soma
de soma rosa
como de soma
como de toma
como de loma
como de coma
como de goma
los corazones rosas
daban saltitos
yo los miraba sin poder dejar de mirarlos
yo intentaba descubrir su deformación elástica
yo quería apartar la mirada
de goma
de coma
de loma
de toma
de soma
los corazones rosas
daban saltitos
sobre el central
más gordo
un oso gordo
lanzaba un beso gordo
hacia mí
los corazones rosas
daban saltitos
los laterales
estaban en diagonal
flecha cupido
atravesando imaginaria
un corazón rosa
que daba saltitos
con sus adláteres saltimbanquis
yo soma
yo goma
yo loma
yo toma
yo soma
yo coma
yo loma
yo soma
soma soma soma..
0 1 2
números entre corchetes
avanzan hacia infinitos
insondables
perdiendo la palabra
que nunca quisieron sostener
en el horizonte de una contraseña
el destornillador
atrona el silencio
con gritos de luz azul
son órdagos del tiempo
anudados en cordones
de lana muerta
0 1 2
a la orilla del mar
a la orilla del mal
a la orilla
dejándose llevar por olas de indiferencia
La mascarilla de la multa
No es una mascarilla que use.
Es la mascarilla de la multa:
La llevo en el bolsillo desde
hace más de 3 meses cuando la
consideré inadecuada para sus
funciones profilácticas y sin
entrar en debates sosos sobre
su posible utilidad sanitaria
reconozco como la única razón
para seguir portándola cierto
miedo a ser multado. Por ello
a pesar de ir cambiándome las
apropiadas mascarillas casi a
diario, no la descarto con la
diligencia que debería poseer
para no ir acarreando un saco
de virus muertos ni una bolsa
de bacterias fermentadas como
morboso ramillete de violetas
ácido ribonucleico azul lacio
con el desvaimiento de la luz
caduca en plástico envoltorio
durante los próximos 6 meses.
Descubrí con sorpresa absurda
que no soy el único portador,
ni soy la persona atemorizada
por policías omnipresentes en
cada balcón o en cada terraza
donde campa gran intolerancia
donde escasea amable empatía.
La tiraré, sí, la tiraré. Hoy
sólo quería escribir un texto
sobre una pequeña confidencia
de la que no me siento ni más
ni menos tonto que cualquiera
pero de la que me avergüenzo.