tuitear es lo que no tiene facebook

Tiene acción.

Acción reconocida por la RAE, como muestra la entrada correspondiente en la vigésimo tercera edición del diccionario de la lengua española.

¿Es injusto?

Poca gente dice facebookear, aunque yo lo uso mucho más que tuitear, puesto que no tengo cuenta en esa otra red social.

Por cierto, ¿por qué no hemos sido coherentes con la insensatez y hemos «verbificado» tal acción con un mucho más fidedigno twittear? ¿tanto pavor le tenemos a la uve doble? ¿por qué no sacarla directamente de nuestro alfabeto?

Cuando, quizá, algún día se apruebe la equivalente para la red social de Zuckerberg, tendremos que escribir feisbuquear.

Y, una última pregunta: ¿por qué siempre construimos verbos de palabras como estas con la primera conjugación?

Abogo por tuiteir y feisbuquir.

Hoy he feisbuquido poco. Si no tuitío no me va a leer ni san blas bendito…, por ejemplo.

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Formas no personales

Infinitivo Gerundio
tuitear tuiteando
Participio
tuiteado

Indicativo

Pronombres personales Presente Pretérito imperfecto / Copretérito
yo tuiteo tuiteaba
tú / vos tuiteas / tuiteás tuiteabas
usted tuitea tuiteaba
él, ella tuitea tuiteaba
nosotros, nosotras tuiteamos tuiteábamos
vosotros, vosotras tuiteáis tuiteabais
ustedes tuitean tuiteaban
ellos, ellas tuitean tuiteaban
Pretérito perfecto simple / Pretérito Futuro simple / Futuro
yo tuiteé tuitearé
tú / vos tuiteaste tuitearás
usted tuiteó tuiteará
él, ella tuiteó tuiteará
nosotros, nosotras tuiteamos tuitearemos
vosotros, vosotras tuiteasteis tuitearéis
ustedes tuitearon tuitearán
ellos, ellas tuitearon tuitearán
Condicional simple / Pospretérito
yo tuitearía
tú / vos tuitearías
usted tuitearía
él, ella tuitearía
nosotros, nosotras tuitearíamos
vosotros, vosotras tuitearíais
ustedes tuitearían
ellos, ellas tuitearían

Subjuntivo

Pronombres personales Presente Futuro simple / Futuro
yo tuitee tuiteare
tú / vos tuitees tuiteares
usted tuitee tuiteare
él, ella tuitee tuiteare
nosotros, nosotras tuiteemos tuiteáremos
vosotros, vosotras tuiteéis tuiteareis
ustedes tuiteen tuitearen
ellos, ellas tuiteen tuitearen
Pretérito imperfecto / Copretérito
yo tuiteara o tuitease
tú / vos tuitearas o tuiteases
usted tuiteara o tuitease
él, ella tuiteara o tuitease
nosotros, nosotras tuiteáramos o tuiteásemos
vosotros, vosotras tuitearais o tuiteaseis
ustedes tuitearan o tuiteasen
ellos, ellas tuitearan o tuiteasen

Imperativo

Pronombres personales
tú / vos tuitea / tuiteá
usted tuitee
vosotros, vosotras tuitead
ustedes tuiteen

Sobre los evenki

ramatungus

He comenzado hace unos días a clasificar las lenguas de la rama tungús o tungú-manchú de las lenguas altaicas, con todas las salvedades que caben ser hechas, pero he tenido un rato de diversión matemático-atípica encontrando este texto sobre la historia de las etnias evenki y sus lugares de habitación:

Los evenki fueron en sus orígenes un pueblo nómada, por lo que solían vivir en campamentos formados por diversas tiendas. En idioma evenki, estas tiendas, generalmente de forma redonda, son conocidas como cuoluozi. Aunque el tamaño de las tiendas variaba según la estación del año y el tamaño que tuviera la familia, solían medir unos tres metros de ancho por cinco metros de diámetro.

Y yo no paraba de pensar ¿redondas? ¿ancho? ¿diámetro?.

Así que no he terminado de entender si el error estaba en que no eran «redondas» sino redondeadas, que podríamos considerar elípticas, aunque hablar de diámetro en este caso no sería muy razonable, o si el error estaba en que los metros de ancho en realidad serían de alto.

Evidentemente error hay, ya sea matemático o de redacción. Supongo que más bien será esto último si me fijo en una de las fotografías que he encontrado sobre una de las viviendas evenki en Siberia:

Constatación Periodística

lo mas visto

Cada día tengo más claro que el periodismo es una tontería… o casi. Al menos, por matizar, el uso que se hace de los periódicos, incluso los que son online o especialmente de ellos, viendo lo que, por una u otra razón, captan la atención «mediática» instantánea. Dos días después, ya no son noticias prioritarias ni la guerra de Siria, ni la crisis de Refugiados, ni por supuesto Haití.

Pero ahí seguimos, leyendo tonterías, como si fuesen serias, como si nos diesen la impresión de que controlamos nuestro entorno, absolutamente global y fuera de nuestro alcance… o quizá habría que repensar cuál es, verdaderamente, nuestro entorno.

Mientras tanto, sigo con el hábito de no dejarme llevar por lo nuevo (news) para intentar informarme.

No me gusta que no me guste

Tontada absoluta

Después de que parece ser que va a hacer caso a las solicitudes de los usuarios, FaceBook ha decidido implementar el icono-botón de «no me gusta».

Yo me pregunto si habrá gente que esté ya, como yo, deseando que incorporen otro que indique que no me gusta que no me guste.

Este icono-botón que yo propongo será muy interesante cuando el «buenrollismo» facebukero se vaya a la basura con un montón de «nomegustan» que no quedarán lo suficientemente claros, al no poder indicar si no te gusta que eso se publique, no te gusta que esa persona lo esté publicando, no te gusta, en general, esa persona y sus publicaciones, o sencillamente no te gusta el tono…

Vaya, que era tremendamente importante que FB introdujese su modificación para poder tener libertad de expresión… o algo semejante.

Aunque es posible, probable incluso, que algún gobierno vete o prohíba su uso ante determinadas publicaciones de interés nacional. Esto es tan absolutamente demencial…

Palimpsesto contemporáneo

Encontrado en la basura, como quien dice, he hallado este palimpsesto del siglo XXI D.C. Es un descubrimiento que alienta la idea peregrina de que el papel se está agotando hasta el punto de que se reutilizan hasta los píxeles, para no desperdiciar un texto original, sobreescribiendo encima (como corresponde) otro texto igualmente original…

ejemplo de palimpsesto contemporáneo

Dice la RAE: palimpsesto. (Del lat. palimpsestus, y este del gr. παλίμψηστος). 1. m. Manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior borrada artificialmente. 2. m. Tablilla antigua en que se podía borrar lo escrito para volver a escribir.

Pseudociencias e izquierdas

Estuve leyendo este artículo titulado Diez absurdas teorías pseudocientíficas defendidas por políticos españoles y me sonrosa encontrar tantos políticos con los que, en otro orden de cosas, coincido, así que me ha dado por buscar una explicación (que ya tenía, es solo una forma de hablar) para justificar el mayor número de «progresistas» con este tipo de confusiones no solo mentales, sino metodológicas.

En detalle, pero poco explicitado, estaba insinuada esta relación cuando escribí sobre la Crisis del pensamiento racional, así como en otras ocasiones, como acerca de un supuesto Taller de Conexión Quantica Espiritual Colectiva (¡ahí es nada!). El New Age campa por los montes del progresismo hasta hacerme enfrentarme con más de un amigo, que, por metodológico, me acusa de pedante o de dogmático. Lo que no deja de ser una argumentación inargumentativa, básicamente una falacia.

Pero, ¿por qué este tipo de pseudociencias se da más entre gente «de izquierdas»?

Sin entrar en consideraciones sobre la pertinencia de seguir utilizando esta clasificación tan obsoleta, esa etiqueta «de izquierdas» como si realmente aún hoy tuviese algún sentido, sí voy a hablar de conservadores/tradicionalistas/derechas o progresistas/rupturistas/izquierdas. Sabiendo, sí, sabiendo, que es una simplificación a binario de algo que dista mucho de serlo.

Lo «conservador» en occidente ha estado abiertamente vinculado a lo religioso, al cristianismo, de ahí que sus programas políticos e incluso los nombres de sus partidos suelen llevar el adjetivo «cristiano». Las democracias cristianas de los pueblos germánicos dan fe de ello.

Lo «progresista», en contra, siempre en contra, ha estado vinculado a cierto laicismo, a cierta idea de alejamiento del hecho religioso, del pensamiento irracional necesario para sustentar la existencia de ser(es) y hecho(s) meta-racionales, por decirlo así.

Pero este alejamiento ha llevado a cierta sensación de orfandad, a cierta incomodidad con respecto a asumir que el mundo no es comprensible y que no hay un dios que me lo haga fácil ni una virgencita a la que rezar para pedirle imposibles.

Aquí está, sin duda, el quiz de la cuestión: un ser humano de izquierdas también quiere soluciones milagrosas, también quiere que el mundo tenga una razón, también quiere certezas… así que las inventa o las crea para creerlas. Eso sí, reniega del pensamiento que propone el tradicionalista sustentando ideas como que una vela en un altar me curará el Alzheimer o hará que mi hija encuentre trabajo. Sin embargo, está dispuesto a pensar que la memoria de las moléculas del agua (sic) me curarán un cáncer o mi energía positiva hará que mi hermana encuentre novio.

Es evidente el paralelismo, pero este último, superada la irracionalidad religiosa desde los tiempos de la Ilustración hasta hoy, pasando por un radical Nietzsche y por un tremendo existencialismo Sartriano, es mucho más peligroso pues utiliza aquello que ha costado tanto elevar a método, que es la ciencia.

La utiliza desvirtuándola, eliminando su metodología (que es la base) y quedándose con su palabrería, que es vacua sin lo previo. Y esta es la razón por la que me incendio, enciendo, cuando alguien hace defensa de las pseudociencias: porque atenta contra el pensamiento racional y da un voto de valor a lo irracional, retrotrayéndonos a esos oscuros tiempos feudales pre-volterianos. Si lo irracional no necesita otra prueba que lo que a mí me venga en gana… igual es válido rezar a una virgencita para encontrar trabajo, de ahí que hasta una ministra lo haya llegado a sugerir en su demencial visión de su papel político. Pero eso es del otro lado, de «la derecha» y con estos casi no tengo el suficiente trato como para calentarme.

Así que espero atemperarme y tomarme con calma lo que viene este curso, pues parece que el irracionalismo sigue aumentando, necesitando cada día más adeptos, con un proselitismo campante en «ambos lados» del espectro político que se pasan el espectro electromagnético por el arco voltaico…

Calm down
calm down
keep calm
keep calm


Sin sustancias químicas

Leo en un artículo publicado en el muro de alguno de mis conocidos de FB esta soberana sandez:

Suena como un cuento de hadas pero la realidad es otra. Con este truco se puede construir un pequeño refrigerador sin electricidad o sustancias químicas.

Y entonces imagino un aparato absolutamente abstracto, construido en la mente, con geometría euclidiana, con razón pura…

Pero no. Resulta que usa:

  • 2 macetas de arcilla (= Sustancia química / mezcla) de tamaños diferentes
  • Arena (= Sustancia química, en el más puro de los casos, óxido silícico, pero supongo que también será mezcla)
  • Cinta pegante (jo… sustancias químicas por todas partes… en la cinta y en lo «pegante»)
  • 1 de riego con agua fría (= H2O que es una molécula formada por un par de elementos… químicos!!!!!, suponiendo que no contenga nada más… lo que es inviable, BTW)
  • 1 tapa que encaja en el bote pequeño de arcilla (tapa que también es de algún material… así que también tiene sustancias químicas)
  • 1 paño de cocina (igual que en el caso anterior)

Pero la tontería continúa:

Con las dos macetas se hace un recipiente que deja entre ellas hueco donde introducir arena… y enfriarla con agua FRÍA… que se ha enfriado… ¿cómo? JAJAJAJA… esto es ya el colmo de la estupidez, sobre todo por la forma en la que se pretende «vender» ese maravilloso aparatito inmanejable que, por último, sería terrible pues requeriría un despilfarro de energía para su fabricación teniendo en cuenta la minúscula capacidad que proporciona.

Por si eso hubiera sido insuficiente… leen los resultados con un termómetro… eléctrico!!!!!

Jo… entre la crisis del pensamiento racional y la tontería simple y absoluta. No sé, pero es como para reírse, por no llorar.

Esto no es una broma